El día comenzó mal para el narrador, resbalándose en las escaleras y quemándose la lengua con el café. Más tarde recibió una descarga eléctrica al sacar el pan tostado y recibió la noticia de un robo en su oficina. Decidió relajarse con una ducha caliente para reducir el estrés acumulado por los contratiempos de la mañana.