1. LA ORUGA MAS BELLA Y LA ROSA
MAS FEA
Erase una vez una oruga y una rosa, la rosa se encontraba bajo el tronco de un frondoso árbol,
todos los días se burlaba de la oruga y le llamaba fea. La oruga al escuchar los comentarios de la
rosa se ponía cada vez más triste, todas las noches le pedía a la luna ser tan bella como ella, pero
parecía ser que la luna no la escuchaba.
La rosa cada vez se burlaba más de ella y así consiguió que las demás también lo hicieran. La rosa
se sentía protegida por aquel frondoso árbol que la hacía verse más hermosa porque era como un
maquillaje para ella, pero en realidad escondía su verdadera forma de ser, porque en realidad ella y
las demás rosas estaban tan vacías por dentro que sólo se ocupaban de lo que la oruga hacía.
Conforme pasaban los días la rosa logró que los pájaros también se burlaran de ella, ellos eran
libres, podían volar muy alto y todos admiraban su belleza. La oruga los admiraba pero a la vez se
sentía triste porque las palabras la herían, las burlas se hacían intensas y a menudo a la oruga le
dolía tanto que deseaba no haber existido, pues los pájaros la visitaban pero era nada más para
burlarse de ella. Así pasaron los días, pasaron los meses y la oruga se ponía cada vez más triste,
lloraba cada vez más, pero un día algo maravilloso ocurrió, la oruga había dejado su capullo para
convertirse en una hermosa mariposa. Ahora podía volar tan lejos como los pájaros, podía ser tan
bella como las rosas, estaba feliz pues ella nunca perdió la esperanza.
La oruga que siempre fue bella por dentro, pero ahora también lo era por fuera. Así fue como la
hermosa mariposa voló muy alto mientras observaba de lejos el tronco podrido del árbol que cubría
a las rosas y a sus pétalos, antes tan hermosos y ahora estaban marchitos, los cuales poco a poco el
viento se llevó dejando un simple tallo seco en su lugar.