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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE DERECHO
Asignatura: Psicología
Ciclo académico: 2013
Lic. Alexandra Orbegoso Maisch
CUARTA UNIDAD: Personalidad
Personalidad
Tema: Personalidad alude a la consistencia que vemos en los patrones personales de comportamiento.
Las medidas de la personalidad revelan diferencias individuales y ayudan a predecir el comportamiento
futuro.
¿Tiene usted personalidad?
“Jim no es guapo, pero tiene gran personalidad”. “Los amigos de negocios de mi padre piensan que es
un tipo agradable, pero deberían verlo en casa cuando muestra su verdadera personalidad”. “Es difícil
creer que Tanya y Nikki sean hermanas. Tienen personalidades totalmente opuestas”.
Por estas afirmaciones, resulta obvio que todos usamos frecuentemente el término personalidad. Sin
embargo, cuando se les pregunta, muchas personas encuentran dificultades para definir la
personalidad. La mayoría sólo termina diciendo algo sobre “encanto”, “carisma” o “estilo”. Si usa el
término personalidad de esta forma, Ie está dando un significado diferente al que Ie dan los psicólogos.
Para un psicólogo tiene poco sentido preguntar “¿Tengo personalidad?” o afirmar “Ella tiene mucha
personalidad”. En términos psicológicos, todos tienen personalidad.
¿Entonces cómo usan el término los psicólogos?
La mayoría de los psicólogos considera la personalidad como los patrones de comportamiento únicos
y relativamente estables de una persona. En otras palabras, la personalidad se refiere a la consistencia
en quién es usted, quién ha sido y quién será. También abarca la mezcla especial de talentos,
actitudes, valores, esperanzas, amores, odios y hábitos que hacen a cada uno de nosotros una
persona única.
¿Cuál es la diferencia entre esto y la forma en que la mayoría usa el término?
Muchas personas confunden personalidad con carácter. El término carácter indica que se ha juzgado
o evaluado a una persona, que no sólo se ha descrito. Si al afirmar que alguien tiene “personalidad”
quiere decir que la persona es amigable, sociable y atractiva, en realidad se refiere a lo que considera-
mos como buen carácter en nuestra cultura. Pero en algunas culturas se considera bueno que una
persona sea violenta, belicosa y cruel. Así, aunque en una cultura particular todos tienen personalidad,
no todos tienen carácter, o por lo menos carecen de buen carácter. (¿Conoce usted algunas personas
con buen carácter?)
La personalidad también es distinta del temperamento. El temperamento es la “materia prima” que
forma la personalidad. Temperamento se refiere a los aspectos hereditarios de la personalidad,
incluyendo sensibilidad, niveles de actividad, estado de ánimo prevaleciente, irritabilidad y capacidad
de adaptación (Kagan, 1989). Incluso los bebés recién nacidos difieren en temperamento.
Bases fisiológicas del temperamento
• Temperamento es la manera natural con que un ser humano interactúa con el entorno. Puede ser
hereditario y no influyen factores externos (sólo si esos estímulos fuesen demasiado fuertes y
constantes).
• Es la capa instintivo-afectiva de la personalidad, sobre la cual la inteligencia y la voluntad modelarán
el carácter (en el cual sí influye el ambiente).
• Ocupa también la habilidad para adaptarse, el estado de ánimo, la intensidad, el nivel de actividad,
la accesibilidad, y la regularidad.
• El temperamento es la naturaleza general de la personalidad de un individuo, basada en las
características del tipo de sistema nervioso.
• Está relacionado con la influencia endocrina (que se debe a los genes, y que se manifiesta en
determinados rasgos físicos y psicológicos).
• El temperamento y el carácter definen la personalidad del ser humano; y la diferente combinación e
intensidad que de éstos se manifieste en sus diferentes áreas, nos hacen únicos y humanos.
• Es el rasgo descriptivo del estilo de actuar que nos distingue de los demás como únicos e
irremplazables, de modo que podamos armonizar con ellos.
• Herencia genética y entorno:
Actualmente se acepta que ciertas características del temperamento se deben a procesos
fisiológicos del sistema linfático, así como a la acción endocrina de ciertas hormonas. El
temperamento tiene, por tanto, un porcentaje genético nada despreciable. También se acepta, de
forma general, que los efectos intensos y permanentes del entorno pueden llegar a influir de forma
importante en la formación del temperamento de cada individuo. Sea como sea, como norma
general, se dice que el temperamento viene dado por la genética, mientras el carácter se forma a
partir de éste, asimilando las vivencias y experiencias que proporciona el entorno.
Diferencia entre carácter y temperamento
Según la Escuela de la Fe (2006), con frecuencia se confunden los términos temperamento y carácter.
La diferencia es que el temperamento es el conjunto de las inclinaciones íntimas que brotan de la
constitución fisiológica de los individuos, el carácter, en cambio, es el conjunto de las disposiciones
psicológicas que nacen del temperamento, modificado por la educación y el trabajo de la voluntad y
consolidado por el hábito.
La psicología observa la personalidad
Los psicólogos usan gran cantidad de conceptos para explicar la personalidad. Por tanto, sería sensato
comenzar con unos cuantos términos clave. Estas ideas deben ayudarle a mantener el rumbo mientras
lee este texto.
Rasgos
Todos los días, usamos la idea de los rasgos al hablar de las personalidades de amigos y conocidos.
Por ejemplo, mi amigo Dan es sociable, ordenado e inteligente. Su hermana Andrea es tímida, sensible
y creativa. En general, los psicólogos consideran los rasgos de personalidad como cualidades
duraderas específicas de una persona. Por lo general, los rasgos se infieren a partir del
comportamiento observado. Si ve que Dan habla con extraños, primero en un supermercado y luego en
una fiesta, deduciría que es “sociable”. A partir de este rasgo, podría predecir que también será
sociable en la escuela o el trabajo. Como verá, a menudo usamos los rasgos para predecir el
comportamiento futuro a partir del comportamiento pasado (Hogan, Hogan y Roberts, 1996). Los
rasgos también se relacionan con cierta consistencia en el comportamiento. Como ejemplo, piense en
lo poco que han cambiado los rasgos de personalidad de sus mejores amigos en los últimos cinco
años. En efecto, sería extraño que sintiera que está hablando con una persona diferente cada vez que
encuentra a un amigo o conocido.
¿Estos hombres tienen personalidad? ¿Usted la
tiene?
Los psicólogos y patrones están especialmente
interesados en los rasgos de personalidad de
individuos que ocupan puestos de alto riesgo y con
estrés elevado relacionados con la seguridad
pública, como policías, controladores de tráfico
aéreo y empleados de plantas de energía nuclear.
Personalidad: ¿cuándo se seca el yeso?
¿A qué edad se establecen con firmeza los perfiles importantes de la personalidad? ¿Cuándo se “seca
el yeso”? Es posible que la personalidad cambie drásticamente a cualquier edad. Sin embargo, es raro.
Los estudios muestran que cuando se cumplen 20 años de edad el molde de su personalidad
comienza a endurecerse. Generalmente, a los 30 años la personalidad se ha vuelto muy estable.
Después, tienden a ser inusuales los cambios importantes. Cuando ocurren éstos, se asocian con
acontecimientos dramáticos en la vida, como catástrofes o tragedias personales.
Después de los 30 años de edad, el simple hecho de mudarse a una nueva ciudad, cambiar su
apariencia o encontrar nuevos amigos no volverá a modelar su personalidad básica. La persona que es
usted a los 30 años de edad será en su mayor parte, la misma que a los 60. (Fuentes: Costa y McCrae,
1992; Roan, 1992).
Tipos
¿Alguna vez se ha planteado la pregunta “¿qué tipo de persona es?” antes de conocer a alguien? Un
interés en los tipos de personalidad es muy natural. Se dice que las personas con varios rasgos en
común tienen el mismo tipo de personalidad (Potkay y Allen, 1986). Informalmente, es muy común
hablar de tipos de personalidad. Su propio razonamiento podría incluir los siguientes tipos: ejecutivo,
atlético, maternal, yuppie, callado, etc. Si Ie pidiera que defina estos tipos informales, es probable que
enumeraría una colección diferente de rasgos para cada uno.
¿Qué tan válido es hablar de “tipos” de personalidad?
A través de los años, los psicólogos han propuesto muchas formas de clasificar las personalidades en
tipos. Considere la idea, propuesta por el psiquiatra suizo Carl Jung, de que una persona es
introvertida o extrovertida. Una persona introvertida es tímida, egocéntrica, cuya atención se dirige
hacia adentro. Una persona extrovertida es audaz, sociable, cuya atención se dirige hacia fuera.
Estos términos se usan con tanta frecuencia que se pensaría que usted mismo y sus amigos son de un
tipo o del otro. Sin embargo, el “extrovertido” más desenfrenado, gracioso y amante de las fiestas que
conozca en ocasiones puede ser introvertido, y las personas excesivamente introvertidas en algunas
situaciones son asertivas y sociables. En resumen, dos categorías (o incluso varias) a menudo resultan
inadecuadas para describir por completo las diferencias en la personalidad. Por esto, clasificar a las
personas con una lista de rasgos a menudo ofrece más información que hacerlo con dos o tres tipos.
Aunque los tipos tienden a simplificar demasiado la personalidad, tienen valor. Con mayor frecuencia,
los tipos se utilizan como una forma abreviada de clasificar a las personas con varios rasgos clave en
común. Por ejemplo, clasificar a las personas como personalidades tipo A (corren un alto riesgo de
ataque cardiaco) o B (improbable que sufran un ataque cardiaco) ayuda a predecir sus probabilidades
de sufrir un ataque cardiaco (véase la figura 1). Del mismo modo, tipos de personalidad enfermos
como las personalidades paranoide, dependiente y antisocial. Cada una se encuentra definida por un
conjunto específico de rasgos con fallas de adaptación.
Figura 1. La presencia de varios rasgos específicos define los tipos de personalidad. Por ejemplo, en la columna
de la izquierda se muestran varios rasgos de personalidad posibles. Una persona que generalmente tiene una
personalidad “tipo A” posee todos o la mayor parte de los rasgos resaltados. Las personas “tipo A” son
especialmente propensas a las enfermedades cardiacas.
Rasgos Tipo de personalidad
Autoconcepto
Otra forma de comprender la personalidad es concentrarse en el autoconcepto de una persona. Las
líneas generales de nuestro propio autoconcepto serían reveladas por esta petición:
“Por favor, háblenos de usted mismo”. En otras palabras, el autoconcepto es la percepción que tiene
una persona de sus propios rasgos de personalidad. Incluye todas sus ideas y sentimientos sobre
quién es usted (Potkay y Allen, 1986).
Muchos psicólogos creen que el autoconcepto tiene un impacto importante en el comportamiento.
Formamos creativamente nuestro autoconcepto con la experiencia diaria. Luego lo revisamos poco a
poco, a medida que adquirimos experiencias nuevas. Una vez que existe un autoconcepto estable,
tiende a moldear nuestro mundo subjetivo, determinando que es lo que atendemos, recordamos y
pensamos (Markus y Nurius, 1986).
El autoconcepto de un individuo puede afectar en gran medida la adaptación personal, sobre todo
cuando es impreciso o inadecuado (Potkay y Allen, 1986). Como ejemplo, piense en Maryanne, una
estudiante que se considera estúpida, inútil y fracasada, a pesar de que obtiene buenas calificaciones
en la escuela. Con un autoconcepto negativo así, es probable que Maryanne esté deprimida o ansiosa,
sin importar lo bien que haga las cosas.
Autoestima
Además de tener un autoconcepto impreciso, tome en consideración que Maryanne sufre de baja
autoestima. La autoestima se refiere a la forma en que se evalúa a sí mismo. Una persona con una
autoestima alta es segura, orgullosa y tiene amor propio. La autoestima baja revela que una persona
es insegura, carente de confianza y autocrítica. Como Maryanne, las personas con autoestima baja por
lo general muestran señales de estrés e infelicidad.
La autoestima tiende a elevarse cuando tenemos éxito. También aumenta por los elogios de los
demás. Por tanto, una persona competente y efectiva, y que es amada, admirada y respetada por los
demás, casi siempre tendrá una autoestima alta (Baumeister, 1994).
Lo que en realidad distingue a las personas con autoestima baja es que generalmente se conocen
poco a sí mismas. Como Maryanne, sus autoconceptos son inconsistentes, imprecisos y confusos.
Diferencia entre autoconcepto y autoestima
La diferencia principal entre estos conceptos es que el autoconcepto es la percepción de uno
mismo (propio sentido de la identidad) y la autoestima es la valoración de sí mismo.
Teorías de la personalidad
La personalidad es tan compleja que nos perderíamos con facilidad si carecemos de un marco de
referencia que nos guíe para entenderla. ¿Cómo encajan las observaciones que hacemos sobre la
personalidad? ¿Cómo se desarrolla ésta? ¿Por qué las personas adquieren trastornos emocionales?
¿Cómo pueden recibir ayuda? Para responder estas preguntas, los psicólogos han creado una
colección deslumbrante de teorías. Una teoría de la personalidad es un sistema de conceptos,
suposiciones, ideas y principios propuestos para explicar la personalidad.
Hay docenas de teorías de la personalidad, así que sólo es posible presentar algunas de las más
influyentes. Las cuatro perspectivas amplias que consideraremos son:
1. Las teorías de los rasgos tratan de identificar qué rasgos forman la personalidad y cómo se
relacionan con el comportamiento real.
2. Las teorías psicodinámicas se concentran en el funcionamiento interior de la personalidad, en
especial de los conflictos y luchas internos.
3. Las teorías conductuales dan importancia al ambiente externo y a los efectos del
condicionamiento y el aprendizaje.
4. Las teorías humanistas ponen énfasis en la experiencia subjetiva privada y el crecimiento
personal.
Ahora que está orientado, veamos más a fondo la personalidad.
1. El enfoque de los rasgos: descríbase a sí mismo con 18,000 palabras o menos
¿En cuántas palabras puede pensar para describir la personalidad de un amigo íntimo? Deberá tener
pocos problemas para hacer una lista larga: más de 18,000 palabras describen características de la
personalidad. Como hemos dicho, los rasgos son cualidades relativamente permanentes y resistentes
que muestra una persona en la mayor parte de las situaciones.
Por ejemplo, si suele ser optimista, reservado y amigable, estas cualidades se considerarían rasgos
estables de su personalidad.
¿Qué pasa si en ocasiones soy pesimista, desinhibido o tímido?
Las primeras tres cualidades aún son rasgos, siempre y cuando sean más típicos de su
comportamiento. Digamos que Soy una Estudiante que enfrenta casi todas las situaciones con
optimismo, pero tiene el hábito de esperar lo peor cuando presenta un examen. Si su pesimismo se
limita a esta situación o a unas cuantas más, todavía es preciso y útil describirla como optimista. En el
siguiente ejemplo, observará una vez más que los rasgos nos ayudan a predecir el comportamiento.
Introversión y extroversión: hábitos de estudio extrovertidos
Como hemos señalado, dividir a las personas en tipos amplios, como “introvertido” o “extrovertido”,
simplifica en exceso la personalidad. Sin embargo, la introversión y la extroversión también pueden
considerarse rasgos. Conocer su clasificación en esta sola dimensión de la personalidad nos permitiría
predecir cómo se comportará en varios escenarios. Por ejemplo, ¿preferiría estudiar en la biblioteca?
Un estudio encontró que los estudiante que obtienen puntuaciones altas en el rasgo de extroversión
elegían estudiar en lugares con mayores niveles de ruido y que proporcionan más oportunidades para
socializar (Campbell y Hawley, 1982). En la biblioteca del campus de la Universidad Colgate (donde se
realizó el estudio), puede encontrar a estudiantes extrovertidos en el salón del segundo piso. O, si lo
prefiere, ¡puede encontrar estudiantes más introvertidos en los gabinetes del primero y el tercer pisos!
En general, el enfoque de los rasgos trata de identificar los rasgos que describan mejor a una persona.
Tómese un momento para marcar los rasgos de la tabla 1 - que considere que describen su
personalidad. ¿Los rasgos que marcó tienen la misma importancia? ¿Algunos son más fuertes o
básicos que otros? ¿Algunos se superponen? Por ejemplo, si marcó “dominante”, ¿también marcó
“seguro de sí mismo” y “atrevido”? Las respuestas a estas preguntas interesarían a un teórico de los
rasgos. Para entender mejor la personalidad, los teóricos de los rasgos intentan analizar, clasificar e
interrelacionar los rasgos.
Tabla 1. Lista de verificación de adjetivos.
Marque los rasgos que considere característicos de su personalidad ¿Algunos son más básicos que otros?
Agresivo Organizado Ambicioso Listo
Confiado Leal Generoso Calmado
Afectuoso Intrépido Cauteloso Confiable
Sensible Maduro Talentoso Celoso
Sociable Honesto Divertido Religioso
Dominante Torpe Preciso Nervioso
Humilde Desinhibido Visionario Alegre
Pensativo Serio Servicial Emotivo
Ordenado Ansioso Conformista Bondadoso
Liberal Curioso Optimista Amable
Dócil Buen vecino Apasionado Compulsivo
Clasificación de los rasgos
El psicólogo Gordon Allport (1961) identificó varias clases de rasgos. Los rasgos comunes son los
que comparte la mayoría de los integrantes de una cultura. Los rasgos comunes muestran cómo las
personas de una nación o cultura particular son similares, o en qué rasgos pone énfasis la cultura. Por
ejemplo, en la cultura estadounidense la competitividad es un rasgo muy común. Entre los hopi del
norte de Arizona, es un rasgo relativamente raro.
Por supuesto, los rasgos comunes nos dicen poco sobre los individuos. Aunque muchas personas son
competitivas en la cultura estadounidense, cada individuo puede tener una calificación alta o baja en
este rasgo. Por lo general, también nos interesan estos rasgos individuales, que definen las
cualidades únicas de una persona.
Si la diferencia entre rasgos comunes e individuales no queda clara, considere esta analogía: si fuera a
comprar un perro como mascota, desearía conocer las características generales de una raza particular
(sus rasgos comunes). Además, desearía conocer la “personalidad” de un perro específico antes de
seleccionarlo (sus rasgos individuales).
Allport también hace distinciones entre rasgos cardinales, centrales y secundarios. Un rasgo cardinal
es tan básico que todas las actividades de una persona pueden llevar a la existencia del rasgo. Por
ejemplo, se dice que un factor esencial en la vida de Albert Schweitzer era “una reverencia por todos
los seres vivos”. Del mismo modo, la personalidad de Abraham Lincoln era dominada por el rasgo
cardinal de la honestidad. De acuerdo con Allport, pocas personas tienen rasgos cardinales.
¿Cuál es la diferencia entre los rasgos centrales, secundarios y cardinales?
Rasgos centrales
Los rasgos centrales son las principales cualidades o cimientos básicos de la personalidad. Allport
encontró que un número muy pequeño de rasgos centrales bastan para captar la esencia de una
persona. Los estudiantes universitarios a los que se les pidió que describieran a alguien que
conocieran bien mencionaron, en promedio, sólo siete rasgos centrales (Allport, 1961).
En contraste, los rasgos secundarios son aspectos menos consistentes, relativamente superficiales,
de una persona. Por esto, en una descripción de la personalidad podría enumerarse cualquier cantidad
de rasgos secundarios. Entre sus propios rasgos secundarios se incluyen elementos como
preferencias alimentarias, actitudes, opiniones políticas, gustos musicales, etc. Por tanto, en términos
de Allport, una descripción de la personalidad incluiría los siguientes puntos:
Nombre: Jane X
Edad: 22
Rasgos cardinales: Ninguno
Rasgos centrales: Posesiva, autónoma, sensible al arte, dramática, egocéntrica, confiada.
Rasgos secundarios: Prefiere las ropas coloridas, Ie gusta trabajar sola, políticamente liberal, siempre
llega tarde (y así sucesivamente).
Antes de leer la siguiente sección, tómese un momento para responder las preguntas del recuadro. Al
hacerlo, aumentará su comprensión de una vieja controversia sobre la psicología de la personalidad.
¿Cómo ve la personalidad?
Tal vez las siguientes preguntas Ie ayuden a conocer más sobre las suposiciones que hace acerca de
la personalidad. Responda verdadera o falsa a cada afirmación.
1) Las acciones de mis amigos son muy consistentes de un día a otro y en situaciones diferentes.
¿V o F?
2) Que una persona sea honesta o deshonesta, amable o cruel, un héroe o un cobarde, depende
principalmente de las circunstancias. ¿V o F?
3) La mayoría de las personas que conozco desde hace varios años tienen más o menos las mismas
personalidades ahora que cuando las conocí por primera vez. ¿V o F?
4) La razón por la que algunos profesionistas (como profesores, abogados o doctores) se parecen
mucho es que su trabajo requiere que actúen de maneras determinadas. ¿V o F?
5) La personalidad de un posible compañero de dormitorio es de lo primero que me gustaría conocer.
¿V o F?
6) Creo que por lo general las circunstancias inmediatas determinan la forma en que actúan las
personas en cualquier momento. ¿V o F?
7) Para estar a gusto en un empleo, la personalidad debe corresponder con la naturaleza del trabajo.
¿V o F?
8) Casi cualquier persona sería cortés en la recepción de una boda; no importa la clase de
personalidad que tenga. ¿V o F?
Ahora cuente el número de veces que marcó verdadero para los reactivos nones. Haga lo mismo para
los reactivos pares.
Si estuvo de acuerdo con la mayor parte de los reactivos nones, tiende a considerar que los rasgos de
personalidad o las disposiciones personales duraderas influyen fuertemente en el comportamiento.
Si estuvo de acuerdo con la mayor parte de los reactivos pares, considera que situaciones y
circunstancias externas influyen fuertemente en el comportamiento.
Si las veces que respondió verdadero es casi igual para los reactivos nones y pares, Ie da un peso
igual a los rasgos y las situaciones como fuentes del comportamiento. Ésta es la opinión que ahora
sostienen muchos psicólogos de la personalidad.
Rasgos, consistencia y situaciones
Durante muchos años, los psicólogos debatieron sobre esta interrogante: ¿qué afecta más a nuestro
comportamiento, los rasgos de personalidad o las circunstancias externas? Ahora hay poca duda de
que los rasgos de personalidad siguen siendo consistentes durante largos periodos (Costa y McCrae,
1992; Roan, 1992). No obstante, las situaciones también ejercen una influencia poderosa en la
conducta. Por ejemplo, sería inusual encontrar a alguien leyendo un libro en un juego de fútbol o
bailando en un cine. Del mismo modo, pocas personas duermen en la montaña rusa o cuentan chistes
en los funerales. Por otra parte, sus rasgos de personalidad ayudan a predecir si su primera elección
será leer un libro, ir al cine o asistir a un juego de fútbol. La mayoría de los psicólogos está de acuerdo
ahora en que los rasgos interactúan con las situaciones para determinar el comportamiento. Entonces,
las interacciones rasgo-situación se refieren al hecho de que los escenarios y circunstancias
externos influyen en la expresión de los rasgos de personalidad.
Para ilustrar algunas interacciones entre rasgos y situaciones, imagine lo que sucedería si pasara de
una iglesia a un salón de clases, a una fiesta y a un juego de fútbol. Con cada cambio, es probable que
su comportamiento sería más audible y bullicioso. Este cambio demostraría los efectos de las
situaciones en su comportamiento. Al mismo tiempo, sus rasgos de personalidad también serían
evidentes: si fuera más callado que el promedio de la clase, es probable que también sería más callado
que el promedio en los otros escenarios (Rorer y Widiger, 1983).
2. Teoría psicoanalítica: ello me llegó en un sueño
Los teóricos psicodinámicos no se contentan con estudiar los rasgos de personalidad. En cambio,
desean explorar bajo la superficie de la personalidad, para saber qué impulsos, conflictos y energías
nos animan. La teoría psicoanalítica, que es el enfoque psicodinámico mejor conocido, se desarrolló
gracias al trabajo de Sigmund Freud, un médico vienés. Freud se interesó en la personalidad cuando
se dio cuenta de que muchos de los problemas de sus pacientes carecían de causas físicas aparentes.
Desde alrededor de 1890 y hasta 1939, año de su muerte, Freud desarrolló una teoría de la
personalidad que influyó profundamente en el pensamiento moderno. La teoría de Freud es mucho
más compleja de lo que mostraría un breve bosquejo. Sólo tomaremos en consideración sus
principales características.
Tabla 2. Conceptos freudianos clave.
• Ansiedad moral: aprensión cuando los pensamientos, impulsos o acciones entran en conflicto con
las normas del superyó.
• Ansiedad neurótica: aprensión cuando el yo lucha para controlar los impulsos del ello.
• Conflicto de Edipo: atracción sexual de un niño hacia su madre, y sentimientos de rivalidad con su
padre.
• Conflicto de Electra: atracción sexual de una niña hacia su padre y sentimientos de rivalidad con su
madre.
• Conciencia: la parte del superyó que desarrolla culpa cuando no se cumplen sus normas.
• Consciente: región de la mente que incluye todo el contenido del que es consciente una persona en
cualquier momento.
• Ello: parte primitiva de la personalidad que permanece inconsciente, proporciona energía y exige
placer.
• Eros: nombre que da Freud a los “instintos de vida”.
• Etapa anal: etapa psicosexual que corresponde más o menos al periodo de entrenamiento para el
control de esfínteres (1 a 3 años de edad).
• Etapa fálica: etapa psicosexual (más o menos de los 3 a los 6 años de edad) en que un niño se
preocupa por los genitales.
• Etapa genital: periodo de desarrollo psicosexual pleno, marcado por la obtención de la sexualidad
adulta madura.
• Etapa oral: periodo en que los bebés se preocupan por Ia boca como fuente de placer y medio de
expresión.
• Etapas psicosexuales: etapas oral, anal, fálica y genital, en que se forman varios rasgos de la
personalidad.
• Fijación: conflicto duradero desarrollado a raíz de la frustración o la indulgencia excesiva.
• Ideal del yo: parte del superyó que representa el comportamiento ideal; una fuente de orgullo
cuando sus normas se cumplen.
• Inconsciente: región de la mente que se encuentra más allá de la conciencia, sobre todo impulsos y
deseos que una persona no conoce directamente.
• Latencia: según Freud, periodo en la infancia en que se interrumpe el desarrollo psicosexual.
• Libido: en la teoría freudiana, fuerza, orientada principalmente al placer, que vigoriza a la
personalidad.
• Personalidad anal expulsiva: persona desordenada, destructiva, cruel o sucia.
• Personalidad anal retentiva: persona obstinada, mezquina o compulsiva, y que por lo general tiene
dificultades para “soltarse”.
• Personalidad fálica: persona vana, exhibicionista, sensible y narcisista.
• Personalidad oral agresiva: persona que usa la boca para expresar hostilidad gritando, maldiciendo,
mordiendo, etc. Además, persona que explota a los demás.
• Personalidad oral dependiente: persona que desea recibir en forma pasiva atención, obsequios,
amor, etc.
• Preconsciente: área de la mente con información que puede traerse voluntariamente a la
conciencia.
• Principio del placer: búsqueda de satisfacción inmediata de deseos, anhelos o necesidades.
• Principio de la realidad: demora de la acción (o placer) hasta que sea apropiada.
• Psique: la mente, la vida mental y la personalidad como un todo.
• Superyó: juez o censor de los pensamientos y las acciones.
• Tanatos: instinto de muerte postulado por Freud.
• Yo: parte ejecutiva de la personalidad que dirige el comportamiento racional.
• Zona erógena: cualquier zona del cuerpo que produzca sensaciones placenteras.
¿Cuál era el concepto de la personalidad de Freud?
La estructura de la personalidad
Freud consideraba a la personalidad como un sistema dinámico dirigido por tres estructuras mentales,
el ello, el yo y el superyó. De acuerdo con Freud, casi todo el comportamiento se relaciona con la
actividad de los tres sistemas. (La teoría de Freud incluye una gran cantidad conceptos. Para su
conveniencia, se definen en la tabla 2).
El ello está formado por instintos e impulsos biológicos. Es de autoservicio, irracional, impulsivo y
completamente inconsciente. El ello opera con el principio del placer. Esto significa que todos los
impulsos que buscan placer se expresan en forma libre. Si la personalidad de todos estuviera
únicamente bajo el control del ello, el mundo sería un caos increíble.
Freud pensaba en el ello como fuente de energía para toda la psique, o personalidad. Esta energía,
llamada libido, fluye de los instintos de vida (llamados Eros). De acuerdo con Freud, la libido
promueve la supervivencia, explica los deseos sexuales y se expresa siempre que buscamos placer.
Freud también describió un instinto de muerte. Tanatos, como lo llamó, es responsable de los
impulsos agresivos y destructivos. Freud ofreció la larga historia de guerras y violencia de la
humanidad como evidencia de dichos impulsos. Entonces, gran parte de las energías del ello se
orientan a descargar las tensiones relacionadas con el sexo y la agresión.
Al yo en ocasiones se le describe como el “ejecutivo”, porque dirige las energías suministradas por el
ello. Éste es como un rey ciego con un poder impresionante, pero que depende de otros para que
ejecuten sus órdenes. El ello sólo puede formar imágenes mentales de las cosas que desea. El yo
obtiene su poder para dirigir el comportamiento al relacionar los deseos del ello con la realidad externa.
¿Hay otras diferencias entre el yo y el ello?
Sí. Recuerde que el ello opera de acuerdo en el principio del placer. En contraste, el principio de la
realidad guía al yo. Es decir, el yo demora la acción hasta que resulta práctica o apropiada. El yo es el
sistema del razonamiento, la planeación, la solución de problemas y la decisión. Tiene el control
consciente de la personalidad.
¿Cuál es la función del superyó?
El superyó actúa como juez o censor para los pensamientos y acciones del yo. Una parte del superyó,
llamada conciencia, refleja las acciones por las que ha sido castigada una persona. Cuando no se
cumplen las normas de la conciencia, recibe un castigo interno en forma de sentimientos de culpa.
Una segunda parte del superyó es el ideal del yo. El ideal del yo refleja todo el comportamiento que
los padres aprobaban o recompensaban. El ideal del yo es una fuente de metas y aspiraciones.
Cuando se cumplen sus normas, nos sentimos orgullosos.
A través de estos procesos, el superyó actúa como “padre internalizado” que pone bajo control al
comportamiento. En términos freudianos, una persona con un superyó débil será delincuente, criminal
o tendrá una personalidad antisocial. En contraste, un superyó muy estricto o severo causará
inhibición, rigidez o una culpa insoportable.
La dinámica de la personalidad
¿Cómo interactúan el ello, el yo y el superyó?
Es importante reconocer que Freud no representó al ello, el yo y el superyó como partes del cerebro o
“personitas” que corren por la psique humana. En realidad, son procesos mentales separados y en
conflicto. Freud planteó la teoría de un delicado equilibrio de poder entre los tres. Por ejemplo, las
exigencias de placer inmediato del ello a menudo chocan con las restricciones morales del superyó.
Quizá un ejemplo servirá para aclarar el papel de cada parte de la personalidad.
Freud en pocas palabras
Digamos que le atrae sexualmente un conocido. El ello clama por la satisfacción inmediata de sus
deseos sexuales, pero se le opone el superyó (que considera molesta la sola idea del sexo). El ello
dice: “¡Vamos!”. El superyó replica con frialdad: “¡Ni siquiera lo pienses de nuevo!” ¿Y qué dice el yo?
El yo dice: “¡Tengo un plan!”
Por supuesto, ésta es una simplificación exagerada, pero capta el núcleo del pensamiento freudiano.
Para reducir la tensión, el yo comenzaría acciones que condujeran a la amistad, el romance, el
noviazgo y el matrimonio. Si el ello es muy poderoso, el yo cedería a un intento de seducción. Si el
superyó prevalece, el yo se vería obligado a desplazar o sublimar las energías sexuales hacia otras
actividades (deportes, música, baile, tracciones, duchas frías). De acuerdo con Freud, las luchas
internas y las energías que se han canalizado nuevamente tipifican la mayor parte del funcionamiento
de la personalidad.
Desarrollo de la personalidad
Continuemos analizando la forma en que la teoría psicoanalítica explica el desarrollo de la
personalidad. Freud planteó la teoría de que el núcleo de la personalidad se forma antes de los 6 años
de edad, en una serie de etapas psicosexuales. Su explicación sostiene que los impulsos infantiles
de placer erótico tienen efectos duraderos en el desarrollo. El énfasis de Freud en la sexualidad infantil
sigue siendo controvertido. Sin embargo, Freud usaba el término sexo en forma muy amplia para
referirse a diferentes fuentes físicas de placer.
¿Una fábula freudiana? Freud identificó cuatro etapas psicosexuales: oral, anal, fálica y genital.
(También describió un periodo de “latencia” entre las etapas fálica y genital. La latencia se explicará en
un momento). En cada etapa, una parte diferente del cuerpo se vuelve la zona erógena primaria del
niño (un área capaz de producir placer). Entonces, cada área sirve como fuente principal de placer,
frustración y autoexpresión. Freud creía que muchos rasgos de la personalidad adulta pueden
atribuirse a fijaciones en una o más de las etapas.
¿Qué es una fijación?
Se trata de un conflicto sin resolver o un retraso emocional causado por indulgencia excesiva o
frustración. A medida que describamos las etapas psicosexuales, verá por qué Freud consideraba
importante la fijación.
1) Etapa oral:
Durante el primer año de vida, el bebé obtiene la mayor parte del placer de la estimulación de la
boca. Si se alimenta o se frustra en exceso un niño, pueden crearse rasgos orales. Algunos
ejemplos de la expresión adulta de necesidades orales son mascar chicle, morderse las uñas, fumar
y besar, además de comer y beber en abundancia.
¿Qué pasa si hay una fijación oral?
La fijación al principio de la etapa oral produce una personalidad oral dependiente. Las personas
con este tipo de personalidad son crédulas (¡se tragan las cosas con facilidad!), pasivas y
necesitan mucha atención (desean que se les mime). Las frustraciones al final de la etapa oral
llegan a causar agresión, a menudo en forma de mordidas. La fijación aquí crea un adulto oral
agresivo al que Ie gusta discutir (¡el “sarcasmo mordaz” es su fuerte!), es cínico y explota a los
demás.
2) Etapa anal:
Entre el año y los 3 años de edad, la atención del niño se dirige al proceso de eliminación. Cuando
los padres intentan el entrenamiento para el control de esfínteres, el niño obtiene aprobación o
expresa rebelión o agresión “reteniendo” o “soltando”. Por tanto, un entrenamiento severo o
indulgente para el control de esfínteres puede causar una fijación anal que deje atrapadas estas
respuestas de la personalidad. Freud describía a la personalidad anal retentiva (que retiene) como
obstinada, mezquina, ordenada y compulsivamente limpia. Y describía a la personalidad anal
expulsiva (que suelta) como desordenada, destructiva, cruel o sucia.
3) Etapa fálica:
Los rasgos adultos de la personalidad fálica son vanidad, exhibicionismo, orgullo y narcisismo
(vanidad excesiva y narcisismo). Freud planteó la teoría de que las fijaciones fálicas se desarrollan
entre los 3 y 6 años de edad. En esta época, el aumento en el interés sexual provoca que el niño se
sienta atraído físicamente por el padre del sexo opuesto. En los hombres, esta atracción conduce a
un conflicto de Edipo, en que el niño siente rivalidad con su padre por el afecto de la madre. Freud
creía que el niño varón se siente amenazado por el padre (específicamente, el niño teme la
castración). Para aliviar su ansiedad, el niño debe identificarse con el padre. Su rivalidad termina
cuando el niño trata de parecerse más a su padre. Al hacerlo, comienza a aceptar los valores del
padre y a formar una conciencia.
¿Qué pasa con las niñas?
En un paralelo del conflicto de Edipo, llamado conflicto de Electra, la niña ama a su padre y
compite con su madre. Sin embargo, según Freud, la identificación de la niña con la madre es más
gradual. Esto, dice él, es menos efectivo para crear una conciencia. Freud creía que las mujeres ya
se sentían castradas. Debido a esto, son menos propensas a identificarse con sus madres, en
comparación a como lo hacen los niños con sus padres. En particular, las feministas modernas han
rechazado por completo esta parte del pensamiento freudiano (y en forma correcta). Es probable
que se entienda mejor como reflejo de los tiempos de dominación masculina en que vivió Freud.
4) Latencia:
De acuerdo con Freud hay un periodo de latencia desde los 6 años de edad hasta la pubertad. En
realidad, la latencia no es una etapa. Más bien, es una época tranquila en que el desarrollo
psicosexual está inactivo o interrumpido. Es difícil aceptar la creencia de Freud de que el desarrollo
psicosexual está “en receso” en esta época. No obstante, Freud consideraba a la latencia como un
periodo relativamente tranquilo, comparado con los primeros 6 años tormentosos de vida.
5) Etapa genital:
En la pubertad, un aumento de las energías sexuales activa todos los conflictos sin resolver de años
anteriores. Según Freud, este acceso es la razón por la que la adolescencia llega a ser un periodo
tan difícil, lleno de emoción y confusiones. La etapa genital comienza en la pubertad. Durante la
adolescencia, está marcada por un potencial creciente para las relaciones sociales y sexuales
responsables. La etapa genital termina con una capacidad madura para el amor y la realización de
una sexualidad adulta plena.
Mecanismos de defensa
En la teoría psicoanalítica, son los métodos utilizados por el yo para disminuir la angustia mediante la
distorsión inconsciente de la realidad. Sirven para enmascarar las pulsiones amenazadoras,
impidiéndoles entrar en la consciencia.
Son reacciones automáticas e inconscientes que responden a conflictos intrapsíquicos. Se utilizan para
rechazar la ansiedad y permiten que haya un compromiso entre las exigencias del ello y la sociedad. El
mecanismo de defensa funciona de dos maneras: (1) bloquea el impulso sexual o agresivo, o (2)
cambia la naturaleza del impulso mismo; ambas maneras alivian la culpabilidad y la ansiedad y
permiten cierta gratificación del impulso recién transformado.
Freud y sus seguidores identificaron varias estrategias utilizadas para afrontar el estrés o la ansiedad
derivados de conflictos intrapsíquicos.
1) Represión:
Es la base de los demás mecanismos de defensa. Las personas que utilizan este método de
afrontamiento excluyen los impulsos, pensamientos y sentimientos inaceptables de su conciencia.
Una prueba de que hay represión es que la reacción a una situación importante no va de acuerdo
con ésta y que se presentan indicios indirectos de que sí hay tendencias represivas. Por ejemplo, a
una mujer le enoja tener que pagar impuestos, y bloquea esos sentimientos en su conciencia, pero
hay indicios indirectos de que la ira existe -se olvida de firmar el cheque o de incluirlo con su
declaración.
2) Desplazamiento:
La represión puede llevar directamente al desplazamiento porque el tipo más común de barricada
represiva es concentrar la atención en un substituto, o desplazar la atención. Si alguna vez ha
estado enojado con su jefe o con un profesor y no ha podido expresar esa ira, podrá darse cuenta
de que ataca a su compañero de cuarto o a un extraño en la calle. Como no puede demostrar su ira
a la persona que la provocó, la desplaza hacia un objetivo aceptable.
3) Proyección:
Una manera de bloquear pensamientos y sentimientos inaceptables es atribuirlos a otra persona.
Esto se llama proyección. Una persona que se siente culpable porque es agresiva en los negocios,
podría atribuir el mismo comportamiento a sus competidores y afirmar que sus actos hicieron
necesario ejercer represalias. La proyección sitúa la responsabilidad del propio comportamiento
fuera de uno mismo y elimina la culpa y el conflicto que de otra manera provocaría el
comportamiento.
4) Formación reactiva:
En la formación reactiva revertimos nuestros sentimientos inaceptables. Por ejemplo, un hombre
podría odiar a su madre porque lo importuna y le exige demasiado. El conflicto entre sus impulsos
irascibles y las exigencias de su superyo de honrar y amar a sus padres le provoca ansiedad y
culpabilidad. Para aliviar esos sentimientos, inconscientemente transforma su odio en amor y
devoción exagerados y actúa como un hijo modelo. Algunas veces tenemos actitudes
profundamente arraigadas que son por completo opuestas a nuestras actitudes reprimidas.
5) Negación:
Esta es otra manera de rechazar el reconocimiento de sentimientos inaceptables. En la negación el
sentimiento se expresa, pero acompañado de un “signo de menos”. Tomemos el ejemplo del
hombre que odia a su madre. Si su forma de afrontar es la formación reactiva, dirá “amo a mi
madre”. Si utiliza la negación como modo de afrontar, declarará enfáticamente “no odio a mi madre”,
y con frecuencia se expresará así de improviso, sin que nadie cuestione o exija una explicación
respecto de sus sentimientos hacia su madre. Si expresa su amor de manera negativa, podrá
deshacerse de la ira que siente sin reconocer su origen inaceptable.
6) Intelectualización:
Se trata de una preferencia exagerada del pensamiento sobre los sentimientos. Una persona que
utiliza la intelectualización hablará sobre cuestiones sexuales o de agresividad de manera fría y
distante. Eso impide que la persona experimente cualquiera de los sentimientos que muchos de
nosotros tenemos respecto de esos temas. Los adolescentes utilizan con frecuencia este
mecanismo de defensa cuando discuten sobre cuestiones sexuales en abstracto. La
intelectualización les ayuda a superar muchos de los conflictos que son inevitables durante el
crecimiento.
7) Anulación:
Anular es negar un acto inaceptable mediante otro para aliviar la culpabilidad y la ansiedad que
resulta del primero de ellos. Es el único mecanismo de defensa que constituye una respuesta
“posterior”. Los otros impiden que se presenten pensamientos o sentimientos inaceptables. Un
esposo que habitualmente discute con su mujer en la mañana y le lleva flores al volver del trabajo
utiliza la anulación. No obstante, le sorprendería mucho que usted lo enfrentara con este patrón y
negaría que eso es lo que estaba haciendo.
8) Regresión:
En la regresión, la persona huye de la ansiedad retrocediendo hacia un comportamiento apropiado
para una etapa de la vida aparentemente más segura. Una niñita que pasa por el estrés de ir a la
escuela por primera vez empezará a actuar como bebé: podría chuparse el dedo, mojar la cama o
insistir en que su padre o su madre la cargue en lugar de caminar.
9) Sublimación:
La sublimación es la canalización de los impulsos y sentimientos inaceptables hacia actividades
aceptables. Freud interpretaba las madonnas del gran Leonardo da Vinci como ejemplo de la
sublimación de sus sentimientos edípicos; en otras palabras, pensaba que Leonardo manejaba un
complejo de Edipo no resuelto transformando sus sentimientos hacia su madre en arte. La
sublimación también podría permitir que un individuo expresara sus instintos sádicos reprimidos en
actividades constructivas como la cirugía. Freud pensaba que la curiosidad intelectual de los adultos
era una sublimación de la curiosidad sexual infantil.
Los mecanismos de defensa forman parte del comportamiento normal, pero según Freud, el uso
excesivo de los mismos es un síntoma de neurosis. Uso excesivo quiere decir llevarlo al extremo
(como una notable regresión a la infancia) o recurrir habitualmente al mismo (como represión de los
sentimientos sexuales durante toda la vida).
Teorías psicodinámicas: descendientes de Freud
Las ideas de Freud atrajeron con rapidez a seguidores brillantes. Con igual rapidez, la importancia que
dio Freud a las pulsiones instintivas y a la sexualidad hizo que muchos de ellos estuvieran en
desacuerdo con él. A quienes permanecieron cerca del núcleo del pensamiento de Freud se les llamó
neofreudianos (neo significa “nuevo”). Los neofreudianos aceptaron las características generales de
la teoría de Freud pero revisaron partes de ella. Algunos de los neofreudianos más conocidos son
Karen Horney, Anna Freud (hija de Sigmund), Otto Rank y Erich Fromm. Otros seguidores iniciales
rompieron en forma completa con Freud y crearon sus propias teorías. Este grupo incluye a personas
como Alfred Adler, Harry Sullivan y Carl Jung.
¿Cuáles son las diferencias entre las ideas de estas personas y las de Freud?
La historia completa de otras teorías psicodinámicas debe aguardar a su primer curso de personalidad.
Por ahora, tomaremos una muestra de una concepción que abraza la mayor parte de la teoría de
Freud pero no toda (Horney).
Karen Horney (1885 - 1952)
Karen Horney permaneció fiel a casi toda la teoría de Freud, pero se resistía a sus ideas más
mecanicistas, biológicas e instintivas. Por ejemplo, Horney rechazaba, como mujer, la afirmación de
Freud de que la “anatomía es el destino”. Esta opinión, entretejida en la psicología freudiana, sostiene
que los hombres son dominantes o superiores a las mujeres. Horney estuvo entre los primeros que
pusieron en duda el obvio prejuicio masculino del pensamiento de Freud.
Horney también estuvo en desacuerdo con Freud sobre las causas de la neurosis. Freud sostenía que
los neuróticos (acosados por la ansiedad) luchaban con pulsiones prohibidas del ello que temían que
no lograran controlar. Horney opinaba que cuando las personas se sienten aisladas y desamparadas
en un mundo hostil se desarrolla un núcleo de ansiedad básica. Creía que estos sentimientos están
arraigados en la infancia. Los problemas ocurren cuando un individuo trata de controlar la ansiedad
básica exagerando un modo único de interacción con los demás.
¿Qué quiere decir “modo de interacción”?
De acuerdo con Horney, cada uno de nosotros puede acercarse a los demás (depender de ellos para
el amor, el apoyo o la amistad), alejarse de los demás (al retraernos, actuar como “solitarios” o ser
“fuertes” e independientes) o moverse contra los demás (al atacarlos, competir con ellos o buscar
poder sobre ellos). Horney creía que la salud emocional refleja un equilibrio entre estos tres modos de
interacción. En su opinión, Ios problemas emocionales tienden a llevar a las personas al uso excesivo
de uno de los tres modos (idea que sigue siendo valiosa).
3. Teorías del aprendizaje de la personalidad - Conductismo: ¿hábito, te he visto antes?
¿Cómo ven los teóricos del aprendizaje la estructura de la personalidad?
Personalidad = comportamiento
Una de las primeras teorías propuesta por John Dollard y Neal Miller (1950) sirve para ilustrar la
perspectiva conductual de la personalidad. En su opinión, los hábitos (patrones de comportamiento
aprendidos) forman la estructura de la personalidad. En cuanto a la dinámica de la personalidad,
Dollard y Miller creen que cuatro elementos del aprendizaje determinan los hábitos: pulsión, señal,
respuesta y recompensa. Una pulsión es cualquier estímulo lo suficientemente fuerte para dirigir a una
persona a la acción (como hambre, dolor, lujuria, frustración o temor). Las señales son indicios del
ambiente. Estas señales guían a las respuestas (acciones) para que sea más probable que produzcan
recompensa (reforzamiento positivo).
¿Cómo se relaciona esto con la personalidad?
Un ejemplo sirve para aclarar este punto de vista. Digamos que una niña se siente frustrada porque un
hermano mayor toma uno de sus juguetes. La niña emitiría alguna respuesta. Podría hacer un
berrinche, golpear a su hermano, decirle a su madre, etc. La respuesta elegida es guiada por las
señales disponibles y los efectos previos de cada respuesta. Si decirle a su madre Ie ha resultado en el
pasado, y la madre está presente, tal vez su respuesta inmediata sería decide otra vez. Si existe un
conjunto diferente de señales (si la madre está ausente o si el hermano mayor se ve muy
amenazador), tal vez la niña seleccione otra respuesta. Para un observador externo, las acciones de la
niña parecen reflejar su personalidad. Para el teórico del aprendizaje, son una reacción directa a los
efectos combinados de la pulsión, la señal, la respuesta y la recompensa.
¿Este análisis no pasa por alto muchos elementos?
Sí. Los teóricos del aprendizaje trataron primero de proporcionar un modelo más simple y claro de la
personalidad. Pero en años recientes han tenido que enfrentar un hecho que originalmente tendieron a
ignorar: las personas piensan. A la nueva camada de psicólogos conductuales (quienes incluyen la
percepción, el pensamiento, las expectativas y otros eventos mentales en sus concepciones) se les
llama teóricos del aprendizaje social. Los principios del aprendizaje, el modelamiento, la cognición y los
efectos de las relaciones sociales se combinan en la teoría del aprendizaje social para explicar la
personalidad.
Modelamiento:
Consiste en modelar (exhibir) la conducta que se desea que alguien aprenda, haciendo evidente la
consecuencia o reforzador (tangible o social) que sigue a la conducta exhibida.
Teoría del aprendizaje social
El “conductismo cognoscitivo” de la teoría del aprendizaje social puede ilustrarse con tres conceptos
propuestos por Julian Rotter: la situación psicológica, la expectativa y el valor del reforzamiento.
Examinaremos cada uno (Rotter y Hochreich, 1975).
Alguien Ie pone una zancadilla. ¿Cómo responde? Probablemente su respuesta será diferente si
piensa que fue planeada o que se trató de un accidente. No basta con conocer el escenario en que
una persona responde. También necesitamos conocer la situación psicológica de la persona (es
decir, cómo interpreta o define la situación). Aquí hay otro ejemplo. Digamos que saca una
calificación baja en un examen. ¿Lo considera un desafío para trabajar más duro, una señal de que
debería abandonar la clase o una excusa para emborracharse? Una vez más, su interpretación es
importante.
Una expectativa se refiere a su idea de que emitir una respuesta conducirá al reforzamiento. Para
seguir con el ejemplo, si trabajar más duro Ie ha dado resultados en el pasado, es una reacción
probable ante una calificación baja en un examen. Pero para predecir su respuesta tendríamos que
saber también si esperaba que sus esfuerzos Ie dieran resultados en la situación actual. En realidad,
el reforzamiento esperado llega a ser más importante que el reforzamiento anterior y real. ¿Y qué
papel desempeña el valor que Ie da a las calificaciones, el éxito escolar o la capacidad personal? El
tercer concepto de Rotter, el valor del reforzamiento, afirma que los humanos Ie dan diferentes
valores subjetivos a diferentes actividades o recompensas. Esto también debe tomarse en cuenta
para entender la personalidad.
Vale la pena mencionar aquí una idea más. En ocasiones, todos evaluamos nuestras acciones y
podemos recompensarnos con privilegios o premios especiales cuando la evaluación es positiva. Con
esto en mente, la teoría del aprendizaje social agrega el concepto de autorreforzamiento a la teoría
conductista. El autorreforzamiento se refiere al elogio o la recompensa que uno mismo se concede
por haber emitido una respuesta particular (como terminar una tarea escolar). Por tanto, los hábitos
de elogiarse e inculparse se vuelven una parte importante de la personalidad. En realidad, puede con-
siderarse al autorreforzamiento como la contraparte conductista del superyó. Por medio del
autorreforzamiento nos recompensamos por logros personales y otros comportamientos “buenos”.
Autorreforzamiento: ser bueno con uno mismo
Las siguientes afirmaciones, adaptadas de una escala elaborada por Elaine Heiby (1983), mejorarán su
comprensión del autorreforzamiento. Marque aquellas que se aplique a usted.
■ A menudo tengo pensamientos positivos sobre mí mismo.
■ Con frecuencia cumplo las normas que establezco para mí mismo.
■ Trato de no culparme cuando las cosas salen mal.
■ Por lo general no me molesto cuando cometo errores, porque aprendo de ellos.
■ Obtengo satisfacción de lo que hago, aunque no sea perfecto.
■ Cuando cometo errores, me doy tiempo para tranquilizarme.
■ No creo que hablar sobre lo que he hecho bien sea demasiado jactancioso.
■ Elogiarse uno mismo es saludable y normal.
■ No creo que tenga que estar molesto cada vez que cometo un error.
■ Mis sentimientos de autoestima y seguridad en mí mismo son muy constantes.
Las personas que están de acuerdo con todas o casi todas las afirmaciones anteriores tienden a tener
calificaciones altas de autorreforzamiento. Y, como sugiere el último reactivo, los índices altos de
autorreforzamiento se relacionan con una autoestima alta. También sucede lo contrario: numerosos
estudios han mostrado que los estudiantes universitarios ligeramente deprimidos tienden a tener
estimaciones bajas de autorreforzamiento (Heiby, 1983).
No se sabe si el autorreforzamiento bajo conduce a la depresión, o viceversa. En cualquier caso,
aprender a autorreforzarse más parece disminuir la depresión (Fuchs y Rehm, 1977). Desde un punto
de vista conductual, es valioso aprender a ser “bueno con uno mismo”.
4. Teoría humanista: experiencias cumbre y crecimiento personal
El humanismo se concentra en la experiencia, los problemas, los potenciales y los ideales humanos. Es
una reacción a la cualidad estática de las teorías de los rasgos, el pesimismo de la teoría psicoanalítica
y la naturaleza mecánica de la teoría del aprendizaje. En su núcleo hay una imagen positiva de lo que
significa ser humano. Los humanistas rechazan la perspectiva freudiana de la personalidad como un
campo de batalla en que se enfrentan instintos biológicos y fuerzas inconscientes. En cambio,
consideran que la naturaleza humana es inherentemente buena y que busca formas de permitir que
surjan nuestros potenciales. (La naturaleza humana está integrada por los rasgos, las cualidades, los
potenciales y los patrones de comportamiento más característicos de los seres humanos). Los
humanistas también se oponen a las insinuaciones mecánicas, “cosificadas” del punto de vista con-
ductista. No somos, dicen, tan sólo un manojo de respuestas moldeables; más bien somos seres
creativos capaces de elegir libremente. Para un humanista, la persona que usted es hoy en gran
medida ha sido producto de todas sus elecciones anteriores. El enfoque humanista también pone
mayor énfasis en la experiencia subjetiva (percepciones privadas de la realidad) inmediata, que en el
aprendizaje previo. Los humanistas creen que hay tantos “mundos reales” como personas. Para enten-
der el comportamiento de una persona, debemos conocer su percepción subjetiva del mundo, lo que es
“real” para ella.
¿Quiénes son los teóricos humanistas más importantes?
Hay muchos psicólogos cuyas teorías caen dentro de la tradición humanista. Entre éstos, los más
conocidos son Carl Rogers (1902-1987) y Abraham Maslow (1908-1970).
Maslow y la autorrealización
Abraham Maslow se interesó en las personas que llevaban vidas inusualmente efectivas. ¿En qué se
diferenciaban de la persona promedio? Para encontrar una respuesta, Maslow comenzó por estudiar
las vidas de grandes hombres y mujeres, como Albert Einstein, William James, Jane Adams, Eleanor
Roosevelt, Abraham Lincoln, John Muir y Walt Whitman. De ahí pasó a estudiar directamente a
artistas, escritores, poetas y otros individuos creativos.
En el camino, el pensamiento de Maslow cambió radicalmente. Al principio sólo estudió personas de
creatividad obvia o con grandes logros. Sin embargo, con el tiempo Ie quedó claro que un ama de
casa, un carpintero, un empleado o un estudiante podían llevar una vida rica, creativa y satisfactoria.
Maslow definió como autorrealización al proceso de desarrollar por completo los potenciales
personales (Maslow, 1954).
Los que se autorrealizan: la vida de las personas emocionalmente ricas
Alguien que se autorrealiza es una persona que vive en forma creativa y usa a plenitud sus
potenciales. En sus estudios, Maslow encontró que las personas que se autorrealizan comparten
muchas semejanzas. Sean famosos o desconocidos, académicamente distinguidos o sin educación,
ricos o pobres, quienes se autorrealizan por lo general presentan el siguiente perfil.
1) Percepciones eficientes de la realidad:
Los sujetos de Maslow eran capaces de juzgar las situaciones en forma correcta y honesta y eran
muy sensibles al engaño y la deshonestidad.
2) Aceptación cómoda de la naturaleza propia y la de los demás:
Los sujetos aceptaban su propia naturaleza humana con todos sus defectos. También aceptaban
con humor y tolerancia los defectos de otros y las contradicciones de la condición humana.
3) Espontaneidad:
Los sujetos de Maslow extendían su creatividad a las actividades cotidianas. Tendían a ser
inusualmente activos, comprometidos y espontáneos.
4) Centrados en la tarea:
La mayoría de los sujetos tendían a concentrarse en la tarea a mano, más que en sus propios
sentimientos o necesidades. Generalmente tenían una misión por cumplir en la vida o alguna tarea
o problema externo por resolver. Humanistas como Albert Schweitzer o la madre Teresa
representan esta cualidad.
5) Autonomía:
Los sujetos no dependían de autoridades externas ni de otras personas. Tendían a ser ingeniosos e
independientes.
6) Curiosidad y frescura continua de la apreciación:
El se que se autorrealiza parece renovar constantemente su apreciación de los bienes básicos de la
vida. Experimentarían una puesta de sol o una flor, una y otra vez, con la misma intensidad que la
experimentaron por primera vez. Hay una “visión inocente”, como la de un artista o un niño.
7) Solidaridad con la humanidad:
Los sujetos de Maslow sentían una identificación profunda con otros y con la situación humana en
general.
8) Relaciones interpersonales profundas:
Las relaciones interpersonales de los que se autorrealizan están marcadas por lazos amorosos
profundos.
9) Comodidad con la soledad:
A pesar de sus relaciones satisfactorias con los demás, las personas que se autorrealizan se
sienten cómodas cuando están solas y valoran la soledad (Sumerlin y Bundrick, 1996).
10) Sentido del humor que no es hostil:
Esto se refiere a la maravillosa capacidad de reírse de uno mismo. También se refiere a la clase de
humor que tenía un hombre como Abraham Lincoln. Es probable que Lincoln nunca hiciera una
broma que hiriera a alguien. Sus comentarios irónicos eran un acicate amable para los defectos
humanos.
11) Experiencias cumbre:
Todos los sujetos de Maslow reportaron que a menudo tenían experiencias cumbre (momentos
de autorrealización), marcadas por sentimientos de éxtasis, armonía y profundo significado. Los
sujetos reportaron que se sentían uno con el universo, más fuertes y tranquilos que nunca antes,
llenos de luz, belleza y bondad, etc. En resumen, quienes se autorrealizan se sienten seguros,
calmados, aceptados, amados, amantes y vivos.
La elección de Maslow de personas autorrealizadas para el estudio parece muy subjetiva. ¿En realidad
es una representación justa de la autorrealización?
Aunque Maslow trató de investigar empíricamente la autorrealización, la elección de las personas para
su estudio fue subjetiva. Sin duda hay muchas formas de alcanzar el desarrollo pleno del potencial
personal. La principal contribución de Maslow fue llamar la atención a la posibilidad del crecimiento
personal continuo. Maslow consideraba la autorrealización como un proceso continuo, no un simple
punto final que se alcanza una sola vez.
Trastornos de la personalidad: proyectos para la inadaptación
Los trastornos de personalidad son patrones de personalidad inadaptados y enfermizos crónicos. Por
ejemplo, la personalidad paranoide es muy suspicaz, recelosa, hipersensible, cautelosa y desconfiada
de los demás. Las personas narcisistas (ególatras) se preocupan por su vanidad: necesitan
admiración constante y están absortas en fantasías de poder, riqueza, brillo, belleza y amor. La
personalidad dependiente está marcada por una carencia extrema de seguridad en sí misma. Las
personas dependientes permiten que otras dirijan sus vidas y colocan sus propias necesidades
después de las de los demás. En un trastorno de personalidad histriónica, la persona busca atención
con la expresión exagerada de emociones y con acciones dramáticas. Por lo general, este tipo de
trastornos de la personalidad pueden remontarse a la adolescencia o incluso a la infancia y continúan
durante casi toda la vida adulta.
1) Trastorno paranoide de la personalidad
Conceptualización:
• Problema más para su entorno que para el propio sujeto.
• No consideran que su desconfianza sea un problema; renuentes a aceptar ayuda.
• Acude a consulta por tener problemas en sus relaciones con los demás; quiere aprender, por
ejemplo, habilidades sociales para soportar las críticas de los demás, o para no dejar que se
aprovechen de él.
Esquemas:
• No puedo confiar en los demás.
• La gente actúa por motivos ocultos.
• Si no me mantengo alerta, trataran de usarme o manipularme.
• Tengo que estar constantemente en guardia.
• No es seguro confiar en otras personas.
• Si las personas actúan amistosamente, quizá traten de usarme o explotarme.
• La gente se aprovechará de mí si le doy la oportunidad.
• En su mayor parte, las otras personas son hostiles.
• Tratarán deliberadamente de rebajarme.
• A menudo la gente trata deliberadamente de molestarme.
• Si llegan a pensar que pueden tratarme mal, tendré un problema grave.
• Si descubren cosas sobre mí, las usarán en mi contra.
• A menudo la gente dice una cosa y quiere decir otra.
• Una persona próxima a mí puede ser desleal o infiel.
2) Trastorno esquizoide de la personalidad
Conceptualización:
• Los pensamientos automáticos son por lo general escasos, esto es debido a que los esquizoides
tienen emociones limitadas y como se sabe las emociones están vinculadas a los pensamientos.
• Una creencia común en este trastorno es la de ser un inadaptado social o un deficiente.
• El trastorno puede estar asociado con una depresión o ansiedad.
3) Trastorno esquizotípico de la personalidad
Conceptualización:
• Los pensamientos automáticos generalmente son: ideación suspicaz o paranoide, ideas de
referencia, creencias extrañas y pensamientos mágicos. También se presenta miedos y
preocupaciones de naturaleza social.
• Es frecuente descubrir distorsiones cognitivas del tipo razonamiento emocional y
personalización.
• La esquizofrenia puede ser un diagnostico concurrente.
Esquemas del trastorno esquizoide-esquizotípico:
• No importa lo que otras personas piensen de mí.
• Para mí es importante ser libre e independiente de Ios demás.
• Disfruto más haciendo cosas a solas que con otros.
• En muchas situaciones, estoy mucho mejor si me dejan solo.
• En lo que decido hacer, Ios otros no influyen sobre mí.
• Para mí no tiene importancia la intimidad con otras personas.
• Yo establezco mis propias normas y metas.
• Para mí la privacidad es mucho más importante que la relación con la gente.
4) Trastorno antisocial de la personalidad
Conceptualización:
• Estos pacientes suelen aburrirse rápido.
• Las creencias que frecuentemente se identifican son: justificación, todo lo que se piensa es
verdad, infalibilidad personal, lo que se siente es real, impotencia de Ios otros y consecuencias
de bajo impacto.
• El paciente generalmente hace lo que le gusta y actúa de acuerdo con sus intereses. Se les
ayudará a que escalen a un nivel superior, en el que puedan reconocer las consecuencias de su
conducta y de cómo ésta afecta a Ios demás. Se les puede llevar aún a otro nivel superior el
cual, el individuo puede tener sentido de responsabilidad, interés por otros y respeto a las
necesidades de éstos.
Esquemas:
•Tengo que preocuparme por mí mismo.
•La fuerza o la astucia son los mejores medios para hacer las cosas.
•Vivimos en una selva en la que sobreviven los más fuertes.
•Me golpearán a mí si no golpeo primero.
•No es importante cumplir las promesas ni pagar las deudas.
•Mentir y hacer trampas está bien, mientras a uno no lo atrapen.
5) Trastorno límitrofe de la personalidad
Conceptualización:
•Beck afirma que en este trastorno se puede descubrir tres supuestos básicos que serían
centrales: “el mundo es peligroso y malo”, “soy impotente y vulnerable”, “soy intrínsecamente
inaceptable”. Estos pacientes vacilan entre la autonomía y la dependencia y no confían en
ninguna de ellas; perciben al mundo hostil y se sienten desprotegidos e inseguros.
•Es muy común encontrar el pensamiento dicotómico que consiste en evaluar las experiencias
en términos de categorías mutuamente excluyentes (bueno/malo, lealtad/traición,
éxito/fracaso, etc.). Así, la evaluación extrema de las situaciones lleva a respuestas
emocionales y conductuales extremas. Esto también genera cambios bruscos de una opinión
extrema a la opuesta.
6) Trastorno narcisista de la personalidad
Conceptualización:
• Combinación de esquemas disfuncionales sobre sí mismo, el mundo y el futuro.
• Origen en mensajes recibidos de padres, hermanos y otros significativos, a las experiencias
que dan forma a las creencias sobre la singularidad e importancia personales.
• El narcisismo puede haber sido promovido por la adulación, indulgencia y el favoritismo
reiterados, pero también a partir de déficits, limitaciones, exclusiones o rechazo, por ejemplo:
blanco de abuso de un progenitor, haber sido catalogado como enfermizo, etc.
Esquemas:
• Soy una persona muy especial.
• Puesto que soy superior, tengo derecho a un trato y privilegios especiales.
• A mí no me obligan las reglas que valen para los demás.
• Es muy importante obtener reconocimiento, elogio y admiración.
• Si los demás no respetan mi status, deben ser castigados.
• Todos tienen que satisfacer mis necesidades.
• Los demás deben reconocer lo especial que soy.
7) Trastorno evitativo (evasivo) de la personalidad
Conceptualización:
• El evitativo tiene pensamientos autocríticos como cuando piensan en encuentros futuros. Los
esquemas negativos típicos son: “soy aburrido”, “soy un perdedor”, etc.; por lo tanto, podrá
predecir: “haré el ridículo”, “que irá a decir de mí”.
• En cuanto a las relaciones a otros supuestos subyacentes: “si me conocieran, se
decepcionarían”, “si me conocen más se darán cuenta de que soy inferior”. Así mismo, para
poder preservar una relación suelen evitar confrontaciones y no son asertivos (“no sé decir que
no”, “tengo que gustarle siempre”).
• Pueden interpretar una reacción neutra o positiva como negativa. Para juzgarse a sí
mismo de manera positiva se basan exclusivamente en la percepción que tienen del juicio
de otro, y si la de éstos es neutra o negativa, confirman sus propias creencias negativas.
Esquemas:
• Soy socialmente inepto e indeseable en el trabajo y en las situaciones sociales.
• Las otras personas son potencialmente críticas, indiferentes o despectivas, o pueden
rechazarme.
• No tolero los sentimientos desagradables.
• Si los demás se acercan a mí, descubrirán mi yo “real” y me rechazarán.
• Quedar expuesto como inferior o inadecuado sería intolerable.
• Debo evitar a toda costa las situaciones desagradables.
8) Trastorno de personalidad por dependencia
Conceptualización:
• Considerados a veces como “subasertivos en extremo”.
• Se ven a sí mismos como desvalidos o inadecuados y por ésta razón tienen temor de
enfrentarse con éxito al mundo por sí solos, por tanto concluyen que hay que hallar a alguien
para que los cuide y proteja.
• Algunos no han adquirido las habilidades de la vida independiente (asertividad, solución de
problemas, toma de decisiones) mientras que otros sí las tienen pero no la reconocen.
• Cuidan mucho de agradar a otros y evitan el conflicto con tal de no poner en riesgo la relación.
Por tanto, no son asertivos, no opinan.
• Se aferra a los demás, parece desesperado y necesitado. Si la relación se rompe se siente
destruido.
• Creencias básicas: “no puedo sobrevivir sin alguien que se haga cargo de mí”, “si mi esposo me
deja, me voy a venir abajo”.
• Presentan pensamiento dicotómico respecto a la independencia: completamente desvalido y
dependiente/completamente independiente y solo.
• Pensamiento dicotómico respecto a sus aptitudes: hacen las cosas bien o están totalmente mal.
• Catastrofismo: en la pérdida de una relación.
• Pensamientos automáticos de “no puedo”.
Esquemas:
• Soy alguien necesitado y débil.
• Necesito que alguien esté siempre a mi alcance para ayudarme en lo que tengo que hacer, de
lo contrario sucederá algo malo.
• La persona que me ayuda puede ser segura, darme lo que necesito y apoyarme, si quiere
hacerlo.
• Si me dejan solo, no puedo valerme por mí mismo.
• Estoy básicamente solo, a menos que pueda aferrarme a una persona más fuerte.
• Ser abandonado es lo peor que me puede pasar.
9) Trastorno histriónico de la personalidad
Conceptualización:
• Uno de los supuestos subyacentes: “soy inadecuado e incapaz de manejar la vida por mí
mismo”. Así, necesitan encontrar el modo de que otros lo cuiden, buscan entonces
atención y aprobación. Creen de esta manera que los demás son esenciales y hasta
creen que es necesario que lo amen, lo cual genera un fuerte temor al rechazo.
Esquemas:
• Soy una persona interesante, estimulante.
• Para ser feliz necesito que otras personas me presten atención.
• Si no entretengo o impresiono a la gente, no soy nada.
• Si no atraigo la atención de los demás, no les gustaré.
• El modo de conseguir lo que quiero consiste en deslumbrar o divertir a la gente.
• Las personas que no me responden muy positivamente, son malas.
• Es terrible que la gente me ignore.
• Debo estar en el centro de atención.
10) Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad
Conceptualización:
Shapiro menciona que el trastorno obsesivo compulsivo tiene 3 características fundamentales que
son:
a) Estilo de pensamiento rígido: están atentos y concentrados; resuelven bien las tareas técnicas.
b) Distorsión del sentido de la autonomía: hay un control autoconsciente de toda acción, ejercicio
de una continua presión y dirección voluntarias de sí mismos. Actúan bajo la cognición del “se
debe”.
c) Pérdida de la realidad o del sentido de la convicción del mundo. Sus decisiones, acciones y
creencias son más tenues que la mayoría de las personas; lo cual desemboca en duda continua
o dogmatismo.
• Algunos ejemplos de pensamientos automáticos son:
“Debo realizar esta tarea a la perfección”.
“Tengo que hacer esto yo mismo o no quedará bien hecho”.
“¿Y si me olvido de hacer algo?
Esquemas:
• Soy totalmente responsable por mí mismo y los demás.
• Para que las cosas se hagan, sólo puedo contar conmigo mismo.
• Los demás tienden a ser demasiado informales, a menudo irresponsables,
autocomplacientes o incompetentes.
• Es importante que cualquier tarea se realice a la perfección.
• Necesito orden, sistema y reglas para que la tarea se realice bien.
• Si no soy sistemático, todo se derrumbará.
Características de los trastornos de la personalidad en función de los ámbitos de la personalidad
Trastorno Ámbito
Comportamiento
observable
Estilo cognitivo Autoimagen
Concepción de
los demás
Estado ánimo/
temperamento
Esquizoide Apático a
impasible
Reservado a
desvinculado
Árido a
empobrecido
Complaciente a
falto de vitalidad
Autosuficiente
Intrusivo Apático
Por evitación Ansioso a
cauteloso
Aversivo Distraído Alienado a
rechazado
Crítico
Despreciativo
Superior
Angustiado
Por dependencia Incompetente Sumiso Ingenuo Inepto (Idealizado)
Brinda apoyo
Competente
Pacífico
Histriónico Dramático Seductor a
buscador
Fríbolo
Caprichoso a
disperso
Gregario a
hedonista
Accesible a la
seducción
Receptivo
Admirador
Inconstante
Narcisista Arrogante Explotador Expansivo Admirable Inferior
Admirador
Despreocupado
Antisocial Impulsivo
Valiente a
termerario
Irresponsable
Antagonista a
beligerante
Desviado
Personalista a
fanático
Autónomo
Competitivo a
dominante
Vulnerabe
Explotador
Insensible
Obsesivo-
Compulsivo
Disciplinado Respetuoso Constreñido
Bloqueado
Escrupuloso Irresponsable
Despreocupado
Incompetente
Autocomplaciente
Solemne
Esquizotípico Excéntrico Reservado a
inaccesible
Desorganizado a
rumiador
Enajenador
Desamparado a
vacío
Aturdido o
insensible
Limítrofe Espontáneo a
caótico
Irregular
Voluble
Paradójico
Inconstante a
caprichoso
Inquieto a
inseguro
Conflictivo
Lábil
Paranoide Defensivo a
prudente
Vigilante
Provocativo
Amargado
Suspicaz a
conspirador
Inviolable
Formidable a
amargado
Malicioso, interfiere
Discriminante. Tiene
móviles abusivos
Irascible
El caso que se describe a continuación captura el sabor de un trastorno de personalidad grave.
Personalidad limítrofe: el triste caso de Judy
“Lárguense de aquí y déjenme sola para que pueda morir en paz”, les gritó Judy a sus enfermeras. Aunque sólo tenía 42
años de edad y solía ser muy atractiva, Judy se veía vieja, desaliñada y ojerosa en el cuarto de aislamiento del hospital
psiquiátrico. En uno de sus brazos, se mezclaban largas marcas de color rojo oscuro con las cicatrices de intentos de
suicidio previos. En una ocasión, Judy se jactó de que su récord era de 67 puntadas. Ahora, las enfermeras tenían que
sujetarla con correas para evitar que se arrancara los ojos. Se le administró un sedante y durmió durante 12 horas. Se
despertó calmada y preguntó por su terapeuta, aunque este último incidente se debió aparentemente a que él había
cancelado su cita de esa mañana y la había reprogramado para la tarde.
Judy tenía un trastorno de personalidad limítrofe. Aunque es capaz de trabajar, Judy ha perdido empleos varias veces
debido a sus turbulentas relaciones con otros. Unas veces es amigable y realmente encantadora. Otras veces es muy
impredecible, malhumorada e incluso suicida. Ser amigo de Judy significa aceptar una carga que suele resultar
insoportable. La cancelación de una cita, el olvido de una fecha especial, una frase fuera de lugar... éstos y otros
pequeños incidentes llegan a desencadenar la furia de Judy o, peor aún, un intento de suicidio. La única esperanza de
Judy se encuentra en la terapia intensiva a largo plazo.
Durante años, Theodore Kaczynski supuestamente envió bombas por correo a víctimas que no sospechaban nada; muchas de ellas
resultaron mutiladas o muertas. A una edad adulta temprana, Kaczynski fue un matemático brillante. Al momento de su arresto, se había
convertido en el Bombardero (Unabomber), un “solitario” recluido que desconfiaba profundamente de otras personas y de la tecnología
moderna. La hostilidad, rigidez, necesidad impulsiva de autosuficiencia y odio a la sociedad de Kaczynski son características comunes de
una personalidad paranoide. Sus emociones embotadas y su carencia casi total de relaciones sociales íntimas son características de una
personalidad esquizoide. Por tanto, Kaczynski parece sufrir de una combinación de trastornos de personalidad paranoide y esquizoide.
La lista de los trastornos de personalidad es larga (tabla 3), de modo que nos concentraremos en un solo problema que con
frecuencia se entiende mal: la personalidad antisocial.
Personalidad antisocial
¿Cuáles son las características de una personalidad antisocial?
El individuo con personalidad antisocial carece de conciencia, es impulsivo, egoísta, emocionalmente superficial y tiende
a manipular a los demás (Lykken, 1995). Estas personas, a veces consideradas como sociópatas o psicópatas, por lo
general tienen una larga historia de conflictos con la sociedad. Las personas antisociales son irresponsables, carecen de
juicio y moral, y son incapaces de aprender de la experiencia y de tener sentimientos profundos, como culpa, vergüenza,
temor, lealtad y amor. En suma, el sociópata está mal socializado y muestra una indiferencia general hacia la verdad (DSM-
IV, 1994).
¿Son peligrosos los sociópatas?
Muchos sociópatas son delincuentes o criminales que representan una amenaza para el público en general (Rice, 1997).
Sin embargo, los sociópatas rara vez son los asesinos desquiciados que ha visto retratados en la televisión y las películas.
En realidad, muchos sociópatas son “encantadores” y crean una buena primera impresión. Sus mentiras, su uso de la
manipulación y su falta de formalidad sólo se hacen evidentes gradualmente. Muchos hombres de negocios, artistas,
políticos y otras personas exitosas aparentemente normales revelan inclinaciones psicópatas al usar a los demás con
frialdad. En esencia, los psicópatas se abren paso en la vida por medio del engaño (Rice, 1997).
¿Cuál es la causa de la sociopatía?
Por lo general, las personas con personalidad antisocial tienen una historia infantil de privación emocional, negligencia y
abuso físico (Pollock y cols., 1990). Algunos psicólogos creen que los bebés que no forman un vínculo emocional sano con
su cuidador pueden ser propensos al comportamiento antisocial (Magid, 1988). Los psicópatas adultos también exhiben
problemas físicos sutiles. Por ejemplo, producen patrones de ondas cerebrales inusuales, lo que sugiere una escasa
activación del encéfalo (Fig. 1). Tal vez esta condición explique por qué muchos psicópatas son buscadores de emociones.
Es muy probable que estén buscando estimulación con la fuerza suficiente para vencer su escasa activación y
“aburrimiento” crónicos (Carson, Butcher y Mineka, 1996; Hare, 1996).
En un estudio revelador, se les mostró a psicópatas fotografías extremadamente espantosas y desagradables. Las fotografías
eran tan desconcertantes que las personas normales se sobrecogieron evidentemente con ellas. Sin embargo, los
psicópatas no mostraron ninguna respuesta de asombro ante las fotografías (Patrick y cols., 1993). (Ni siquiera
“pestañearon”). Por tanto, se describiría a las personas con personalidad antisocial como emocionalmente frías. Sencillamente
no sienten los remordimientos de conciencia, culpa o ansiedad normales (Hare, 1996). Esta frialdad parece explicar una
capacidad inusual para mentir, engañar, robar o manipular a los demás con toda calma (Lykken, 1995).
¿Puede tratarse la sociopatía?
Los trastornos de personalidad antisocial rara vez son tratados con éxito. Con demasiada frecuencia, los sociópatas
manipulan la terapia como cualquier otra situación. Si sacan provecho por actuar como “curados”, así lo harán, pero
regresan a sus patrones de comportamiento anteriores en la primera oportunidad. Sin embargo, hay alguna evidencia de
que el comportamiento antisocial declina un poco después de los 40 años de edad.
Los estudios muestran que más del 65% de todas las personas con personalidad antisocial han sido arrestadas, por lo general debido a
crímenes como robo, vandalismo o violación.
Figura 1. Por medio de imágenes logradas con resonancia magnética, el psicólogo canadiense Robert Hare encontró que el cerebro de
funcionamiento normal (arriba) se ilumina con actividad cuando una persona ve palabras cargadas de emoción como “gusano” o “cáncer”. Pero
el cerebro de un psicópata (abajo) permanece inactivo, sobre todo en las áreas asociadas con los sentimientos y el autocontrol. Cuando el
doctor Hare mostró la imagen de abajo a varios neurólogos, uno de ellos preguntó: “¿Esta persona es de Marte?” (Imágenes cortesía de
Robert Hare).
Tabla 3. Trastornos de personalidad y grado típico de deterioro.
Deterioro moderado
• Dependiente:
Sumisión malsana y dependencia de los demás (aferramiento).
• Histriónica:
Emoción excesiva y comportamiento de búsqueda de atención.
• Narcisista:
Egocentrismo exagerado y deseo de constante admiración.
• Antisocial:
Comportamiento irresponsable y antisocial, como agresión,
engaño, imprudencia y ausencia de remordimiento.
Deterioro alto
• Obsesivo-compulsivo:
Ordenado, perfeccionista y con una rutina rígida.
• Esquizoide:
Emoción limitada y una falta de interés en las relaciones
personales íntimas con los demás.
• Evasiva:
Incomodidad en situaciones sociales, temor de la evaluación,
timidez.
Deterioro grave
• Limítrofe:
Imagen de sí mismo, relaciones, estados de ánimo e impulsos
inestables en extremo.
• Paranoide:
Una desconfianza profunda y suspicacia de los motivos de los
demás, los cuales son vistos como degradantes o
amenazadores.
• Esquizotípica:
Aislamiento social, comportamiento raro en extremo y patrones
de pensamiento perturbados, pero no activamente psicóticos.
Tomado de DSM-IV, 1994, y Millon, 1981.
Bibliografía
• Coon, Dennis. Octava edición. (1999). “Psicología - exploración y aplicaciones”. Cuernavaca:
International Thomson Editores S.A.
• Grupo social de Wikipedia. La enciclopedia libre.
• Berger, Gastón. Tercera edición. (2006). “Cuestionario Caracterológico de Gastón Berger”. Lima:
LAVP.
• Morris, Charles G. Novena edición. (1997). “Introducción a la psicología”. México: Prentice - Hall
Hispanoamericana S.A.
• Whittaker, James O. (1985). “Introducción a la psicología”. México D. F.: Editorial Interamericana S.A.

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  • 1. FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE DERECHO Asignatura: Psicología Ciclo académico: 2013 Lic. Alexandra Orbegoso Maisch CUARTA UNIDAD: Personalidad Personalidad Tema: Personalidad alude a la consistencia que vemos en los patrones personales de comportamiento. Las medidas de la personalidad revelan diferencias individuales y ayudan a predecir el comportamiento futuro. ¿Tiene usted personalidad? “Jim no es guapo, pero tiene gran personalidad”. “Los amigos de negocios de mi padre piensan que es un tipo agradable, pero deberían verlo en casa cuando muestra su verdadera personalidad”. “Es difícil creer que Tanya y Nikki sean hermanas. Tienen personalidades totalmente opuestas”. Por estas afirmaciones, resulta obvio que todos usamos frecuentemente el término personalidad. Sin embargo, cuando se les pregunta, muchas personas encuentran dificultades para definir la personalidad. La mayoría sólo termina diciendo algo sobre “encanto”, “carisma” o “estilo”. Si usa el término personalidad de esta forma, Ie está dando un significado diferente al que Ie dan los psicólogos. Para un psicólogo tiene poco sentido preguntar “¿Tengo personalidad?” o afirmar “Ella tiene mucha personalidad”. En términos psicológicos, todos tienen personalidad. ¿Entonces cómo usan el término los psicólogos? La mayoría de los psicólogos considera la personalidad como los patrones de comportamiento únicos y relativamente estables de una persona. En otras palabras, la personalidad se refiere a la consistencia en quién es usted, quién ha sido y quién será. También abarca la mezcla especial de talentos, actitudes, valores, esperanzas, amores, odios y hábitos que hacen a cada uno de nosotros una persona única. ¿Cuál es la diferencia entre esto y la forma en que la mayoría usa el término? Muchas personas confunden personalidad con carácter. El término carácter indica que se ha juzgado o evaluado a una persona, que no sólo se ha descrito. Si al afirmar que alguien tiene “personalidad” quiere decir que la persona es amigable, sociable y atractiva, en realidad se refiere a lo que considera- mos como buen carácter en nuestra cultura. Pero en algunas culturas se considera bueno que una persona sea violenta, belicosa y cruel. Así, aunque en una cultura particular todos tienen personalidad, no todos tienen carácter, o por lo menos carecen de buen carácter. (¿Conoce usted algunas personas con buen carácter?) La personalidad también es distinta del temperamento. El temperamento es la “materia prima” que forma la personalidad. Temperamento se refiere a los aspectos hereditarios de la personalidad, incluyendo sensibilidad, niveles de actividad, estado de ánimo prevaleciente, irritabilidad y capacidad de adaptación (Kagan, 1989). Incluso los bebés recién nacidos difieren en temperamento. Bases fisiológicas del temperamento • Temperamento es la manera natural con que un ser humano interactúa con el entorno. Puede ser hereditario y no influyen factores externos (sólo si esos estímulos fuesen demasiado fuertes y constantes).
  • 2. • Es la capa instintivo-afectiva de la personalidad, sobre la cual la inteligencia y la voluntad modelarán el carácter (en el cual sí influye el ambiente). • Ocupa también la habilidad para adaptarse, el estado de ánimo, la intensidad, el nivel de actividad, la accesibilidad, y la regularidad. • El temperamento es la naturaleza general de la personalidad de un individuo, basada en las características del tipo de sistema nervioso. • Está relacionado con la influencia endocrina (que se debe a los genes, y que se manifiesta en determinados rasgos físicos y psicológicos). • El temperamento y el carácter definen la personalidad del ser humano; y la diferente combinación e intensidad que de éstos se manifieste en sus diferentes áreas, nos hacen únicos y humanos. • Es el rasgo descriptivo del estilo de actuar que nos distingue de los demás como únicos e irremplazables, de modo que podamos armonizar con ellos. • Herencia genética y entorno: Actualmente se acepta que ciertas características del temperamento se deben a procesos fisiológicos del sistema linfático, así como a la acción endocrina de ciertas hormonas. El temperamento tiene, por tanto, un porcentaje genético nada despreciable. También se acepta, de forma general, que los efectos intensos y permanentes del entorno pueden llegar a influir de forma importante en la formación del temperamento de cada individuo. Sea como sea, como norma general, se dice que el temperamento viene dado por la genética, mientras el carácter se forma a partir de éste, asimilando las vivencias y experiencias que proporciona el entorno. Diferencia entre carácter y temperamento Según la Escuela de la Fe (2006), con frecuencia se confunden los términos temperamento y carácter. La diferencia es que el temperamento es el conjunto de las inclinaciones íntimas que brotan de la constitución fisiológica de los individuos, el carácter, en cambio, es el conjunto de las disposiciones psicológicas que nacen del temperamento, modificado por la educación y el trabajo de la voluntad y consolidado por el hábito. La psicología observa la personalidad Los psicólogos usan gran cantidad de conceptos para explicar la personalidad. Por tanto, sería sensato comenzar con unos cuantos términos clave. Estas ideas deben ayudarle a mantener el rumbo mientras lee este texto. Rasgos Todos los días, usamos la idea de los rasgos al hablar de las personalidades de amigos y conocidos. Por ejemplo, mi amigo Dan es sociable, ordenado e inteligente. Su hermana Andrea es tímida, sensible y creativa. En general, los psicólogos consideran los rasgos de personalidad como cualidades
  • 3. duraderas específicas de una persona. Por lo general, los rasgos se infieren a partir del comportamiento observado. Si ve que Dan habla con extraños, primero en un supermercado y luego en una fiesta, deduciría que es “sociable”. A partir de este rasgo, podría predecir que también será sociable en la escuela o el trabajo. Como verá, a menudo usamos los rasgos para predecir el comportamiento futuro a partir del comportamiento pasado (Hogan, Hogan y Roberts, 1996). Los rasgos también se relacionan con cierta consistencia en el comportamiento. Como ejemplo, piense en lo poco que han cambiado los rasgos de personalidad de sus mejores amigos en los últimos cinco años. En efecto, sería extraño que sintiera que está hablando con una persona diferente cada vez que encuentra a un amigo o conocido. ¿Estos hombres tienen personalidad? ¿Usted la tiene? Los psicólogos y patrones están especialmente interesados en los rasgos de personalidad de individuos que ocupan puestos de alto riesgo y con estrés elevado relacionados con la seguridad pública, como policías, controladores de tráfico aéreo y empleados de plantas de energía nuclear. Personalidad: ¿cuándo se seca el yeso? ¿A qué edad se establecen con firmeza los perfiles importantes de la personalidad? ¿Cuándo se “seca el yeso”? Es posible que la personalidad cambie drásticamente a cualquier edad. Sin embargo, es raro. Los estudios muestran que cuando se cumplen 20 años de edad el molde de su personalidad comienza a endurecerse. Generalmente, a los 30 años la personalidad se ha vuelto muy estable. Después, tienden a ser inusuales los cambios importantes. Cuando ocurren éstos, se asocian con acontecimientos dramáticos en la vida, como catástrofes o tragedias personales. Después de los 30 años de edad, el simple hecho de mudarse a una nueva ciudad, cambiar su apariencia o encontrar nuevos amigos no volverá a modelar su personalidad básica. La persona que es usted a los 30 años de edad será en su mayor parte, la misma que a los 60. (Fuentes: Costa y McCrae, 1992; Roan, 1992). Tipos
  • 4. ¿Alguna vez se ha planteado la pregunta “¿qué tipo de persona es?” antes de conocer a alguien? Un interés en los tipos de personalidad es muy natural. Se dice que las personas con varios rasgos en común tienen el mismo tipo de personalidad (Potkay y Allen, 1986). Informalmente, es muy común hablar de tipos de personalidad. Su propio razonamiento podría incluir los siguientes tipos: ejecutivo, atlético, maternal, yuppie, callado, etc. Si Ie pidiera que defina estos tipos informales, es probable que enumeraría una colección diferente de rasgos para cada uno. ¿Qué tan válido es hablar de “tipos” de personalidad? A través de los años, los psicólogos han propuesto muchas formas de clasificar las personalidades en tipos. Considere la idea, propuesta por el psiquiatra suizo Carl Jung, de que una persona es introvertida o extrovertida. Una persona introvertida es tímida, egocéntrica, cuya atención se dirige hacia adentro. Una persona extrovertida es audaz, sociable, cuya atención se dirige hacia fuera. Estos términos se usan con tanta frecuencia que se pensaría que usted mismo y sus amigos son de un tipo o del otro. Sin embargo, el “extrovertido” más desenfrenado, gracioso y amante de las fiestas que conozca en ocasiones puede ser introvertido, y las personas excesivamente introvertidas en algunas situaciones son asertivas y sociables. En resumen, dos categorías (o incluso varias) a menudo resultan inadecuadas para describir por completo las diferencias en la personalidad. Por esto, clasificar a las personas con una lista de rasgos a menudo ofrece más información que hacerlo con dos o tres tipos. Aunque los tipos tienden a simplificar demasiado la personalidad, tienen valor. Con mayor frecuencia, los tipos se utilizan como una forma abreviada de clasificar a las personas con varios rasgos clave en común. Por ejemplo, clasificar a las personas como personalidades tipo A (corren un alto riesgo de ataque cardiaco) o B (improbable que sufran un ataque cardiaco) ayuda a predecir sus probabilidades de sufrir un ataque cardiaco (véase la figura 1). Del mismo modo, tipos de personalidad enfermos como las personalidades paranoide, dependiente y antisocial. Cada una se encuentra definida por un conjunto específico de rasgos con fallas de adaptación. Figura 1. La presencia de varios rasgos específicos define los tipos de personalidad. Por ejemplo, en la columna de la izquierda se muestran varios rasgos de personalidad posibles. Una persona que generalmente tiene una personalidad “tipo A” posee todos o la mayor parte de los rasgos resaltados. Las personas “tipo A” son especialmente propensas a las enfermedades cardiacas. Rasgos Tipo de personalidad Autoconcepto Otra forma de comprender la personalidad es concentrarse en el autoconcepto de una persona. Las líneas generales de nuestro propio autoconcepto serían reveladas por esta petición: “Por favor, háblenos de usted mismo”. En otras palabras, el autoconcepto es la percepción que tiene una persona de sus propios rasgos de personalidad. Incluye todas sus ideas y sentimientos sobre quién es usted (Potkay y Allen, 1986). Muchos psicólogos creen que el autoconcepto tiene un impacto importante en el comportamiento. Formamos creativamente nuestro autoconcepto con la experiencia diaria. Luego lo revisamos poco a poco, a medida que adquirimos experiencias nuevas. Una vez que existe un autoconcepto estable, tiende a moldear nuestro mundo subjetivo, determinando que es lo que atendemos, recordamos y pensamos (Markus y Nurius, 1986). El autoconcepto de un individuo puede afectar en gran medida la adaptación personal, sobre todo
  • 5. cuando es impreciso o inadecuado (Potkay y Allen, 1986). Como ejemplo, piense en Maryanne, una estudiante que se considera estúpida, inútil y fracasada, a pesar de que obtiene buenas calificaciones en la escuela. Con un autoconcepto negativo así, es probable que Maryanne esté deprimida o ansiosa, sin importar lo bien que haga las cosas. Autoestima Además de tener un autoconcepto impreciso, tome en consideración que Maryanne sufre de baja autoestima. La autoestima se refiere a la forma en que se evalúa a sí mismo. Una persona con una autoestima alta es segura, orgullosa y tiene amor propio. La autoestima baja revela que una persona es insegura, carente de confianza y autocrítica. Como Maryanne, las personas con autoestima baja por lo general muestran señales de estrés e infelicidad. La autoestima tiende a elevarse cuando tenemos éxito. También aumenta por los elogios de los demás. Por tanto, una persona competente y efectiva, y que es amada, admirada y respetada por los demás, casi siempre tendrá una autoestima alta (Baumeister, 1994). Lo que en realidad distingue a las personas con autoestima baja es que generalmente se conocen poco a sí mismas. Como Maryanne, sus autoconceptos son inconsistentes, imprecisos y confusos. Diferencia entre autoconcepto y autoestima La diferencia principal entre estos conceptos es que el autoconcepto es la percepción de uno mismo (propio sentido de la identidad) y la autoestima es la valoración de sí mismo. Teorías de la personalidad La personalidad es tan compleja que nos perderíamos con facilidad si carecemos de un marco de referencia que nos guíe para entenderla. ¿Cómo encajan las observaciones que hacemos sobre la personalidad? ¿Cómo se desarrolla ésta? ¿Por qué las personas adquieren trastornos emocionales? ¿Cómo pueden recibir ayuda? Para responder estas preguntas, los psicólogos han creado una colección deslumbrante de teorías. Una teoría de la personalidad es un sistema de conceptos, suposiciones, ideas y principios propuestos para explicar la personalidad. Hay docenas de teorías de la personalidad, así que sólo es posible presentar algunas de las más influyentes. Las cuatro perspectivas amplias que consideraremos son: 1. Las teorías de los rasgos tratan de identificar qué rasgos forman la personalidad y cómo se relacionan con el comportamiento real. 2. Las teorías psicodinámicas se concentran en el funcionamiento interior de la personalidad, en especial de los conflictos y luchas internos. 3. Las teorías conductuales dan importancia al ambiente externo y a los efectos del condicionamiento y el aprendizaje. 4. Las teorías humanistas ponen énfasis en la experiencia subjetiva privada y el crecimiento personal. Ahora que está orientado, veamos más a fondo la personalidad. 1. El enfoque de los rasgos: descríbase a sí mismo con 18,000 palabras o menos ¿En cuántas palabras puede pensar para describir la personalidad de un amigo íntimo? Deberá tener pocos problemas para hacer una lista larga: más de 18,000 palabras describen características de la personalidad. Como hemos dicho, los rasgos son cualidades relativamente permanentes y resistentes que muestra una persona en la mayor parte de las situaciones. Por ejemplo, si suele ser optimista, reservado y amigable, estas cualidades se considerarían rasgos estables de su personalidad. ¿Qué pasa si en ocasiones soy pesimista, desinhibido o tímido? Las primeras tres cualidades aún son rasgos, siempre y cuando sean más típicos de su comportamiento. Digamos que Soy una Estudiante que enfrenta casi todas las situaciones con optimismo, pero tiene el hábito de esperar lo peor cuando presenta un examen. Si su pesimismo se limita a esta situación o a unas cuantas más, todavía es preciso y útil describirla como optimista. En el siguiente ejemplo, observará una vez más que los rasgos nos ayudan a predecir el comportamiento.
  • 6. Introversión y extroversión: hábitos de estudio extrovertidos Como hemos señalado, dividir a las personas en tipos amplios, como “introvertido” o “extrovertido”, simplifica en exceso la personalidad. Sin embargo, la introversión y la extroversión también pueden considerarse rasgos. Conocer su clasificación en esta sola dimensión de la personalidad nos permitiría predecir cómo se comportará en varios escenarios. Por ejemplo, ¿preferiría estudiar en la biblioteca? Un estudio encontró que los estudiante que obtienen puntuaciones altas en el rasgo de extroversión elegían estudiar en lugares con mayores niveles de ruido y que proporcionan más oportunidades para socializar (Campbell y Hawley, 1982). En la biblioteca del campus de la Universidad Colgate (donde se realizó el estudio), puede encontrar a estudiantes extrovertidos en el salón del segundo piso. O, si lo prefiere, ¡puede encontrar estudiantes más introvertidos en los gabinetes del primero y el tercer pisos! En general, el enfoque de los rasgos trata de identificar los rasgos que describan mejor a una persona. Tómese un momento para marcar los rasgos de la tabla 1 - que considere que describen su personalidad. ¿Los rasgos que marcó tienen la misma importancia? ¿Algunos son más fuertes o básicos que otros? ¿Algunos se superponen? Por ejemplo, si marcó “dominante”, ¿también marcó “seguro de sí mismo” y “atrevido”? Las respuestas a estas preguntas interesarían a un teórico de los rasgos. Para entender mejor la personalidad, los teóricos de los rasgos intentan analizar, clasificar e interrelacionar los rasgos. Tabla 1. Lista de verificación de adjetivos. Marque los rasgos que considere característicos de su personalidad ¿Algunos son más básicos que otros? Agresivo Organizado Ambicioso Listo Confiado Leal Generoso Calmado Afectuoso Intrépido Cauteloso Confiable Sensible Maduro Talentoso Celoso Sociable Honesto Divertido Religioso Dominante Torpe Preciso Nervioso Humilde Desinhibido Visionario Alegre Pensativo Serio Servicial Emotivo Ordenado Ansioso Conformista Bondadoso Liberal Curioso Optimista Amable Dócil Buen vecino Apasionado Compulsivo Clasificación de los rasgos El psicólogo Gordon Allport (1961) identificó varias clases de rasgos. Los rasgos comunes son los que comparte la mayoría de los integrantes de una cultura. Los rasgos comunes muestran cómo las personas de una nación o cultura particular son similares, o en qué rasgos pone énfasis la cultura. Por ejemplo, en la cultura estadounidense la competitividad es un rasgo muy común. Entre los hopi del norte de Arizona, es un rasgo relativamente raro. Por supuesto, los rasgos comunes nos dicen poco sobre los individuos. Aunque muchas personas son competitivas en la cultura estadounidense, cada individuo puede tener una calificación alta o baja en este rasgo. Por lo general, también nos interesan estos rasgos individuales, que definen las cualidades únicas de una persona. Si la diferencia entre rasgos comunes e individuales no queda clara, considere esta analogía: si fuera a comprar un perro como mascota, desearía conocer las características generales de una raza particular (sus rasgos comunes). Además, desearía conocer la “personalidad” de un perro específico antes de seleccionarlo (sus rasgos individuales). Allport también hace distinciones entre rasgos cardinales, centrales y secundarios. Un rasgo cardinal es tan básico que todas las actividades de una persona pueden llevar a la existencia del rasgo. Por ejemplo, se dice que un factor esencial en la vida de Albert Schweitzer era “una reverencia por todos los seres vivos”. Del mismo modo, la personalidad de Abraham Lincoln era dominada por el rasgo cardinal de la honestidad. De acuerdo con Allport, pocas personas tienen rasgos cardinales. ¿Cuál es la diferencia entre los rasgos centrales, secundarios y cardinales?
  • 7. Rasgos centrales Los rasgos centrales son las principales cualidades o cimientos básicos de la personalidad. Allport encontró que un número muy pequeño de rasgos centrales bastan para captar la esencia de una persona. Los estudiantes universitarios a los que se les pidió que describieran a alguien que conocieran bien mencionaron, en promedio, sólo siete rasgos centrales (Allport, 1961). En contraste, los rasgos secundarios son aspectos menos consistentes, relativamente superficiales, de una persona. Por esto, en una descripción de la personalidad podría enumerarse cualquier cantidad de rasgos secundarios. Entre sus propios rasgos secundarios se incluyen elementos como preferencias alimentarias, actitudes, opiniones políticas, gustos musicales, etc. Por tanto, en términos de Allport, una descripción de la personalidad incluiría los siguientes puntos: Nombre: Jane X Edad: 22 Rasgos cardinales: Ninguno Rasgos centrales: Posesiva, autónoma, sensible al arte, dramática, egocéntrica, confiada. Rasgos secundarios: Prefiere las ropas coloridas, Ie gusta trabajar sola, políticamente liberal, siempre llega tarde (y así sucesivamente). Antes de leer la siguiente sección, tómese un momento para responder las preguntas del recuadro. Al hacerlo, aumentará su comprensión de una vieja controversia sobre la psicología de la personalidad. ¿Cómo ve la personalidad? Tal vez las siguientes preguntas Ie ayuden a conocer más sobre las suposiciones que hace acerca de la personalidad. Responda verdadera o falsa a cada afirmación. 1) Las acciones de mis amigos son muy consistentes de un día a otro y en situaciones diferentes. ¿V o F? 2) Que una persona sea honesta o deshonesta, amable o cruel, un héroe o un cobarde, depende principalmente de las circunstancias. ¿V o F? 3) La mayoría de las personas que conozco desde hace varios años tienen más o menos las mismas personalidades ahora que cuando las conocí por primera vez. ¿V o F? 4) La razón por la que algunos profesionistas (como profesores, abogados o doctores) se parecen mucho es que su trabajo requiere que actúen de maneras determinadas. ¿V o F? 5) La personalidad de un posible compañero de dormitorio es de lo primero que me gustaría conocer. ¿V o F? 6) Creo que por lo general las circunstancias inmediatas determinan la forma en que actúan las personas en cualquier momento. ¿V o F? 7) Para estar a gusto en un empleo, la personalidad debe corresponder con la naturaleza del trabajo. ¿V o F? 8) Casi cualquier persona sería cortés en la recepción de una boda; no importa la clase de personalidad que tenga. ¿V o F? Ahora cuente el número de veces que marcó verdadero para los reactivos nones. Haga lo mismo para los reactivos pares. Si estuvo de acuerdo con la mayor parte de los reactivos nones, tiende a considerar que los rasgos de personalidad o las disposiciones personales duraderas influyen fuertemente en el comportamiento. Si estuvo de acuerdo con la mayor parte de los reactivos pares, considera que situaciones y circunstancias externas influyen fuertemente en el comportamiento. Si las veces que respondió verdadero es casi igual para los reactivos nones y pares, Ie da un peso igual a los rasgos y las situaciones como fuentes del comportamiento. Ésta es la opinión que ahora sostienen muchos psicólogos de la personalidad. Rasgos, consistencia y situaciones Durante muchos años, los psicólogos debatieron sobre esta interrogante: ¿qué afecta más a nuestro comportamiento, los rasgos de personalidad o las circunstancias externas? Ahora hay poca duda de que los rasgos de personalidad siguen siendo consistentes durante largos periodos (Costa y McCrae,
  • 8. 1992; Roan, 1992). No obstante, las situaciones también ejercen una influencia poderosa en la conducta. Por ejemplo, sería inusual encontrar a alguien leyendo un libro en un juego de fútbol o bailando en un cine. Del mismo modo, pocas personas duermen en la montaña rusa o cuentan chistes en los funerales. Por otra parte, sus rasgos de personalidad ayudan a predecir si su primera elección será leer un libro, ir al cine o asistir a un juego de fútbol. La mayoría de los psicólogos está de acuerdo ahora en que los rasgos interactúan con las situaciones para determinar el comportamiento. Entonces, las interacciones rasgo-situación se refieren al hecho de que los escenarios y circunstancias externos influyen en la expresión de los rasgos de personalidad. Para ilustrar algunas interacciones entre rasgos y situaciones, imagine lo que sucedería si pasara de una iglesia a un salón de clases, a una fiesta y a un juego de fútbol. Con cada cambio, es probable que su comportamiento sería más audible y bullicioso. Este cambio demostraría los efectos de las situaciones en su comportamiento. Al mismo tiempo, sus rasgos de personalidad también serían evidentes: si fuera más callado que el promedio de la clase, es probable que también sería más callado que el promedio en los otros escenarios (Rorer y Widiger, 1983). 2. Teoría psicoanalítica: ello me llegó en un sueño Los teóricos psicodinámicos no se contentan con estudiar los rasgos de personalidad. En cambio, desean explorar bajo la superficie de la personalidad, para saber qué impulsos, conflictos y energías nos animan. La teoría psicoanalítica, que es el enfoque psicodinámico mejor conocido, se desarrolló gracias al trabajo de Sigmund Freud, un médico vienés. Freud se interesó en la personalidad cuando se dio cuenta de que muchos de los problemas de sus pacientes carecían de causas físicas aparentes. Desde alrededor de 1890 y hasta 1939, año de su muerte, Freud desarrolló una teoría de la personalidad que influyó profundamente en el pensamiento moderno. La teoría de Freud es mucho más compleja de lo que mostraría un breve bosquejo. Sólo tomaremos en consideración sus principales características. Tabla 2. Conceptos freudianos clave. • Ansiedad moral: aprensión cuando los pensamientos, impulsos o acciones entran en conflicto con las normas del superyó. • Ansiedad neurótica: aprensión cuando el yo lucha para controlar los impulsos del ello. • Conflicto de Edipo: atracción sexual de un niño hacia su madre, y sentimientos de rivalidad con su padre. • Conflicto de Electra: atracción sexual de una niña hacia su padre y sentimientos de rivalidad con su madre. • Conciencia: la parte del superyó que desarrolla culpa cuando no se cumplen sus normas. • Consciente: región de la mente que incluye todo el contenido del que es consciente una persona en cualquier momento. • Ello: parte primitiva de la personalidad que permanece inconsciente, proporciona energía y exige placer. • Eros: nombre que da Freud a los “instintos de vida”. • Etapa anal: etapa psicosexual que corresponde más o menos al periodo de entrenamiento para el control de esfínteres (1 a 3 años de edad). • Etapa fálica: etapa psicosexual (más o menos de los 3 a los 6 años de edad) en que un niño se preocupa por los genitales. • Etapa genital: periodo de desarrollo psicosexual pleno, marcado por la obtención de la sexualidad adulta madura. • Etapa oral: periodo en que los bebés se preocupan por Ia boca como fuente de placer y medio de expresión. • Etapas psicosexuales: etapas oral, anal, fálica y genital, en que se forman varios rasgos de la personalidad. • Fijación: conflicto duradero desarrollado a raíz de la frustración o la indulgencia excesiva.
  • 9. • Ideal del yo: parte del superyó que representa el comportamiento ideal; una fuente de orgullo cuando sus normas se cumplen. • Inconsciente: región de la mente que se encuentra más allá de la conciencia, sobre todo impulsos y deseos que una persona no conoce directamente. • Latencia: según Freud, periodo en la infancia en que se interrumpe el desarrollo psicosexual. • Libido: en la teoría freudiana, fuerza, orientada principalmente al placer, que vigoriza a la personalidad. • Personalidad anal expulsiva: persona desordenada, destructiva, cruel o sucia. • Personalidad anal retentiva: persona obstinada, mezquina o compulsiva, y que por lo general tiene dificultades para “soltarse”. • Personalidad fálica: persona vana, exhibicionista, sensible y narcisista. • Personalidad oral agresiva: persona que usa la boca para expresar hostilidad gritando, maldiciendo, mordiendo, etc. Además, persona que explota a los demás. • Personalidad oral dependiente: persona que desea recibir en forma pasiva atención, obsequios, amor, etc. • Preconsciente: área de la mente con información que puede traerse voluntariamente a la conciencia. • Principio del placer: búsqueda de satisfacción inmediata de deseos, anhelos o necesidades. • Principio de la realidad: demora de la acción (o placer) hasta que sea apropiada. • Psique: la mente, la vida mental y la personalidad como un todo. • Superyó: juez o censor de los pensamientos y las acciones. • Tanatos: instinto de muerte postulado por Freud. • Yo: parte ejecutiva de la personalidad que dirige el comportamiento racional. • Zona erógena: cualquier zona del cuerpo que produzca sensaciones placenteras. ¿Cuál era el concepto de la personalidad de Freud? La estructura de la personalidad Freud consideraba a la personalidad como un sistema dinámico dirigido por tres estructuras mentales, el ello, el yo y el superyó. De acuerdo con Freud, casi todo el comportamiento se relaciona con la actividad de los tres sistemas. (La teoría de Freud incluye una gran cantidad conceptos. Para su conveniencia, se definen en la tabla 2). El ello está formado por instintos e impulsos biológicos. Es de autoservicio, irracional, impulsivo y completamente inconsciente. El ello opera con el principio del placer. Esto significa que todos los impulsos que buscan placer se expresan en forma libre. Si la personalidad de todos estuviera únicamente bajo el control del ello, el mundo sería un caos increíble. Freud pensaba en el ello como fuente de energía para toda la psique, o personalidad. Esta energía, llamada libido, fluye de los instintos de vida (llamados Eros). De acuerdo con Freud, la libido promueve la supervivencia, explica los deseos sexuales y se expresa siempre que buscamos placer. Freud también describió un instinto de muerte. Tanatos, como lo llamó, es responsable de los impulsos agresivos y destructivos. Freud ofreció la larga historia de guerras y violencia de la humanidad como evidencia de dichos impulsos. Entonces, gran parte de las energías del ello se orientan a descargar las tensiones relacionadas con el sexo y la agresión. Al yo en ocasiones se le describe como el “ejecutivo”, porque dirige las energías suministradas por el ello. Éste es como un rey ciego con un poder impresionante, pero que depende de otros para que ejecuten sus órdenes. El ello sólo puede formar imágenes mentales de las cosas que desea. El yo obtiene su poder para dirigir el comportamiento al relacionar los deseos del ello con la realidad externa. ¿Hay otras diferencias entre el yo y el ello? Sí. Recuerde que el ello opera de acuerdo en el principio del placer. En contraste, el principio de la realidad guía al yo. Es decir, el yo demora la acción hasta que resulta práctica o apropiada. El yo es el sistema del razonamiento, la planeación, la solución de problemas y la decisión. Tiene el control consciente de la personalidad.
  • 10. ¿Cuál es la función del superyó? El superyó actúa como juez o censor para los pensamientos y acciones del yo. Una parte del superyó, llamada conciencia, refleja las acciones por las que ha sido castigada una persona. Cuando no se cumplen las normas de la conciencia, recibe un castigo interno en forma de sentimientos de culpa. Una segunda parte del superyó es el ideal del yo. El ideal del yo refleja todo el comportamiento que los padres aprobaban o recompensaban. El ideal del yo es una fuente de metas y aspiraciones. Cuando se cumplen sus normas, nos sentimos orgullosos. A través de estos procesos, el superyó actúa como “padre internalizado” que pone bajo control al comportamiento. En términos freudianos, una persona con un superyó débil será delincuente, criminal o tendrá una personalidad antisocial. En contraste, un superyó muy estricto o severo causará inhibición, rigidez o una culpa insoportable. La dinámica de la personalidad ¿Cómo interactúan el ello, el yo y el superyó? Es importante reconocer que Freud no representó al ello, el yo y el superyó como partes del cerebro o “personitas” que corren por la psique humana. En realidad, son procesos mentales separados y en conflicto. Freud planteó la teoría de un delicado equilibrio de poder entre los tres. Por ejemplo, las exigencias de placer inmediato del ello a menudo chocan con las restricciones morales del superyó. Quizá un ejemplo servirá para aclarar el papel de cada parte de la personalidad. Freud en pocas palabras Digamos que le atrae sexualmente un conocido. El ello clama por la satisfacción inmediata de sus deseos sexuales, pero se le opone el superyó (que considera molesta la sola idea del sexo). El ello dice: “¡Vamos!”. El superyó replica con frialdad: “¡Ni siquiera lo pienses de nuevo!” ¿Y qué dice el yo? El yo dice: “¡Tengo un plan!” Por supuesto, ésta es una simplificación exagerada, pero capta el núcleo del pensamiento freudiano. Para reducir la tensión, el yo comenzaría acciones que condujeran a la amistad, el romance, el noviazgo y el matrimonio. Si el ello es muy poderoso, el yo cedería a un intento de seducción. Si el superyó prevalece, el yo se vería obligado a desplazar o sublimar las energías sexuales hacia otras actividades (deportes, música, baile, tracciones, duchas frías). De acuerdo con Freud, las luchas internas y las energías que se han canalizado nuevamente tipifican la mayor parte del funcionamiento de la personalidad.
  • 11. Desarrollo de la personalidad Continuemos analizando la forma en que la teoría psicoanalítica explica el desarrollo de la personalidad. Freud planteó la teoría de que el núcleo de la personalidad se forma antes de los 6 años de edad, en una serie de etapas psicosexuales. Su explicación sostiene que los impulsos infantiles de placer erótico tienen efectos duraderos en el desarrollo. El énfasis de Freud en la sexualidad infantil sigue siendo controvertido. Sin embargo, Freud usaba el término sexo en forma muy amplia para referirse a diferentes fuentes físicas de placer. ¿Una fábula freudiana? Freud identificó cuatro etapas psicosexuales: oral, anal, fálica y genital. (También describió un periodo de “latencia” entre las etapas fálica y genital. La latencia se explicará en un momento). En cada etapa, una parte diferente del cuerpo se vuelve la zona erógena primaria del niño (un área capaz de producir placer). Entonces, cada área sirve como fuente principal de placer, frustración y autoexpresión. Freud creía que muchos rasgos de la personalidad adulta pueden atribuirse a fijaciones en una o más de las etapas. ¿Qué es una fijación? Se trata de un conflicto sin resolver o un retraso emocional causado por indulgencia excesiva o frustración. A medida que describamos las etapas psicosexuales, verá por qué Freud consideraba importante la fijación. 1) Etapa oral: Durante el primer año de vida, el bebé obtiene la mayor parte del placer de la estimulación de la boca. Si se alimenta o se frustra en exceso un niño, pueden crearse rasgos orales. Algunos ejemplos de la expresión adulta de necesidades orales son mascar chicle, morderse las uñas, fumar y besar, además de comer y beber en abundancia. ¿Qué pasa si hay una fijación oral? La fijación al principio de la etapa oral produce una personalidad oral dependiente. Las personas con este tipo de personalidad son crédulas (¡se tragan las cosas con facilidad!), pasivas y
  • 12. necesitan mucha atención (desean que se les mime). Las frustraciones al final de la etapa oral llegan a causar agresión, a menudo en forma de mordidas. La fijación aquí crea un adulto oral agresivo al que Ie gusta discutir (¡el “sarcasmo mordaz” es su fuerte!), es cínico y explota a los demás. 2) Etapa anal: Entre el año y los 3 años de edad, la atención del niño se dirige al proceso de eliminación. Cuando los padres intentan el entrenamiento para el control de esfínteres, el niño obtiene aprobación o expresa rebelión o agresión “reteniendo” o “soltando”. Por tanto, un entrenamiento severo o indulgente para el control de esfínteres puede causar una fijación anal que deje atrapadas estas respuestas de la personalidad. Freud describía a la personalidad anal retentiva (que retiene) como obstinada, mezquina, ordenada y compulsivamente limpia. Y describía a la personalidad anal expulsiva (que suelta) como desordenada, destructiva, cruel o sucia. 3) Etapa fálica: Los rasgos adultos de la personalidad fálica son vanidad, exhibicionismo, orgullo y narcisismo (vanidad excesiva y narcisismo). Freud planteó la teoría de que las fijaciones fálicas se desarrollan entre los 3 y 6 años de edad. En esta época, el aumento en el interés sexual provoca que el niño se sienta atraído físicamente por el padre del sexo opuesto. En los hombres, esta atracción conduce a un conflicto de Edipo, en que el niño siente rivalidad con su padre por el afecto de la madre. Freud creía que el niño varón se siente amenazado por el padre (específicamente, el niño teme la castración). Para aliviar su ansiedad, el niño debe identificarse con el padre. Su rivalidad termina cuando el niño trata de parecerse más a su padre. Al hacerlo, comienza a aceptar los valores del padre y a formar una conciencia. ¿Qué pasa con las niñas? En un paralelo del conflicto de Edipo, llamado conflicto de Electra, la niña ama a su padre y compite con su madre. Sin embargo, según Freud, la identificación de la niña con la madre es más gradual. Esto, dice él, es menos efectivo para crear una conciencia. Freud creía que las mujeres ya se sentían castradas. Debido a esto, son menos propensas a identificarse con sus madres, en comparación a como lo hacen los niños con sus padres. En particular, las feministas modernas han rechazado por completo esta parte del pensamiento freudiano (y en forma correcta). Es probable que se entienda mejor como reflejo de los tiempos de dominación masculina en que vivió Freud. 4) Latencia: De acuerdo con Freud hay un periodo de latencia desde los 6 años de edad hasta la pubertad. En realidad, la latencia no es una etapa. Más bien, es una época tranquila en que el desarrollo psicosexual está inactivo o interrumpido. Es difícil aceptar la creencia de Freud de que el desarrollo psicosexual está “en receso” en esta época. No obstante, Freud consideraba a la latencia como un periodo relativamente tranquilo, comparado con los primeros 6 años tormentosos de vida. 5) Etapa genital: En la pubertad, un aumento de las energías sexuales activa todos los conflictos sin resolver de años anteriores. Según Freud, este acceso es la razón por la que la adolescencia llega a ser un periodo tan difícil, lleno de emoción y confusiones. La etapa genital comienza en la pubertad. Durante la adolescencia, está marcada por un potencial creciente para las relaciones sociales y sexuales responsables. La etapa genital termina con una capacidad madura para el amor y la realización de una sexualidad adulta plena. Mecanismos de defensa En la teoría psicoanalítica, son los métodos utilizados por el yo para disminuir la angustia mediante la distorsión inconsciente de la realidad. Sirven para enmascarar las pulsiones amenazadoras, impidiéndoles entrar en la consciencia. Son reacciones automáticas e inconscientes que responden a conflictos intrapsíquicos. Se utilizan para rechazar la ansiedad y permiten que haya un compromiso entre las exigencias del ello y la sociedad. El mecanismo de defensa funciona de dos maneras: (1) bloquea el impulso sexual o agresivo, o (2) cambia la naturaleza del impulso mismo; ambas maneras alivian la culpabilidad y la ansiedad y permiten cierta gratificación del impulso recién transformado. Freud y sus seguidores identificaron varias estrategias utilizadas para afrontar el estrés o la ansiedad derivados de conflictos intrapsíquicos.
  • 13. 1) Represión: Es la base de los demás mecanismos de defensa. Las personas que utilizan este método de afrontamiento excluyen los impulsos, pensamientos y sentimientos inaceptables de su conciencia. Una prueba de que hay represión es que la reacción a una situación importante no va de acuerdo con ésta y que se presentan indicios indirectos de que sí hay tendencias represivas. Por ejemplo, a una mujer le enoja tener que pagar impuestos, y bloquea esos sentimientos en su conciencia, pero hay indicios indirectos de que la ira existe -se olvida de firmar el cheque o de incluirlo con su declaración. 2) Desplazamiento: La represión puede llevar directamente al desplazamiento porque el tipo más común de barricada represiva es concentrar la atención en un substituto, o desplazar la atención. Si alguna vez ha estado enojado con su jefe o con un profesor y no ha podido expresar esa ira, podrá darse cuenta de que ataca a su compañero de cuarto o a un extraño en la calle. Como no puede demostrar su ira a la persona que la provocó, la desplaza hacia un objetivo aceptable. 3) Proyección: Una manera de bloquear pensamientos y sentimientos inaceptables es atribuirlos a otra persona. Esto se llama proyección. Una persona que se siente culpable porque es agresiva en los negocios, podría atribuir el mismo comportamiento a sus competidores y afirmar que sus actos hicieron necesario ejercer represalias. La proyección sitúa la responsabilidad del propio comportamiento fuera de uno mismo y elimina la culpa y el conflicto que de otra manera provocaría el comportamiento. 4) Formación reactiva: En la formación reactiva revertimos nuestros sentimientos inaceptables. Por ejemplo, un hombre podría odiar a su madre porque lo importuna y le exige demasiado. El conflicto entre sus impulsos irascibles y las exigencias de su superyo de honrar y amar a sus padres le provoca ansiedad y culpabilidad. Para aliviar esos sentimientos, inconscientemente transforma su odio en amor y devoción exagerados y actúa como un hijo modelo. Algunas veces tenemos actitudes profundamente arraigadas que son por completo opuestas a nuestras actitudes reprimidas. 5) Negación: Esta es otra manera de rechazar el reconocimiento de sentimientos inaceptables. En la negación el sentimiento se expresa, pero acompañado de un “signo de menos”. Tomemos el ejemplo del hombre que odia a su madre. Si su forma de afrontar es la formación reactiva, dirá “amo a mi madre”. Si utiliza la negación como modo de afrontar, declarará enfáticamente “no odio a mi madre”, y con frecuencia se expresará así de improviso, sin que nadie cuestione o exija una explicación respecto de sus sentimientos hacia su madre. Si expresa su amor de manera negativa, podrá deshacerse de la ira que siente sin reconocer su origen inaceptable. 6) Intelectualización: Se trata de una preferencia exagerada del pensamiento sobre los sentimientos. Una persona que utiliza la intelectualización hablará sobre cuestiones sexuales o de agresividad de manera fría y distante. Eso impide que la persona experimente cualquiera de los sentimientos que muchos de nosotros tenemos respecto de esos temas. Los adolescentes utilizan con frecuencia este mecanismo de defensa cuando discuten sobre cuestiones sexuales en abstracto. La intelectualización les ayuda a superar muchos de los conflictos que son inevitables durante el crecimiento. 7) Anulación: Anular es negar un acto inaceptable mediante otro para aliviar la culpabilidad y la ansiedad que resulta del primero de ellos. Es el único mecanismo de defensa que constituye una respuesta “posterior”. Los otros impiden que se presenten pensamientos o sentimientos inaceptables. Un esposo que habitualmente discute con su mujer en la mañana y le lleva flores al volver del trabajo utiliza la anulación. No obstante, le sorprendería mucho que usted lo enfrentara con este patrón y negaría que eso es lo que estaba haciendo. 8) Regresión: En la regresión, la persona huye de la ansiedad retrocediendo hacia un comportamiento apropiado para una etapa de la vida aparentemente más segura. Una niñita que pasa por el estrés de ir a la
  • 14. escuela por primera vez empezará a actuar como bebé: podría chuparse el dedo, mojar la cama o insistir en que su padre o su madre la cargue en lugar de caminar. 9) Sublimación: La sublimación es la canalización de los impulsos y sentimientos inaceptables hacia actividades aceptables. Freud interpretaba las madonnas del gran Leonardo da Vinci como ejemplo de la sublimación de sus sentimientos edípicos; en otras palabras, pensaba que Leonardo manejaba un complejo de Edipo no resuelto transformando sus sentimientos hacia su madre en arte. La sublimación también podría permitir que un individuo expresara sus instintos sádicos reprimidos en actividades constructivas como la cirugía. Freud pensaba que la curiosidad intelectual de los adultos era una sublimación de la curiosidad sexual infantil. Los mecanismos de defensa forman parte del comportamiento normal, pero según Freud, el uso excesivo de los mismos es un síntoma de neurosis. Uso excesivo quiere decir llevarlo al extremo (como una notable regresión a la infancia) o recurrir habitualmente al mismo (como represión de los sentimientos sexuales durante toda la vida). Teorías psicodinámicas: descendientes de Freud Las ideas de Freud atrajeron con rapidez a seguidores brillantes. Con igual rapidez, la importancia que dio Freud a las pulsiones instintivas y a la sexualidad hizo que muchos de ellos estuvieran en desacuerdo con él. A quienes permanecieron cerca del núcleo del pensamiento de Freud se les llamó neofreudianos (neo significa “nuevo”). Los neofreudianos aceptaron las características generales de la teoría de Freud pero revisaron partes de ella. Algunos de los neofreudianos más conocidos son Karen Horney, Anna Freud (hija de Sigmund), Otto Rank y Erich Fromm. Otros seguidores iniciales rompieron en forma completa con Freud y crearon sus propias teorías. Este grupo incluye a personas como Alfred Adler, Harry Sullivan y Carl Jung. ¿Cuáles son las diferencias entre las ideas de estas personas y las de Freud? La historia completa de otras teorías psicodinámicas debe aguardar a su primer curso de personalidad. Por ahora, tomaremos una muestra de una concepción que abraza la mayor parte de la teoría de Freud pero no toda (Horney). Karen Horney (1885 - 1952) Karen Horney permaneció fiel a casi toda la teoría de Freud, pero se resistía a sus ideas más mecanicistas, biológicas e instintivas. Por ejemplo, Horney rechazaba, como mujer, la afirmación de Freud de que la “anatomía es el destino”. Esta opinión, entretejida en la psicología freudiana, sostiene que los hombres son dominantes o superiores a las mujeres. Horney estuvo entre los primeros que pusieron en duda el obvio prejuicio masculino del pensamiento de Freud. Horney también estuvo en desacuerdo con Freud sobre las causas de la neurosis. Freud sostenía que los neuróticos (acosados por la ansiedad) luchaban con pulsiones prohibidas del ello que temían que no lograran controlar. Horney opinaba que cuando las personas se sienten aisladas y desamparadas en un mundo hostil se desarrolla un núcleo de ansiedad básica. Creía que estos sentimientos están arraigados en la infancia. Los problemas ocurren cuando un individuo trata de controlar la ansiedad básica exagerando un modo único de interacción con los demás. ¿Qué quiere decir “modo de interacción”? De acuerdo con Horney, cada uno de nosotros puede acercarse a los demás (depender de ellos para el amor, el apoyo o la amistad), alejarse de los demás (al retraernos, actuar como “solitarios” o ser “fuertes” e independientes) o moverse contra los demás (al atacarlos, competir con ellos o buscar poder sobre ellos). Horney creía que la salud emocional refleja un equilibrio entre estos tres modos de interacción. En su opinión, Ios problemas emocionales tienden a llevar a las personas al uso excesivo de uno de los tres modos (idea que sigue siendo valiosa). 3. Teorías del aprendizaje de la personalidad - Conductismo: ¿hábito, te he visto antes? ¿Cómo ven los teóricos del aprendizaje la estructura de la personalidad?
  • 15. Personalidad = comportamiento Una de las primeras teorías propuesta por John Dollard y Neal Miller (1950) sirve para ilustrar la perspectiva conductual de la personalidad. En su opinión, los hábitos (patrones de comportamiento aprendidos) forman la estructura de la personalidad. En cuanto a la dinámica de la personalidad, Dollard y Miller creen que cuatro elementos del aprendizaje determinan los hábitos: pulsión, señal, respuesta y recompensa. Una pulsión es cualquier estímulo lo suficientemente fuerte para dirigir a una persona a la acción (como hambre, dolor, lujuria, frustración o temor). Las señales son indicios del ambiente. Estas señales guían a las respuestas (acciones) para que sea más probable que produzcan recompensa (reforzamiento positivo). ¿Cómo se relaciona esto con la personalidad? Un ejemplo sirve para aclarar este punto de vista. Digamos que una niña se siente frustrada porque un hermano mayor toma uno de sus juguetes. La niña emitiría alguna respuesta. Podría hacer un berrinche, golpear a su hermano, decirle a su madre, etc. La respuesta elegida es guiada por las señales disponibles y los efectos previos de cada respuesta. Si decirle a su madre Ie ha resultado en el pasado, y la madre está presente, tal vez su respuesta inmediata sería decide otra vez. Si existe un conjunto diferente de señales (si la madre está ausente o si el hermano mayor se ve muy amenazador), tal vez la niña seleccione otra respuesta. Para un observador externo, las acciones de la niña parecen reflejar su personalidad. Para el teórico del aprendizaje, son una reacción directa a los efectos combinados de la pulsión, la señal, la respuesta y la recompensa. ¿Este análisis no pasa por alto muchos elementos? Sí. Los teóricos del aprendizaje trataron primero de proporcionar un modelo más simple y claro de la personalidad. Pero en años recientes han tenido que enfrentar un hecho que originalmente tendieron a ignorar: las personas piensan. A la nueva camada de psicólogos conductuales (quienes incluyen la percepción, el pensamiento, las expectativas y otros eventos mentales en sus concepciones) se les llama teóricos del aprendizaje social. Los principios del aprendizaje, el modelamiento, la cognición y los efectos de las relaciones sociales se combinan en la teoría del aprendizaje social para explicar la personalidad. Modelamiento: Consiste en modelar (exhibir) la conducta que se desea que alguien aprenda, haciendo evidente la consecuencia o reforzador (tangible o social) que sigue a la conducta exhibida. Teoría del aprendizaje social El “conductismo cognoscitivo” de la teoría del aprendizaje social puede ilustrarse con tres conceptos propuestos por Julian Rotter: la situación psicológica, la expectativa y el valor del reforzamiento. Examinaremos cada uno (Rotter y Hochreich, 1975). Alguien Ie pone una zancadilla. ¿Cómo responde? Probablemente su respuesta será diferente si piensa que fue planeada o que se trató de un accidente. No basta con conocer el escenario en que una persona responde. También necesitamos conocer la situación psicológica de la persona (es decir, cómo interpreta o define la situación). Aquí hay otro ejemplo. Digamos que saca una calificación baja en un examen. ¿Lo considera un desafío para trabajar más duro, una señal de que debería abandonar la clase o una excusa para emborracharse? Una vez más, su interpretación es importante. Una expectativa se refiere a su idea de que emitir una respuesta conducirá al reforzamiento. Para seguir con el ejemplo, si trabajar más duro Ie ha dado resultados en el pasado, es una reacción probable ante una calificación baja en un examen. Pero para predecir su respuesta tendríamos que saber también si esperaba que sus esfuerzos Ie dieran resultados en la situación actual. En realidad, el reforzamiento esperado llega a ser más importante que el reforzamiento anterior y real. ¿Y qué papel desempeña el valor que Ie da a las calificaciones, el éxito escolar o la capacidad personal? El tercer concepto de Rotter, el valor del reforzamiento, afirma que los humanos Ie dan diferentes valores subjetivos a diferentes actividades o recompensas. Esto también debe tomarse en cuenta para entender la personalidad. Vale la pena mencionar aquí una idea más. En ocasiones, todos evaluamos nuestras acciones y podemos recompensarnos con privilegios o premios especiales cuando la evaluación es positiva. Con
  • 16. esto en mente, la teoría del aprendizaje social agrega el concepto de autorreforzamiento a la teoría conductista. El autorreforzamiento se refiere al elogio o la recompensa que uno mismo se concede por haber emitido una respuesta particular (como terminar una tarea escolar). Por tanto, los hábitos de elogiarse e inculparse se vuelven una parte importante de la personalidad. En realidad, puede con- siderarse al autorreforzamiento como la contraparte conductista del superyó. Por medio del autorreforzamiento nos recompensamos por logros personales y otros comportamientos “buenos”. Autorreforzamiento: ser bueno con uno mismo Las siguientes afirmaciones, adaptadas de una escala elaborada por Elaine Heiby (1983), mejorarán su comprensión del autorreforzamiento. Marque aquellas que se aplique a usted. ■ A menudo tengo pensamientos positivos sobre mí mismo. ■ Con frecuencia cumplo las normas que establezco para mí mismo. ■ Trato de no culparme cuando las cosas salen mal. ■ Por lo general no me molesto cuando cometo errores, porque aprendo de ellos. ■ Obtengo satisfacción de lo que hago, aunque no sea perfecto. ■ Cuando cometo errores, me doy tiempo para tranquilizarme. ■ No creo que hablar sobre lo que he hecho bien sea demasiado jactancioso. ■ Elogiarse uno mismo es saludable y normal. ■ No creo que tenga que estar molesto cada vez que cometo un error. ■ Mis sentimientos de autoestima y seguridad en mí mismo son muy constantes. Las personas que están de acuerdo con todas o casi todas las afirmaciones anteriores tienden a tener calificaciones altas de autorreforzamiento. Y, como sugiere el último reactivo, los índices altos de autorreforzamiento se relacionan con una autoestima alta. También sucede lo contrario: numerosos estudios han mostrado que los estudiantes universitarios ligeramente deprimidos tienden a tener estimaciones bajas de autorreforzamiento (Heiby, 1983). No se sabe si el autorreforzamiento bajo conduce a la depresión, o viceversa. En cualquier caso, aprender a autorreforzarse más parece disminuir la depresión (Fuchs y Rehm, 1977). Desde un punto de vista conductual, es valioso aprender a ser “bueno con uno mismo”. 4. Teoría humanista: experiencias cumbre y crecimiento personal El humanismo se concentra en la experiencia, los problemas, los potenciales y los ideales humanos. Es una reacción a la cualidad estática de las teorías de los rasgos, el pesimismo de la teoría psicoanalítica y la naturaleza mecánica de la teoría del aprendizaje. En su núcleo hay una imagen positiva de lo que significa ser humano. Los humanistas rechazan la perspectiva freudiana de la personalidad como un campo de batalla en que se enfrentan instintos biológicos y fuerzas inconscientes. En cambio, consideran que la naturaleza humana es inherentemente buena y que busca formas de permitir que surjan nuestros potenciales. (La naturaleza humana está integrada por los rasgos, las cualidades, los potenciales y los patrones de comportamiento más característicos de los seres humanos). Los humanistas también se oponen a las insinuaciones mecánicas, “cosificadas” del punto de vista con- ductista. No somos, dicen, tan sólo un manojo de respuestas moldeables; más bien somos seres creativos capaces de elegir libremente. Para un humanista, la persona que usted es hoy en gran medida ha sido producto de todas sus elecciones anteriores. El enfoque humanista también pone mayor énfasis en la experiencia subjetiva (percepciones privadas de la realidad) inmediata, que en el aprendizaje previo. Los humanistas creen que hay tantos “mundos reales” como personas. Para enten- der el comportamiento de una persona, debemos conocer su percepción subjetiva del mundo, lo que es “real” para ella. ¿Quiénes son los teóricos humanistas más importantes? Hay muchos psicólogos cuyas teorías caen dentro de la tradición humanista. Entre éstos, los más conocidos son Carl Rogers (1902-1987) y Abraham Maslow (1908-1970). Maslow y la autorrealización Abraham Maslow se interesó en las personas que llevaban vidas inusualmente efectivas. ¿En qué se diferenciaban de la persona promedio? Para encontrar una respuesta, Maslow comenzó por estudiar
  • 17. las vidas de grandes hombres y mujeres, como Albert Einstein, William James, Jane Adams, Eleanor Roosevelt, Abraham Lincoln, John Muir y Walt Whitman. De ahí pasó a estudiar directamente a artistas, escritores, poetas y otros individuos creativos. En el camino, el pensamiento de Maslow cambió radicalmente. Al principio sólo estudió personas de creatividad obvia o con grandes logros. Sin embargo, con el tiempo Ie quedó claro que un ama de casa, un carpintero, un empleado o un estudiante podían llevar una vida rica, creativa y satisfactoria. Maslow definió como autorrealización al proceso de desarrollar por completo los potenciales personales (Maslow, 1954). Los que se autorrealizan: la vida de las personas emocionalmente ricas Alguien que se autorrealiza es una persona que vive en forma creativa y usa a plenitud sus potenciales. En sus estudios, Maslow encontró que las personas que se autorrealizan comparten muchas semejanzas. Sean famosos o desconocidos, académicamente distinguidos o sin educación, ricos o pobres, quienes se autorrealizan por lo general presentan el siguiente perfil. 1) Percepciones eficientes de la realidad: Los sujetos de Maslow eran capaces de juzgar las situaciones en forma correcta y honesta y eran muy sensibles al engaño y la deshonestidad. 2) Aceptación cómoda de la naturaleza propia y la de los demás: Los sujetos aceptaban su propia naturaleza humana con todos sus defectos. También aceptaban con humor y tolerancia los defectos de otros y las contradicciones de la condición humana. 3) Espontaneidad: Los sujetos de Maslow extendían su creatividad a las actividades cotidianas. Tendían a ser inusualmente activos, comprometidos y espontáneos. 4) Centrados en la tarea: La mayoría de los sujetos tendían a concentrarse en la tarea a mano, más que en sus propios sentimientos o necesidades. Generalmente tenían una misión por cumplir en la vida o alguna tarea o problema externo por resolver. Humanistas como Albert Schweitzer o la madre Teresa representan esta cualidad. 5) Autonomía: Los sujetos no dependían de autoridades externas ni de otras personas. Tendían a ser ingeniosos e independientes. 6) Curiosidad y frescura continua de la apreciación: El se que se autorrealiza parece renovar constantemente su apreciación de los bienes básicos de la vida. Experimentarían una puesta de sol o una flor, una y otra vez, con la misma intensidad que la experimentaron por primera vez. Hay una “visión inocente”, como la de un artista o un niño. 7) Solidaridad con la humanidad: Los sujetos de Maslow sentían una identificación profunda con otros y con la situación humana en general. 8) Relaciones interpersonales profundas: Las relaciones interpersonales de los que se autorrealizan están marcadas por lazos amorosos profundos. 9) Comodidad con la soledad: A pesar de sus relaciones satisfactorias con los demás, las personas que se autorrealizan se sienten cómodas cuando están solas y valoran la soledad (Sumerlin y Bundrick, 1996). 10) Sentido del humor que no es hostil: Esto se refiere a la maravillosa capacidad de reírse de uno mismo. También se refiere a la clase de humor que tenía un hombre como Abraham Lincoln. Es probable que Lincoln nunca hiciera una broma que hiriera a alguien. Sus comentarios irónicos eran un acicate amable para los defectos humanos. 11) Experiencias cumbre: Todos los sujetos de Maslow reportaron que a menudo tenían experiencias cumbre (momentos de autorrealización), marcadas por sentimientos de éxtasis, armonía y profundo significado. Los sujetos reportaron que se sentían uno con el universo, más fuertes y tranquilos que nunca antes, llenos de luz, belleza y bondad, etc. En resumen, quienes se autorrealizan se sienten seguros, calmados, aceptados, amados, amantes y vivos.
  • 18. La elección de Maslow de personas autorrealizadas para el estudio parece muy subjetiva. ¿En realidad es una representación justa de la autorrealización? Aunque Maslow trató de investigar empíricamente la autorrealización, la elección de las personas para su estudio fue subjetiva. Sin duda hay muchas formas de alcanzar el desarrollo pleno del potencial personal. La principal contribución de Maslow fue llamar la atención a la posibilidad del crecimiento personal continuo. Maslow consideraba la autorrealización como un proceso continuo, no un simple punto final que se alcanza una sola vez.
  • 19. Trastornos de la personalidad: proyectos para la inadaptación Los trastornos de personalidad son patrones de personalidad inadaptados y enfermizos crónicos. Por ejemplo, la personalidad paranoide es muy suspicaz, recelosa, hipersensible, cautelosa y desconfiada de los demás. Las personas narcisistas (ególatras) se preocupan por su vanidad: necesitan admiración constante y están absortas en fantasías de poder, riqueza, brillo, belleza y amor. La personalidad dependiente está marcada por una carencia extrema de seguridad en sí misma. Las personas dependientes permiten que otras dirijan sus vidas y colocan sus propias necesidades después de las de los demás. En un trastorno de personalidad histriónica, la persona busca atención con la expresión exagerada de emociones y con acciones dramáticas. Por lo general, este tipo de trastornos de la personalidad pueden remontarse a la adolescencia o incluso a la infancia y continúan durante casi toda la vida adulta. 1) Trastorno paranoide de la personalidad Conceptualización: • Problema más para su entorno que para el propio sujeto. • No consideran que su desconfianza sea un problema; renuentes a aceptar ayuda. • Acude a consulta por tener problemas en sus relaciones con los demás; quiere aprender, por ejemplo, habilidades sociales para soportar las críticas de los demás, o para no dejar que se aprovechen de él. Esquemas: • No puedo confiar en los demás. • La gente actúa por motivos ocultos. • Si no me mantengo alerta, trataran de usarme o manipularme. • Tengo que estar constantemente en guardia. • No es seguro confiar en otras personas. • Si las personas actúan amistosamente, quizá traten de usarme o explotarme. • La gente se aprovechará de mí si le doy la oportunidad. • En su mayor parte, las otras personas son hostiles. • Tratarán deliberadamente de rebajarme. • A menudo la gente trata deliberadamente de molestarme. • Si llegan a pensar que pueden tratarme mal, tendré un problema grave. • Si descubren cosas sobre mí, las usarán en mi contra. • A menudo la gente dice una cosa y quiere decir otra. • Una persona próxima a mí puede ser desleal o infiel. 2) Trastorno esquizoide de la personalidad Conceptualización: • Los pensamientos automáticos son por lo general escasos, esto es debido a que los esquizoides tienen emociones limitadas y como se sabe las emociones están vinculadas a los pensamientos. • Una creencia común en este trastorno es la de ser un inadaptado social o un deficiente. • El trastorno puede estar asociado con una depresión o ansiedad. 3) Trastorno esquizotípico de la personalidad Conceptualización: • Los pensamientos automáticos generalmente son: ideación suspicaz o paranoide, ideas de referencia, creencias extrañas y pensamientos mágicos. También se presenta miedos y preocupaciones de naturaleza social.
  • 20. • Es frecuente descubrir distorsiones cognitivas del tipo razonamiento emocional y personalización. • La esquizofrenia puede ser un diagnostico concurrente. Esquemas del trastorno esquizoide-esquizotípico: • No importa lo que otras personas piensen de mí. • Para mí es importante ser libre e independiente de Ios demás. • Disfruto más haciendo cosas a solas que con otros. • En muchas situaciones, estoy mucho mejor si me dejan solo. • En lo que decido hacer, Ios otros no influyen sobre mí. • Para mí no tiene importancia la intimidad con otras personas. • Yo establezco mis propias normas y metas. • Para mí la privacidad es mucho más importante que la relación con la gente. 4) Trastorno antisocial de la personalidad Conceptualización: • Estos pacientes suelen aburrirse rápido. • Las creencias que frecuentemente se identifican son: justificación, todo lo que se piensa es verdad, infalibilidad personal, lo que se siente es real, impotencia de Ios otros y consecuencias de bajo impacto. • El paciente generalmente hace lo que le gusta y actúa de acuerdo con sus intereses. Se les ayudará a que escalen a un nivel superior, en el que puedan reconocer las consecuencias de su conducta y de cómo ésta afecta a Ios demás. Se les puede llevar aún a otro nivel superior el cual, el individuo puede tener sentido de responsabilidad, interés por otros y respeto a las necesidades de éstos. Esquemas: •Tengo que preocuparme por mí mismo. •La fuerza o la astucia son los mejores medios para hacer las cosas. •Vivimos en una selva en la que sobreviven los más fuertes. •Me golpearán a mí si no golpeo primero. •No es importante cumplir las promesas ni pagar las deudas. •Mentir y hacer trampas está bien, mientras a uno no lo atrapen. 5) Trastorno límitrofe de la personalidad Conceptualización: •Beck afirma que en este trastorno se puede descubrir tres supuestos básicos que serían centrales: “el mundo es peligroso y malo”, “soy impotente y vulnerable”, “soy intrínsecamente inaceptable”. Estos pacientes vacilan entre la autonomía y la dependencia y no confían en ninguna de ellas; perciben al mundo hostil y se sienten desprotegidos e inseguros. •Es muy común encontrar el pensamiento dicotómico que consiste en evaluar las experiencias en términos de categorías mutuamente excluyentes (bueno/malo, lealtad/traición, éxito/fracaso, etc.). Así, la evaluación extrema de las situaciones lleva a respuestas emocionales y conductuales extremas. Esto también genera cambios bruscos de una opinión extrema a la opuesta. 6) Trastorno narcisista de la personalidad Conceptualización: • Combinación de esquemas disfuncionales sobre sí mismo, el mundo y el futuro. • Origen en mensajes recibidos de padres, hermanos y otros significativos, a las experiencias que dan forma a las creencias sobre la singularidad e importancia personales. • El narcisismo puede haber sido promovido por la adulación, indulgencia y el favoritismo reiterados, pero también a partir de déficits, limitaciones, exclusiones o rechazo, por ejemplo:
  • 21. blanco de abuso de un progenitor, haber sido catalogado como enfermizo, etc. Esquemas: • Soy una persona muy especial. • Puesto que soy superior, tengo derecho a un trato y privilegios especiales. • A mí no me obligan las reglas que valen para los demás. • Es muy importante obtener reconocimiento, elogio y admiración. • Si los demás no respetan mi status, deben ser castigados. • Todos tienen que satisfacer mis necesidades. • Los demás deben reconocer lo especial que soy. 7) Trastorno evitativo (evasivo) de la personalidad Conceptualización: • El evitativo tiene pensamientos autocríticos como cuando piensan en encuentros futuros. Los esquemas negativos típicos son: “soy aburrido”, “soy un perdedor”, etc.; por lo tanto, podrá predecir: “haré el ridículo”, “que irá a decir de mí”. • En cuanto a las relaciones a otros supuestos subyacentes: “si me conocieran, se decepcionarían”, “si me conocen más se darán cuenta de que soy inferior”. Así mismo, para poder preservar una relación suelen evitar confrontaciones y no son asertivos (“no sé decir que no”, “tengo que gustarle siempre”). • Pueden interpretar una reacción neutra o positiva como negativa. Para juzgarse a sí mismo de manera positiva se basan exclusivamente en la percepción que tienen del juicio de otro, y si la de éstos es neutra o negativa, confirman sus propias creencias negativas. Esquemas: • Soy socialmente inepto e indeseable en el trabajo y en las situaciones sociales. • Las otras personas son potencialmente críticas, indiferentes o despectivas, o pueden rechazarme. • No tolero los sentimientos desagradables. • Si los demás se acercan a mí, descubrirán mi yo “real” y me rechazarán. • Quedar expuesto como inferior o inadecuado sería intolerable. • Debo evitar a toda costa las situaciones desagradables. 8) Trastorno de personalidad por dependencia Conceptualización: • Considerados a veces como “subasertivos en extremo”. • Se ven a sí mismos como desvalidos o inadecuados y por ésta razón tienen temor de enfrentarse con éxito al mundo por sí solos, por tanto concluyen que hay que hallar a alguien para que los cuide y proteja. • Algunos no han adquirido las habilidades de la vida independiente (asertividad, solución de problemas, toma de decisiones) mientras que otros sí las tienen pero no la reconocen. • Cuidan mucho de agradar a otros y evitan el conflicto con tal de no poner en riesgo la relación. Por tanto, no son asertivos, no opinan. • Se aferra a los demás, parece desesperado y necesitado. Si la relación se rompe se siente destruido. • Creencias básicas: “no puedo sobrevivir sin alguien que se haga cargo de mí”, “si mi esposo me deja, me voy a venir abajo”. • Presentan pensamiento dicotómico respecto a la independencia: completamente desvalido y dependiente/completamente independiente y solo. • Pensamiento dicotómico respecto a sus aptitudes: hacen las cosas bien o están totalmente mal. • Catastrofismo: en la pérdida de una relación.
  • 22. • Pensamientos automáticos de “no puedo”. Esquemas: • Soy alguien necesitado y débil. • Necesito que alguien esté siempre a mi alcance para ayudarme en lo que tengo que hacer, de lo contrario sucederá algo malo. • La persona que me ayuda puede ser segura, darme lo que necesito y apoyarme, si quiere hacerlo. • Si me dejan solo, no puedo valerme por mí mismo. • Estoy básicamente solo, a menos que pueda aferrarme a una persona más fuerte. • Ser abandonado es lo peor que me puede pasar. 9) Trastorno histriónico de la personalidad Conceptualización: • Uno de los supuestos subyacentes: “soy inadecuado e incapaz de manejar la vida por mí mismo”. Así, necesitan encontrar el modo de que otros lo cuiden, buscan entonces atención y aprobación. Creen de esta manera que los demás son esenciales y hasta creen que es necesario que lo amen, lo cual genera un fuerte temor al rechazo. Esquemas: • Soy una persona interesante, estimulante. • Para ser feliz necesito que otras personas me presten atención. • Si no entretengo o impresiono a la gente, no soy nada. • Si no atraigo la atención de los demás, no les gustaré. • El modo de conseguir lo que quiero consiste en deslumbrar o divertir a la gente. • Las personas que no me responden muy positivamente, son malas. • Es terrible que la gente me ignore. • Debo estar en el centro de atención. 10) Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad Conceptualización: Shapiro menciona que el trastorno obsesivo compulsivo tiene 3 características fundamentales que son: a) Estilo de pensamiento rígido: están atentos y concentrados; resuelven bien las tareas técnicas. b) Distorsión del sentido de la autonomía: hay un control autoconsciente de toda acción, ejercicio de una continua presión y dirección voluntarias de sí mismos. Actúan bajo la cognición del “se debe”. c) Pérdida de la realidad o del sentido de la convicción del mundo. Sus decisiones, acciones y creencias son más tenues que la mayoría de las personas; lo cual desemboca en duda continua o dogmatismo. • Algunos ejemplos de pensamientos automáticos son: “Debo realizar esta tarea a la perfección”. “Tengo que hacer esto yo mismo o no quedará bien hecho”. “¿Y si me olvido de hacer algo? Esquemas: • Soy totalmente responsable por mí mismo y los demás. • Para que las cosas se hagan, sólo puedo contar conmigo mismo. • Los demás tienden a ser demasiado informales, a menudo irresponsables, autocomplacientes o incompetentes. • Es importante que cualquier tarea se realice a la perfección.
  • 23. • Necesito orden, sistema y reglas para que la tarea se realice bien. • Si no soy sistemático, todo se derrumbará.
  • 24. Características de los trastornos de la personalidad en función de los ámbitos de la personalidad Trastorno Ámbito Comportamiento observable Estilo cognitivo Autoimagen Concepción de los demás Estado ánimo/ temperamento Esquizoide Apático a impasible Reservado a desvinculado Árido a empobrecido Complaciente a falto de vitalidad Autosuficiente Intrusivo Apático Por evitación Ansioso a cauteloso Aversivo Distraído Alienado a rechazado Crítico Despreciativo Superior Angustiado Por dependencia Incompetente Sumiso Ingenuo Inepto (Idealizado) Brinda apoyo Competente Pacífico Histriónico Dramático Seductor a buscador Fríbolo Caprichoso a disperso Gregario a hedonista Accesible a la seducción Receptivo Admirador Inconstante Narcisista Arrogante Explotador Expansivo Admirable Inferior Admirador Despreocupado Antisocial Impulsivo Valiente a termerario Irresponsable Antagonista a beligerante Desviado Personalista a fanático Autónomo Competitivo a dominante Vulnerabe Explotador Insensible Obsesivo- Compulsivo Disciplinado Respetuoso Constreñido Bloqueado Escrupuloso Irresponsable Despreocupado Incompetente Autocomplaciente Solemne Esquizotípico Excéntrico Reservado a inaccesible Desorganizado a rumiador Enajenador Desamparado a vacío Aturdido o insensible Limítrofe Espontáneo a caótico Irregular Voluble Paradójico Inconstante a caprichoso Inquieto a inseguro Conflictivo Lábil Paranoide Defensivo a prudente Vigilante Provocativo Amargado Suspicaz a conspirador Inviolable Formidable a amargado Malicioso, interfiere Discriminante. Tiene móviles abusivos Irascible
  • 25. El caso que se describe a continuación captura el sabor de un trastorno de personalidad grave. Personalidad limítrofe: el triste caso de Judy “Lárguense de aquí y déjenme sola para que pueda morir en paz”, les gritó Judy a sus enfermeras. Aunque sólo tenía 42 años de edad y solía ser muy atractiva, Judy se veía vieja, desaliñada y ojerosa en el cuarto de aislamiento del hospital psiquiátrico. En uno de sus brazos, se mezclaban largas marcas de color rojo oscuro con las cicatrices de intentos de suicidio previos. En una ocasión, Judy se jactó de que su récord era de 67 puntadas. Ahora, las enfermeras tenían que sujetarla con correas para evitar que se arrancara los ojos. Se le administró un sedante y durmió durante 12 horas. Se despertó calmada y preguntó por su terapeuta, aunque este último incidente se debió aparentemente a que él había cancelado su cita de esa mañana y la había reprogramado para la tarde. Judy tenía un trastorno de personalidad limítrofe. Aunque es capaz de trabajar, Judy ha perdido empleos varias veces debido a sus turbulentas relaciones con otros. Unas veces es amigable y realmente encantadora. Otras veces es muy impredecible, malhumorada e incluso suicida. Ser amigo de Judy significa aceptar una carga que suele resultar insoportable. La cancelación de una cita, el olvido de una fecha especial, una frase fuera de lugar... éstos y otros pequeños incidentes llegan a desencadenar la furia de Judy o, peor aún, un intento de suicidio. La única esperanza de Judy se encuentra en la terapia intensiva a largo plazo. Durante años, Theodore Kaczynski supuestamente envió bombas por correo a víctimas que no sospechaban nada; muchas de ellas resultaron mutiladas o muertas. A una edad adulta temprana, Kaczynski fue un matemático brillante. Al momento de su arresto, se había convertido en el Bombardero (Unabomber), un “solitario” recluido que desconfiaba profundamente de otras personas y de la tecnología moderna. La hostilidad, rigidez, necesidad impulsiva de autosuficiencia y odio a la sociedad de Kaczynski son características comunes de una personalidad paranoide. Sus emociones embotadas y su carencia casi total de relaciones sociales íntimas son características de una personalidad esquizoide. Por tanto, Kaczynski parece sufrir de una combinación de trastornos de personalidad paranoide y esquizoide. La lista de los trastornos de personalidad es larga (tabla 3), de modo que nos concentraremos en un solo problema que con frecuencia se entiende mal: la personalidad antisocial. Personalidad antisocial ¿Cuáles son las características de una personalidad antisocial? El individuo con personalidad antisocial carece de conciencia, es impulsivo, egoísta, emocionalmente superficial y tiende a manipular a los demás (Lykken, 1995). Estas personas, a veces consideradas como sociópatas o psicópatas, por lo general tienen una larga historia de conflictos con la sociedad. Las personas antisociales son irresponsables, carecen de juicio y moral, y son incapaces de aprender de la experiencia y de tener sentimientos profundos, como culpa, vergüenza, temor, lealtad y amor. En suma, el sociópata está mal socializado y muestra una indiferencia general hacia la verdad (DSM- IV, 1994). ¿Son peligrosos los sociópatas? Muchos sociópatas son delincuentes o criminales que representan una amenaza para el público en general (Rice, 1997). Sin embargo, los sociópatas rara vez son los asesinos desquiciados que ha visto retratados en la televisión y las películas. En realidad, muchos sociópatas son “encantadores” y crean una buena primera impresión. Sus mentiras, su uso de la manipulación y su falta de formalidad sólo se hacen evidentes gradualmente. Muchos hombres de negocios, artistas, políticos y otras personas exitosas aparentemente normales revelan inclinaciones psicópatas al usar a los demás con frialdad. En esencia, los psicópatas se abren paso en la vida por medio del engaño (Rice, 1997). ¿Cuál es la causa de la sociopatía? Por lo general, las personas con personalidad antisocial tienen una historia infantil de privación emocional, negligencia y abuso físico (Pollock y cols., 1990). Algunos psicólogos creen que los bebés que no forman un vínculo emocional sano con su cuidador pueden ser propensos al comportamiento antisocial (Magid, 1988). Los psicópatas adultos también exhiben problemas físicos sutiles. Por ejemplo, producen patrones de ondas cerebrales inusuales, lo que sugiere una escasa
  • 26. activación del encéfalo (Fig. 1). Tal vez esta condición explique por qué muchos psicópatas son buscadores de emociones. Es muy probable que estén buscando estimulación con la fuerza suficiente para vencer su escasa activación y “aburrimiento” crónicos (Carson, Butcher y Mineka, 1996; Hare, 1996). En un estudio revelador, se les mostró a psicópatas fotografías extremadamente espantosas y desagradables. Las fotografías eran tan desconcertantes que las personas normales se sobrecogieron evidentemente con ellas. Sin embargo, los psicópatas no mostraron ninguna respuesta de asombro ante las fotografías (Patrick y cols., 1993). (Ni siquiera “pestañearon”). Por tanto, se describiría a las personas con personalidad antisocial como emocionalmente frías. Sencillamente no sienten los remordimientos de conciencia, culpa o ansiedad normales (Hare, 1996). Esta frialdad parece explicar una capacidad inusual para mentir, engañar, robar o manipular a los demás con toda calma (Lykken, 1995). ¿Puede tratarse la sociopatía? Los trastornos de personalidad antisocial rara vez son tratados con éxito. Con demasiada frecuencia, los sociópatas manipulan la terapia como cualquier otra situación. Si sacan provecho por actuar como “curados”, así lo harán, pero regresan a sus patrones de comportamiento anteriores en la primera oportunidad. Sin embargo, hay alguna evidencia de que el comportamiento antisocial declina un poco después de los 40 años de edad. Los estudios muestran que más del 65% de todas las personas con personalidad antisocial han sido arrestadas, por lo general debido a crímenes como robo, vandalismo o violación.
  • 27. Figura 1. Por medio de imágenes logradas con resonancia magnética, el psicólogo canadiense Robert Hare encontró que el cerebro de funcionamiento normal (arriba) se ilumina con actividad cuando una persona ve palabras cargadas de emoción como “gusano” o “cáncer”. Pero el cerebro de un psicópata (abajo) permanece inactivo, sobre todo en las áreas asociadas con los sentimientos y el autocontrol. Cuando el doctor Hare mostró la imagen de abajo a varios neurólogos, uno de ellos preguntó: “¿Esta persona es de Marte?” (Imágenes cortesía de Robert Hare).
  • 28. Tabla 3. Trastornos de personalidad y grado típico de deterioro. Deterioro moderado • Dependiente: Sumisión malsana y dependencia de los demás (aferramiento). • Histriónica: Emoción excesiva y comportamiento de búsqueda de atención. • Narcisista: Egocentrismo exagerado y deseo de constante admiración. • Antisocial: Comportamiento irresponsable y antisocial, como agresión, engaño, imprudencia y ausencia de remordimiento. Deterioro alto • Obsesivo-compulsivo: Ordenado, perfeccionista y con una rutina rígida. • Esquizoide: Emoción limitada y una falta de interés en las relaciones personales íntimas con los demás. • Evasiva: Incomodidad en situaciones sociales, temor de la evaluación, timidez. Deterioro grave • Limítrofe: Imagen de sí mismo, relaciones, estados de ánimo e impulsos inestables en extremo. • Paranoide: Una desconfianza profunda y suspicacia de los motivos de los demás, los cuales son vistos como degradantes o amenazadores. • Esquizotípica: Aislamiento social, comportamiento raro en extremo y patrones de pensamiento perturbados, pero no activamente psicóticos. Tomado de DSM-IV, 1994, y Millon, 1981. Bibliografía • Coon, Dennis. Octava edición. (1999). “Psicología - exploración y aplicaciones”. Cuernavaca: International Thomson Editores S.A. • Grupo social de Wikipedia. La enciclopedia libre. • Berger, Gastón. Tercera edición. (2006). “Cuestionario Caracterológico de Gastón Berger”. Lima: LAVP. • Morris, Charles G. Novena edición. (1997). “Introducción a la psicología”. México: Prentice - Hall Hispanoamericana S.A. • Whittaker, James O. (1985). “Introducción a la psicología”. México D. F.: Editorial Interamericana S.A.