Las cuatro velas representan la Paz, la Fe, el Amor y la Esperanza. Las primeras tres velas se van apagando una a una a medida que esas cualidades van desapareciendo de la humanidad. Cuando un niño entra y ve las velas apagadas, la cuarta vela, la Esperanza, le dice que mientras tenga fuego podrá encender de nuevo a las demás. El mensaje final es mantener viva la esperanza.
3. En el ámbiente había tal silencio que se podía oir el diálogo que mantenían.
4. La primera dijo: - ¡YO SOY LA PAZ! Pero las personas no consiguen mantenerme. Creo que me voy a apagar. Y, disminuyendo su fuego rápidamente, se apagó por completo.
5. Dijo la segunda: - ¡YO SOY LA FE! Lamentablemente a los hombres les parezco superflua. Las personas no quieren saber de mi. No tiene sentido permanecer encendida . Cuando terminó de hablar, una brisa pasó suavemente sobre ella y se apagó.
6. Rápida y triste la tercera vela se manifestó: - ¡YO SOY EL AMOR! No tengo fuerzas para seguir encendida. Las personas me dejan a un lado y no comprenden mi importancia. Se olvidan hasta de aquellos que están muy cerca y les aman. Y, sin esperar más, se apagó.
7.
8. Entonces, la cuarta vela habló: - No tengas miedo, mientras yo tenga fuego, podremos encender las demás velas. YO SOY ¡LA ESPERANZA!
9. Con los ojos brillantes, agarró la vela que todavía ardía... Y encendió las demás.