1. Entre el azar y la reflexión. Texto de catálogo
1. “ENTRE EL AZAR Y LA REFLEXIÓN”
Las obras que he venido realizando últimamente, de las que presento
una muestra en esta sala, pueden considerarse herederas de las
realizadas mientras desarrollé mi tarea docente en los distintos talleres de
expresión plástica que he creado desde 1988 hasta 1995 en diferentes
centros educativos con alumnos de todas las etapas, ya que pueden
tomarse como fruto de mis investigaciones efectuadas en esos talleres y
que siguen siendo composiciones plásticas tridimensionales variadas
realizadas con materiales sólidos, objetos y pintura, utilizando la técnica
del collage fundamentalmente en su sentido más amplio y rico. La
novedad estriba, quizás, en que estas composiciones están bastante más
cuidadas, tanto en sus aspectos materiales como en los formales. Los
materiales (el soporte de la composición y los elementos de la misma, que
pueden ser materiales sólidos u objetos –transformados o no- y que
constituyen el soporte de la pintura, colorantes, arenas o tierras), la
composición (disposición de esos materiales adoptando unas texturas,
formas y volúmenes concretos), el color (indumentaria que cubre la
desnudez de los materiales organizados, salvo que éstos aparezcan con
sus colores propios), la técnica (procedimientos que empleo para operar
con los materiales y componer y para tratar el color) y la significación
(contenido figurativo o abstracto en mayor o menor medida), siguen
siendo los aspectos medulares de mi trabajo, pero ahora les pongo
especial atención. Me interesa más que antes el equilibrio, la armonía, e
intento que las obras cuenten con cierto gusto estético y encanto. Todo
ello configura lógicamente un estilo, o forma de hacer, que creo me
caracteriza y que podría definirme como: creador de composiciones
plásticas tridimensionales cuidadas y variadas (tanto en lo concerniente a
los materiales, como a la composición, al colorido, a las técnicas y a la
significación), realizadas con materiales sólidos, objetos y pintura.
El título de la exposición –“entre el azar y la reflexión”- responde a la
forma de proceder en la resolución de cada una de las obras. En la
concreción de cada obra hay muchos momentos y elementos de más o
menos azarosidad, casualidad, espontaneidad o automatismo y de más o
menos reflexión, intencionalidad o cálculo, que se articulan en un
movimiento de ida y vuelta entre ambos extremos, sin alcanzarlos o sin
que uno excluya al otro. Se trataría de un movimiento oscilatorio en el que
se alternan ambos componentes (lo azaroso y lo reflexivo), pero no a la
manera pendular en la que la oscilación se produce desde una posición
extrema a la otra y desde ésta a la primera, siguiendo mecánicamente el
mismo recorrido sin alterar el ritmo. La alternancia se produciría de
manera arrítmica y con cambios de dirección en cualquier momento y
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2. estaría sometida no a impulsos mecánicos predeterminados como un
péndulo, sino a impulsos creativos. Cada obra (el producto y también su
concepción, proyecto y ejecución), pues, es una construcción pensada y
fortuita; es orden, pero también es expresión libre; es un soporte de acción
polidimensional en el que dialogan con un sustrato material azar y cálculo,
confeccionando reflexiva y espontáneamente sobre la marcha el guión.
Este tipo de alternancia que se está definiendo guarda estrecha
relación con las que se producen entre lo material y lo ideal, o entre lo
concreto y lo abstracto; así, la concepción de una idea o proyecto de
trabajo, o las múltiples ideas que sobrevienen durante la confección de
cualquiera de las obras, puede surgir de lo concreto visualizando y/o
manipulando materiales almacenados, o de manera abstracta sin soporte
material alguno; pero surja de manera concreta o abstracta, suele estar
sometida a modificaciones al irse plasmando, o a nuevas oscilaciones
arrítmicas y a cambios de dirección eventuales entre lo material o concreto
y lo ideal o abstracto.
Quizás podría admitirse que en unas obras predomine lo azaroso y
espontáneo sobre lo reflexivo e intencional, o lo material y concreto sobre
lo ideal y abstracto, y que en otras la predominancia sea la contraria, en
función de lo que se haga más patente en el producto final; pero en todos
los casos he intentado equilibrar o armonizar los extremos de cada par;
probablemente porque considero absurdo por artificioso separarlos, e
incluso el intentar determinar qué se presenta antes y qué después.
Pienso que todo proceso creativo se compone de múltiples momentos de
una naturaleza y de otra que guardan unidad, como lo material y lo ideal, o
lo manual y lo intelectual, haciendo que la obra pueda ser y que sea lo que
es.
La muestra está compuesta por 24 esculturas en relieve, 12 de las
cuales son de pequeño formato y están concebidas a modo de proyectos.
El Sauzal, Agosto de 1997
Luis J. Ferreira Calvo
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