1. Año 10, nº 503 - 29 de junio de 2014
“Te daré las llaves del reino de los cielos”
EL PÚLPITO
PARROQUIA DE NTRA. SRA. DE LA MEDALLA MILAGROSA
EL PUERTO DE SANTA MARÍA (CÁDIZ)
!!Santos Pedro y Pablo, apóstoles
Al llegar la festividad de San
Pedro y de San Pablo salen a
flote los primeros pasos de
nuestra era cristiana,
tomando cuerpo y forma,
criterio y testimonio en dos
p e r s o n a s q u e f u e r o n
cimientos y puntales de los
primeros tiempos de la
evangelización cristiana:
Pedro y Pablo
Era la hora de la verdad:
- D e d a r r a z ó n d e l a s
palabras de Jesús hasta los
últimos confines de la
tierra.
-De pasar del dicho al hecho,
incluso vertiendo la sangre.
-De no seguir con miradas
perdidas en el cielo.
-De probar la verdad o la
fragilidad de la fe en el
discipulado
San Pedro y San Pablo,
servir ante todo.
-Son columnas de ese gran
edificio espiritual que es
nuestra Iglesia .
-Son testimonio de un Cristo
vivo de aquellos que lo
supieron escribir con
sangre.
-Son tan distintos que
fueron capaces de unirse en
lo esencial: ¡por encima de
todo el afán evangelizador!
Como recientemente nos ha
r e c o r d a d o e l P a p a
Francisco, fueron personas
( c r i s t i a n o s )
contracorriente.
-Son punto de referencia a
la hora de tomar un camino
u otro en nuestra vida
cristiana. Como San Pedro,
a veces, corremos el riesgo
de quedarnos “con y en los
nuestros”. Como a San
Pablo, qué bien nos vendría
si Dios nos tirase de nuestro
particular, altivo y querido
caballo (orgullo, hipocresía,
mentira, debilidad, falsos
prejuicios, cobardía.....)
para aventurarnos a lo
nuevo sin
miedo. Muchos, hoy en la
Iglesia, siguen entendiendo
q u e e l e s f u e r z o
evangelizador ha de ir
recompensado por una
responsabilidad mayor, con
un reconocimiento implícito
o explícito por la Jerarquía
Eclesial. Afortunadas las
p a l a b r a s d e l P a p a
F r a n c i s c o : “ m u c h o s
entienden su servicio a la
Iglesia como un
carrerismo”.
San Pedro y San Pablo;
diversidad para una misma
fe.
-En uno Jesús puso la
familiaridad y la cercanía, el
compañerismo y hasta le
leyó de antemano las
contradicciones en las que
caería en los aledaños de la
Pascua.
-Con el otro, Dios quiso
saltar las fronteras de una
fe q u e p o d í a h a b e r s e
quedado encerrada en las
cuatro puertas de Palestina
-En uno sobresale “aquello
de “ser amigo de sus
amigos”. No le acompañan
precisamente ni la ciencia
ni las letras, pero tuvo la
virtud de ser sencillo como
una paloma y noble como el
oro. Jesús le hizo entrega de
las llaves de esa gran
familia que es nuestra
Iglesia.
-Con el otro, Dios hizo el
milagro de la conversión
r a d i c a l . P a s ó d e s e r
adversario a ser “fan” y
propagandista de Jesús. Se
sintió derribado de sus
e s q u e m a s y d e s u s
acepciones, de su sabiduría
y de su altanería. Todo lo
estimó en basura cuando lo
comparaba con el amor/
riqueza de Cristo. Pasó de la
vehemencia a la docilidad
ante su Dios.
D i o s n o q u i e r e a
superhombres para llevar a
cabo su Reino. Dios quiere
respuestas. Pedro le falló en
las horas más decisivas de
la Pasión de Jesús. Pablo se
convirtió en uno de los más
sangrientos perseguidores.
Pero, después, con un “sí”
uno pasó de ser pescador en
Galilea a ser pescador de
almas. El otro, de ser un
incrédulo, guer rero e
intelectual, a un enamorado
de la causa de Jesús. Dos
personas distintas con un
m i s m o d e n o m i n a d o r
común: JESÚS... ¡TODO POR
JESÚS!
Los nuevos Pedro y los
nuevos Pablo.
Aún con nuestras historias
( b u e n a s o m a l a s ) ,
limitaciones (que son otras
tantas), con los caminos
emprendidos (a veces
contrarios a la fe), aun
siendo como somos (y mira
que somos complicados)...
Dios sigue contando con
nosotros: pone el tesoro de
su Reino en nuestras manos
a ú n a s a b i e n d a s q u e
siempre serán empecinadas
y constantes vasijas de
barro. Y volviendo al Papa
Francisco, qué bueno sería
saber, pensar y reflexionar
una de sus perlas lanzadas
en la capilla de Santa
Marta: “nunca he visto que
detrás de un cortejo fúnebre
v a y a u n c a m i n o d e
mudanzas”. Con nosotros,
claro está, se va lo que
h e m o s d a d o , t r a b a j o ,
ofrecido y servido. En esa
carne (débil y pecadora)
que somos los hombres y
mujeres de nuestro tiempo,
Dios va manifestándose
todos y cada uno de los días.
Ojalá seamos capaces de
ofrecer a DIOS nuestra vida
de tal manera que nos
s i n t a m o s “ m e n o s
superhombres” y “más
amigos de Dios”. Con todo
ello, en este día de los
p i l a r e s d e l a i g l e s i a ,
tenemos un recuerdo y
oración especial por ese
testigo del evangelio que nos
ensambla con el primer
testimonio de los apóstoles
y que es signo de unidad, de
caridad y de comunión en
toda la iglesia: el Papa
Francisco. Dios lo acompañe
en su intento de renovación,
profunda y espiritual, de
nuestra Iglesia. celebren,
proclamen, vivan y coman
su pan multiplicado.
Ahora, en estos tiempos
sobre todo, donde hay tanto
contraste de culturas y
hasta de religiones es bueno
manifestar públicamente lo
que sentimos y lo que
creemos: ¡DIOS ESTÁ AQUÍ!
No sé por qué me da que el
Corpus, hoy más que nunca,
puede ser un desafío ante
ese afán de replegar y de
esconder todo lo que suene
a religioso. Frente a ese
intento, desenfrenado y
h a s t a p r o v o c a d o r, d e
silenciar y apartar a Dios de
la vida pública. La custodia,
con Cristo dentro, puede ser
perfectamente la gran
pancarta de un Dios que
s i g u e h a b l a n d o y
manifestándose a través de
nosotros. Pero, ¡eso sí!,
p r i m e r o l o c r e a m o s
n o s o t r o s y l u e g o l o
manifestemos con todas las
consecuencias.
Javier
Leoz,
sacerdote
Pedro y Pablo, cimientos y rocas de fe
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2. PRIMERA LECTURA
(Hch 12, 1-11)
“Échate el manto y sígueme”
En aquellos días, el rey Herodes se
p u s o a p e r s e g u i r a a l g u n o s
miembros de la Iglesia. Hizo pasar a
cuchillo a Santiago, hermano de
Juan. Al ver que esto agradaba a los
judíos, decidió detener a Pedro. Era
la semana de Pascua. Mandó
prenderlo y meterlo en la cárcel,
encargando su custodia a cuatro
piquetes de cuatro soldados cada
uno; tenía intención de presentarlo
al pueblo pasadas las fiestas de
Pascua. Mientras Pedro estaba en la
cárcel bien custodiado, la Iglesia
oraba insistentemente a Dios por él.
La noche antes de que lo sacara
Herodes, estaba Pedro durmiendo
entre dos soldados, atado con
cadenas. Los centinelas hacían
guardia a la puerta de la cárcel. De
repente, se presentó el ángel del
Señor, y se iluminó la celda. Tocó a
Pedro en el hombro, lo despertó y le
dijo: “Date prisa, levántate”. Las
cadenas se le cayeron de las manos,
y el ángel añadió: “Ponte el cinturón
y las sandalias”. Obedeció, y el ángel
le dijo: “Échate el manto y sígueme”.
Pedro salió detrás, creyendo que lo
que hacía el ángel era una visión y
no realidad. Atravesaron la primera
y la segunda guardia, llegaron al
portón de hierro que daba a la calle,
y se abrió solo. Salieron, y al final de
la calle se marchó el ángel. Pedro
recapacitó y dijo: “Pues era verdad:
el Señor ha enviado a su ángel para
librarme de las manos de Herodes y
de la expectación de los judíos”.
! SALMO RESPONSORIAL
(Sal 33, 2-9)
R: El ángel del Señor librará a los
que temen a Dios.
!Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen
y se alegren. R.
!Proclamad conmigo la grandeza
del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.
!Contempladlo, y quedaréis
radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha
y lo salva de sus angustias. R.
!El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R.
!SEGUNDA LECTURA
(2Tm 4, 6-8.17-18)
“El Señor seguirá librándome
de todo mal”
Querido hermano: Yo estoy a punto
de ser sacrificado, y el momento de
mi partida es inminente. He
combatido bien mi combate, he
corrido hasta la meta, he mantenido
la fe. Ahora me aguarda la corona
merecida, con la que el Señor, juez
justo, me premiará en aquel día; y no
sólo a mí, sino a todos los que tienen
amor a su venida. El Señor me ayudó
y me dio fuerzas para anunciar
íntegro el mensaje, de modo que lo
oyeran todos los gentiles. Él me libró
de la boca del león. El Señor seguirá
librándome de todo mal, me salvará
y me llevará a su reino del cielo. A él
la gloria por los siglos de los siglos.
Amén.
! SANTO EVANGELIO
(Mt 16, 13-19)
“Tú eres el Mesías,
el Hijo de Dios vivo”
En aquel tiempo, al llegar a la región
de Cesarea de Filipo Jesús preguntó
a sus discípulos: “¿Quién dice la
gente que es el Hijo del hombre?”
Ellos contestaron: “Unos que Juan
Bautista, otros que Elías, otros que
Jeremías o uno de los profetas”. Él
les preguntó: “Y vosotros, ¿quién
decís que soy yo?” Simón Pedro tomó
la palabra y dijo: “Tú eres el Mesías,
el Hijo de Dios vivo”. Jesús le
respondió: “¡Dichoso tú, Simón, hijo
de Jonás!, porque eso no te lo ha
revelado nadie de carne y hueso,
sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y
sobre esta piedra edificaré mi
Iglesia, y el poder del infierno no la
derrotará.. Te daré las llaves del
reino de los cielos; lo que ates en la
tierra quedará atado en el cielo, y lo
que desates en la tierra quedará
desatado en el cielo”.
“Te daré las llaves del reino de los cielos”
Parroquia de Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa. C/Federico García Lorca, s/n. Apdo. de correos, 164. 11.500 El Puerto de Santa María. Tlfno: 956 85 65 61.
Tiempo de oración
Lecturas de la próxima semana
(1ª semana del salterio)
!Lunes 30: Santos Protomártires de Roma
Am 2, 6-10.13-16; Sal 49, 16-23; Mt 8, 18-22
Martes 1: San Aarón
Am 3, 1-8; 4, 11-12; Sal 5, 5-8; Mt 8, 23-27
Miércoles 2: San Bernardino Realino
Am 5, 14-15.21-24; Sal 49, 7-13.16-17; Mt 8, 28-34
Jueves 3: Santo Tomás, apóstol
Ef 2, 19-22; Sal 116, 1-2; Jn 20, 24-29
Viernes 4: Santa Isabel de Portugal
Am 8, 4-6.9-12; Sal 118, 2.10.20.30.40.131;
Mt 9, 9-13
Sábado 5: Santa Marta
Am 9, 11-15; Sal 84, 9-14; Mt 9, 14-17
Domingo 6: Santa María Goretti
Zac 9, 9-10; Sal 144, 1-2.8-14; Rm 8, 9.11-13;
Mt 11, 25-30
Envíe sus aportaciones a hojaparroquialmilagrosa@yahoo.es