DEES presenta Informe Trimestral de Coyuntura, tercer trimestre de 2009
Fmi Respuesta Economia
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Los errores del FMI
Desde que Argentina abandonó el Plan de Convertibilidad, el FMI subestima
sistemáticamente la tasa de crecimiento de la economía argentina y el superávit de
cuenta corriente de nuestro país. Entre 2003 y 2008 el FMI subestimó 2,5 puntos
porcentuales de crecimiento anual del PBI en promedio. De manera similar, dicho
organismo ha subestimado en 2,4 puntos porcentuales cada año, en promedio, el
superávit de cuenta corriente en porcentaje del PBI.
Si se hubiesen cumplido los pronósticos del FMI para cada uno de los años del período
2003-2008, la Argentina tendría actualmente un PBI que sería un 15% inferior al
verdaderamente existente.
El FMI acaba de publicar el informe de abril de 2009 del World Economic Outlook en
donde proyecta una caída del producto que no se fundamenta en la evolución de las
principales variables macroeconómicas del país, problema que sistemáticamente se
repite en las proyecciones del FMI para el caso argentino.
Las estimaciones del FMI se sustentan en: 1) datos poco fiables de consultoras privadas;
2) un modelo de predicción inexacto que minimiza el impacto de las variables
domésticas (en especial la política fiscal expansiva) sobre el PBI y focaliza su análisis
en las repercusiones de variables externas (incluyendo el riesgo país y la tasa de interés
internacional que tienen muy pocos efectos sobre nuestra economía real gracias al
cambio del modelo de desarrollo); y 3) en una sobrevaloración de la dinámica de corto
plazo de ciertos sectores industriales sujetos a las variaciones más profundas de
producción por los efectos el ciclo de inventarios, subestimando la importancia de los
sectores más relevantes para la obtención del PBI global: comercio y servicios (un 65%
del producto).
Estas debilidades técnicas en las proyecciones del FMI explican buena parte de los
yerros sistemáticos de las mismas y llevan a que la institución proyecte una caída del
PBI argentino para 2009 cuando los fundamentos de la economía y los datos recientes
indican una realidad completamente diferente.
En efecto, los datos observados para los primeros meses del 2009 para 1) Salarios; 2)
Precios internacionales; 3) Demanda de Servicios; 4) Ventas de supermercados; y 5)
Recaudación de impuestos relacionados con el nivel de consumo interno confirman que
la economía argentina continua en crecimiento.
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1) Salarios: Los datos administrativos del Sistema Integrado de Jubilaciones y
Pensiones (SIJP, que cubren al total del empleo privado registrado), demuestra
que en los primeros meses del año, los salarios nominales han crecido a un ritmo
superior al 25% interanual, incentivando así la demanda de consumo de las
clases populares y, con ella, la demanda agregada de la economía.
2) Precios internacionales: Las estimaciones del FMI prevén una fuerte caída de los
términos del intercambio argentinos. Sin embargo, al 21 de abril de 2009 el
precio de la soja (uno de los principales productos de exportación argentino) es
de U$S 396 por tonelada, 1 dólar por encima del precio promedio de
exportación del 2008 (el más alto de la historia).
3) Demanda de servicios públicos: Los servicios, que no sufren el ciclo de
inventarios como ciertos sectores de la industria, representan la mayor parte del
PBI y son los más dinámicos en los últimos meses. A modo de ejemplo, nótese
que la demanda de servicios públicos continúan creciendo firmemente. En lo que
va de 2009, dicho crecimiento supera el 7% en términos reales (acelerándose
luego del crecimiento más acotado del 4% en el último trimestre de 2008). De la
misma manera, los servicios de salud y educativos, que dependen del gasto
público, también continúan creciendo a tasas elevadas en el 2009.
4) Ventas de supermercados: El consumo interno en los Supermercados también se
ha recuperado. Las ventas nominales, luego de crecer a una tasa de 22,6%
interanual en diciembre de 2008, se incrementaron en enero y febrero superando
el 25,5% de variación interanual.
5) Recaudación de impuestos relacionados con el nivel de consumo interno: Pese a
cierta sobrerreacción de algunos sectores de la producción, la demanda interna
permanece firme. La recaudación del IVA-DGI exhibió una recuperación en el
primer trimestre de 2009. Luego de una desaceleración hacia fines de 2008,
cuando en diciembre esta variable creció un 13,4% anual, en el primer trimestre
de 2009 la recaudación nominal creció 24,5% anual, recuperando así un ritmo de
crecimiento similar al tercer trimestre de 2008. En marzo, la suba alcanzó el
24,5%. Otra variable que aproxima la actividad, y que además da cuenta de que
las firmas siguen utilizando normalmente el sistema financiero para operar, es el
Impuesto a los Débitos y Créditos.
La reciente proyección del FMI para el PBI argentino constituye una respuesta política
al hecho de que desde 2003 nuestro país ha dejado de lado las recetas que impulsa el
FMI, pasando así de un modelo de acumulación financiera (que beneficiaba a un
pequeño grupo de la sociedad ligado a los negocios financieros y de servicios públicos
privatizados y que ha fracasado) a otro de acumulación productiva en el cual el conjunto
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de la sociedad ha podido disfrutar de los beneficios del crecimiento económico con
generación de empleo, equilibrios en las cuentas fiscales y externas y mayor equidad
distributiva.
En conclusión, el FMI utiliza para sus evaluaciones y proyecciones modelos
inadecuados, que no contemplan los cambios estructurales que ha evidenciado la
economía argentina en los últimos años, que responden a un modelo cuya viabilidad
resulta evidente a la luz de los resultados concretos de las variables macroeconómicas.
La exitosa reestructuración de la deuda realizada en 2005 y los cambios estructurales
antes referidos parecerían ser cuestiones que políticamente el FMI no está dispuesto a
aceptar.