3. Ante un mundo de libre mercado, las empresas podrán competir unas con otras e, incluso, igualar o rebajar precios. Pero resulta difícilmente imitable la calidad personal, que abarca desde el primer eslabón de la empresa hasta el último. Es aquí donde las secretarias de Dirección y los responsables de Relaciones Públicas pueden demostrar esa calidad personal hacia todos y, en particular, con respecto al cliente. Resulta gratificante escuchar expresiones como: “Da gusto llamar a la empresa X o ir a la empresa Y por lo bien que te tratan y atienden”. Las personas que colaboran en las empresas se convierten en sus embajadores y son las responsables de transmitir la credibilidad de los productos y/o servicios que aquéllas ofrecen.
4. FALTA CADA VEZ MÁS DE LO “MÍNIMO, BÁSICO Y ELEMENTAL” LA IMAGEN ES NUESTRA TARJETA DE VISITA Según reza un dicho popular: “ TE RECIBEN SEGÚN TE PRESENTAS; TE DESPIDEN SEGÚN TE COMPORTAS ” ¿Pensemos en qué imagen hemos dado cuando nos han pedido asesoramiento o en una situación de tensión?
5. ¿Cómo crees que eres? ¿Cómo crees que te ven? ¿Cómo te gustaría que te viesen? ¿QUÉ IMAGEN OFRECES A LOS DEMÁS?
6. Es importante cuidar la imagen personal, ya que es lo primero que los demás perciben de nosotros. Cuando una persona se presenta ante otras, antes de pronunciar una palabra, ya está transmitiendo datos e ideas, incluso sin quererlo o sin darse cuenta. Aunque no seamos conscientes, todos proyectamos nuestra personalidad a través de la imagen que ofrecemos al exterior
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9. Un aspecto físico impecable con una mente vacía, sin personalidad, no sirve. Igualmente, una mente prodigiosa con una apariencia descuidada o sucia, tampoco. El cuerpo es un elemento magnífico de comunicación y es la tarjeta de presentación de una persona, que debe ir acompañado del control del lenguaje verbal y no verbal.
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20. Imagina que vas caminando por una calle poco transitada y, de pronto, ves a una persona que se dirige hacia ti. Su aspecto es sucio, va despeinado y mal vestido. Automáticamente, te apresurarás para cambiar de acera rápidamente. Sin embargo, si la persona que se te acerca va bien vestida y aseada no te preocupará: a lo mejor te equivocas, pero su aspecto exterior te ha hecho reaccionar. ¿Por qué se suele hacer esto? Se debe a que se asocia la imagen de cada persona con ciertos juicios y valores predefinidos, de modo que el inconsciente crea una especie de filtro, que nos hace receptivos a los datos que coinciden con esa imagen (frente a los que no responden a tal esquema).
21. La imagen personal es como una foto, es todo lo que los demás ven de nosotros en una rápida y fugaz mirada. Una vez conseguida, comienza el juicio psicológico: ¿ofrece confianza o no? Evidentemente, cuando se está frente a personas, todo se desarrolla en cuestión de minutos.