1. Retiro Mensual Octubre 2017
ADORACIÓN EUCARÍSTICA
(se tienen preparados los papelitos del compromiso, se inicia con un
Canto misionero)
Guía: “La misión de la Iglesia, destinada a todas las personas de buena
voluntad, está fundada sobre la fuerza transformadora del Evangelio. El
Evangelio es la Buena Nueva que trae consigo una alegría contagiosa,
porque contiene y ofrece una vida nueva: la de Cristo resucitado, el
cual, comunicando su Espíritu dador de vida, se convierte en Camino,
Verdad y Vida por nosotros”.
Todas: “Es Camino que nos invita a seguirlo con confianza y valor. Al seguir a Jesús como nuestro
Camino, experimentamos la Verdad y recibimos su Vida, que es la plena comunión con Dios Padre
en la fuerza del Espíritu Santo, que nos libera de toda forma de egoísmo y es fuente de creatividad
en el amor”.
Guía: El Papa Francisco nos invita: “Queridos hermanos y hermanas, hagamos misión inspirándonos
en María, Madre de la evangelización. Ella, movida por el Espíritu, recibió la Palabra de vida en lo
más profundo de su fe humilde. Que la Virgen nos ayude a decir nuestro «sí» en la urgencia de
hacer resonar la Buena Nueva de Jesús en nuestro tiempo; que nos obtenga un nuevo celo de
resucitados para llevar a todos el Evangelio de la vida que vence a la muerte; que interceda por
nosotros para que podamos adquirir la santa audacia de buscar nuevos caminos para que llegue
a todos el don de la salvación.”
Lectura del Evangelio de San Lucas (1, 39 – 42. 56))
En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la
casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en
su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu vientre! María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su
casa.
(pausa orante, se entrega a cada una el papelito para copiar su compromiso misionero)
* * *
Padre de bondad, Tú que eres rico en amor y misericordia, que nos enviaste a tu Hijo Jesús
para nuestra salvación, escucha a tu Iglesia misionera.
Que todos los bautizados sepamos responder al llamado de Jesús:
"Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos".
Fortalece con el fuego de tu Espíritu a todos los misioneros,
que en tu nombre anuncian la Buena Nueva del Reino.
María, Madre de la Iglesia y Estrella de la Evangelización,
acompáñanos y concédenos el don de la perseverancia
en nuestro compromiso misionero. Amén.