Tema 4 LA ULTIMA ARCA MAS ALLA DE LA OPCIONES QUE EL MUNDO DApdf
Sacramento del Bautismo
1.
2. •Bautizar significa
“Sumergir”.
•El Bautismo nos lava de
todo pecado, nos
purifica…
•Es la entrada de la vida
en el Espíritu, y la puerta
que abre el acceso a los
otros sacramentos.
3. (Mateo 3,13-17)
Jesús tenía 30 años cuando dejó
su casa y se presentó ante Juan
Bautista.
Aunque Él era el Hijo de Dios, y
no
había
cometido
ningún
pecado, le pidió a Juan que lo
bautizara, como un gesto de
humildad y sencillez.
Así, presenta el Bautismo como
una necesidad para salvarse y no
como algo opcional.(Mc16,15-16)
4. •El cielo se abrió,
•El Espíritu Santo bajó
en forma de paloma.
•Se oyó una voz en el
Cielo que decía: “Tú
eres mi Hijo amado”.
5. •El cielo se abrió,
para cada uno de
nosotros.
•El Espíritu Santo
descendió sobre
cada uno.
•Dios nos dijo a
cada uno: “Tú eres
mi Hijo amado”.
6. •Comenzamos a ser Hijos de Dios.
•Comenzamos a formar parte de la
Iglesia.
•Configurados
con
Jesús,
comenzamos a ser como Él.
•Nos purifica del pecado original,
nuestra herencia, y todos los
pecados personales.
•Recibimos una nueva vida, la vida
del Espíritu Santo en nosotros, la
amistad con Dios.
•Al recibir el Bautismo, recibimos
también una marca INDELEBLE.
7. •AGUA.- Que nos purifica.
•CIRIO PASCUAL. Simboliza a Cristo
resucitado, presente siempre en
nuestra vida.
•VELA ENCENDIDA.- Significa que nos
unimos a El.
•OLEO DE CATECUMENOS. Recibimos
la fuerza del Espíritu Santo para
luchar en la vida como cristianos.
•VESTIDURA BLANCA.
Quedamos
limpios del pecado, y nos revestimos
de Cristo.
•SANTO
CRISMA.Somos
consagrados. Así participamos de
Jesús Profeta, Rey y Sacerdote.
8. Por el bautismo, todos los
bautizados nos incorporamos e
integramos a
Cristo
y
participamos, por tanto, de su
misión de ser reyes, profetas y
sacerdotes.
10. La mejor manera de
ejercer esta función o
capacidad que Cristo
Rey nos comunica, es
por medio del servicio
generoso a todos.
11. Este sacerdocio común lo ejercemos de dos
maneras:
• Mediante la ofrenda de nuestras vidas. Es decir,
entregar nuestras vidas de manera
amorosa y
sacrificial al Padre, como lo hizo Jesús.
• Al participar activa y responsablemente en el culto
litúrgico de la Iglesia y sus sacramentos.