Esta historia cuenta el encuentro entre Luz, una voluntaria, y Rebecca, una niña enferma. Antes de despedirse, Luz le dice a Rebecca que siempre estará con ella en forma de mariposa volando o en el viento que acaricie su piel. Lamentablemente Rebecca fallece meses después, pero Luz siente su presencia una última vez a través del viento.
2. Esta es la historia de una
hermosa niña llamada
Rebecca y de una
voluntaria, quien podría
ser una enfermera o
cualquier persona con
sensibilidad en su alma y
empatía en su corazón.
Su nombre: Luz
3. Rebecca se encuentra en la
ciudad de México le permiten
ir a visitar a su mamá y a sus
hermanos, los cuales viven en
una provincia de México.
Al despedirse, este es el diálogo
entre ellas:
4. -¿Te volveré a ver Luz? Preguntó la pequeña.
–No amor, porque ya no tendrás necesidad de regresar a México.
Rebecca, haciendo un gesto de profunda tristeza, le dijo:
-Pero ¡te voy a extrañar!
-Yo también amor. ¿Sabes? Te voy a decir un
secreto.
Dijo Luz con voz queda y misteriosa.
5. –Mi animal favorito es la
mariposa. Ellas y yo
somos una misma. Así
que, cuando veas a
cualquier mariposa volar,
seré yo que ando cerca de
ti, para recordarte cuánto
te quiero.
A la pequeña niña le brilló
el rostro al escuchar esto.
Susurrándole al oído, le
dijo:
6. -Yo también te voy a contar un secreto, cuando sientas que el viento
acaricia tu cara, tu pelo, seré yo, porque siempre me ha gustado el aire y
mi mami me contó un cuento donde las mariposas vuelan gracias al
viento. Entonces sabrás cuánto te quiero.
7. Luz no pudo más. Llorando besó
la frente de ese ángel que se iba.
De esa pequeñita que, de alguna
manera, había llegado a su vida
para recordarle lo maravillosa
que es la vida. Para hacerla
sentir viva. Para animarla a que
se comiera la vida a trozos,
porque la muerte podría estar
aguardando en cualquier
momento. Sí, todo eso había
aprendido gracias a Rebecca.
Nuevamente se abrazaron.
Después Rebecca se metió al
coche, donde su papá aguardaba
con paciencia.
8. El taxi partió y Luz quedó desolada. Algo
muy profundo dentro de ella se había ido
con esa pequeña. Aunque en el fondo de su
corazón Luz sabía que mucho de Rebecca
también se había quedado con ella.
9. Durante toda su vida había regalado horas de su tiempo para ayudar a los
enfermos. Y siempre había tenido la sensación de que ella misma había
salido bendecida al estar con ellos. Pero el encuentro con Rebecca había
ido más allá de cualquier encuentro. Lo que más hería su ser era lo que su
corazón le dictaba: no volvería a verla nunca más.
10. Y así fue. Rebecca
vivió un tiempo
feliz y
aparentemente
sana al lado de su
familia y de toda
la gente que la
amaba. Pero al
cabo de unos
meses, volvió a
ponerse muy mal.
Esta vez la recaída
fue fatal. Los
médicos la
desahuciaron. La
chiquita murió con
el otoño, en plena
primavera de su
vida.
11. Durante el entierro mariposas multicolores
revoloteaban por el féretro. La niña realmente parecía
un ángel. Murió con una suave sonrisa en los labios.
12. La tarde en que la pequeña murió, Luz sintió un suave viento que
acariciando sus mejillas, su cabello, le susurró al oído: “Te quiero, ahora
sabes que el amor es eterno”.
13. Mariposa es tu nombre.
Vuelas en el horizonte.
Si te atrapo, muero.
Si me quedo quieta,
te posas con tu paz a contemplarme.