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Hiperemesis gravidica
1. FACULTAD DE MEDICINA HUMANA Y CIENCIAS
DE LA SALUD
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE
ENFERMERÍA
SALUD DE LA MUJER Y EL RECIEN NACIDO
Hiperémesis gravídica
Olenka Dueñas Mandamientos
AREQUIPA – PERÚ
2016
2. CASO CLINICO
1. DEFINICIÓN
Las nauseas y vómitos son una situación clínica muy frecuente en el embarazo
que afecta al 75-80 % de las gestantes. El espectro más grave de esta
situación clínica conocido como hiperémesis gravídica es mucho menos
frecuente y afecta en realidad al 0,5-2 % de todas las gestaciones. No existe
consenso acerca de la definición de la enfermedad, pero la mayoría de las
definiciones incluyen vómitos persistentes en ausencia de otras patologías que
los expliquen con pérdida ponderal importante (superior al 5% del peso inicial).
2. ETIOLOGÍA
La etiología de la hiperémesis gravídica es desconocida, aunque diferentes
causas han sido propuestas: Niveles elevados de Beta-hCG y estrógenos, la
“masa placentaria” (las mujeres con embarazos múltiples o enfermedad
trofoblástica presentan con mayor frecuencia sintomatología de náuseas y
vómitos), factores psicológicos y factores familiares (mujeres que tienen
madres o hermanas que hayan presentado náuseas y vómitos tienen más
probabilidad de presentarlas).
3. SIGNOS Y SÍNTOMAS
Casi el 80 % de las gestantes presentan náuseas y vómitos durante el
embarazo. Son pacientes que presentan 1 o 2 vómitos al día con tolerancia
correcta a la ingesta, que inician sus síntomas entre la semana 6 y la 9 de
gestación. OTROS SINTOMAS SON:
Bilis y sangre en los vómitos.
Deshidratación.
Ojos hundidos.
Lengua seca.
Taquicardia.
orina más concentrada.
Hipotensión.
Pérdida de peso a consecuencia de la falta de alimentos.
Cansancio prolongado.
Mareos o desmayos.
Salivación excesiva (sialorrea).
Ausencia de vitaminas y minerales.
Algunas mujeres afectadas tienen un olor distinto en el aliento (olor a
cetonas). O afrutado
Incapacidad de comer y mantener una nutrición adecuada
3. 4. DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de hiperémesis gravídica es muchas veces un diagnóstico de
exclusión y básicamente clínico:
a. Paciente que explica varios vómitos al día en relación o no con las
comidas. Intolerancia total o parcial a la ingesta.
b. Ausencia de otra sintomatología: No fiebre, no dolor abdominal, no
cefalea, no alteraciones neurológicas. No todas las pacientes que
vomitan al inicio de la gestación presentan una hiperémesis (diagnóstico
diferencial con otras patologías que presentan vómitos. Ver tabla anexa)
c. Alteraciones analíticas: Hemograma (hemoconcentración), Alteraciones
electrolíticas (hiponatremia, hipopotasemia, hipocloremia y alcalosis
metabólica), alteración del perfil hepático (elevación leve de GOT y GPT
< 300U/L, y Bilirrubina < 4 mg/dl) y alteración del perfil tiroideo (aumento
de la T4 y la TSH).
5. TRATAMIENTO
Sólo el médico sabe qué medicamentos pueden ayudar a la madre en esta
enfermedad. Se desaconseja la automedicación, y no se debe retrasar la
consulta médica en las situaciones más severas que hemos descrito antes.
Las náuseas y vómitos leves propios del embarazo no necesitan fármacos, es
suficiente con modificar la dieta, incluyendo más proteínas e hidratos de
carbono (como nueces, queso, galletas saladas, leche…). Lo mejor es comer
en pequeñas cantidades y varias veces al día. Evitar alimentos ricos en grasas
o muy condimentados y beber mucha agua son también medidas eficaces para
combatirla estas molestias, así como evitar el estrés durante el embarazo. Un
remedio bastante efectivo son las infusiones de jengibre, que alivian las
náuseas y disminuyen el deseo de vomitar.
En el caso de la hiperémesis gravídica hay varios medicamentos que pueden
ayudar a minimizar los vómitos y estabilizar a la madre. Algunos son:
Antihistamínicos (dimenhidrinato): aparte de sus efectos para combatir
la alergia, los antihistamínicos son capaces de disminuir la excitación del
centro del vómito en el cerebro.
Vitamina B6: alivia las náuseas y además se puede suministrar en
inyección si la madre vomita con tanta frecuencia que administrarla por
vía oral no resulta eficaz.
Fenotiazina: es un medicamento del grupo de los antiepilépticos, que
produce una “relajación” del sistema nervioso, de manera que así se
regula la hiperexcitación del centro del vómito cerebral.
Omeprazol, o metoclopramida: tiene varios efectos en el tubo digestivo.
Aumenta el tono muscular del cardias en la unión esófago-estómago,
relaja el píloro (que es el esfínter entre el estómago y el intestino
4. delgado), y aumenta la cinética gástrica. Como incrementa la velocidad
a la que se vacía el estómago, desaparece la posibilidad de vomitar.
Vi-syneral: Tratamientos de carencias múltiples en particular dietas
restrictivas, desórdenes en la absorción o requerimientos
aumentados.
Antiácidos: eliminan el ácido que segrega el estómago. No solucionan
los vómitos, pero alivian el ardor que siente la madre entre uno y otro, y
pueden evitar las náuseas.
Además de todos estos fármacos, que actúan directamente sobre las náuseas
y los vómitos, se deben tratar las complicaciones derivadas de la hiperemesis
gravídica, es decir, la deshidratación y la desnutrición, que ocurren con
bastante frecuencia y son las que determinan la gravedad de esta enfermedad.
Algunas medidas terapéuticas son:
Ingreso hospitalario: para un mejor control del estado de la mujer es
preferible su ingreso hasta que se recuperen líquidos y electrolitos en las
cantidades apropiadas.
Hidratación: en primer lugar se coloca una vía venosa por donde se
suministran sueros (dextrosa 100cc y hipersodio mas kalium)que
regulan el medio interno de la paciente, con el fin de disminuir la
deshidratación. Cuando se han recuperado unas constantes vitales
adecuadas, se puede sustituir la vía venosa por la vía oral. Se suelen
tardar unas 24-48 horas para pasar a la vía oral. Después, la paciente
sólo podrá tomar bebidas isotónicas hasta que esté completamente
regulada.
Suplementos nutritivos: cuando se controlan los vómitos, la paciente ya
puede tomar suplementos nutritivos en forma de papillas que
compensen las carencias nutricionales. Si los vómitos son
incontrolables, se optará por una sonda nasogástrica y, sólo como última
opción, se empleará la nutrición parenteral, es decir, a través de una vía
venosa.
Suplementos vitamínicos: hay vitaminas concretas que son muy
necesarias para la mujer y para su bebé. Tanto es así, que en ocasiones
es preciso recurrir a inyectarlas por vía intramuscular para corregir
rápidamente su déficit. La más importante es seguramente el ácido
fólico, pero también lo son la tiamina, la vitamina B6 y la vitamina A.
Aunque no es una vitamina, también podemos incluir aquí el hierro, que
es un mineral esencial para las embarazadas y puede estar disminuido
en la hiperemesis gravidica.
6. ACCIONES DE ENFERMERÍA
Examen físico
Estado neurológico: conciencia, tono muscular y reflejos
Estado de hidratación: piel, mucosas, ojos, ortostatismo
5. Semiología abdominal: dolor, distensión, tránsito
Hidratación parenteral
Peso diario del paciente
Balance hídrico estricto
Apoyo psicológico y emocional
Administraron de antieméticos
Controles semanales
Una vez corregido los vómitos y la deshidratación se puede empezar Brindar
dieta blanda y fraccionada con comidas pequeñas a intervalos
frecuentes,[] que se va aumentando según la tolerancia de la paciente
7. DIAGNOSTICOS DE ENFERMERIA
Riesgo de la alteración de la nutrición por defecto, en relación con pérdida de
nutrientes y líquidos secundaria a los vómitos.
Alteración del bienestar en relación vómitos y nauseas por elevación de
estrógenos.
Riesgo de deshidratación relacionado con el embarazo, evidenciado por
náuseas y vómitos persistentes.