1. La Música y el Teatro de
1920 a 1940
Introducción:
Durante el periodo que duro la Revolución (1910-1940), se
pudo percibir un gran cambio en las diferentes estructuras
sociales, al mismo tiempo que se dieron cambios políticos
y económicos; fueron sugiriendo cambios en el
pensamiento y forma de vivir de los mexicanos. De esta
manera la sociedad porfiriana impactada por una cultura
francesa se transformo en una sociedad nacionalista.
Aparecieron varios estereotipos: como el “charro”, la
canción bravía, la china poblana, y el jarabe tapatío entre
otros, en los cuarenta se llegarían a convertir en productos
de exportación y propios para turistas.
Al finalizar el movimiento armado, la educación, las letras
y las artes fueron guiando al nacionalismo, naciendo
paralelamente corrientes que tienen como objetivo los
valores y la cultura universal. Conforme el país
evoluciono, se fue percibiendo un cambio de lo rural a lo
urbano planteándose así una especie de cosmopolitismo
en los ámbitos artísticos y culturales que fue
incrementándose a partir de los cuarenta.
Chávez Zepeda Lizbeth
Del Agua Olvera Maricruz
Emeterio Hernández Aly
Monserrath
Hevia Campuzano Ana Rosa
López Mendoza Diana Laura
Méndez Aranda Patricia
Historia de México II
Segunda Unidad: Reconstrucción
nacional e institucionalización de
la Revolución Mexicana 1920-1940
Equipo 3
Grupo 423
2. Durante las primeras décadas del siglo XX la
fuente primordial de las canciones populares
provenían de los pocos teatros de México como
el Principal(que por lo general funcionaba como
sucursal del genero chico español), además del el
Colón, Lírico y el María Guerrero. En donde las
tandas inventaron los estereotipos sociales , con
el fin de caricaturizar el contexto sociopolítico.
La opereta y la zarzuela abrió un espacio para
que nuevos públicos accedieran, Luis Reyes de la
Maza señala: “ La Zarzuela era el genero que
atraía a los capitalinos de todas las clases
sociales, pero no todos podían darse el lujo de ir
al Teatro Principal…”
Las zarzuelas en boga se fueron nacionalizando.
Para principios de 1906 la nueva moda dramática
se convirtió durante el Porfiriato en un problema
cultural
3. Guzmán Aguilera, Guz Águila
cronista del Universal Ilustrado
en 1900-1920, junto con el
compositor José A. Palacios,
alcanzaron un gran éxito con la
obra La Huerta de don Adolfo.
Otro éxito popular y de
taquilla de Guz Águila en este
momento fue Agua va, en
donde se criticaba la actuación
de los políticos que
gobernaban la Ciudad de
México.
Otra de sus obras sería
Peluquería Nacional,
presentaba una trama futurista
de corto plazo, que sucedía en
una peluquería
Guz Águila
4. María Conesa filmó en Nueva York un papel protagónico, en El
pobre Valbuena en 1916
la tiple cómica Lupe Rivas Cacho, la Pingüica, apareció en La
muerte civil (1917)
Celia Montalván personificó a una descocada bailarina en El
milagro de la Guadalupana (1925)
Celia Padilla intervino en Patria nueva (1917)
María Conesa
Celia Padilla Celia Montalván
En el lenguaje teatral de principios de siglo XX, se denominaba,
tiple a la cantante o actriz de mayor importancia como:
5. La carrera de Guz Águila
sobresalió nuevamente hasta que
montó la revista Soto
Contrabandista, en el Teatro
Lírico
Otro obra de éxito fue la titulada
La Muleta de Gaona, de Eduardo
Gómez Haro; obra de ambiente
taurino que servía de pretexto
para aconsejar a los políticos a
manejar la muleta para
sostenerse o escalar otros
puestos más altos.
Con el Cardenismo las obras
transitaron, acompañando el
surgimiento del lánguido
Agustín Lara, hacia diversas
versiones del amor y el
sentimiento, lo que marcó la
atenuación de sus críticas, señala
Bellinghausen.
Al desatarse la lucha política entre
Adolfo de la Huerta y Calles, que
acabaría con la Rebelión
Delahuertista, los callistas buscaron
que Guz Águila interviniera con sus
recursos teatrales dentro de su
bando, señala De María y Campos.
Pero el productor continuó del lado
del de la huertismo, por lo cual
debió abandonar el país para
continuar con sus actividades
creativas y, sin abandonar su
filiación.
Su regreso de Los Ángeles,
California, montó la obra
titulada Las Mujeres Mexicanas,
actuada por una linda
tiple mexicana, Margarita Carvajal
6. En la época posrevolucionaria, el
nacionalismo, a partir de la llegada de José
Vasconcelos a la Secretaría de Educación
Pública, fue impulsada a partir de diversas
expresiones, entre ellas, la música.
Éstas formas se iniciaron con la propuesta
de Manuel M. Ponce (1920) de hacer
obligatoria éste tipo de música en las
escuelas primarias del país.
El nuevo rumbo musical comenzó con el
compositor Ignacio Fernández Esperón.
Éstas expresiones musicales fueron
denominadas como “Melodías de antaño”.
7. Se crearon diversas formas y organizaciones
musicales, con las llamadas Orquestas
Típicas.
El atavío de los músicos, era el traje de charro
con las mujeres vestidas de chinas poblanas.
Juan Nepomuceno Torreblanca, Miguel Lerdo
de Tejada, entre otros; integrarían los valores
musicales nacionalistas, que revivían la
música regional mexicana: las coplas y los
sonecitos de la tierra.
La música de mariachi se originó en 1920.
El romanticismo se difundió, a través de la
trova yucateca y el bolero.
En el terreno de la música tropical desde Cuba
también se difundió el danzón (vals de los
pobres); el cual se difundió en la capital en los
salones de baile.
8. Con éstas nuevas expresiones musicales,
se enalteció el cambio moderado de
costumbres; que sobre todo, a partir de la
década de 1930, contribuyó al
fortalecimiento de la idealización de la
renovada sexualidad citadina.
Junto con la música tropical y las nuevas
formas que adoptó la ranchera,
integraron una nueva cultura popular;
acompañando incluso a la creciente
migración hacia los Estados Unidos, a
partir de la Segunda Guerra Mundial,
como formas particulares de lo que se
llamaría lo latino.
9. Ángel Morales M. (01/10/1996), “Las triples y el cine
mudo”. El Nacional, pp.20
Alejandro Ortiz Bullé-Goyri (2005), Teatro y
vanguardia en el México posrevolucionario (1920-
1940), México, Universidad Autónoma
Metropolitana, 298 pp.
10. Ángel Morales M. (01/10/1996), “Las triples y el cine
mudo”. El Nacional, pp.20
Alejandro Ortiz Bullé-Goyri (2005), Teatro y
vanguardia en el México posrevolucionario (1920-
1940), México, Universidad Autónoma
Metropolitana, 298 pp.