UNIDAD II - CURSO DE DERECHO ADMINISTRATIVO (Parte I) (1).pdf
HOJA PARROQUIAL NÚMERO 133
1. AGENDA SEMANAL
Día 23, martes 19,00: Grupo de Jesús
20,00: Celebración de 2º curso de catequesis
Día 24, miércoles 16,30: Confesiones de 3º de catequesis
19,00: Visitadores de enfermos
Día 25, jueves 12,00: Convivencia de Cofradía Virgen del Amor Hermoso
18,00: Liturgia
Día 26, viernes 09,30: Eucaristía y Exposición del Santísimo
10,00: Comunión de enfermos
19,00: Fiesta de la catequesis
Día 27, sábado 18,00: Elecciones de Cofradía Virgen de los Dolores
Día 28 ASCENSIÓN DEL SEÑOR. Comunicaciones sociales
DOMINGO 6º DE PASCUA: LA ALEGRÍA
DE SENTIRSE AMADO
Es verdad que “obras son amores y no buenas razones”. Pero el
amor es siempre una respuesta a un amor primero. O tal vez una realidad
envolvente donde amante y amado se reconvierten permanentemente
en amado y amante: «el amor –dice san Ignacio de Loyola– consiste
en comunicación de las dos partes, es a saber, en dar y comunicar el
amante al amado de lo que tiene o de lo que tiene y puede, y así por
el contrario, el amado al amante» (EE.EE. 231). «Al que me ama, lo
amará mi Padre, y yo también lo amaré» (Jn 14,21).
La Constitución dogmática Dei Verbum lo dice preciosamente
en el capítulo I: «Dios invisible habla a los hombres como amigo, movido
por su gran amor y mora con ellos para invitarlos a la comunicación
consigo y recibirlos en su compañía» (DV 2). La alegría de la Pascua,
en Jesús resucitado, consiste precisamente en esta experiencia del amor
recíproco, en la que la frase de Juan de que «Él nos amó primero»
(1Jn 4,10) no tiene sentido cronológico sino espiritual: podemos amar
porque hemos sido amados. Y el amor, según Dios, acaba incluso
consistiendo en ese “cenar juntos” que Dios promete a quien le abre la
puerta cuando llama (Ap 3,20).
Tú te has acercado, has soplado sobre los rescoldos de mi corazón, y
luz, calor, fuego y vida han surgido gratis, inundando todo mi ser. Derribaré
cuanto se interponga entre nosotros: mis miedos, mis apegos, mis trampas,
mis seguridades, mis murallas, mis pecados, mis conciertos, mi insensatez...
y hasta mis pensamientos sobre Ti. Te dejaré entrar hasta las alcobas más
íntimas. No te retendré en el umbral. Despojado de todo, excepto de mi deseo
de Ti, te esperaré despierto, parado, desnudo, limpio, enamorado... Sólo quiero
la brisa de tu presencia y el abrazo de tu amor. (Florentino Ulibarri).
DÍA DEL ENFERMO
El jueves pasado, en el marco del Mes de Mayo en torno a Santa María,
Madre del Amor Hermoso, celebrábamos en nuestra parroquia el Día del Enfermo.
El tema de esta Jornada es «El Poderoso ha hecho obras grandes en mí» (Lc 1,49),
que remite a la figura de María como instrumento-intermediaria del Padre para
realizar su acción, y sus obras maravillosas con sus hijos, especialmente los más
vulnerables y necesitados. Como ella, también nosotros somos llamados a servir de
instrumentos de Dios para la maravillosa obra del cuidado y la salud de nuestros
hermanos enfermos.
Constituye una ocasión para animar a los enfermos y a todos los que sufren,
de modo que vean en María, Salud de los enfermos, a aquella que es para todos los
seres humanos garante de la ternura del amor de Dios y modelo de abandono a
su voluntad; y a que siempre encuentren en la fe, alimentada por la Palabra y los
sacramentos, la fuerza para amar a Dios y a los hermanos en la experiencia también
de la enfermedad. Al mismo tiempo, es una llamada dirigida a los que se entregan
en su favor, comenzando por sus familiares, los agentes sanitarios y voluntarios,
para que den gracias por la vocación que el Señor les ha dado de acompañar a los
hermanos enfermos, pues son seres humanos y deben ser tratados en consecuencia.
Dios Padre, amigo de la vida, que estás presente en todo el universo y en la más
pequeña de tus criaturas, derrama en nosotros la fuerza de tu amor. Dios de los pobres,
ayúdanos a rescatar y cuidar a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen
a tus ojos. Sana nuestras vidas, para que sembremos hermosura y no contaminación y
destrucción. Toca nuestros corazones y enséñanos a descubrir el valor de cada persona y de
cada cosa, porque todos somos custodios de la salud de nuestros hermanos y de la salud del
mundo. Amén.
Número 133
21-V-2017
2. Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos
de los apóstoles (8,5-8.14-17)
En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad
de Samaría y les predicaba a Cristo. El
gentío unánimemente escuchaba con
atención lo que decía Felipe, porque habían
oído hablar de los signos que hacía, y los
estaban viendo: de muchos poseídos salían
los espíritus inmundos lanzando gritos, y
muchos paralíticos y lisiados se curaban.
La ciudad se llenó de alegría. Cuando los
apóstoles, que estaban en Jerusalén, se
enteraron de que Samaría había recibido la
palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan;
ellos bajaron hasta allí y oraron por ellos,
para que recibieran el Espíritu Santo; pues
aún no había bajado sobre ninguno; estaban
solo bautizados en el nombre del Señor
Jesús. Entonces les imponían las manos y
recibían el Espíritu Santo.
Salmo
Sal 65,1-3a.4-5.6-7a.16.20
R/. Aclamad al Señor, tierra entera
Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre,
cantad himnos a su gloria.
Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!». R/.
Que se postre ante ti la tierra entera,
que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre.
Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas
en favor de los hombres. R/.
Transformó el mar en tierra firme,
a pie atravesaron el río. Alegrémonos en él.
Con su poder gobierna eternamente. R/.
Los que teméis a Dios, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica
ni me retiró su favor. R/.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del
apóstol san Pedro (3,1.15-18)
Queridos hermanos:
Glorificad a Cristo el Señor en
vuestros corazones, dispuestos
siempre para dar explicación a todo
el que os pida una razón de vuestra
esperanza, pero con delicadeza y con
respeto, teniendo buena conciencia,
para que, cuando os calumnien,
queden en ridículo los que atentan
contra vuestra buena conducta en
Cristo. Pues es mejor sufrir haciendo
el bien, si así lo quiere Dios, que
sufrir haciendo el mal. Porque
también Cristo sufrió su pasión,
de una vez para siempre, por los
pecados, el justo por los injustos,
para conduciros a Dios. Muerto en la
carne pero vivificado en el Espíritu.
Evangelio
Lectura del evangelio según san Juan (14,15-21)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os
dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El
mundo no puede recibirlo, porque. no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio,
lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré
huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero
vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que
yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis
mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por
mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».
REFLEXIÓN
Todos los domingos, que son un eco de la Resurrección de Cristo,
nos ayudan a recordar las Palabras de Cristo. Nos animan en el
camino de la fe. Nos conducen por los caminos que Jesús pensó y
quiere para todos nosotros. ¿Estamos dispuestos?
No podemos decir que amamos a Jesús y, a continuación, vivir de
espaldas a sus mandamientos. Eso sería como aquel amigo que
nunca se fio de lo que otro amigo le dijo o le confió.
Jesús tambien nos recuerda que el Espíritu Santo está ya cerca.
Y que Él vendrá en enseñárnoslo todo, aquello que nos falta por
saber y aprender… para ser felices ya en esta vida.