2. Epistylis es un género de protozoarios ciliados peritricos
sésiles
Pueden vivir solos, pero es mas común encontrarlos
formando colonias.
Tienen forma de campana invertida y se encuentran
montadas encima de un pedunculo ramificado no
contractil, pues carecen de mionema
En su extremo apical presentan una región oral rodeada
por un labio bien definido y una hilera ondulante única
de cilios que en ocasiones puede trazar más de una vuelta
por la circunferencia y formar una hélice ciliada.
3. Su longitud esta un intervalo aproximado de 10 a 200
µm y su amplitud entre los 10 y los 80 µm. Las colonias
pueden alcanzar un tamaño macroscópico de 2 mm de
largo
4. Como primer síntoma evidente, un pequeño punto
blanco algodonoso que puede alcanzar un tamaño
similar al de un grano de arroz.
La infestación se puede propagar hasta cualquier parte
del cuerpo pero lo más habitual es que se observe en
las líneas laterales
Las zonas afectadas presentan irritación y ligeras
secreciones de sangre. En los crustáceos se puede
observar una película de suciedad blanca o marrón
encima de su caparazón quitinoso o exoesqueleto
5. Aplicar sal libre de yodo hasta formar una solución al
0.6% de concentración durante un máximo de 10 días.
Durante ese tiempo se debe mantener al máximo la
aireación, reducir el alimento en un 75% y retirar el
carbón activado y la zeolita.5
Aplicar una solución de formaldehído al 36%.5
La sal o una solución de 40% de formaldehído en agua
son los dos compuestos químicos más efectivos.
6. se adhieren al tegumento de crustáceos, peces y tortugas
mediante una estructura llamada cinetosoma que se
encuentra en el extremo posterior del pedúnculo. Pero, a
diferencia de los ectoparásitos, estas especies son
inofensivas para su huésped pues se alimentan de los
deshechos circundantes en el medio y principalmente de
bacterias. Sin embargo, en ambientes donde la
concentración de compuestos orgánicos es alta, un
crecimiento exagerado de Epistylis, puede favorecer la
irritación o la aparición de úlceras en la piel del huésped y
hacerlo más susceptible a una infección bacteriana.1 En
peces, un crecimiento excesivo de Epistylis, en el peor de
los casos, puede obstaculizar el flujo normal de agua a
través de las branquias y provocar la muerte por asfixia.
