El documento contrasta las diferencias entre los pueblos originarios nómadas y sedentarios de la provincia. Los nómadas se trasladaban de un lugar a otro dedicándose a la caza, pesca y recolección, mientras que los sedentarios vivían permanentemente en un solo lugar practicando la agricultura y ganadería. Los nómadas se vestían con pieles de animales, mientras los sedentarios desarrollaron el trabajo textil produciendo telas de lana.