3. 8.20h Amanece en Hospital de Órbigo. En la foto se vislumbra el famoso puente de 19 arcos, de origen romano, sobre el río Órbigo. Famoso por un torneo de lanzas allá por el 1434.
4. Por la noche unos cuantos, decidieron irse a tomar algo al pueblo, mientras dos de nosotros nos quedamos en el albergue comentando las duras jornadas que habíamos hecho, y las que nos quedaban, con los peregrinos/as de a pie. La mañana empieza mal, tengo el resfriado bien cogido en la garganta, y aunque ya me he tomado dos Gelocatil, no mejoro. Pero la cosa no va a mejor, los mosquitos del albergue municipal, situado en pleno parque, me han acribillado a picaduras. El albergue municipal no estuvo mal. Dormí en una litera, mientras que los valencianos y Sergio durmieron en unos colchones en el suelo. La tarde anterior estuvimos en un supermercado comprando algo de comida para la cena del día anterior, y el desayuno de esta mañana. Así que una vez desayunados, cogimos las bicis para proseguir nuestro camino.
5. 9.05h Bajada hasta Astorga, en plena maragatería leonesa. Hoy cruzaremos los Montes de León hasta coronar la Cruz de Ferro.
13. La Taberna de Gaia en Foncebadón. El interior impresionante, con una decoración que estremecía a cualquiera, una mezcla de medieval y tétrico, con un gran número de velas derretidas en sus candelabros.
14. 12.25h Cruz de Ferro (1504m) Subida dura, en la que el plato pequeño toma protagonismo.
15. Existe una tradición que es la de tirar una piedra al montón que forman el montículo que aguanta la cruz, para pedir protección. Según me dijeron la piedra había que traerla desde casa, pero como no sabía nada de esa tradición, en Murias de Rechivaldo, después de sellar la credencial, cogí una piedra redondeada del tamaño de un puño y la cargue a las espaldas, en el camelbak. Lo primero que hice nada más llegar, y sin bajarme de la bicicleta, fue tirar la piedra lo más fuerte que pude para intentar dejarla lo más alto posible. La parte baja del poste está lleno de pañuelos, gorras y recuerdos personales que la gente deja, por haber pasado por allí.
16. En el área de descanso veo indicada la Fuente del Peregrino, pero parece ser que hay que bajar hacía el bosque, así que prefiero descansar y comerme una manzana arriba, ya que agua, me queda aún.
17. Me adentro en la zona del Bierzo. Empiezo a bajar por el maltrecho camino que va paralelo a la carretera por la derecha.
19. La bajada por el camino está bastante mal, muchas piedras y baches. Por miedo a romper el transportín, decido bajar por carretera. Esa señal, ¿esta homologada?
20. Bonitos paisajes de los montes de León durante la divertida bajada por carretera. Haciendo tumbadas con 10 Kg de alforjas.
21. Más molinos en el horizonte. Y yo que creía que ya los había dejado atrás.
22. 13.35h Molinaseca. El calor era sofocante y no me faltaron ganas de meterme en el río.
24. 14.10h Ponferrada, capital del Bierzo. A principios del siglo XI el puente de madera que cruzaba el río Sil, fue reforzado con hierro dando el nombre de Pons Ferrata a la ciudad.
25. 15.30h Torre del Reloj. En un bar de esta calle, como una ensalada y un bistec de ternera con patatas y postre, y me encuentro con dos bikers de Cerdanyola del Valles. Mientras como, veo en las noticias los graves incendios de la zona del Bierzo por la que estoy. El resfriado sigue agarrado a la garganta y cuando voy a pagar, pregunto a la camarera si hay alguna farmacia de guardia. Me contestó que siguiendo el camino encontraría una abierta las 24h del día. Así fue encontré la farmacia y compré Lizipaina para la garganta, un anti-inflamatorio y After-Bite para las picaduras de los mosquitos de la noche anterior. Cuando prosigo la marcha, me doy cuenta de que no he sellado la credencial, y como todo estaba cerrado, decido volver a la farmacia a que me sellaran.
26. Castillo de los Templarios (monjes guerreros) en Ponferrada.
27.
28. A la salida de Ponferrada me pierdo y no encuentro las flechas amarillas que me indiquen el camino, y como era una tarde de domingo, no había mucho ambiente en la calle. Por suerte encontré un quiosco abierto donde pregunté por donde estaba el Camino de Santiago, y me señalaron la carretera diciéndome que era todo recto hasta Villafranca. Menuda paliza de carretera, no sé cuantos kilómetros fueron, pero con el calor que hacía y algunos repechos, se me hizo muy duro y paré dos veces a coger agua y comerme un melocotón “calentito”. Ya en Villafranca me encontré con otro biker que me sorprendió porque iba totalmente tapado, con ropa fina eso si. Nos paramos a hablar y me comentó que él venía de L’Hospitalet, que había salido de allí en bicicleta. Me quedé helado. Luego él pensó en hacer algunos kilómetros más y yo preferí quedarme en el albergue.
29. 19.35h La playa fluvial del río Burbia a su paso por Villafranca del Bierzo.
32. 19.50h San Nicolás. El termómetro de la ciudad marcaba 42º C. Me siento en una terraza para cenar, pero era tal el calor que hacía, que decido refugiarme en el aire acondicionado del local.