2. Un campesino poseía algunos caballos que utilizaba en los trabajos de su pequeña hacienda. Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los animales había caído en un viejo pozo abandonado .
3. El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente y evaluó la situación, asegurándose de que el caballo no se hubiera lastimado. El pozo era profundo, y sería extremadamente difícil, por no decir imposible, sacar de allí al animal. Las dificultades, el tiempo y el precio en salarios necesarios para rescatarlo del pozo le hicieron pensar que no valía la pena intentarlo, por lo que decidió sacrificar al caballo, y ordenó a sus peones que lanzaran tierra dentro del pozo hasta cubrir al animal.
4. Pero cuando comenzaron la tarea, los peones se dieron cuenta de que, a medida que la tierra caía sobre el lomo del caballo, éste te sacudía y la tierra se iba acumulando en el fondo del pozo. De esta manera, el animal iba ascendiendo lentamente. Los peones siguieron paleando tierra hasta que el caballo consiguió salir por sus propios medios.