El documento describe las consideraciones clave para organizar un curso en un aula virtual. Explica que la educación virtual no debe replicar simplemente los métodos presenciales sino aprovechar las ventajas del medio virtual. También destaca la importancia de que los profesores adquieran competencias digitales para diseñar proyectos educativos que integren efectivamente las tecnologías. Finalmente, señala que tanto los profesores como los estudiantes deben desarrollar habilidades en las dimensiones operacional, cultural y crítica para aprender y enseñar
1. CENTRO DE ESTUDIOS
PROFESIONALES DEL GOLFO
PLANTEL: TRES VALLES, VER.
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
CUARTO SEMESTRE
Análisis de Ideas Clave:
Educar con aulas virtuales
Orientaciones para la innovación en el proceso
de enseñanza y aprendizaje.
ASIGNATURA:
EDUCACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS II
PRESENTA:
LIC. ARMANDO BLANCO MANZANILLA. ped.
ASESOR:
DR. CARLOS ARTURO TORRES GASTELÚ
TRES VALLES, VER., A 03 DE ENERO DE 2011.
2. C1. DEL PROFESOR PRSENCIAL AL PROFESOR VIRTUAL.
Algunas dificultades con las que se puede encontrar un profesor presencial
experto que se quiera introducir de manera coherente y completa en u
contexto virtual de enseñanza y aprendizaje.
Actualmente en la escuela, en las distintas áreas curriculares, se tratan temas
referidos a las tecnologías de la información, tanto a las más nuevas como a las
ya tradicionales. Por ejemplo, en Lengua, los docentes pueden enseñar temas
interesantes y útiles sobre los medios: su historia, sus lenguajes, sus
especificidades. En Tecnología, los docentes pueden introducir gradualmente
vocabulario especializado sobre computación y los conceptos clave que permiten
comprender cómo funciona una computadora. En Ciencias Sociales, los docentes
muestran cómo el desarrollo tecnológico está estrechamente ligado a procesos
políticos, sociales y económicos. Así, en varias áreas se desarrollan temas y
problemas sobre las tecnologías que, en los distintos niveles del sistema
educativo, se abordan como contenidos transversales. Este abordaje se centra en
enseñar sobre tecnologías.
Por otra parte, es un hecho la inclusión de las tecnologías de la información más
recientes en la escuela. Sus productos, como las computadoras, son herramientas
que permiten acceder al conocimiento en general. Enseñar con las nuevas
tecnologías resulta favorecido por el hecho de que el manejo de programas y
productos informáticos resulta cada vez más accesible, de modo tal que,
disponiendo de conocimientos y habilidades previas sobre la operatoria, es posible
desempeñarse exitosamente sin necesidad de que medien períodos extensos de
aprendizaje. Por ejemplo, para manejar un teclado de computadora son suficientes
los conocimientos previos de escritura al tacto que algunos han adquirido en las
escuelas comerciales muchos años atrás. Lo mismo ocurre con el manejo de una
cámara de video: pueden transferirse, natural e intuitivamente, conocimientos
previos de manejo de cámaras de fotos y videocaseteras.
3. Puede observarse, entonces, que la enseñanza y la tecnología se vinculan de dos
modos: considerando a esta última como objeto de estudio o como herramienta
para acceder a contenidos varios. En un intento de delimitar los alcances de estos
vínculos posibles, Chris la conveniencia de que docentes y estudiantes aborden el
aprendizaje de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación desde
tres dimensiones operacional, cultura y crítica.
La dimensión operacional atiende al desarrollo de las habilidades necesarias para
utilizar computadoras, módems, redes, etcétera.
La dimensión cultural implica el ingreso gradual a una cultura que apoya la
utilización de las computadoras para propósitos educativos. Los novatos, siguen
los autores, tendrán que aprender a utilizar los artefactos por imitación del
desempeño experto.
La dimensión crítica invita a docentes y estudiantes a preguntar y preguntarse
sobre lo que se da como supuesto y naturalmente aceptado en relación con este
momento de la cultura, es decir, abrir espacios para el cuestionamiento, promover
el diálogo crítico, realizar análisis antes de actuar y disponer de tiempo y energía
para conversar y discutir con colegas y estudiantes sobre la tecnología y sus usos.
Estas tres dimensiones pueden ensamblarse desde una concepción que invita a
integrar las nuevas tecnologías al desarrollo curricular, enriqueciendo el acto de
enseñar con nuevas tecnologías. Los docentes, en la actualidad, se lamentan
porque muchos alumnos creen que han desarrollado una investigación escolar de
calidad cuando encuentran en internet información, la bajan a sus computadoras,
la imprimen, la encarpetan y la entregan.
Este problema puede solucionarse de diversos modos. Uno de ellos consiste, en
primer lugar, en que los docentes seleccionen para los alumnos temas
específicos para ser investigados; esto es lo que los investigadores denominan
objetos de conocimiento estrechos, bien identificados, bien "recortados".
4. En segundo lugar, el docente podrá explicitar antes del inicio del trabajo la
cantidad y la calidad de la información que los alumnos deben reunir y cuáles
serán los criterios con los que se evaluarán las investigaciones. Asimismo, será
imprescindible entrenar a los alumnos en la identificación de sitios que ofrezcan
información precisa y rigurosa para que puedan evaluar por sí mismos la
pertinencia de la información reunida.
Otro aspecto a tener en cuenta es la capacidad de los alumnos para trabajar en
grupo en función de una producción compartida: en caso de que no estén
habituados a hacerlo, será necesario realizar experiencias previas y organizar la
participación de los alumnos dentro de cada grupo. Finalmente, los estudiantes
deberán contar con pautas precisas acerca de cómo comunicar por escrito y con
claridad las ideas elaboradas en conjunto, y cómo presentar el trabajo.
Las nuevas tecnologías deberán ser utilizadas de manera prudente y selectiva
para que constituyan una contribución auténtica que mejore las prácticas de la
enseñanza y promueva aprendizajes genuinos. Para utilizar las nuevas
tecnologías en el desarrollo de investigaciones escolares, así como para explorar
territorios desconocidos, es necesaria la mirada alerta y la orientación oportuna del
baqueano; en este caso, el docente, que conoce el lugar y que sabe por qué
quiere que el grupo que conduce llegue a destino por un sendero determinado.
Al respecto una idea que califican como contra intuitiva: que los docentes
conozcan las cuestiones referidas al uso y aprovechamiento de las nuevas
tecnologías antes que los estudiantes, aun cuando a menudo se tenga la
percepción extendida de que las necesidades de los estudiantes son las únicas
verdaderamente urgentes.
La búsqueda de nuevas formas de acceso, representación y comunicación de
conocimientos a través de las nuevas tecnologías debería regirse por el siguiente
principio: los docentes están primero para poder diseñar proyectos genuinamente
educativos en lugar de construir utopías tecnológicas.
5. C2. DEL ESTUDIANTE PRESENCIAL AL ESTUDIANTE VIRTUAL.
Algunos grupos de habilidades de aprendizaje del estudiante que deben ser
utilizados más y mejor en contexto de aprendizaje que combinen
presencialidad y virtualidad,…
Las TIC se han convertido en un eje transversal de toda acción formativa donde
casi siempre tendrán una triple función: como instrumento facilitador los procesos
de aprendizaje (fuente de información, canal de comunicación entre formadores y
estudiantes, recurso didáctico...), como herramienta para el proceso de la
información y como contenido implícito de aprendizaje (los estudiantes al utilizar
las TIC aprenden sobre ellas, aumentando sus competencias digitales). Así, hoy
en día los formadores necesitan utilizar las TIC en muchas de sus actividades
profesionales habituales.
- En la fase PRE-ACTIVA de preparación para la intervención: para buscar
información con la que planificar las intervenciones formativas y definir y actualizar
los contenidos de los programas formativos; para preparar o seleccionar apuntes,
materiales didácticos y actividades formativas para los estudiantes; para buscar
páginas web, bibliografía y otros materiales de repaso o ampliación de
conocimientos; para documentarse sobre lo que hacen otros colegas y otras
instituciones con el fin de mejorar la propia práctica; para elaborar la propia web
docente, centro de recursos personal donde cada formador va ordenando los
materiales digitales propios y los enlaces de Internet que tienen interés para su
trabajos y sus estudiantes; etc.
- En la fase ACTIVA de intervención formativa. Si la formación se imparte on-line,
a través de un Entorno Virtual de Aprendizaje (EVA), las TIC constituyen la
infraestructura básica imprescindible, la plataforma tecnológica que facilita los
recursos para el aprendizaje y la interacción entre formadores y estudiantes
(materiales didácticos, aulas virtuales, foros, tutorías...). Si la formación es
presencial, el apoyo de las TIC cada vez resulta más indispensable: utilización de
materiales informativos y didácticos digitalizados en las actividades de enseñanza
y aprendizaje que se realicen con los estudiantes, utilización de infraestructuras
6. tecnológicas de apoyo didáctico como la pizarra digital y las aulas informáticas,
tutorías complementarias on-line, foros de discusión entre formadores y alumnos,
asesoramiento a los estudiantes en el uso de las TIC, tal vez ejercicios
autocorrectivos y alguna prueba de evaluación on-line, etc.
- Finalmente, en la fase POST-ACTIVA, las TIC facilitan la propuesta de
actividades complementarias a realizar, la recepción de trabajos y envío de
comentarios y correcciones on-line, la atención de nuevas consultas mediante la
tutoría virtual, la realización de algunas gestiones administrativas del formador
(entrada de notas...) telemáticamente, etc.
A partir de estas consideraciones, que abarcan un amplio espectro de las
actividades del formador, se comprende que para integrar y utilizar con eficiencia y
eficacia las TIC el formador necesita una buena formación técnica sobre el manejo
de estas herramientas tecnológicas y también una formación didáctica que le
proporcione un "buen saber hacer pedagógico" con las TIC. Por las múltiples
aplicaciones innovadoras que tiene en todos los ámbitos de nuestra sociedad, el
conocimiento y aprovechamiento personal y profesional de los servicios que
proporciona Internet constituye la parcela más relevante de las competencias en
TIC que deben tener los formadores, sin olvidar el resto de las competencias
básicas en TIC que necesita todo ciudadano y otras competencias TIC específicas
de su campo profesional, muy especialmente la aplicación de estos instrumentos
tecnológicos con fines didácticos para facilitar los aprendizajes de los estudiantes.
En definitiva, y de acuerdo con diversos estudios realizados al respecto podemos
resumir así las competencias en TIC que deben tener los docentes:
- Tener una actitud positiva hacia las TIC, instrumento de nuestra cultura que
conviene saber utilizar y aplicar en muchas actividades domésticas y laborales.
- Conocer los usos de las TIC en el ámbito educativo.
- Conocer el uso de las TIC en el campo de su área de conocimiento.
7. - Utilizar con destreza las TIC en sus actividades: editor de textos, correo
electrónico, navegación por Internet....
- Adquirir el hábito de planificar el currículum integrando las TIC (como medio
instrumental en el marco de las actividades propias de su área de conocimiento,
como medio didáctico, como mediador para el desarrollo cognitivo)
- Proponer actividades formativas a los alumnos que consideren el uso de TIC.
Consideremos el carácter distal como una de las dos características más
relevantes del espacio electrónico (la otra: el carácter reticular). Si bien no se trata
de una absoluta novedad, dado que ya existían desde tiempo atrás medios como
el teléfono para la comunicación bidireccional o la radio y la televisión para la
unidireccional, la rapidez, facilidad y baratura de la comunicación y el acceso a la
información a distancia mediante la telemática ha contribuido a un cambio socio-
espacial y cultural inimaginable un tiempo atrás, al alterar los límites de cercanía
física.
Hay una serie de saltos cualitativos trascendentales en la comunicación no
presencial: 1. los nuevos medios permiten la conexión persona a persona, pero
también entre múltiples persona 2. se puede establecer la comunicación de forma
sincrónica o asincrónica 3. es posible acceder a información generada en
cualquier lugar del mundo, si así lo han deseado sus realizadores 4. se puede
dejar huella en realidades electrónicas cuya ubicación espacial es irrelevante.
En la educación, esto significa nada menos que resulta potencialmente posible
superar los límites de la ubicación espacial de los centros escolares, respecto al
contacto entre personas y comunidades y al acceso a la información generada
mundialmente.
8. C3. DEL AULA PRESENCIAL AL AULA VIRTUAL
La organización pedagógica y los requisitos psicoeducativos necesarios
para un planeamiento coherente de los contenidos específicos de un curso
en un aula virtual. Para ello previamente se presentan las aportaciones más
significativas que se presentan en el campo educativo.
La virtualidad, un medio distinto La educación en la virtualidad, es decir, desde la
no-presencia en entornos virtuales de aprendizaje, no se sitúa necesariamente en
ninguna orientación educativa concreta. Al igual que en la presencialidad existe la
convivencia entre orientaciones y didácticas diversas, siempre que éstas actúen
de forma coherente con las finalidades educativas y con los fines de la educación,
de la misma forma sucede en la virtualidad. El aprendizaje en ambientes virtuales
es el resultado de un proceso, tal y como valoraríamos desde la perspectiva
humanista, en el que el alumno construye su aprendizaje. También puede ser el
producto realizado a partir de la práctica, como puede ser el caso del trabajo a
partir de simuladores. Y evidentemente la acción resultante de un trabajo de
análisis crítico. Es decir, que de la misma forma que la presencialidad permite
diferentes perspectivas de análisis o de valoración de la educación, éstas también
son posibles en la virtualidad. La diferencia más importante entre la educación en
la presencialidad y en la virtualidad reside en el cambio de medio y en el potencial
educativo que se deriva de la optimización del uso de cada medio. No podemos
hacer lo mismo en medios distintos, aunque nuestras finalidades educativas y, por
tanto, los resultados que perseguimos sean las mismos, pero debemos saber de
antemano que el camino que debemos recorrer es distinto. En la aceptación de
esta diferencia de medio de comunicación reside el éxito o el fracaso de la
actividad educativa. En este sentido cabe la reflexión sobre el hecho que los
modelos virtuales no tendrán éxito si se basan en intentar replicar los modelos
presenciales. La clase magistral es una clase presencial, y suponiendo que sea un
buen recurso, que a veces lo será, no puede ―copiarse‖ en otro medio. Será
necesaria una adaptación, que aproveche lo mejor que ese medio ofrece y que, de
esta forma, alcance los mismo objetivos formativos que se plantearía una acción
presencial1. Educación y virtualidad se complementan en la medida en que la
9. educación puede gozar de las posibilidades de creatividad de la virtualidad para
mejorar o diversificar sus procesos y acciones encaminados a la enseñanza y al
aprendizaje, mientras que la virtualidad como sistema se beneficia de la
metodología de trabajo educativo y de comunicación, necesaria en aquellos casos
habituales en los que la finalidad de la relación en la red sobrepasa la de la
búsqueda de información. ¿Cómo educar en la virtualidad? La experiencia de la
UOC Existen caminos diversos para llegar al mismo punto final: la educación de la
persona. En la virtualidad, al igual que en la presencialidad, los distintos caminos
conviven y se complementan. Las actuaciones educativas en las que tanto el
educador como el educando sepan ser flexibles en el proceso y adaptar las
metodologías y las didácticas a las necesidades educativas, al perfil de los
componentes del proceso y al contexto de aprendizaje tienen una posibilidad de
éxito bastante garantizada, así como un alto nivel de calidad formativa. Pero en la
virtualidad deben cumplirse unos mínimos ya que la gran diferencia entre la
presencialidad y la no presencialidad reside en que ésta necesita de la
explicitación de los procesos y de las metodologías de aprendizaje, más que la
presencialidad, y por ello la tarea debe estar siempre previamente diseñada y
debe ser conocida por el estudiante. ¿Cuáles deberían ser los elementos a tener
en cuenta como diferenciales en los procesos educativos en ambientes virtuales?
Consideramos que, deben ser de dos tipos: metodológicos y organizativos. En
definitiva el proceso de aprendizaje, así como la educación es un planteamiento
global que tiene concreciones diversas según el medio a través del cual se
vehicula. Actualmente, gracias a las nuevas tecnologías de la información
aplicadas a la educación, podemos comprobar hasta qué punto el replanteamiento
pedagógico que hacemos del uso educativo de los espacios de no presencialidad
o asíncronos es el mismo que para los espacios convencionales presenciales de
educación y aprendizaje.
El profesorado deja de ser la fuente de información para convertirse en el
facilitador del aprendizaje. Esto no significa que ahora se limiten a dirigir el
proceso de aprendizaje. Por medio de la orientación y la inducción, el objetivo de
la acción del profesor es el de proporcionar al estudiante los instrumentos y pistas
10. que lo ayudarán a desarrollar su propio proceso de aprendizaje y, al mismo
tiempo, atender sus dudas y necesidades. La evolución de las nuevas tecnologías
y el siempre fácil acceso a las fuentes de información está cambiando el papel de
los profesores. Maniobrar y moverse en un volumen de información como éste –
como hemos dicho antes– se ha convertido en una búsqueda del éxito en un gran
laberinto. El riesgo de la pérdida de tiempo en búsquedas inútiles es muy elevado,
de modo que debemos aprender a diferenciar lo bueno de lo malo. Necesitamos
un filtro adecuado y éste será, por tanto, uno de los papeles del profesor y el
formador. A pesar de ello, es curioso, y a pesar del hecho de que muchos todavía
quieren creer que el valor añadido del profesor reside principalmente en lo que
sabe –es decir, los contenidos– el futuro nos muestra que lo más importante no es
esto, sino el método: la forma como nosotros, los profesores, hacemos las cosas,
cómo proporcionamos a los estudiantes los instrumentos que necesitan para
crecer, para encontrar la información – el conocimiento– que los hará capaces de
distinguir entre información verdadera y falsa, y cómo les inculcamos un sentido
crítico. La manera de conseguir que las personas aprendan será lo que nos
distinguirá, lo que nos hará mejores y nos dará prestigio. De hecho, la realidad ya
está superando algunos de estos tópicos. Actualmente, en Internet podemos
encontrar iniciativas de profesores privados en línea especializados a quienes los
estudiantes pueden preguntar directamente desde casa. No hay horarios ni
desplazamientos. A pesar de que la idea no es sustituir al profesor tradicional y el
sistema escolar, sí que intenta ofrecer al estudiante un complemento que le pueda
dar seguridad en su proceso de aprendizaje. El debate sobre el adelanto que este
tipo de servicio implica está aquí. Sin ningún tipo de duda, algún profesor lo verá
sólo como una simple clase privada sofisticada. Otros profesores se darán cuenta
del poder de motivar y ofrecer servicios que se pueden realizar por Internet,
especialmente para el estudiante de zonas rurales, en hospitales, etc. (con la
democratización que implica el hecho de facilitar el acceso a información a grupos
que hasta ahora tienen dificultades). b) Un perfil necesario Las preguntas y las
nuevas situaciones, como las descritas anteriormente, como mínimo exponen la
incertidumbre y dudas que genera la incorporación de las TIC en la clase. Ahora
11. bien, ¿qué perfil de profesorado requiere esta incorporación? Probablemente, el
profesorado debería ser: • Más colaborador que solitario: tendrá que trabajar en
una red, ya que las posibilidades comunicativas de Internet hacen viable el trabajo
interactivo con profesores de centros diferentes. • Tendría que
fomentar/promocionar participación: esto no sólo significa participación en clase,
sino también la corresponsabilidad de los proyectos iniciados en el aula. • Tendría
que reconocer/aceptar el hecho de que ya no tiene la posesión del conocimiento
puesto que, por un lado, los estudiantes podrían ser iguales de buenos y
competentes, o incluso más, con las TIC y, por el otro, pueden tener acceso a la
información de una forma tan fácil como el profesorado. • Con habilidades
organizativas importantes, dado que la clase y la información no serán
bidireccionales (del profesorado a los estudiantes y a la inversa), sino que el
trabajo con los estudiantes se podrá llevar a cabo en torno a diferentes enfoques
de trabajo que provocarán cambios en la manera de enseñar.
12. C4. DEL RITMO FIJO AL RITMO VARIABLE.
La dedicación del profesor en la introducción de un aula virtual en la clase
se ve modificada como sucede ante cualquier innovación educativa,…
La Combinación de educación y tecnología para llegar a su audiencia a través de
grandes distancias es el distintivo del aprendizaje a distancia. Esto viene a ser un
medio estratégico para proporcionar entrenamiento, educación y nuevos canales
de comunicación para negocios, instituciones educativas, gobierno, y otros
públicos y agencias privadas. Con pronósticos de ser uno de los siete mayores
desarrollos en el área de la educación en el futuro, la educación a distancia es
crucial en nuestra situación geopolítica como un medio para difundir y asimilar la
información en una base global.
A su nivel básico, la Educación a Distancia se realiza cuando los estudiantes y
maestros están separados por la distancia física y la tecnología (voz, video, datos
e impresiones) a menudo en combinación con clases cara a cara, es usada como
puente para reducir esta barrera.
Ésta exige un mediador entre el maestro y el alumno, siempre conformado por la
tecnología y cambiado a lo largo de los años. Anteriormente el papel de mediador
lo tenía el correo tradicional pero el mundo está en constante cambio y con ésto
viene la creación de nuevas tecnologías. Así, hoy en día, el medio empleado es la
computadora y el Internet por lo que un requisito fundamental es contar con una
computadora, ya sea propia, prestada o poder estar en contacto en un cibercafé.
El uso de la tecnología es esencial.
Cada vez más instituciones educativas ofrecen cursos a distancia, las aulas
empiezan a convertirse en espacios virtuales de estudio. Esta opción es una gran
oportunidad para aquellas personas que no cuentan con mucho tiempo, dinero o
posibilidad de traslado; de esta manera pueden estudiar desde casa o durante su
descanso en el trabajo. En este proceso de enseñanza intervienen varias
personas que ocupan diferentes puestos, son las siguientes:
13. - Coordinador general: articula y dirige procesos del método. - Experto en
contenidos: docente a cargo del curso. - Profesor o tutor: apoya, guía al
estudiante. Construye los módulos que son los textos del curso. - Asesor de
diseño: ayuda al profesor a crear los materiales didácticos y las actividades de
instrucción. - Asesor en tecnología: ayuda al profesor a escoger los medios
tecnológicos más adecuados para que el alumno logre el aprendizaje. - Productor
de nuevas tecnologías: apoya en la generación del material audiovisual que ayude
en las clases. - Diseñador gráfico: selecciona los recursos gráficos adecuados
para los medios audiovisuales. - Evaluador del sistema: su cargo consiste en la
evaluación de todos los integrantes del sistema, señala los inconvenientes y
también puede proponer.
En estos modelos de clase también existe un maestro quien puede, solamente
subir las explicaciones y tareas a realizar por lo que, los alumnos mandarán las
actividades a un sitio en específico y de vez en cuando tener una sesión de Chat
con el profesor para preguntar alguna duda; o por otro lado, existe la posibilidad
de subir a Internet videos en los que se explique de manera más creativa y
entendible cada tema. De igual manera, se pueden dar videoconferencias con
maestros de distintas universidad, países o ciudades lo que añade riqueza a esta
clase de educación. Las evaluaciones se realizan mediante la entrega de trabajos
que se envían al profesor y éste los regresa con retroalimentación.
Sus principales ventajas residen en la posibilidad de atender demandas
educativas insatisfechas por la educación convencional hegemónica. Las ventajas
a las que alude la mayoría de las personas que usan este método, es la de poder
acceder a este tipo de educación independientemente de dónde residan,
eliminando así las dificultades reales que representan las distancias geográficas.
Además, respeta la organización del tiempo, respetando la vida familiar y las
obligaciones laborales.
En cambio, sus desventajas se refieren a la desconfianza que se genera ante la
falta de comunicación entre el profesor y sus alumnos, sobre todo en el proceso
de evaluación del aprendizaje del alumno. Por otro lado, es necesario una
14. intervención activa del tutor para evitar el potencial aislamiento que puede tener el
alumno que estudia en esta modalidad. Otra gran desventaja radica en el
aislamiento que se puede llegar a dar entre seres humanos, eliminando la
interacción social física.
Además de éstas hay otras desventajas específicas propias de la naturaleza de
los distintos campos del saber. Ése es el caso de la enseñanza de idiomas, donde
a pesar de haberse registrado una notable evolución tecnológica que ha hecho de
la misma una enseñanza más efectiva y atractiva para el estudiante; aún está lejos
de transmitir toda la información no verbal que rodea el acto de habla y que forma
una parte indispensable del mismo.
15. C5. DE LOS MATERIALES DIDEÀCTICOS A LAS UNIDADES TEMÀTICAS
VIRTUALES.
La modalidad de enseñanza virtual requiere la adaptación de los materiales
para favorecer de manera adecuada el aprendizaje de los estudiantes.
La práctica docente más habitual en la enseñanza a distancia fundada en el uso
de la telemática ha empleado la combinación de materiales didácticos impresos
ideados especialmente para el estudio a distancia, con los recursos en red para la
comunicación del profesor y su grupo de estudiantes. Eventualmente se
proporcionan materiales asociados a través de la web que complementan los
contenidos del texto principal, o cubren parcialmente algunos de los temas del
programa.
Esta combinación de materiales y recursos ha mostrado algunas limitaciones. Así,
los materiales didácticos en papel sólo facilitan una comunicación unidireccional
con carácter impersonal, y permiten una escasa interactividad del estudiante con
el material. Las limitaciones de extensión en la elaboración del material se deben a
las pautas de carácter institucional que determinan el número de páginas máximas
por cada crédito, y que condicionan la inclusión de actividades variadas, lecturas
complementarias, casos prácticos y otros recursos didácticos de ayuda en el
proceso de aprendizaje. Esta limitación espacial ha tenido como consecuencia
indirecta un peso mayor del contenido conceptual, abstracto y teórico en el texto
de los manuales, de forma que las actividades y casos prácticos —tan habituales y
necesarios en la docencia— se acaban distribuyendo a través de la web en forma
de materiales asociados. En contrapartida, el formato impreso elimina barreras
espaciales, temporales y tecnológicas para el estudio, de forma que éste se puede
realizar prácticamente bajo cualquier circunstancia.
En la explosión de la ―tecnologización‖ de la educación, se encuentra la educación
virtual como un proceso que en estos momentos se nos muestra como la única
propuesta radicalmente innovadora. En todo encuentro científico, en publicaciones
de todo tipo, en la web, etc., tropezamos de forma constante con propuestas de
16. formación virtual como procesos de enseñanza - aprendizaje absolutamente
novedoso.
Sin embargo, al analizar estos diseños descubrimos que en la mayoría de estos
proyectos se da una ausencia de fundamentación teórica de lo que se pretende y
en la que se basa, de cómo lograr los objetivos planteados y de cómo evaluar de
forma real sus logros. Ignoran en qué paradigma educativo se enmarcan, por lo
que, finalmente, desorientan más que colaboran en el desarrollo educativo de
individuos y grupos. De aquí la relevancia y oportunidad de este libro, ya que
emprende un tema esencial para acometer la educación virtual: su enfoque
teórico, tecnológico y práctico.
Pero, tal como se señala en el libro, antes de profundizar en la formación virtual,
habrá que entender en qué marco se integra: la educación a distancia. ¿Qué
implica el concepto 'a distancia'? Distancia expresa lejanía, separación,
alejamiento..., en las dos coordenadas claves de toda interacción humana: el
espacio y el tiempo. Distancia entre dos sujetos separados por coordenadas
geográficas, con mayor o menor lejanía física, y en el tiempo en el que se efectúa
esa relación. De ahí que los actores que participan en esa interacción siempre
están en lugares diferentes y, hasta hace poco, también en momentos temporales
distintos.
Lógicamente, el que en una acción formativa no coincidan el docente y el/os
alumno/s en un tiempo determinado, conlleva necesariamente una separación
espacial, siendo ésta la clave que ha definido durante mucho tiempo a la
educación a distancia como propuesta antinómica a la enseñanza presencial. Dos
ofertas pedagógicas que a lo largo de décadas han sido consideradas de
imposible convergencia.
Los canales de comunicación y los recursos en los que se ha apoyado la
educación a distancia desde sus inicios mantenían ciertamente esa separación de
espacio y tiempo, por lo que la interacción entre los agentes principales era
sumamente limitada. Con este presupuesto no se entendía cómo se podía educar
17. con unos recursos y unos canales que no facilitaban la interacción, de ahí que,
desde sus comienzos, fuera considerada por muchos como una enseñanza de
segunda clase, ya que no era capaz de aportar la interacción y los elementos
básicos propios de toda relación educativa.
Al consolidarse y expandirse la red se está permitiendo deslocalizar y
destemporalizar esas fuentes, que, como surtidor de recursos informativos,
formativos y comunicativos, está sirviendo de base a una educación a distancia
que cada vez se hace más cercana, al posibilitar su presencia en cualquier
escenario. O como señala, una educación a distancia sin distancias. Es el logro de
la red como lugar de convergencia de los diferentes actores del hecho educativo.
De la educación a distancia visualizada como una enseñanza en la que docentes y
alumnos se encontraban en espacios separados, a una educación a distancia en
la que espacio y tiempo no aparecen como condicionantes, sino como factores
que se utilizan para cada propuesta educativa, generando, así, un nuevo entorno
pedagógico. De una educación a distancia considerada por muchos como una
educación de carácter compensatorio, a la cual estaban confinados todos aquellos
individuos que no tenían la posibilidad de acceder a las aulas presenciales, a una
educación a distancia como alternativa real ante la consolidación en el ámbito
educativo de los diseños basados en las tecnologías colaborativas, así como de la
realidad de la formación a lo largo de la vida. Es el medio el que marca la
diferencia, no las finalidades que se persiguen, por ello el éxito de la acción
educativa en cada caso estriba en saber utilizar los recursos y canales de
comunicación de acuerdo al medio en el que se está trabajando, sabiendo que en
todo caso, no deben centrarse todos los esfuerzos en la aplicación de las
tecnologías, porque éstas por sí solas, mantienen los autores, no conducen a
nada.
18. C6. DE LA ACTIVIDAD PRESENCIAL A LA ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE
VIRTUAL.
Mediante los grupos cooperativos virtuales los estudiantes tienen la
oportunidad de establecer interacciones cooperativas telemáticas para
conseguir objetivos grupales de aprendizaje.
La composición de los grupos en relación a la capacidad para alcanzar objetivos y
llegó a la conclusión de que el grupo moderadamente heterogéneo (con
integrantes con habilidad alta y media; o media y baja), facilita el desarrollo de
intercambio y de explicaciones durante el proceso de aprendizaje. Aclara que
aquellos grupos heterogéneos que integran a personas con habilidades altas,
medias y bajas normalmente no son tan efectivos como el primero, porque los
estudiantes de habilidad media son casi siempre excluidos de la interacción. Los
grupos homogéneos de estudiantes con habilidades altas, según este autor,
tampoco son buenos grupos porque asumen que todos conocen la solución del
problema. Por último, los grupos homogéneos de habilidades bajas, tienen el
límite de que no cuentan con las herramientas para ayudarse creativamente entre
pares.
Un grupo de trabajo colaborativo se entiende como un conjunto característico de
dos o más personas que interactúan dinámica, interdependientemente y
adaptativamente con respecto a una meta/objetivo/misión, y cada uno tiene
algunos roles o funciones específica que realizar.
La colaboración como forma de trabajo en grupos, puede ser apropiada para
resolver dudas o problemas de comprensión en los alumnos, para revitalizar en la
dinámica del curso, promover participación activa para mayor comprensión y
aplicación de los contenidos, propiciando experiencias de aprendizaje
significativas para los alumnos.
Los grupos de aprendizaje colaborativo, proveen al alumno de habilidades que le
ayudan a interactuar con sus pares, a la vez que le proporcionan destrezas para
construir, descubrir, transformar y acrecentar los contenidos conceptuales; así
19. como socializar en forma plena con las personas que se encuentran en su
entorno.
En este ambiente, el papel del profesor debe caracterizarse con un alto índice de
diseño, planeación didáctica y liderazgo, con base en un conocimiento profundo
de los contenidos de aprendizaje, del perfil del alumno, pues es quien guía la
forma de atraer y persuadir a los estudiantes para el cumplimiento de los objetivos
de aprendizaje.
El aprendizaje colaborativo a través del uso de tecnologías de la información] tiene
como elementos centrales del proceso: el lenguaje, el uso de conceptos
abstractos, el intercambio y las aproximaciones sociales, lo que revaloriza el
discurso y lo social.
Aprendizaje colaborativo y uso de tecnologías de la información también crea lo
que se conoce como grupos colaborativos virtuales. El aprendizaje colaborativo
mediado por la computadora como: una estrategia de enseñanza-aprendizaje por
la cual interactúan dos o más sujetos para construir el conocimiento a través de
discusión, reflexión y toma de decisión, proceso en el cual los recursos
informáticos actúan como mediadores. La transmisión de información persona a
persona y grupo a grupo se realiza — mediante los servicios de Internet— a
velocidades exponencialmente mayores en relación a otros medios—como correo
postal—, dependiendo ahora no de la mediación humana directa sino de la propia
tecnología, lo que implica un rompimiento de la relación tiempo-espacio de escala
humana a una dimensión tiempo-espacio de escala tecnológica. Se señala como
elemento central de la dinámica educativa de los grupos en red, La interacción que
se genera entre sus miembros y los vínculos que se establecen a partir de tal
interacción.
Así, se puede definir a los grupos en red como el conjunto de sujetos que se
organizan en pequeños equipos de trabajo para llevar a cabo un aprendizaje de
tipo colaborativo, fomentando procesos de formación social e intelectual entre
todos sus miembros, a través de la comunicación interactiva mediada por las
20. computadoras —vía intranet o extranet—, orientados y motivados, en forma
permanente, por un cuerpo institucional de profesores tutores.
Para aplicar los conceptos de trabajo y de aprendizaje colaborativos es necesario
disponer de entornos que soporten y posibiliten compartir datos, así como de
mecanismos que permitan las interacciones necesarias para llevar a cabo un
trabajo de investigación de forma efectiva. Además, deberá garantizarse la
seguridad de los datos compartidos. La tendencia de muchas aplicaciones y
proyectos actuales es utilizar la Internet como infraestructura básica de redes
comunicacionales.
Diversas experiencias han mostrado el impacto de la informática y de las
telecomunicaciones en el trabajo de los profesionales de la salud, tanto de los
investigadores como de los que desarrollan actividades clínicas. Estas
herramientas facilitan la capacitación en el trabajo profesional, al permitir el
intercambio de datos y espacios de trabajo donde se desarrolla la interacción entre
los diversos integrantes que constituyen un grupo; por ejemplo: varios médicos
situados en diferentes centros pueden analizar un caso clínico en tiempo real
sobre un espacio de trabajo común (concretamente, un espacio tipo "pizarra") y
diagnosticar de forma colaborativa o establecer esquemas de tratamiento.
El uso de estas herramientas es posible en casi todas las áreas de la medicina y
es particularmente útil en todas aquellas áreas en las que resulta necesario
manipular imágenes o conjuntos de datos que puedan ser difíciles de observar o
evaluar por personas no expertas. De esta forma, la experiencia de determinados
profesionales puede ser compartida por otros de forma remota, para aplicaciones
clínicas, en investigación o en la capacitación. Se ha imaginado el laboratorio del
futuro como un centro sin paredes, donde los investigadores pueden interaccionar
con otros colegas independientemente de su localización física, compartiendo
datos y accediendo a recursos computacionales y a información recogida en
bibliotecas virtuales.