Este documento contrasta la Navidad comercial moderna con la Navidad cristiana. Resume el nacimiento de Jesús según Lucas y explica que Dios se hizo hombre para que el hombre pueda acercarse a Dios. Aunque muchos no creen que Dios pueda ser tan cercano, la Navidad muestra que Dios estuvo dispuesto a nacer en pobreza para estar con la humanidad. Se anima a los lectores a contemplar el amor de Dios y servir a los demás en lugar de quedarse con una Navidad superficial.
9. Una lectura pausada del Evangelio según S. Lucas, descubrimos que el nacimiento de Dios es relatado es una sencilla frase:
10. “ Mientras estaban en Belén le llegó a María el tiempo del parto, y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, por que no había sitio para ellos en la posada” (Lc.2.6-7)
11. La Navidad cristiana nos muestra la pobreza en la que se encarna Dios, que se hace hombre “con-nosotros”, “por- nosotros” y “para- nosotros” .
12. S. Agustín nos dirá que: “Dios se hace hombre para que el hombre pueda hacerse Dios”
13. Él se unió tan inseparablemente con el hombre, que este hombre es efectivamente Dios de Dios, luz de luz y a la vez sigue siendo verdadero hombre.
14. Así vino a nosotros el Eterno Sentido del mundo de tal forma que se le puede contemplar e incluso tocar (cf. 1 Juan 1.1)
15. A muchos hombres, tal vez les parece esto demasiado hermoso para que sea verdadero, y no creen.
16. El Dios de los cristianos no es un ser sublime y alejado, al cual nunca se puede llegar.
17. Se halla totalmente próximo, al alcance de la voz y se le puede alcanzar siempre.
18. Él tiene tiempo para mí, tanto tiempo que hubo de yacer en una favela y que permanece siempre como hombre
26. 2.- Contemplar el amor de Dios que se hace uno de nosotros y Él nunca dará la espalda a ningún ser humano y nos sigue llamando por nuestro nombre. 1.- No quedarnos en la navidad artificial y de cartón
27. 4.- “Dios-con nosotros” da pleno sentido a nuestra vida y nadie puede arrebatarnos esa paz, alegría y esperanza que Él nos trae. 3.- Tu y yo valemos para Dios mucho más de lo que jamás podamos imaginar .
28. 5.- Descubrir, en las personas que me encuentro, sobre todo en las más necesitadas, el objeto del amor de Dios y servir a Cristo en ellas.