1. Evolución del diseño gráfico
El culto hacia los medios de comunicación visual utilizados en la Antigüedad, como la pintura, la
escultura, el dibujo, el mosaico, etc, ha permitido a muchos de ellos informar temporalmente. Desde el siglo XV
el diseño gráfico ha sido condicionado por el proceso de evolución tecnológica, su mayor obstáculo: la rápida y
exacta multiplicación de un determinado original, hasta el punto de fomentar implícitamente la idea que se trata
de una especialidad de las llamadas Artes Gráficas o más propiamente, de la industria de la impresión.
El conjunto de operaciones técnicas-proyectuales necesarias para elaborar un modelo singular para una
determinada información visual, al objeto de dotarla de la mayor cantidad posible de atributos eficaces,
comprensibles y persuasivos para la fácil y completa percepción de su mensaje, es decir, la forma, el color, la
tipografía a utilizar, etc., todo esto es algo que hay que considerar razonablemente con independencia del medio
técnico empleado para obtener el número de copias deseadas.
A mediados del siglo XV se desarrollo considerablemente al amparo de la Revolución Industrial,
especialmente en la segunda mitad del siglo XIX y consolidándose en el siglo XX como auténtico e irreversible
fenómeno social. La participación de individuos dotados de habilidad gráfica en la elaboración de mensajes
objetivos se manifiesta a lo largo y a lo ancho de las sucesivas etapas de la historia de la comunicación humana.
Mensajes por cierto, formalizados de acuerdo a lógicas internas perfectamente coherentes con la función que
hoy desempeña el diseño gráfico al servicio de la industrialización y comercialización de mercancías o
ideologías.
Si dividimos el diseño en las mayores agrupaciones tipológicas posibles, se reduce el campo de análisis a
tres factores principales:
La edición (con el diseño de tipos en primer término, libros, revistas, catálogos y periódicos, etc.).
La publicidad (el diseño comercial, constituido por el cartel, el anuncio y el folleto).
La identidad (con el diseño de una imagen corporativa, de un lado y el de la señalización e información
por medios visuales).
El diseño gráfico, tal como lo conocemos ahora, desarrolla sus elementos esenciales en los años '20 y
llega a obtener su perfil actual en los años '80, cuando, a causa de la influencia de nuevos conocimientos
desarrollados en sicología, sociología, lingüística y comercialización, el objetivo del diseñador deja de ser la
creación de una obra artística y pasa a ser la construcción de una comunicación eficaz. El cambio que se
evidencia entre los años '20 y los años '80 muestra la evolución desde una actitud que enfatiza lo estético hacia
una que se concentra en lo comunicacional.
Antecedentes
El libro de Kells Una Biblia manuscrita profusamente ilustrada, realizada por monjes irlandeses del siglo
IX E.C. es para algunos un muy hermoso y temprano ejemplo del concepto de diseño gráfico. Se trata de una
manifestación gráfica, de gran valor artístico, de altísima calidad, y que incluso sirve de modelo para aprender a
diseñar pues incluso supera en calidad a muchas de las producciones editoriales actuales—, y además desde un
punto de vista funcional contemporáneo esta pieza gráfica responde al conjunto de necesidades planteadas al
equipo de personas que lo realizó, no obstante otros opinan que no sería producto del diseño gráfico, pues
entienden que su concepción no se ajusta a la idea del proyecto de diseño gráfico actual.
2. La historia de la tipografía y por carácter transitivo, también la historia del libro está estrechamente
vinculada a la del diseño gráfico; esto puede ser así porque prácticamente no existen diseños gráficos en los que
no se incluyan elementos gráficos de este tipo. De ahí que cuando se habla de la historia del diseño gráfico,
también se cita la tipografía de la columna trajana, las miniaturas medievales, la imprenta de Johannes
Gutenberg, la evolución de la industria del libro, los afiches parisinos, el Movimiento de Artes y Oficios (Arts
and Crafts), William Morris, la Bauhaus, etc."
La introducción de los tipos móviles por Johannes Gutenberg hizo a los libros más baratos de producir,
además de facilitar su difusión. Los primeros libros impresos (incunables) marcaron el modelo a seguir hasta el
siglo XX. El diseño gráfico de esta época se ha llegado a conocer como Estilo Antiguo (especialmente la
tipografía que estos primeros tipógrafos usaron) o Humanista, debido a la escuela filosófica predominante de la
época.
Tras Gutenberg, no se vieron cambios significativos hasta que a finales del siglo XIX, específicamente en
Gran Bretaña, se hizo un esfuerzo por crear una clara división entre las Bellas Artes y las Artes Aplicadas.
Tipos de Diseño
Diseño Arquitectónico: que consiste en concebir y proyectar espacios habitables para el ser humano
(edificios, parques, plazas públicas, casas, etc.)
Diseño de Espacios: que es una especialización del Diseño Arquitectónico y se ocupa de concebir y
realizar proyectos de uso / adecuación de los espacio de acuerdo a necesidades específicas de su utilidad
(comercial, habitacional, lúdica, educativa, laboral, etc.)
Diseño Industrial: que consiste en concebir y proyectar objetos de producción industrial para el uso
humano (desde una cuchara hasta la carrocería de un automovil o el fuselaje de un avión, pasando por muebles,
herramientas, artefactos, etc.)
Diseño Gráfico: que consiste en concebir y configurar mensajes visuales significantes (logotipos y
marcas, carteles, revistas, portadas de libros, websites, etc.)
Diseño de Moda: que consisten en proyectar y realizar prendas y accesorios para vestir.
Diseño Textil: que es una rama derivada de la combinación de algunos métodos del Diseño Gráfico
con algunos otros del Industrial y el de Modas, y consiste en concebir y configurar telas y patrones para la
industria textil (estampados, hilados, bordados, fibras, etc.)
El Diseño en América
El primer periódico editado en Venezuela en 1808, marca los orígenes de la imprenta en este país, y la
iniciativa de mejorar el diseño de los sellos de la Administración de Correos se debió a un grupo de diseñadores
y artistas venezolanos en la que mejoró notablemente la calidad del diseño venezolano.
Cabe destacar a Gerd Leufert quien se estableció en Caracas y fue autor de 26 sellos para la
Administración de Correos y es calificado como el padre del diseño gráfico venezolano. Y M.F. Nedo es el
segundo pionero moderno del diseño venezolano quien inició su larga e intensa colaboración con Gerd Leufert
en la agencia de publicidad McCann Erickson.
3. En México se establece la tipografía en 1539, fray Juan de Zumarraga es el autor del primer libro impreso
en América, casi doscientos años antes de la famosa Biblia de Gutemberg de América Latina impresa en
Argentina. Durante el siglo XVIII se ocuparon básicamente de reproducir imaginería religiosa, poco después en
1830, la litografía se ocupó también de esos menesteres añadiendo sátiras de costumbres y caricaturas políticas
en periódicos similares a los europeos.
La tipografía llega tarde a Brasil, a pesar de esto el establecimiento de las sucursales de las grandes
agencias de publicidad americanas, que coincide con el primer gran desarrollo industrial y mercantil del Brasil,
permite la introducción de las más modernas formas de producción industrial, con lo que los brasileros
aprenden a diseñar anuncios publicitarios en 1940.
El origen del diseño gráfico brasilero puede determinarse por medio de los pioneros Aloisio Sergio
Magalhaes y Alexandre Wollner. En 1962 se inauguró en Río de Janeiro la primera Escuela Superior de diseño
Industrial, la cual ha contado con profesores de altísimo nivel como Gui Bonsieppe.
Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec (Albi, 24 de noviembre de 1864 - Saint-André-du-Bois, 9 de
septiembre de 1901), conocido simplemente comoToulouse Lautrec, fue un pintor y cartelista francés que se
destacó por su representación de la vida nocturna parisiense de finales del siglo XIX. Se lo enmarca en la
generación del posimpresionismo.
infancia
Nació en el castillo de Albi en el seno de una familia de la nobleza. En su familia, como era habitual en
muchas dinastías de la antigua aristocracia, muchos matrimonios se concertaban entre parientes para evitar
las divisiones territoriales y la dispersión de la fortuna. Este fue el caso de los padres de Henri, el conde
Alphonse de Toulouse-Lautrec-Montfa y Adèle Tapié de Celeyran, que eran primos en primer grado.
La endogamia hubo de condicionar la salud del artista. Henri fue el primogénito y cuando tenía cuatro años
nació su hermano Richard-Constantine, que falleció un año después. Por desavenencias, sus padres se
separaron en 1868 y él quedó bajo el cuidado de su madre.
Su infancia fue feliz a pesar de que padeció una enfermedad que afectaba al desarrollo de los huesos y que
comenzó a manifestarse en él en 1874. Su constitución ósea era débil y entre mayo de 1878 y agosto
de 1879 sufrió dos fracturas en los fémures de ambas piernas, que le impidieron crecer más, alcanzando una
altura de 1,52 m.
Carrera en paris
Toulouse-Lautrec decidió ser pintor, y con el apoyo de su tío Charles y unos pintores amigos de la familia,
como Princetau, John Lewis Brown y Jean-Louis Forain, fue a vivir a París en 1881. Allí, fue alumno de Léon
Bonnat, que era un retratista de moda, y, cuando se cerró el taller de Bonnat en septiembre de1882, tuvo que
buscar un nuevo maestro, Fernand Cormon. En el estudio de Cormon se hizo amigo de Vincent van Gogh.
En 1884 Henri fue a vivir al barrio de Montmartre, donde tuvo vecinos como Degas. La fascinación que sentía
por los locales de diversión nocturnos le llevó a frecuentarlos con asiduidad y hacerse cliente habitual de
4. algunos de ellos como el Salon de la Rue des Moulins, el Moulin de la Galette, el Moulin Rouge, Le Chat
Noir o el Folies Bergère. Todo lo relacionado con este mundo, incluida la prostitución, constituyó uno de los
temas principales en su obra. En sus obras de los bajos fondos de París pintaba a los actores, bailarines,
burgueses y prostitutas. A estas las pintaba mientras se cambiaban, cuando acababan cada servicio o cuando
esperaban una inspección médica.
Al contrario que los artistas impresionistas, apenas se interesó por el género del paisaje, y prefirió ambientes
cerrados, iluminados con luz artificial, que le permitían jugar con los colores y encuadres de forma subjetiva.
Muy observador, le atraían la gestualidad de los cantantes y comediantes, y le gustaba ridiculizar
la hipocresía de los poderosos, que rechazaban en voz alta los mismos vicios y ambientes que degustaban en
privado.
Los dueños de los cabarets le pedían que dibujara carteles para promocionar sus espectáculos, algo que
entusiasmó mucho a Lautrec, ya que en sus largas noches en estos locales dibujaba todo lo que veía y lo
dejaba por las mesas. Al contrario que el incomprendido Vincent van Gogh, Lautrec llegó a vender obras y fue
reconocido, si bien su popularidad radicó en sus ilustraciones para revistas y carteles publicitarios más que en
la pintura al óleo.
Tuvo grandes amigas como la bailarina Jane Avril, a la cual dedicó varios cuadros y carteles. Conoció a
bailarines reconocidos como Valentín el Descoyuntado, payasos y demás personajes de las fiestas y
espectáculos por los suburbios. Este mundillo de vicio y extravagancia fue un refugio para Lautrec, quien se
sentía rechazado por la nobleza a la que pertenecía por origen. Su minusvalía causaba rechazo en los
salones chic, y en Montmartre pudo pasar desapercibido y dar rienda suelta a su bohemia. Criticaba a todos
aquellos que reflejaban paisajes en sus cuadros, ya que él opinaba que lo que verdaderamente valía la pena
eran las personas, el pueblo. Se consideraba a sí mismo un cronista social y se mezcló, pintó y fue como el
pueblo.
Tenía grandes problemas con el alcohol, lo que muchas veces derivaba en locura. Además contrajo la sífilis.
En 1886 abandonó el estudio de Cormon y arrendó el suyo propio. En los años 1890 viajó
hasta Londres donde conoció y retrató a Oscar Wilde; también diseñó el programa de mano (folleto o
cuadernillo) repartido en el estreno parisino de su drama Salomé.
El alcoholismo deterioró su salud. Y a partir de 1897 padeció manías, depresiones y neurosis, además de
ataques de parálisis en las piernas y en un costado. En 1897 tuvo que ser recogido de las calles a causa de
una borrachera, y poco después en un delírium trémens llegó a disparar a las paredes de su casa creyendo
que estaban llenas de arañas. Sin embargo, seguía pintando de forma firme y rápida; pero lo volvieron a
recoger alcoholizado en 1899 y lo internaron en un sanatorio mental. Allí realizó una colección de pinturas
sobre el circo.
Le dejaron ir a casa de su madre en las posesiones de ésta cerca de Burdeos, y el 9 de septiembre de 1901
murió postrado en su cama.
Palacio de la Berbie, actual Museo Toulouse-Lautrec.
En 1922 su madre y su tratante abrieron el Museo Toulouse-Lautrec en el Palacio de la Berbie, Albi, muy
visitado y reconocido por su amplia colección.