2. PASOS PARA LIMPIAR UN
VENTILADOR.
Lo primero que vamos a hacer, es localizar la tapa
que cubre la zona del ventilador. Para ello,
buscaremos la carcasa que tiene unas rejillas
pequeñas en la parte inferior del portátil.
3. Una vez localizada, utilizando siempre un
destornillador con punta imantada, quitamos los
tornillos y la abrimos.
4. Como vemos, encontramos un ventilador protegido
por una pequeña carcasa y unas rejillas en el canto
del portátil que sirve para expulsar el aire caliente
que genera el ordenador portátil. Ahora
quitaremos con cuidado esta pequeña carcasa y
pondremos cada juego de tornillos junto a su
carcasa correspondiente para evitar posibles
confusiones a la hora de volver a montar el
portátil.
5. Si nos fijamos bien, encontramos acumulaciones de polvo
que con el paso del tiempo se convierten en pelusas que
impiden que el portátil se refrigere correctamente.
A causa de estas pelusas, el portátil no saca el calor
generado por el funcionamiento y este se calienta. Como
medida de seguridad para evitar que el portátil salga
ardiendo, los fabricantes incorporan unos termómetros que en
caso de llegar a los 100º C (en la mayoría de los casos), la
fuente de alimentación corta la corriente hasta que la
temperatura del portátil vuelva a situarse en los niveles
correctos (entre 50º y 60º).
6. Haciendo uso de la brocha o el utensilio que
tengáis a mano adecuado para la tarea,
comenzamos a retirar hacia fuera todas las pelusas
encontradas alrededor del ventilador y entre sus
aspas.
7. Una vez retiradas las capas de
polvo encontradas, la mejor
solución para limpiar las rejillas
de refrigeración del portátil por
las que sale el aire caliente del
portátil, es soplar con fuerza,
asegurándose de que quedan
totalmente despejadas.
Si tenéis pinceles especiales o
algún tipo de mini escobilla que
entre, podéis usarla para
completar mejor la limpieza del
ventilador
Como decíamos al principio, la carcasa de plástico
que cubre el ventilador y todo el sistema de
refrigeración del portátil en general, tiene unas
rejillas que absorben el aire del exterior, el cual está
a menor temperatura que el generado por el portátil.
Es importante que estas rejillas también estén
exentas de capas de polvo que impidan un buen
funcionamiento del circuito. Si hemos dejado todo
libre de partículas que impidan que el portátil se
refrigere correctamente, volvemos a colocar todos
los tornillos y carcasas, asegurándonos de que no
nos falta ninguno de los tornillos anteriormente
quitados, ya que si alguno cae entre las aspas del
ventilador, puede atrancar este y hacer que se
queme.
Cuando volváis a encender el portátil, notaréis como
la temperatura generada es mucho menor, y no se
os volverá a apagar el portátil por problemas de
temperatura.
Es importante que os acordéis de limpiar el
ventilador del portátil cada cierto tiempo, así no os
expondréis a posibles problemas de que se averíe
alguna pieza.