2. La campaña consiste en una serie de
carteles alusivos al silencio y a unos
marcapáginas con frases que grandes
personajes de la historia, como Pitágoras,
Schiller o Nietzsche han dedicado a este
valor en alza, cada día más difícil de
disfrutar.
3. Aunque el objetivo final es lograr que el
ambiente de silencio sea permanente, está
previsto relanzar la campaña en las
épocas de exámenes, en las que el uso
masivo de las bibliotecas obliga a todos a
esforzarse por una mejor convivencia.
4. La biblioteca debe seguir siendo un
espacio donde mande el silencio y todos,
tanto de los usuarios como del personal
que trabaja en ellas, deben
responsabilizarse de su mantenimiento.
5. El Sistema de Bibliotecas ha implementado, desde hace
ya varios años, distintas campañas bajo el lema de
“Cultura Biblioteca”, mediante las cuales quiere
persuadir a sus usuarios acerca de lo que significa usar
bien una biblioteca, es decir, hacer el mayor silencio
posible, transitar ordenada y pausadamente por los
espacios bibliotecarios, tratar bien los materiales
bibliográficos, los muebles y demás elementos allí
utilizados, además de ser, en lo posible, usuarios
autosuficientes que sepan emplear las herramientas
bibliográficas básicas para su estudio y sus
investigaciones
6. El Sistema de Bibliotecas es consciente de
la dificultad que significa obtener
excelentes resultados de las campañas en
pro de la “Cultura Biblioteca”, dadas las
características de las costumbres de
nuestras ciudades, en las cuales impera
cierta imposición de la bulla por doquier,
desde los centros donde naturalmente se
aglomeran públicos diversos, hasta los
barrios y casas, el transporte público y los
festejos, en los cuales los equipos de
sonidos en altos decibeles, la carencia casi
completa de privacidad y las voces en
altos tonos es una constante.
7. Por alguna extraña razón, el silencio está
expulsado de la república de nuestras
vidas. La bulla debe llenar los momentos
en que, ocasionalmente, la soledad debe
encontrarse con nuestros pensamientos o
nuestras tareas cotidianas. Es por ello, tal
vez, que los frutos que hemos recogido en
todos estos años con las campañas
mencionadas no son muy abundantes, a
pesar de lo cual no cejaremos en el trabajo
que en ese sentido nos corresponde.
8. . Cuesta decirlo así, pero la realidad es
que en las bibliotecas nos resistimos a
admitir como normal lo que, grosso modo,
acurre en el resto de la Universidad: el
entendimiento de que los espacios
públicos son espacios donde no tiene por
qué haber un mínimo de orden ni de
respeto por los derechos y la intimidad de
los demás, y la aglomeración sin gusto ni
estética de todo aquello que está
justificado porque es lo que nos sirve para
“buscarnos la vida”.
9. Por todo lo anterior, entonces, y tratando
siempre de tener éxito en nuestras
campañas y propósitos tendientes al
bienestar de los usuarios del Sistema de
Bibliotecas, la institución ha implementado
el Reglamento interno para la utilización de
los recursos y servicios del Sistema de
Bibliotecas ,en el cual quedan consignadas
las normas básicas de comportamiento, y
al cual es obligatorio que todos nos
acojamos: estudiantes, empleados,
profesores y usuarios en general. Como es
natural en todas las instituciones respecto
a los reglamentos que las rigen, el no
cumplimiento de las normas allí planteadas
acarrea acciones correctivas relacionadas
con los derechos que adquirimos al ser
usuarios activos.
10. La implementación del reglamento del
Sistema de Bibliotecas está justificado y se
explica porque en varios años en los
cuales hemos emprendido diversas
campañas tendientes al mejoramiento de
la convivencia y del ambiento de estudio,
como ya se ha anotado, el éxito de dichas
campañas ha sido relativamente escaso,
contando más bien con el empecinamiento
en actuaciones que, permanentemente,
perturban las condiciones mínimas de
estudio, de investigación y de trato con las
bibliotecas en su conjunto.
11. El reglamento tendrá una amplia difusión
por distintos medios universitarios y
también en diversos soportes: papel,
internet y voz. Algunos actores, incluso,
realizarán actuaciones ante públicos
universitarios en las distintas sedes. Y
como se ha hecho costumbre,
exitosamente, con algunas
reglamentaciones y normas de convivencia
en la ciudad por parte de autoridades
municipales y departamentales, el
reglamento del Sistema de Bibliotecas,
tendrá un tiempo determinado de
aplicación pedagógica, después del cual
se implementarán las acciones correctivas
correspondientes con las faltas, en la
medida en que ello se haga necesario.
12. Todo lo anterior está exclusivamente
encaminado a mejorar el ambiente de
estudio y de trabajo en las bibliotecas,
conscientes de que tenemos la obligación
de hacer de ellas lugares acogedores y
silenciosos, aptos para la lectura, el
estudio y la investigación, con la
colaboración de todos los públicos
universitarios, con el apoyo de todos
nuestros usuarios, quienes serán los
primeros beneficiados de contar con
bibliotecas cada vez mejor dotadas, con
buenos recursos académicos y
tecnológicos