El documento resume los principales conflictos a finales del siglo XX y principios del XXI. Describe las guerras en la segunda mitad del siglo XX, incluidas las guerras de Irak en 1990-1991 y 2003, la invasión de Afganistán en 2001, y el surgimiento del terrorismo islamista como respuesta a la hegemonía estadounidense. También analiza otros conflictos derivados del colapso de la Unión Soviética y las guerras en África, como el genocidio de Ruanda.
19. Los EE.UU. no se decidieron a acabar con el régimen de Sadam Hussein y permanecieron inmóviles ante la represión de las rebeliones internas que surgieron en Irak contra su dictadura (kurdos en el norte y chiitas en el sur). […] La falta de una solución definitiva al problema que planteaba el Irak de Saddam Hussein no menoscaba la importancia histórica de la guerra del Golfo. Estados Unidos lideró totalmente la coalición como única superpotencia salida de la guerra fría, países como Alemania y Japón no enviaron tropas pero costearon de forma importante la operación, la comunidad internacional y el Consejo de Seguridad de la ONU tuvieron una gran unanimidad a la hora de enfrentar la crisis. El presidente Bush hablaba del nacimiento de «un nuevo orden mundial». JUAN C. OCAÑA, «La Guerra del Golfo», 2003 [En línea, http://www.historiasiglo20.org/ GLOS/guerragolfo.htm]
20. Después de un año de paz [tras la guerra con Irán], los ingresos iraquíes por la venta de petróleo –unos trece mil millones de dólares– no bastaban ni para cubrir las necesidades básicas del país. Con unas importaciones de armamento por cinco mil millones de dólares, otros cinco mil para el pago de los intereses de la deuda externa, y mil millones más por la exportación de divisas de trabajadores extranjeros en Irak, el Gobierno de Sadam necesitaba aún diez mil millones de dólares al año para ajustar el déficit antes de empezar a reconstruir el país. […] Los costes sociales eran aún mayores: se había perdido toda una generación de iraquíes, pues un recluta de dieciocho años al comienzo de la guerra, a los veintidós años aún seguía de uniforme. El intento de Hussein de resolver esta situación causó más quebrantos al no poder absorber la débil economía iraquí la mano de obra disponible, lo que creó niveles de paro alarmantes para el régimen. ANDREW SMITH, Las claves de la guerra del Golfo , 1991
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22. El escenario político de Oriente Próximo: riqueza en petróleo y conflictos en Irak y Afganistán.
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26. Lo que está claro es que es la primera organización terrorista multinacional capaz de funcionar desde América Latina a Japón y en todos los continentes que se encuentran en medio. Al contrario de los terroristas de los años sesenta, Al Qaeda no se guía por la jurisdicción territorial (su teatro de apoyo, así como sus operaciones, es global). En lugar de resistirse a la globalización, sus ventajas están siendo utilizadas por los grupos islamistas actuales, buscando constantemente nuevas bases y nuevos objetivos en todo el mundo. […] Al Qaeda es una organización esencialmente moderna, que se aprovecha de la tecnología actual para sus propios fines, utilizando teléfonos vía satélite, ordenadores portátiles, webs que esconden mensajes encriptados, entre otros. ROHAN GUNARATNA, Al Qaeda. Viaje al interior del terrorismo islamista , 2003
27. Lo que ha pasado en Manhattan supera la ciencia ficción. Pero es real. Claramente, el objetivo de los autores de este acontecimiento histórico era atentar contra los símbolos del país más poderoso del mundo. Primero, han echado abajo las Torres Gemelas de Manhattan en plena hora punta de la ciudad más frenética del globo. Después, el Pentágono de Washington. Miles de personas buscaban refugio en las calles de Manhattan y de Washington. Los hospitales están colapsados. […] Poco antes de las nueve de la mañana, cuando Manhattan hervía de actividad laboral, bursátil y turística, un avión se ha estrellado directamente contra una de las Torres Gemelas, el World Trade Center de Nueva York. La ha atravesado literalmente a la altura del piso 80. En ese momento, miles de personas se encontraban en su interior. Era, de las dos torres, la que permitía el acceso turístico a la cumbre: el piso 110, que tiene una terraza al aire libre. El observatorio se encuentra en el piso 107. […] Dieciocho minutos después, cuando los terroristas debían de estar seguros de que las cámaras de televisión ya estarían emitiendo en directo a medio mundo, un segundo avión se estrellaba contra la otra torre, esta vez, tocando solo uno de los flancos. Los estadounidenses han presenciado el ataque contra uno de los símbolos de su país y de la ciudad que se ha erigido en capital del mundo, Nueva York. PALOMA DÍAZ, «El pánico y el terror se apoderan de la ciudad más frenética del mundo», El Mundo , 2001 [En línea, http://www.el-mundo.es/ elmundo/2001/09/11/sociedad/1000218240.html]
28. […] Una corriente extremista dentro de los salafíes pone un gran énfasis en la yihad o guerra santa. […] Los devotos miembros de Al Qaeda muestran una gran disposición a convertirse en mártires porque piensan que, al igual que el profeta Mahoma, se encuentran atrapados en una lucha a muerte contra las fuerzas de los infieles que les amenazan por todas partes. Se consideran a sí mismos un reducto de verdaderos creyentes rodeado por un mar de inquina y piensan que el propio futuro de la religión, y por tanto del mundo, depende de ellos y de su combate […] JAMES F. HOGE y G. ROSE, ¿Por qué sucedió? El terrorismo y la nueva guerra, 2002
44. La guerra biológica tiene una larga historia. Los persas, griegos y romanos de la antigüedad envenenaban los pozos de sus enemigos arrojando dentro cadáveres. El asedio de tres años de Kaffa (hoy día Feodosia) llegó a su fin en 1346, cuando los sitiadores tártaros decidieron lanzar los cadáveres de las víctimas de la peste por encima de las murallas de la ciudad para infectar a sus habitantes. […] El armamento biológico se ha denominado «el armamento nuclear del pobre». Es un medio barato de adquirir un potencial de destrucción masiva y los efectos psicológicos que este comporta. La posibilidad de un ataque genera miedo en la población, el cual, a su vez, sitúa bajo presión a los líderes políticos y militares y modifica la planificación estratégica. […] Una estimación realizada por los servicios de consultoría de Jane del Reino Unido sitúa en 16 el número de países que las poseen con toda certeza o con un alto grado de probabilidad, dejando en cuatro el número de países sobre los que se albergan dudas a este respecto. Los dos países cuya posesión de un arsenal de armas biológicas está demostrada son Irak y Rusia. Los 14 cuya situación no está absolutamente clara según los consultores de Jane son Bielorrusia, la República Popular China, Egipto, India, Irán, Israel, Corea del Norte, Corea del Sur, Libia, Pakistán, Suráfrica, Siria, Taiwán y Ucrania. Los cuatro en situación dudosa son Argelia, Cuba, Jordania y Kazajstán. WENDY BARNABY, «Armas biológicas: letales y baratas», El País, 3 de noviembre de 2002