El documento describe la ternura como una sensibilidad hacia los sentimientos de los demás y un arte de comprender a la persona en su totalidad. La ternura se caracteriza por la delicadeza, los detalles insignificantes y las caricias suaves en lugar de pasiones ardientes o grandes gestos. La ternura vitaliza a los viejos, duerme a los niños y desarma a los hombres.