2.
Un ataque cerebral es una urgencia médica. Los
ataques cerebrales suceden cuando se detiene el
flujo sanguíneo al cerebro. En apenas unos minutos,
las células cerebrales empiezan a morir. Existen dos
tipos de derrames cerebrales. El tipo más común,
llamado ataque cerebral isquémico, es causado por
un coágulo sanguíneo que bloquea o tapona un
vaso sanguíneo en el cerebro. El otro tipo, llamado
ataque cerebral hemorrágico, es causado por la
ruptura de un vaso sanguíneo que sangra hacia
dentro del cerebro. Los "mini-derrames cerebrales" o
ataques isquémicos transitorios, ocurren cuando el
suministro de sangre al cerebro se interrumpe
brevemente.
3.
4.
Entumecimiento o debilidad repentinos en
el rostro, brazos o piernas (especialmente
de un lado del cuerpo)
Confusión súbita, dificultad para hablar o
entender
Problemas repentinos para ver con uno o
ambos ojos
Dificultad repentina para caminar, mareos,
pérdida de equilibrio o coordinación de los
movimientos
Dolor de cabeza súbito y severo sin causa
conocida.
5. •
Baja tu presión arterial
La presión arterial alta daña las arterias,
haciendo que se obstruyan o revienten
con mayor facilidad, aumentando así el
riesgo de ambos tipos de ataque
cerebral: el isquémico y el hemorrágico,
que es menos común pero más letal.
6.
7.
El colesterol LDL (o colesterol malo), una
sustancia grasa en la sangre, causa la
acumulación de placa en las paredes
arteriales, haciendo que las arterias se
estrechen. Si la placa se rompe, puede
formarse un coágulo de sangre que
bloquee un vaso sanguíneo en el
cerebro, causando así un ataque
cerebral.
8.
9.
Los altos niveles de azúcar en la sangre
dañan los vasos sanguíneos a través del
tiempo. Además, las personas con
diabetes son propensas a padecer
hipertensión, colesterol alto y sobrepeso.
Los adultos que tienen 45 años o más
deberían medirse el nivel de azúcar en
la sangre por lo menos una vez al año si
son prediabéticos (o cada tres años si no
lo son).
10.
11.
La aspirina previene los ataques
cardíacos y cerebrales evitando la
formación de coágulos de sangre que
bloquean las arterias. Pero la aspirina no
es adecuada para todos.
12.
13.
La fibrilación atrial, un trastorno del ritmo
cardíaco, puede conducir a la
formación de coágulos sanguíneos que
pueden viajar al cerebro, aumentando
el riesgo de un ataque isquémico.
14.
15.
Si tiene alguno de estos síntomas, debe ir
rápidamente a un hospital para empezar un
tratamiento. La terapia aguda para el
ataque cerebral trata de parar el derrame
disolviendo el coágulo o controlando la
hemorragia. La rehabilitación posterior al
ataque cerebral ayuda a las personas a
superar las discapacidades causadas por el
derrame. La terapia medicinal con
anticoagulantes y antiplaquetarios es el
tratamiento más común para el ataque
cerebral.