2. 1. PERIODO NEONATAL
Producto de la concepción desde el nacimiento hasta los 28 días de edad
2. PERIODO PERINATAL
Se define como el período que comprende desde la 22 semanas de
gestación (154 días) hasta el término de las primeras 4 semanas de vida
neonatal (28 días).
3. De acuerdo con la edad de gestación, el recién nacido se clasifica
en:
Recién nacido pretérmino: Producto de la concepción de 28
semanas a menos de 37 semanas de gestación.
Recién nacido inmaduro: Producto de la concepción de 21
semanas a 27 semanas de gestación o de 500 gramos a menos de 1,000
gramos.
Recién nacido prematuro: Producto de la concepción de 28
semanas a 37 semanas de gestación, que equivale a un producto de 1,000
gramos a menos de 2,500 gramos.
Recién nacido a término: Producto de la concepción de 37
semanas a 41 semanas de gestación, equivalente a un producto de 2,500
gramos o más.
Recién nacido postérmino: Producto de la concepción de 42
semanas o más de gestación.
Recién nacido con bajo peso: Producto de la concepción con peso
corporal al nacimiento menor de 2,500 gramos, independientemente de su edad
de gestación.
Y de acuerdo con el peso corporal al nacer y la edad de gestación los
recién nacidos se clasifican como:
De bajo peso (hipotrófico): Cuando éste es inferior al percentil 10
de la distribución de los pesos correspondientes para la edad de gestación.
De peso adecuado (eutrófico): Cuando el peso corporal se sitúa
entre el percentil 10 y 90 de la distribución de los pesos para la edad de
gestación.
3. De peso alto (hipertrófico): Cuando el peso corporal sea mayor al
percentil 90 de la distribución de los pesos correspondientes a la edad de
gestación
4. El Score de Apgar es una escala de puntuación utilizado por los
neonatólogos para comprobar el estado de salud del recién nacido. Consiste en
un examen físico breve, que evalúa algunos parámetros que muestran la
vitalidad del Recién Nacido y la necesidad o no de algunas maniobras de
reanimación en los primeros minutos de vida. Es utilizado internacionalmente, y
nos indica el estado de salud del RN al primer minuto y a los 5 minutos.
Los parámetros evaluados son 5, y son fácilmente identificables:
1. Frecuencia Cardiaca
2. Esfuerzo Respiratorio
3. Tono Muscular
4. Respuesta a estímulos
5. Color de la piel
Se evalúan en base a una tabla de puntuación, en el cual se asigna un
valor a cada parámetro que va de 0 a 2, como muestra la tabla siguiente:
4. La puntuación va de 0 a 10. A mayor puntuación mejor estado de salud
del bebé.
• ≥ 8: bebé en buenas condiciones.
• 5-7: pueden ser necesarias algunas maniobras para ayudarlo a respirar.
• ≤ 4: Asfixia Severa. Necesita maniobras de reanimación o resucitación.
Una puntuación inicialmente baja no indica que existan riesgos a largo
plazo para el bebé, mientras que las maniobras de reanimación hayan sido las
correctas y que la puntuación se normalice a los 5 o 10 minutos.
TEST DE USHER
5. El test de Usher o método de Usher es una técnica clínica comúnmente
usada para el cálculo indirecto de la edad gestacional de un recién nacido. El
test le asigna un valor a una serie de criterios de examinación, la suma total del
cual es luego extrapolado para inferir la edad gestacional del neonato.
Los criterios son cinco, púramente físicos, a diferencia del test de
Ballard que añade evaluaciones neurológicas.
El método de Usher rinde resultados generalizados, menos específicos
que otros métodos, como el método de Capurro, ubicando al recién nacido en
tres rangos:
§ Menor de 36 semanas
§ Entre 36 y 38 semanas
§ Mayor de 39 semanas.
Los resultados pueden verse alterados con restricciones en el crecimiento
intrauterino.
6. TEST DE BALLARD
El test de Ballard es una técnica clínica comúnmente usada para el
cálculo indirecto de la edad gestacional de un recién nacido. El test le asigna un
valor a cada criterio de examinación, la suma total del cual es luego extrapolado
para inferir la edad gestacional del neonato. Los criterios se dividen
en físicos y neurológicos y la suma de los criterios permite estimar edades entre
26 y 44 semanas de embarazo. Adicional a ello, la llamada nueva puntuación
de Ballard (del inglés New Ballard Score) es una extensión de los criterios para
incluir a los bebés que nacen extremadamente pre-términos, es decir, hasta las
20 semanas de embarazo.
El test de Ballard se fundamenta en los cambios intra-uterinos por los que
pasa el feto durante su maduración y desarrollo. Mientras que los criterios
neurológicos dependen fundamentalmente en el tono muscular, los criterios
físicos se basan en cambios anatómicos. Aquellos recién nacidos con menos de
7. 28 semanas de edad gestacional están en un estado de hipotonía fisiológico, el
cual aumenta progresivamente a lo largo del período de crecimiento fetal, es
decir, un bebé prematuro tendrá considerablemente menos tono muscular.
El test de Ballard es una simplificación del test de Dubowitz, el cual
contiene 11 criterios físicos y 10 neurológicos.
CRITERIOS FÍSICOS: Los CRITERIOS FÍSICOS evaluados en el test de Ballard
incluyen:
§ Piel: maduración de la piel fetal evaluado por las estructuras intrínsecas
de la piel con la pérdida gradual del vérnix caseoso.
§Oreja/ojos: el pabellón de la oreja cambia su configuración aumentando
su contenido cartilaginoso a medida que progresa su madurez.
§ Pelo: en la inmaduréz extrema, la piel carece de las finas vellosidades
que la caracterizan, las cuales aparecen aproximadamente durante las semanas
24 o 25.
§ Superficie plantar: relacionado con las grietas en la planta del pie.
§ Esbozo mamario: el tejido en las mamas de los recién nacidos es
notorio al ser estimulado por los estrógenos maternos dependiente del grado de
nutrición fetal.
§ Genitales masculinos: los testículos fetales comienzan su descenso
de la cavidad peritoneana al saco escrotal aproximadamente durante la semana
30 de gestación.
8. CRITERIOS NEUROLOGICOS: El test de Ballard evalúa 6 parámetros
neurológicos basados en la madurez neuromuscular e incluyen:
1. Postura: el tono muscular total del cuerpo se refleja en la postura
preferida por el neonato en reposo y la resistencia que ofrece al estirar los grupos
musculares individuales.
2. Ventana cuadrada: la flexibilidad de la muñeca y/o resistencia al
estirar los extensores son los responsables del ángulo resultante de la flexión de
la muñeca.
3. Rebote del brazo: maniobra que se enfoca en el tono
del bíceps midiendo el ángulo de rebote producido luego de una breve extensión
de la extremidad superior.
9. 4. Ángulo poplíteo: medición de la resistencia por el tono pasivo del
flexor en la articulación de la rodilla durante la extensión de la pierna.
5. Signo de la bufanda: estudio de los flexores a nivel del hombro,
llevando uno de los codos hacia el lado opuesto sobre el cuello.
6. Talón a oreja: maniobra que se enfoca en el tono pasivo de flexores
en la cintura al resistir la extensión de los músculos posteriores de la cadera.
PUNTUACION
Cada uno de los criterios en el test de Ballard, tanto físicos como
neurológicos, recibe una puntuación desde 0 hasta 5. La puntuación total varía
entre 5 y 50, con la correspondiente edad gestacional localizado entre 26 y 44
semanas. Un aumento de la puntuación de 5 corresponde a un incremento en la
10. edad de 2 semanas. La nueva puntuación de Ballard permite valores de -1, por
lo que es posible una puntuación negativa, creando un nuevo rango entre -10 y
50, extendiendo la edad gestacional prematura a las 20 semanas. A menudo se
usa una fórmula para el cálculo de la puntuación total:
Edad gestacional = [(2 x puntuación) + 120] / 5
ESCALA DE SILVERMAN Y ANDERSON
La escala de Silverman y Anderson es un examen que valora la dificultad
respiratoria de un recién nacido mediante la evaluación de 5 parámetros clínicos.
Para la obtención del puntaje total, se le asigna a cada parámetro un valor de 0,
1 o 2 luego, se suman los puntajes parciales obtenidos de la evaluación de cada
parámetro para así obtener el puntaje total que determinara el grado de
dificultad respiratoria.
Contrario a la puntuación de Apgar, en la escala de Silverman y Anderson,
la puntuación más baja tiene mejor pronóstico que la puntuación más elevada.
El puntaje ideal es de cero (ausencia de Dificultad
respiratoria), mientras que el peor es de 10 (Dificultad respiratoria grave).
Una calificación de 3 indicará la presencia de Dificultad
respiratoria LEVE, entre 4 y 6 indicará Dificultad respiratoria
11. MODERADA, mientras que un puntaje mayor de 6 indicará Dificultad
respiratoria GRAVE.
Es recomendable que la primera valoración se realice dentro de los
primeros 10 a 20 minutos de vida extrauterina sobre todo en aquel recién nacido
(RN) con riesgo de Dificultad respiratoria (prematuros, meconio en líquido
amniótico, entre otros), la frecuencia de las valoraciones posteriores estará
dictada por la condición del paciente. Si el RN presenta un Silverman-Anderson
mayor o igual a 4 dentro de la primera hora de vida, es muy probable que requiera
de asistencia respiratoria, por lo que, se recomienda referirlo al nivel de atención
que cuente con los recursos necesarios para brindarle este tipo de apoyo.
El test de Silverman y Anderson se usa en conjunto con otras pruebas que
añaden otros parámetros, como la escala de Wood-Downes.
12. CURVAS DE CRECIMIENTO INTRAUTERINO
Entre las 20 y 28 semanas de gestación se considera que los niños son
inmaduros, tal fue la propuesta hecha por Lozano en 1981, considerando
prematuros entre las 28 y las 37 semanas, calificando como embarazo a término
a los niños nacidos entre la 37 y 42 semana de la gestación, considerando como
productos postmaduros a los que tienen más de 42 semanas. Por otra parte, se
consideró que según el grupo de edad de gestación caben tres posibilidades: si
están entre el percentil 10 y 90 deben tener un peso, talla y PC adecuados; si
quedan por arriba del percentil 90 tienen mayor longitud para su edad y si están
por abajo del percentil 10 son de corta longitud para su edad.
Parece más adecuado considerar las curvas de crecimiento intrauterino
de Jurado y cols., a pesar de haber trascurrido ya poco más de 40 años ya que
este autor siguió los lineamientos de las Organización Mundial de la Salud. En
cambio, las curvas de Colorado, propuestas por Lubchenco y col.consideran
como niños prematuros aquellos que nacen entre las semanas 20 y 38, ya que
la morbilidad y mortalidad en ellos es diferente.
13. Es conveniente mencionar, como concepto general, que se puede
calificar que en los niños inmaduros, la mortalidad llega a ser de alrededor de
80% mientras que en los prematuros, en general, ésta es de 10% y aún mayor
en los que tienen una menor edad de gestación. En cuanto a los productos a
término su mortalidad es de 0.33 (uno de cada 300) y en los postmaduros llega
a ser de alrededor de 10%, dado principalmente por las manifestaciones
derivadas de la disfunción placentaria debido a hipoxia y sus consecuencias.
Grado 1. Hay descamación, cabello abundante, piel blanca, expresión
despierta y observadora; la piel es floja, gruesa y seca, especialmente en muslos
y nalgas; 33% cursan con taquipnea transitoria o edema cerebral. No hay mayor
mortalidad
Grado 2. El líquido amniótico está teñido de meconio al igual que la
placenta y el cordón umbilical, la piel y el vérnix caseoso. Un 66% presenta
síndrome de aspiración por meconio; 35% mueren en la etapa perinatal. Los
sobrevivientes pueden presentar secuelas neurológicas Grado
3. Las uñas y la piel son de color amarillo brillante y el cordón umbilical es
grueso, amarillo verdoso, friable (se rompe fácilmente a la ligadura). Se
consideran sobrevivientes del grupo 2 por tener una mejor reserva fetal; 15%
fallecen y la morbilidad perinatal es menor
14. ¿CUÁLESSON LOS PROCEDIMIENTOS INMEDIATOS DESPUÉSDEL
NACIMIENTO DEL BEBÉ?
Los cuidados inmediatos son los que se realizan en la sala o cuarto de
parto e incluyen el asegurarse de que la vía aérea se encuentra libre, tomar
medidas para asegurarse de la buena temperatura corporal del recién nacido,
pinzar y cortar el cordón, y poner al niño sobre el pecho de la madre tan pronto
como sea posible
Los procedimientos rutinarios que se efectúan son los que describimos a
continuación:
15. 1. Aspiración de las secreciones de boca y
nariz. Cuando sale la cabeza del bebé, el médico aspira la boca y nariz para
facilitarle la respiración. En el momento en que el niño respira por primera vez,
el aire penetra en las vías respiratorias de los pulmones. Antes del nacimiento,
los pulmones no se utilizan para intercambiar oxígeno y dióxido de carbono y
necesitan un menor abastecimiento de sangre.
Cuando el bebé empieza a respirar en el momento de nacer, el cambio de
presión en los pulmones ayuda a cerrar las conexiones fetales y le da una nueva
dirección al flujo sanguíneo. A partir de ese momento, la sangre es bombeada a
los pulmones para ayudar a realizar el intercambio de oxígeno y dióxido de
carbono. Algunos bebés nacen con cantidades excesivas de fluido en los
pulmones. Si se estimula el llanto del bebé por medio de masajes y caricias, se
ayuda a que el fluido suba para que luego pueda ser succionado por la nariz o
la boca.
Ya cuando termina de nacer, se le limpia además la carita de los restos
de sangre y líquido amniótico y se le succiona nuevamente la boca para limpiar
las vías respiratorias de cualquier secreción que esté obstruyendo la vía
aérea. Si el bebé no respira en el primer minuto, hay que realizar medidas
de resucitación.
2. Pinzamiento, corte y ligadura del cordón
umbilical: El médico coloca al bebé con la cabeza un poco más abajo que el
resto de cuerpo de la madre (para recuperar la mayor cantidad posible de sangre
para el bebé) y pinza el cordón umbilical con dos pinzas colocadas más o menos
a 5 cm. del abdomen del bebé y después corta el cordón entre ellas. A
continuación, se rodea el ombligo con una gasa, también estéril, impregnada en
alguna sustancia antiséptica.
Esto hace que el bebé deje de depender de la placenta para nutrirse de
oxígeno. El cordón se corta cuando el bebé ya ha realizado cuando menos 3
movimientos espiratorios y NO se debe exprimir.
Antes de la ligadura se obtiene sangre para determinar el grupo y factor
RH, así como para realizar el test de Coombs (prueba diagnóstica que detecta
la presencia de anticuerpos frente al RH en la sangre de las mujeres con RH
16. negativo). La ligadura se hace, generalmente, con cinta de algodón o lino
esterilizado y a 2 o 3 cm. de la inserción abdominal del bebé.
Cuidado del cordón
umbilical: inmediatamente después, el médico limpia el resto del cordón
umbilical con una tintura antiséptica púrpura que previene infecciones y lo cubre
con una gasa estéril o lo deja descubierto.
3. Limpieza y prevención de la pérdida de
temperatura: Es importante mantener la temperatura corporal del recién nacido;
los bebés que sufren descensos marcados de la temperatura corporal, pueden
desarrollar problemas de tipo metabólico.
El recién nacido está mojado debido al líquido amniótico y puede enfriarse
con facilidad porque el cuarto del parto está frío, él no tiene suficiente tejido
grasoso y no sabe cómo temblar de frío. Para evitar la pérdida de calor, se debe
secar al bebé y utilizar frazadas templadas que suministren calor. A menudo, se
le coloca un gorro tejido en la cabeza.
Una vez que ya está seco y cubierto, se puede colocar al bebé en contacto
con la piel del pecho o el abdomen de la madre, esto también ayuda a mantenerlo
caliente y este contacto es importante por otras muchas razones:
Psicológicamente estimula a la madre y al niño
a conocerse el uno al otro. Les permite tocarse y a la madre, conocer a su bebé
Tras el nacimiento los niños se colonizan con
bacterias. Resulta ventajoso que el recién nacido se colonice con las bacterias
cutáneas maternas y no por las bacterias de los asistentes hospitalarios.
Hay que animar al amamantamiento temprano,
a ser posible en la primera hora posparto (OMS / UNICEF 1989). Esta
estimulación sobre el pezón por el niño promueve la lactancia y además ayuda
a que se contraiga el útero y con esto se disminuya la pérdida sanguínea
posparto.
El momento de la primera vez dependerá de cuando el bebé esté
listo para comer y esto generalmente sucede a los 30 minutos después del
nacimiento.
17. 4. Calificación APGAR: La evaluación de la
salud del bebé comienza de inmediato. Una de las primeras revisiones que se
realiza es el examen de APGAR. El examen de APGAR es un sistema de
puntuación ideado por la Dra. Virginia Apgar, una anestesióloga, para evaluar la
condición del recién nacido al minuto y a los cinco minutos después del
nacimiento. El médico y las enfermeras evalúan las señales siguientes y asignan
una puntuación según el resultado:
A: Actividad: tono muscular. El bebé nace con las extremidades encogidas
y debe resistirse a cualquier intento por estirárselas
P: Pulso: se ausculta el corazón del bebé.
G: Reflejos: irritabilidad refleja. Respuesta al tubo de succión o al golpe
con la mano que se le da en las plantas de los pies.
A: Aspecto: color de piel. Todos los bebes nacen azulados y van
cambiando a color rosado poco después de la primera respiración.
R: Respiración: Un bebé maduro llora espontáneamente a los 30
segundos del nacimiento. Al minuto uno, el bebé mantiene rápidas respiraciones
regulares.
Se considera normal una puntuación de 7 a 10. Una puntuación de entre
4 y 6 puede indicar que el niño necesita alguna maniobra de resucitación
(oxígeno) y una cuidadosa monitorización. Una puntuación de 3 o menor indica
que el bebé necesita de inmediato maniobras de resucitación y socorro.
Actualmente es utilizada universalmente por todos los pediatras que
atienden los partos.
ASISTENCIA MEDIATA
Identificación del bebé: Los métodos más utilizados son la huella digital
de la madre, la huella de la mano o el pie del niño, pulseras de identificación y la
recogida de sangre del cordón. A menudo se toma la huella de la planta del
pie y se registra en el expediente médico del bebé.
Antes de que el bebé salga del área de partos, se colocan brazaletes de
identificación con números idénticos en la madre y el niño. Es común que los
18. bebés lleven dos, uno en la muñeca y otro en el tobillo. Deben verificarse los
brazaletes cada vez que el niño entre o salga de la habitación de la madre. Estos
brazaletes permanecen hasta que sale del hospital.
Prevención del síndrome hemorrágico del recién nacido. El bebé tiene
poco desarrollados los mecanismos de coagulación de la sangre, ya que su
hígado es inmaduro. Para prevenir posibles complicaciones en la sala de partos,
se administra a todos los recién nacidos, una inyección intramuscular de 1 mg
de vitamina K.
Prevención de la conjuntivitis neonatal. A todos los recién nacidos se
les ponen unas gotas de nitrato de plata al 1%, o de algún antibiótico oftálmico o
una pomada antibiótica en los ojos para prevenir una conjuntivitis debida,
normalmente, al contacto con las secreciones de la vagina de la madre.
OTROS CUIDADOS
El resto de los procedimientos necesarios se efectúa en los minutos y
horas que siguen al parto. Esos procedimientos se llevarán a cabo en la sala de
partos o en el cuarto de cunas, según las normas del hospital y la condición del
bebé. Algunos de estos procedimientos incluyen los siguientes:
Signos vitales: La supervisión de estas
primeras horas requiere supervisión cada media hora o cada hora de la
temperatura (más que para estimar este dato, la primera toma se hace para
verificar si hay permeabilidad del ano o si no hay otros defectos al nacimiento),
frecuencia cardiaca, respiratoria, color, tono y actividad En las primeras horas de
vida hay variaciones que pueden ser muy importantes para la salud del bebé.
Somatometría: Los principales datos que
se precisa conocer son: peso, talla, perímetro torácico, perímetro craneal
y longitud de pie: El peso del recién nacido normal suele oscilar entre 3.200 y
3.500 gr.; la talla, entre 48 y 52 cm. y el perímetro craneal, entre 33 y 35 cm.
Normalmente, los recién nacidos pierden algunos gramos durante los primeros
días.
Esta medición permite determinar si el peso y el resto de las
medidas del bebé son normales para el número de semanas de embarazo. Los
19. bebés pequeños o de bajo peso, así como los bebés muy grandes, pueden
requerir atención y cuidados especiales.
Estos datos son de suma importancia ya que cualquier alteración
en la salud del bebé, se reflejan en su nutrición y, en consecuencia, los datos
obtenidos son el índice clínico más firme para apreciar los cambios.
Investigación de malformaciones
congénitas: al observar cuidadosamente al bebé, el neonatólogo busca falta o
exceso de dedos, pie equinivaro (torcido hacia adentro), fractura de clavícula (el
hueso del hombro) o de huesos largos, paladar hendido, labio leporino,
criptorquidia (testículos no descendidos), hernias, etc.
Orina y primera evacuación: El 92% de los
niños orina y evacua el intestino (la primera evacuación es del llamado meconio)
en las primeras 24 horas, muchos lo hacen en la sala de parto. Es importante
registrar el momento en el que hay la evacuación y el aspecto de esta y si el
bebé orina bien.
Baño: una vez que la temperatura del niño se
estabiliza, se le puede bañar por primera vez.
Vacuna de la hepatitis B. Desde 1994, en
muchos hospitales, los neonatólogos administran a los recién nacidos la primera
dosis de esta vacuna. Antes de los 18 meses se administran dosis adicionales.
Screening o prueba de detección precoz de
enfermedades metabólicas. El llamado “Tamiz Neonatal”debe hacerse
obligatoriamente a todos los recién nacidos. Su objetivo es la detección muy
temprana en el recién nacido de enfermedades congénitas de origen genético,
cuya consecuencia es la apariciónde desórdenes metabólicos y endocrinos que,
en gran parte de los casos, se asocian con retraso mental, más acusado cuanto
más tarde se ha realizado el diagnóstico e instaurado el tratamiento. Estos
padecimientos solamente se pueden detectar mediante este estudio, ni siquiera
con una revisión médica muy cuidadosa.
El análisis se debe hacer cuando el bebé tiene de 2 a 4 días de
nacido. Si esto no es posible y se hace antes de las 24 hrs., entonces se deberá
20. repetir antes de las dos semanas de nacido y consiste en el análisis de unas
gotas de sangre (cinco gotas) extraídas del cordón umbilical o del talón del bebe
colectadas en un papel filtro especial (la llamada “Tarjeta de Guthrie”) que se
envía al laboratorio. Tu pediatra debe comunicarte los resultados.
CUIDADO DEL RECIÉN NACIDO DESPUÉS DEL PARTO VAGINAL
El recién nacido se pone en brazos de la madre tan pronto como sea
posible.
Durante la primera hora o dos horas que siguen al nacimiento, la mayoría
de los bebés se encuentran en una fase de alerta, en la que están totalmente
despiertos. Esta situación constituye una maravillosa oportunidad para que los
padres conozcan a su nuevo bebé. El bebé suele reaccionar ante el sonido
conocido de la voz de la madre.
Esta primera o dos primeras horas posteriores al parto son el mejor
momento para dar inicio a la lactancia. Los bebés cuentan con la capacidad
innata de comenzar a mamar inmediatamente después del nacimiento.
Aunque algunos medicamentos y anestesia suministrados a la madre
durante el trabajo de parto y el parto pueden afectar a la capacidad de succión
del bebé, la mayoría de los bebés sanos están en condiciones de mamar en
estas primeras horas. El amamantamiento inicial ayuda a estimular la producción
de leche materna. También provoca la contracción del útero materno, lo cual
ayuda a prevenir que sangre excesivamente.
21. CUIDADO DEL RECIÉN NACIDO DESPUÉS DEL PARTO POR
CESÁREA:
Si el bebé nace por cesárea, es muy probable que la madre se mantenga
despierta durante la intervención quirúrgica. Son muy escasas las situaciones en
que se plantea la necesidad de suministrarle a la madre anestesia general para
el parto.
En la actualidad, la mayor parte de los nacimientos por cesárea se llevan
a cabo con anestesia local, como por ejemplo, anestesia epidural. Con este tipo
de anestesia, sólo se duerme una parte del cuerpo para la intervención. La madre
se mantiene despierta, y oye y ve a su bebé tan pronto nace.
Dado que los bebés que nacen por cesárea pueden tener dificultades para
eliminar parte del fluido pulmonar y mucosidades, suele ser necesaria una
aspiración mayor de la nariz, boca y garganta. En ocasiones, se requiere una
aspiración más profunda, en la tráquea.
La lactancia puede comenzar durante las primeras horas posteriores al
parto en la sala de recuperación, al igual que ocurre con un parto vaginal.
Reanimación del RN
Un 10 % de todos los recién nacidos a término o próximos al término,
necesitan maniobras de estabilización para iniciar el llanto o una respiración
regular, mantener una frecuencia cardíaca mayor de 100 lat./min, y un color
sonrosado así como buen tono muscular. Aproximadamente el 1 % van a
necesitar ventilación y muy pocos masaje cardíaco o medicación. Sin embargo,
la asfixia al nacimiento representa un problema importante a nivel mundial ya
que puede producir en el recién nacido la muerte o secuelas graves.
Recientemente el European Resuscitation Council (ERC) y el International
Liaison Committee on Resuscitation (ILCOR) han publicado nuevas
recomendaciones para la reanimación neonatal. En ellas han sido revisadas
cuestiones específicas como el uso de aire o oxígeno al 100 % en la sala de
partos, dosis y ruta de administración de la adrenalina, actuación en caso de
líquido amniótico meconial, control de la temperatura, breve referencia a la
ventilación en caso de niños prematuros, o referencia a nuevos dispositivos
22. capaces de mejorar la atención al recién nacido, como la mascarilla laríngea o el
detector de CO2 que nos va a permitir saber si el tubo endotraqueal está bien
colocado. En este documento se recogen los cambios que ha habido en algunas
de las prácticas de reanimación neonatal.
1.º Estabilización inicial
Colocar al niño bajo una fuente de calor radiante, secándole suavemente
con toallas calientes que serán posteriormente sustituidas por otras secas,
cubriendo la mayor parte de la superficie corporal incluida la cabeza. El recién
nacido debe estar en decúbito supino con la cabeza en posición neutra o con el
cuello ligeramente extendido. Se evitará la hiperextensión y la flexión del cuello,
ya que ambas provocan obstrucción de la vía aérea del recién nacido
impidiéndole que respire adecuadamente. Para mantener la cabeza en la
posición correcta puede ser útil colocar una toalla bajo los hombros, de altura no
superior a 2 cm. Si el niño tiene actividad respiratoria pero la ventilación no es
adecuada es probable que la vía aérea esté obstruida por secreciones (si existe
meconio ver situaciones especiales). Para limpiar la vía aérea, aspirar
suavemente, a intervalos no superiores a 5 s, primero la boca y después la nariz
utilizando una sonda de 10 F (8 F en prematuros) sin exceder los 100 mmHg de
presión negativa. En la boca la sonda de succión no debe introducirse más allá
de 5 cm desde el labio.
En la mayoría de los niños la estimulación que se realiza al secarles es
suficiente para inducir la respiración, no obstante, existen métodos adicionales
de estimulación táctil como dar palmadas suaves en la planta de los pies o frotar
la espalda del niño con una compresa templada en sentido caudo-craneal, que
pueden ser efectivos. No se deben utilizar métodos más agresivos de
estimulación.
2.º Valoración
La estabilización inicial no debe consumir más que unos pocos segundos.
El paso siguiente es la valoración del recién nacido, que debe hacerse lo antes
posible y junto con los primeros pasos de estabilización, sobre la base de 3
parámetros: respiración, frecuencia cardíaca y color. No se debe retrasar el inicio
de estas maniobras en espera de obtener el test de Apgar al minuto de vida.
23. a)Respiración: el llanto del niño es la confirmación del inicio de una
adecuada ventilación. Si no está presente, la respiración debe ser evaluada
observando la frecuencia, la profundidad y simetría de los movimientos
respiratorios o la existencia de patrones respiratorios anómalos como respiración
en boqueadas (gasping) o quejido.
b)Frecuencia cardíaca: puede ser evaluada auscultando el latido cardíaco
con estetoscopio (que es la maniobra más fiable), tomando el pulso en la base
del cordón umbilical o en las arterias braquial o femoral.
c)Color: debe observarse si el niño tiene color sonrosado, está cianótico
o pálido. La cianosis periférica es habitual y no significa en sí misma hipoxemia.
3.º Administración de oxígeno
Si tras la estabilización inicial existe cianosis central en un recién nacido
que está respirando y cuya frecuencia cardíaca es superior a 100 lat./min se
debe considerar la administración de oxígeno en forma de flujo libre.
En la actualidad la controversia de reanimación con aire u oxígeno 100 %
no está resuelta, y en las recomendaciones internacionales se mantiene el uso
de oxígeno al 100 % 9,10. Sin embargo, el oxígeno a altas concentraciones
produce la liberación de radicales libres de oxígeno con acción citotóxica sobre
diferentes órganos 11. Por otra parte, diversos estudios en humanos y en
experimentación animal han encontrado que el aire es tan efectivo como el
oxígeno en la reanimación neonatal 12-14, aunque existen resultados discordantes
y problemas metodológicos en algunos estudios, lo que impide que en el
momento actual exista un consenso universalmente aceptado. Por ello, aunque
la recomendación internacional es administrar oxígeno al 100 %, también es
razonable empezar por concentraciones mínimas de oxígeno e ir aumentando la
concentración de oxígeno si la respuesta no es adecuada.
Considerando todo lo anterior es recomendable incorporar al paritorio un
mezclador aire/oxígeno (o 2 caudalímetros uno para el oxígeno y otro para el
aire conectados a un tubo por un sistema en Y) que permita administrar la
fracción inspiratoria de oxígeno (FiO2) adecuada y un pulsioxímetro que permita
monitorizar la saturación de oxígeno (SaO2) (objetivo en recién nacido a término
24. 93-97 %) y en el prematuro (85-92 %). Sin embargo, hay que tener en cuenta
que la acidosis reduce la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno y la
SaO2 puede ser baja a pesar de una adecuada presión parcial arterial de oxígeno
(PaO2) y que un recién nacido sano puede tardar más de 10 min en alcanzar una
SaO2 > 95 % preductal (mano derecha) y cerca de una hora en alcanzar la misma
saturación posductal.
4.º Ventilación con presión positiva
El objetivo primario en el manejo del recién nacido apneico o bradicárdico
en sala de partos es establecer una ventilación efectiva. Con las primeras
respiraciones tanto espontáneas como asistidas se crea la capacidad residual
funcional. En el momento actual no se conocen los parámetros óptimos de
ventilación (pico de presión, tiempo inspiratorio y frecuencia) que permiten
establecer una adecuada capacidad residual funcional.
Mascarilla y bolsa autoinflable
Indicaciones
Se iniciará la ventilación en presencia de apnea o respiración en
boqueadas (gasping) o si la frecuencia cardíaca es inferior a 100 lat./min a pesar
de que se haya iniciado la respiración.
Técnica (fig. 2)
Figura 2. Masaje cardíaco y ventilación con bolsa.
Vía aérea libre (aspirar secreciones si existe obstrucción).
25. Colocar al recién nacido en decúbito supino con la cabeza en posición
neutra o en discreta extensión evitando la hiperextensión. Puede colocarse bajo
los hombros una toalla de no más de 2 cm de alto para mantener la cabeza en
la posición adecuada.
Elegir la mascarilla facial: ésta debe ser del tamaño adecuado al recién
nacido, no debe apoyarse sobre los ojos ni sobrepasar el mentón y debe permitir
ejercer un sellado efectivo de la boca y la nariz. Las mascarillas pueden ser
redondas o triangulares.
Elegir el dispositivo para administrar presión positiva: puede usarse tanto
la bolsa autoinflable (con válvula de seguridad, opcional válvula de presión
positiva al final de la espiración [PEEP]), de manejo más fácil, como la bolsa de
anestesia o un dispositivo mecánico con tubo en T. Este último permite prefijar
la PEEP y el pico de presión. Es de manejo fácil, si bien el uso de tiempos de
insuflación y frecuencias adecuados requiere entrenamiento.
Técnica: en ocasiones las primeras insuflaciones deben hacerse con una
presión más alta (≥ 30-40 cmH2O) prolongando unos segundos el tiempo de
insuflación. Después continuar a un ritmo de 30 a 60 resp./min (30 resp./min si
se realizan masaje y ventilaciones simultáneamente). Debe valorarse la eficacia
de la ventilación comprobando el aumento de la frecuencia cardíaca que es el
mejor indicador de que la ventilación es adecuada, el desplazamiento de la pared
torácica y auscultando la entrada de aire en el pulmón. Si la ventilación con bolsa
y mascarilla se prolonga más de 2 min, puede ser necesaria la colocación de una
sonda nasogástrica para evitar la distensión gástrica.
Uso de presión positiva continua en vía respiratoria (CPAP) o PEEP: no
hay suficientes datos para apoyar o rechazar su uso durante la reanimación
neonatal. Su utilidad ha sido documentada en niños prematuros. En éstos se
recomienda incorporar la válvula de PEEP a la bolsa autoinflable, o ventilarles
con sistemas que permitan prefijar la PEEP (Neopuff®).
Mascarilla laríngea
La mascarilla laríngea puede ser utilizada en algunas situaciones
(ventilación con mascarilla facial ineficaz e imposibilidad de intubación), pero
26. todavía existe escasa experiencia en recién nacidos para recomendarla de
primera elección.
5.º Intubación endotraqueal
Indicaciones
Si la ventilación con bolsa y mascarilla es ineficaz, evidenciada por la
ausencia de movimientos torácicos, a pesar de estar realizando la maniobra
correctamente, y/o por el continuo descenso de la frecuencia cardíaca.
Necesidad de administrar masaje cardíaco.
Si se prevé una ventilación prolongada con bolsa y mascarilla facial.
Si se requiere aspiración traqueal (ver situaciones especiales).
En casos de hernia diafragmática, el recién nacido debe ser intubado
inmediatamente evitando así la entrada de aire en el intestino lo cual
compromete la función pulmonar.
Prematuros (ver situaciones especiales).
Material
Laringoscopio (con pilas de repuesto).
Pala de laringoscopio, preferiblemente recta: N.º 0 (prematuros), N.º 1
(niños a término).
Tubo endotraqueal: en la tabla 3 se recoge el calibre más adecuado del
tubo según el peso del recién nacido, sin bien, es aconsejable disponer de tubos
de calibre 0,5 mm mayor y más pequeño del deseado.
Técnica
27. El paciente se coloca en decúbito supino en posición de olfateo con ligera
extensión de la cabeza. Introducir el laringoscopio por la derecha desplazando
la lengua hacia la izquierda. Avanzar la hoja del laringoscopio hasta situar la
punta en la valécula epiglótica o hasta deprimir calzar la epiglotis. En ocasiones
una ligera presión externa sobre la laringe con el quinto dedo de la mano
izquierda o efectuada por un ayudante puede facilitar la visualización de las
cuerdas vocales. Introducir el tubo endotraqueal con la mano derecha y retirar el
laringoscopio con precaución de no desplazar el tubo. Posteriormente fijar el tubo
y conectarlo al sistema de ventilación.
Para minimizar la hipoxemia durante la intubación es necesario ventilar
con bolsa y mascarilla en las siguientes situaciones: antes de iniciar la
intubación, en caso de fracaso de la intubación o, si la frecuencia cardíaca
desciende por debajo de 100 lat./min durante la maniobra de intubación, la cual
debe suspenderse. Cada intento de intubación no debe durar más de 20 s.
Es importante asegurarse de que la colocación del tubo es la adecuada,
observando los movimientos torácicos, auscultando la entrada de aire en ambas
axilas y sobre el estómago y/o mirando la aparición de vaho en el tubo durante
la exhalación. La detección del CO2 exhalado es útil para comprobar la correcta
posición del tubo endotraqueal. Si no se detecta CO2 se debe comprobar la
posición del tubo mediante laringoscopia directa.
6.º Masaje cardíaco
La asfixia produce hipoxia tisular, vasoconstricción periférica, acidosis,
disminución de la contractilidad del miocardio, bradicardia y parada cardíaca. La
adecuada ventilación y oxigenación previene en la mayor parte de los casos esta
situación.
Indicaciones
Iniciar masaje cardíaco si después de 30 s de ventilar al niño con presión
positiva:
28. La frecuencia cardíaca es inferior a 60 lat./min.
Técnica (fig. 2)
La mejor técnica consiste en colocar los pulgares en el tercio inferior del
esternón, justo por debajo de la línea media intermamilar, y el resto de los dedos
abrazando el tórax. El masaje cardíaco también se puede efectuar comprimiendo
el tercio inferior del esternón con los dedos medio y anular.
Cada compresión debe alcanzar una profundidad de un tercio del tórax.
Debe ser suave y durar al menos la mitad del ciclo compresión/relajación. Los
dedos no deben separarse del esternón durante la fase de relajación pero deben
permitir que la pared costal vuelva a su posición inicial.
El ritmo de compresión/ventilación debe ser 3/1. Tres compresiones
seguidas de una ventilación. Para obtener el ritmo de 90 compresiones y 30
resp./min se deben realizar las 3 compresiones en 1,5 s. Dejando 0,5 s para la
ventilación.
El pulso debe ser comprobado cada 30 s, mientras dure la reanimación.
El masaje debe mantenerse hasta que la frecuencia cardíaca del recién nacido
sea mayor de 60 lat./min.
7.º Administración de fármacos y fluidos
El uso de fármacos para reanimación neonatal es necesario en muy pocas
ocasiones en la sala de partos.
Adrenalina
Indicaciones
Debe ser administrada en casos de asistolia o si la frecuencia cardíaca es
inferior a 60 lat./min a pesar de ventilación adecuada con presión positiva y
masaje cardíaco durante al menos 30 s.
Dosis
29. Por vía venosa: 0,01 a 0,03 mg/kg de peso (0,1-0,3 ml/kg en una solución
1:10.000).
Por vía endotraqueal: superior a 0,03 mg/kg (hasta 0,1 mg/kg) 9,10. La
seguridad de estas dosis más altas no ha sido evaluada.
La dosis de adrenalina puede repetirse cada 3-5 min.
Vías de administración
La vía de elección es la vía venosa (vena umbilical) 9,10.
En aquellos casos en que el niño esté intubado y no se haya canalizado
la vena umbilical se puede administrar por vía endotraqueal. Se consigue una
mejor distribución del fármaco en la vía aérea si la dosis correspondiente se
diluye en solución salina fisiológica en una proporción 1:1 y siempre que el
pulmón este completamente reexpandido.
Las venas periféricas de la mano o del antebrazo así como la vía intraósea
son alternativas secundarias.
Técnica de canalización de vena umbilical: seccionar transversalmente el
cordón umbilical a 1-2 cm de la piel. Introducir en la vena umbilical un catéter, de
3,5 F en niño pretérmino y de 5 F en niños a término, hasta que refluya sangre
(fig. 3), momento en el que se administrará la adrenalina y a continuación 2 ml
de solución salina de lavado.
30. Figura 3. Técnica de canalización umbilical.
Bicarbonato sódico
Su utilización en reanimación neonatal sigue siendo motivo de
controversia. Algunos autores recomiendan su uso si fracasan todas las medidas
anteriores, otros sólo si la acidosismetabólica está avalada por el pH (pH < 7,20).
La dosis recomendada es de 1-2 mEq/kg (de una solución en agua bidestilada
que lleve 0,5 mEq/ml de bicarbonato) administrada en 2-3 min. El bicarbonato
sódico es una solución hiperosmolar y por tanto en prematuros de menos de 32
semanas de gestación no se debe usar salvo en situaciones excepcionales y
debe ser administrado muy lentamente dado el mayor riesgo de hemorragia
intracraneal.
Naloxona
Indicaciones
31. La naloxona no se recomienda como parte inicial de la reanimación en
paritorio del recién nacido con depresión respiratoria. Antes de administrar
naloxona se debe recuperar la frecuencia cardíaca y el color con la ventilación.
No se debe administrar naloxona a un hijo de madre adicta a opiáceos ya que
puede precipitar un cuadro de abstinencia grave.
Vía de administración
Las vías de elección son la intravenosa y la intramuscular 9,10.
Dosis
La dosis recomendada es de 0,1 mg/kg. Posteriormente el niño debe ser
vigilado, repitiéndose la dosis de naloxona cada 2-3 min si reaparecen signos de
depresión respiratoria.
Expansores de volumen
Indicaciones
Están indicados sólo si se sospecha una hipovolemia significativa, en caso
de hemorragia aguda fetal, palidez que persiste tras adecuada oxigenación o
existencia de pulsos débiles con frecuencia cardíaca buena a pesar de una
reanimación adecuada.
Expansor
Inicialmente se recomiendan cristaloides. El menor coste y la seguridad
hacen que el suero fisiológico sea el líquido de elección. Cuando existe una
pérdida de sangre importante, puede también utilizarse sangre O Rh () o cruzada
con la sangre materna.
Dosis inicial
10 ml/kg en 5 a 10 min.
8.º Temperatura
Aunque algunos estudios demuestran que la hipotermia actúa como
protector del cerebro tras un episodio de asfixia, por el momento no existe
suficiente evidencia que permita recomendar la hipotermia de forma rutinaria en
la reanimación del niño asfíctico, aunque sí se debe prevenir la hipertermia 9,10.
32. En los niños prematuros dado su mayor riesgo de hipotermia se deben
extremar las medidas para evitar la pérdida de calor.
Situaciones especiales
Líquido amniótico meconial
Aproximadamente un 12 % de los partos tienen meconio en el líquido
amniótico 7.
Aspiración intraparto: en un estudio reciente 15 se ha comprobado que en
los casos de líquido teñido de meconio la aspiración de boca y nariz al coronar
la cabeza no resultaba eficaz para prevenir la aspiración de meconio. Sin
embargo, esta maniobra puede ser eficaz en algunos casos y no es agresiva,
por lo que se puede seguir aconsejando si no es posible garantizar una
reanimación posparto adecuada.
Aspiración posparto: si el recién nacido nace deprimido (respiración
ausente, hipotónico o frecuencia cardíaca < 100 lat./min) inmediatamente
después del nacimiento, sin secarle ni estimularle, debe comprobarse mediante
laringoscopia directa si existe meconio en faringe y tráquea, en cuyo caso se
intubará al niño y se aspirará. Como el meconio espeso y viscoso no puede ser
aspirado adecuadamente con los catéteres de succión del calibre habitual, se
aconseja conectar el tubo endotraqueal al sistema de aspiración mediante un
adaptador y, mientras se realiza la aspiración, ir retirando el tubo. Si la frecuencia
cardíaca se mantiene por encima de 100 lat./min la maniobra puede repetirse
hasta que la aspiración sea limpia (no salga meconio de tráquea). No suelen ser
necesarias más de 3-4 intubaciones. Posteriormente y si fuera necesario se
reintubará al niño y se iniciará oxigenación y ventilación con presión positiva. En
cualquier caso, si el recién nacido está profundamente deprimido debe valorarse
cuánto tiempo se puede retrasar la ventilación con presión positiva.
Si el niño nace llorando, sin dificultad respiratoria y el meconio es escaso
y acuoso la intubación y aspiración de la tráquea no están recomendadas, ya
que no mejoran el pronóstico y pueden producir complicaciones.
Reanimación del neonato prematuro
33. Debe ser realizada siempre por personas expertas capaces de llevar a
cabo todas las maniobras de reanimación. Se estima que al menos el 80 % de
los recién nacidos con peso inferior a 1.500 g van a requerir reanimación. Por
tanto, ante una amenaza de parto prematuro la embarazada debe ser trasladada
a un centro con medios y personal adecuados.
En los últimos años se recomienda un manejo más conservador del niño
prematuro. La intubación se reserva para aquellos niños en los que han
fracasado otras medidas de ventilación no invasiva como mascarilla y bolsa o
más deseable con mascarilla conectada a un dispositivo con tubo en
T 16 (Neopuff®) o similar, que permite prefijar el pico de presión (PIP) y la PEEP.
En los niños prematuros se deben evitar las excursiones torácicas excesivas
desde el nacimiento. A pesar de que el nivel de PIP no se correlaciona siempre
con el volumen corriente administrado, la monitorización de la PIP puede ayudar
a efectuar insuflaciones adecuadas y evitar presiones excesivas. Por ello, es
recomendable disponer para la reanimación de niños prematuros de sistemas
manuales o automáticos que permitan monitorizar la PIP. Se recomienda fijar
inicialmente una PIP de 20-25 cmH2O y modificar posteriormente aumentando o
disminuyendo según la respuesta. Si no se obtiene una mejoría de la frecuencia
cardíaca y/o no se aprecia expansión torácica es necesario elevar el pico de
presión.
Se deben extremar las medidas que evitan la pérdida de calor. La
inclusión del niño sin secar en una bolsa de polietileno, antes de colocarle bajo
la fuente de calor, se está incorporando como alternativa a las medidas
convencionales 17. La administración de expansores de volumen o de
bicarbonato debe ser muy restrictiva ya que existe un alto riesgo de hemorragia
intracraneal.
La decisión de no reanimar a un niño prematuro en razón de sus pocas
semanas de gestacióno de su bajo peso es un tema conflictivo, sujeto a múltiples
interrogantes. Actualmente existen unos límites orientativos de amplio consenso,
según los cuales las 23 semanas de edad gestacional y los 400 g de peso, salvo
vitalidad extrema, serían el límite inferior por debajo del cual no se recomiendan
tomar medidas de tratamiento activas 9,10. Las 26 semanas de gestación y los
700-800 g de peso sería el límite a partir del cual todo recién nacido debe recibir
34. tratamiento activo. Entre estos límites es recomendable valorar en cada caso la
opinión de los padres, la historia familiar, y si se ha decididoiniciar la reanimación
valorar la respuesta y contemplar la limitación del tratamiento en una etapa
posterior.
Gestaciones múltiples
Es más frecuente la necesidad de reanimación en niños procedentes de
un parto múltiple, por anomalías placentarias, por compromiso del flujo
sanguíneo a través del cordón umbilical o por complicaciones mecánicas durante
el parto. En estos casos debe prepararse previamente un equipo de reanimación,
tanto humano como de material, para cada recién nacido.
Aspectos éticos
Además de las circunstancias ya señaladas para niños prematuros, otras
situaciones en las que no se aconseja la reanimación son la anencefalia, y la
trisomía 13 o 18 confirmada. Si se ha iniciado la reanimación y no hay signos
vitales en los 10 min siguientes también sería razonable interrumpir las
maniobras de reanimación. En cualquier caso, ante la duda siempre se debe
iniciar la reanimación y tomar la decisión de suspenderla cuando se disponga de
pruebas complementarias.
EXPLORACIÓN FÍSICA Y NEUROLÓGICA DEL RECIÉN NACIDO
Durante las primeras veinticuatro horas de vida es fundamental realizar
una exploración física y neurológica del niño.
EXPLORACIÓN FÍSICA
Si el bebé está tranquilo, el pediatra empezará por la auscultación del
corazón y de los pulmones seguida de la palpación de los pulsos femorales y del
abdomen. La exploración de las caderas y de la faringe suelen hacerle llorar, por
lo que es preferible dejarlas para el final.
35. La exploración física completa abarca cada uno de los siguientes
aspectos:
Piel. Normalmente, presenta las siguientes
características:
La mayor parte suele estar cubierta por “vernix caseosa”, una
especie de crema untuosa y blancuzca que servía para protegerle del líquido
amniótico.
A veces, en los hombros y el dorso aparece un vello fino y escaso
denominado “lanugo”, que desaparece en un par de semanas.
El color es rosado y, en ocasiones, rojizo, lo que constituye el
eritema (irritación) fisiológico del recién nacido que es normal. La cianosis
(coloración azulada de la piel) y la palidez son siempre síntomas de alarma, al
igual que la ictericia (piel amarillenta) precoz o prolongada (no debe confundirse
con la ictericia fisiológica, que afecta al 50% de los neonatos y les confiere una
coloración anaranjada).
Es frecuente la presencia de “nevus vasculares” planos (manchas
de color rojizo) en la frente, párpados y alas nasales, que desaparecen a lo largo
de los primeros meses.
Las glándulas sebáceas producen una secreción amarillo-
blanquecina que, al no evacuarse, da lugar, sobre todo en las alas de la nariz, a
unas minúsculas vesículas o quistes puntiformes denominados “millium”.
Cabeza. La forma del cráneo depende del
moldeamiento sufrido a lo largo del parto y, a menudo, se nota cómo los huesos
se montan uno sobre otro.
Al nacer, la fontanela anterior (las fontanelas son las partes más blandas
del cráneo, en donde coinciden tres o cuatro huesos) mide 1 cm. y luego se
amplía para irse cerrando. La mayoría de los niños tiene la fontanela cerrada a
los nueve meses.
36. El cuello del bebé es corto, y el cabello, que normalmente está bien
desarrollado, es sedoso y de un color más oscuro que el que tendrá más
adelante.
Cara. En la cara del recién nacido, de aspecto
redondeado, se aprecian los siguientes rasgos:
Los ojos son claros y van oscureciendo a medida que pasan los
días. Las pestañas son cortas. Los párpados suelen estar edematosos
(hinchados) y su apertura espontánea puede, en ocasiones, dejar ver pequeñas
hemorragias subconjuntivales (en la parte blanca del ojo) causadas por la
presión del parto, que pronto desaparecen, o una secreción amarillenta.
La nariz puede aparecer deformada por compresión. En la
exploración, se comprueba con una sonda la permeabilidad de los orificios
nasales.
Los pabellones auriculares suelen estar bien configurados. Su
mayor o menor consistencia está relacionada con la edad gestacional (en los
prematuros son más suaves).
La boca está adaptada a la succión. Los labios presentan los callos
de succión, que permiten una adaptación perfecta al pecho materno y su mejor
vaciado en la cavidad oral.
La lengua parece grande y debajo de ella puede aparecer un
frenillo corto.
En el paladar es fácil observar unos quistes puntiformes, por
retención de moco, llamados “perlas de Epstein”.
Las encías carecen de dientes (salvo en uno de cada 3.000 niños).
Tórax. Tiene forma de campana y las costillas
adoptan una posición horizontal. Su exploración proporciona la siguiente
información:
Clavículas. Deben ser palpadas para detectar posibles fracturas
producidas durante el parto. En el caso de que existan, la curación suele ser
rápida y no dejar secuelas.
37. Esternón. Muchos niños tienen un pequeño bulto a la altura de la
punta del esternón: se trata del apéndice xifoides, que desaparece
espontáneamente.
Hipertrofia mamaria. Se trata de una inflamación a nivel del tejido
mamario de origen hormonal que desaparece por sí sola y no necesita
tratamiento.
Aparato respiratorio. La auscultación muestra la normalidad del
murmullo vesicular. La frecuencia respiratoria es de 40-50 r/m, su ritmo, irregular
y con frecuentes interrupciones de cinco a ocho segundos.
Aparato circulatorio. El corazón suele latir a 90-180 l/m. Es muy
frecuente oír soplos sistólicos, los cuales desaparecen en pocos días.
Abdomen. Suele ser prominente. Al palpar la
cavidad abdominal se advierte la situación del hígado, el bazo y los riñones.
A primera vista destaca el cordón umbilical que, una vez seccionado en el
parto, se seca y cae al cabo de una o dos semanas, quedando en su base una
herida que cicatriza y deja el ombligo. En ocasiones, aparece una hernia
umbilical que desaparece sola, al fortalecerse los músculos del abdomen.
Las asas intestinales están ocupadas por el meconio, que empieza a
evacuarse durante las primeras cuarenta y ocho horas gracias a la acción laxante
del calostro y constituye la primera deposición del bebé. El pediatra debe anotar
el momento en que se produce esta evacuación, tras haber verificado que el ano
es permeable.
Genitales
Genitales femeninos. Los labios mayores cubren a los menores y
al clítoris. A veces se produce una hemorragia de origen uterino, debida al paso
placentario de las hormonas maternas, que tiene tan poca importancia como la
secreción vaginal blanquecina y mucosa que presentan casi todas las recién
nacidas en sus primeros días.
Genitales masculinos. Los testículos se desarrollan dentro del
abdomen y al final del embarazo se desplazan a la bolsa escrotal pasando por
38. un orificio a la altura de la ingle. No es extraña la presencia de hidrocele (líquido
en la bolsa escrotal) o de fimosis.
Extremidades. Un cuidadoso reconocimiento
de los brazos y piernas valorará la postura, el tamaño, la forma, los contornos y
las proporciones, y descartará cualquier posible traumatismo o malformación.
La cadera se explora con detalle para detectar precozmente una luxación
congénita o preluxación, que, en caso de existir, debe ser sometida al
correspondiente tratamiento ortopédico.
EXPLORACIÓN NEUROLÓGICA
Comienza prestando atención a la forma y al tamaño del cráneo. Un
aumento o abombamiento de las fontanelas y la apertura espontánea de las
suturas (las uniones de los huesos del cráneo), indicarían un incremento de la
presión intracraneal y, obviamente, una patología.
Es muy importante valorar el tono muscular y el nivel de reacción del
recién nacido ante los distintos estímulos.
Tono muscular. Debe explorarse, mediante
determinadas maniobras, en sus dos vertientes: activa y pasiva.
El tono muscular activo es el responsable de la actitud general y
de la motilidad espontánea del recién nacido. El bebé suele estar boca arriba,
con las extremidades flexionadas y realizando con ellas movimientos continuos
y espontáneos. La cabeza, que permanece apoyada sobre el hueso occipital (el
que está atrás de la cabeza), puede girar de un lado a otro.
El tono muscular pasivo se explora para demostrar la
extensibilidad y resistencia al desplazamiento y balanceo de los miembros, así
como la amplitud de giro de las articulaciones.
Reflejos. Los reflejos son movimientos
automáticos que se desencadenan por un estímulo. A medida que madura su
sistema nervioso, el bebé va adquiriendo el control voluntario de sus músculos y
pierde u olvida los reflejos. Entre los que se observan en esta primera
exploración destacan los siguientes:
39. Reflejo de los puntos cardinales. Movimientos que realiza la boca
del niño en todas direcciones, cuando es estimulada suavemente alrededor con
el dedo.
Reflejo de succión. Se explora introduciendo un chupete o tetina
en la boca.
Reflejoo sinergiade moro. Se sujeta al bebé por los brazos, tirando
un poco de ellos hacia arriba y elevándole levemente la cabeza. A continuación
se le suelta súbitamente. La respuesta que se observa es la siguiente: el bebé
abre los brazos y las manos y los cierra, al tiempo que empieza a llorar.
Sinergia tónico-flexora de la mano. Se le estimula la palma de la
mano con un dedo. El niño flexiona los dedos y lo agarra con gran fuerza.
Sinergia de extensión cruzada de los miembros inferiores. Se
estimula la planta de uno de los pies. La extremidad contralateral, que
permanece libre, responde en tres tiempos: flexión, extensión y aducción.
Reflejo rotuliano. Al dar un golpecito en algunos tendones
musculares, se contraen de forma brusca los músculos correspondientes.
Reflejo tónico-asimétrico del cuello. El niño debe estar en reposo,
boca arriba. Si tiene la cabeza vuelta hacia la derecha, tendrá el brazo derecho
extendido y la rodilla izquierda flexionada, y viceversa.
Los reflejos de la escalera, enderezamiento del tronco con apoyo
plantar y de la marcha automática se exploran secuencialmente. Para ello, se
sostiene al niño por las axilas y se le aproxima al borde de una mesa. El bebé
intentará subir con los dos pies el escalón que constituye dicho borde. Cuando
ambas plantas contacten con la superficie, tensará la musculatura de piernas y
tronco enderezando el cuerpo. Finalmente, al inclinarle hacia delante, dará una
serie de pasos.
Reflejo de la prehensión plantar. El bebé flexiona los dedos del pie
cuando se le estimula con un dedo en la base de los mismos.
Reflejo del abanico o de extensión de los dedos. También se
produce en el pie, al estimular la planta.