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RELATOS PERUANOS
ADANEVA
Adaneva creo la humanidad antigua. El hombre antiguo hacía caminar a las piedras con azotes,
como los ñawpa de Q’eros. Fueron hombres de fuerza descomunal. El dios Adaneva logró tener
relaciones con la Virgen de las Mercedes (Mamacha mercedes) y la abandonó cuando ésta quedó
encinta. El hijo de Adaneva y la Virgen fue Téete Mañuco (padre Manuel).Téete Mañuco, cuando
llegó a ser mayor, destruyó a la humanidad antigua haciendo caer sobre el mundo una lluvia de
fuego. Pero esa humanidad no está completamente muerta, cuando alguien pretende cazar pumas o
zorros, que fueron el ganda del hombre antiguo, se oyen en el campo grandes voces protestan.
Extinguida la primera humanidad, Téete Mañuco hizo la actual y la dividió en dos clases: indios y
mistis (“blancos”, la casta dominante).
Los indios para el servicio obligado de los mistis. Creó también el infierno y el cielo. No hay hombre
exento de pecado. El cielo es exactamente igual que este mundo, con una sola diferencia: allí los
indios se convierten en mistis y hacen trabajar por la fuerza, y hasta azotándolos, a quienes en este
mundo fueron mistis. La división de la humanidad en dos clases fue establecida por Dios y será
eterna, porque Téete Mañuco es inmortal, puesto que todos lo años muere un día viernes y resucita el
sábado. Se renueva año tras año.
(Mito de la Comunidad de Vicos, Ancash)
“Año de la consolidación del Mar de Grau”
UTQHA PAUQAR
No se sabe en qué tiempos remotos sucedió esta historia. Unos la cuentan como acaecida dentro
del Imperio de los Incas y otros la creen mucho más antigua.
En la ladera de una alta montaña tenía su palacio el anciano Awapanti, curaca de vastos
dominios y padre de una joven muy hermosa que tenía por nombre Ima Súmaj. Arriba, la
montaña se mostraba todo el año coronada de nieve; abajo, corría las aguas revoltosas de un
río; al frente, veíase una sucesión de lomas que de ordinario se cubrían de papeles y de
maizales.
Ima Súmaj era hija única y vivía en medio del orden y el recato, bajo los solícitos cuidados de
su madre Chimpa Dalla. Por costumbre, los mozos y las mozas se congregaban las noches de
plenilunio a la orilla de las sementeras en épocas en que había que tener vigilancia con los
animales dañinos. Allí los jóvenes cantaban y danzaban al son de las quenas y las antaras y el
amor solía anidar los corazones. Pero Ima Súmaj nunca se la vio a esas horas a la orilla de las
sementeras en los días del aymúray los mozos y las mozas se congregaban para celebrar con
danzas y canciones la generosidad de la tierra. Pero Ima Súmaj esos días no abandonaba el
palacio paterno. La doncella sólo se dejaba ver en las fiestas de los Wak’as tutelares, cuando
ningún habitantes del lugar podía eximirse de sus deberes religiosos. Aún en estas ocasiones
ella no se entregaba como las otras a los placeres de la danza y era poco complaciente y sí más
bien muy circunspecta en su trato con los jóvenes.
INKARRI
Inkarri, dicen, tuvo la potencia de hacer y de desear. Fue hijo del padre Sol en una mujer
salvaje. Como era el segundo dios podía mandar. El hizo cuanto existe sobre la tierra. Amarró
al Sol en la cima del cerro Osgonta y encerró al viento para concluir su obra de creación.
Luego decidió fundar la ciudad del Cuzco. Inkarri lanzó una barreta de oro desde la cima de
una montaña. Donde cayera la barreta construiría la ciudad por encima de la pampa pasó,
ensombreciéndola. No se detuvo. Llegó hasta el Cuzco.
Inkarri arrojaba las piedras también. En las piedras hundía los pies como sobre barro. Alas
piedras, al viento, él les ordenaba. Tuvok poder sobre toda las cosas. Fue un hombre excelente,
un joven admirable Inkarri fue apresado por el rey español fue martirizado y decapitado.
¡Cuánto, cuánto habrá padecido! La cabeza del dios fue llevada al Cuzco. La cabeza de Inkarri
está viva y el cuerpo se está reconstituyendo bajo la tierra. Pero como ya no tiene poder, sus
leyes no se cumulen ni su voluntad se acata, cuando el cuerpo de Inkarri esté completo, él
volverá y en ese día se hará el juicio final.Como prueba de que Inkarri está en el Cuzco, los
pájaros de la costa cantan: “En el Cuzco el rey”. “Al Cuzco id”.
(Mito de la comunidad de Puquio, Ayacucho)
KUNIRAYA WIRAQOCHA Y
KAWILLAKA
Primitivamente este Kuniraya Wiraqöcha caminaba muy pobremente vestido. Su manto y su
túnica se veían llenos de roturas y de remiendos. Los hombres, aquellos que no le conocían, se
figuraban que era un infeliz piojoso y le menospreciaban. Pero él era el conductor de todos
estos pueblos. Con su sola palabra hacía que fueran abundantes las cosechas, hacía aparecer
bien murados los andenes y con sólo arrojar una flor de caña llamada pupuna dejaba abiertos
y establecidos los acueductos. Luego anduvo realizando muy útiles trabajos, empequeñeciendo
con su sabiduría a los dioses de los otros pueblos.
En aquellos mismos tiempos vivía una diosa llamada Kawillaka. Se mantenía siempre virgen y
porque era muy hermosa no había dios, fuera mayor, fuera menor, que, deseoso de yacer con
ella, no la enamorase. Pero ella nunca admitió a ninguno. De esa manera, sin permitir que
nadie la tentase, pasaba los días tejiendo al pie de un lúcumo. Pero Kuniraya, valiéndose de su
sabiduría se convirtió en un pájaro y fue a posarse entre el ramaje del árbol. Allí tomó una
lúcuma madura e introduciendo en ella su simiente la dejó caer muy cerca de la mujer. Esta se
comió muy contenta la fruta. De esa sola manera, sin que varón alguno se le hubiese
aproximado, la diosa apareció en cinta. Como sucede con todas las mujeres en tal estado, a los
nueve meses Kawillaka tuvo que dar a luz, a pesar de su doncellez. Por espacio de un año
alimentó al niño con el pecho, preguntándose continuamente para quién pudo haberlo
concebido.
VICHAMA
En el principio Pachacamac creó un hombre y una mujer. Todo era eriazo, la lumbre del Sol secaba a
los campos y parecía que la vida se extinguía. Murió el hombre y quedó sola la mujer.
Un día ella salió a buscar raíces entre las espinas para poderse sustentar, alzó los ojos al Sol y entre
quejas y lágrimas le dijo así: Amado creador de todas las cosas ¿Para qué me sacaste a la luz del
mundo?, ¿Para matarme de hambre?, ¿Porque si nos creaste, nos consumes?; y si tu repartes la vida
y la luz en todas la extensión ¿Porque me niegas el sustento?, ¿ Porque no te compadeces de los
afligidos y de los desdichados?; permite ¡oh! padre que el cielo me mate de una vez con su rayo o que
la tierra me trague. Entonces el sol bajó risueño, la saludó amable y condolido de sus lágrimas oyó
sus quejas. Le dijo palabras amorosas. Le pidió que depusiera el miedo y esperase días mejores, le
mandó que continuase sacando raíces. Cuando estaba ocupada en esto, le infundió sus rayos y ella
concibió un hijo que nació al poco tiempo.
El dios Pachacamac indignado de la intervención del Sol y que, sobre todo, no se le diera la
adoración que se le debía a él, miró con odio al recién nacido. Sin atender a la clemencias y gritos
desesperados de la madre que pedía socorros al Sol lo mató, despedazándolo en menudas partes.
Pachacamac, para que nadie se quejase de que no había alimentos y se volviese a pedir ayuda al Sol,
sembró los dientes del difunto y nació el maíz, sembró las costillas y los huesos y nacieron las yucas.
De la carne nacieron los pepinos, pacaes y demás frutos de los árboles. Desde entonces no hubo
hambre ni necesidad alguna. Al dios Pachacamac se le debió la fertilidad de la tierra, el sustento y los
dulces frutos.
EL PUMA Y LA ZORRA
Había helado tanto que un pobre puma yacía tiritando de frío al pie de una loma, cuando
acertó a pasar una zorra, describiendo piruetas en el aire para entrar en calor. Detiénese y le
dirige la palabra.
-¡Oye compadre!, ya, que estamos friolentos vamos a calentarnos azotándonos mutuamente;
pero eso sí, antes nos amarraremos los pies a fin de no encolerizarnos y hacernos daño.
Dicho y hecho. Le tocó primero al puma, que ató de pies y manos a la zorra y le arrimó unos
cuantos zurriagazos hasta hacerla brincar.Llególe su turno a la zorra, la que, a su vez, atrincó
al puma y lo flageló despiadadamente. Dejándolo amarrado, huyó sin dar oídos a sus lamentos,
pues lo suponía irritadísimo y no sin razón, después de la manera cruel como lo había zurrado.
El puma, dolorido y maltratado, logró desasirse como pudo, jurando castigar ejemplarmente a
la que había osado burlarse de modo tan inicuo y azotado sin compasión al rey de los animales,
caminaba en pos de la desvergonzada zorra, cuando a pocos pasos la apercibe profundamente
dormida tras unas matas de paja. Coge un manojo de briznas y se le pone a cosquillar el hocico
a la muy taimada, que sacudía su poblada cola, exclamado ufana: “¡Chuspí (mosca) fuera, que
estoy durmiendo después de haber azotado al puma!”. Y repetía: “¡Chuspí, fuera que estoy
durmiendo después de haber zurrado al feroz puma!”, con esto lo encolerizaba más
recordándole su afrenta; así que cogiéndola por el rabo y sin darle tiempo para encomendar su
alma, la aventó barranca abajo, donde se hizo polvo.
LA JARACHUPA Y EL UTUSHCURO
Caminaba distraída una Jarachupa, cuando reparo en un utushcuro que triste y
abatido presa de hambre iba jadeante arrastrándose penosamente por entre las
malezas de un matorral.
Oruguita, ¿a dónde vas?– preguntó la muca.
¿A roer la raíz de las hierbas?
-respondió con voz apagada y trémula.
Pasó el invierno con sus hielos y sequías, sus inclemencias y rigores. Vino la
primavera con sus lluvias y rocíos sus flores y sus frutos. Volviéndose a encontrar
nuevamente los camaradas y con la cabeza erguida e inflado en orgullo, el irascible
gusano deslizábase infatuado por entre las cañas y mazorcas de un tupido maizal sin
dignarse mirar a la Jarachupa, que sorprendida por ese cambio y extrañada de tanta
arrogancia le interroga:Señor gusano ¿A dónde está usted yendo? Irguiéndose aún
más le enfurecida oruga contesto altanera y con mucho énfasis:¿A comer corazón de
choclos negros?Y tanto y tanto se irguió el valiente utushcuro que alcanzo a divisarlo
un chiguaco y se lo devoró.
EL CONDOR Y EL ZORRO
Discutían acaloradamente un zorro y un cóndor sobre sus fuerzas y aptitudes respectivas para
desafiar la inclemencia de las punas.
-¿Hablas de resistencia - decíale el cóndor al zorro - cuando te veo acurrucado y hecho un ovillo los
días lluviosos, encerrado en la cueva, tú y tu prole, royendo huesos y pereciendo de hambre?
-¿Y tú, cofrade, a quien ni se ve, sumido en su escondrijo, empollando como una gallina clueca, crees
ser más capaz que yo?
-A mí - replicó el cóndor – con tener una ala y cubrirme con la otra me basta, en tanto que tú...
-¿Yo?... en mi cola llevo abrigo y protección.
No pudiendo convencerse con razonamientos, como sucede así siempre que se disputa, acordaron
apelar a los hechos.
-Pues bien- propuso el zorro- vamos a quedarnos toda una noche al raso, soportando la intemperie
con una condición: el que se retira pierde la apuesta y será pasto del que permanezca en pie.
-¡Aceptado!, pero tempestuosa ha de ser- agregó el cóndor.
-¡Choca! –exclamó el otro-. Y fijaron plazo.
EL LEÑADOR Y LAS TERMES
Estaba un leñador talando algunos árboles en un frondoso bosque, pues quería
construir una cabaña más grande ya que la familia había crecido y aquella donde
vivía con su mujer y sus cuatro pequeños hijos, le resultaba sumamente estrecha.
Los árboles fueron cayendo pesadamente uno tras otro, hasta que uno de ellos
terminó cayendo a pocos metros de un termitero, provocando tal estremecimiento al
caer, que éste estuvo a punto de desplomarse. Fue tal la conmoción que se produjo
dentro, que algunas termes salieron a ver qué sucedía. Otro árbol amenazaba ya con
desplomarse en el mismo termitero.
Enteradas de lo que acontecía, las termes decidieron enviar una comisión para que
hablara con el leñador. Este vio aquel grupo de malhumorados insectos que se
acercaban amenazadores, dejó a un lado su hacha y se sentó sobre un árbol talado a
esperar qué sucedía. Mientras se pasaba el pañuelo por el rostro y el cuello sudoroso,
el hombre escuchó atentamente las quejas de aquello pequeños seres.
EL PERRO Y LA PULGA
Discutían un perro y una pulga sobre la inutilidad de esta última.
Deberías trabajar y no ser un parásito. Yo cuido la casa, evito que los gatos se metan
en las noches para llevarse los alimentos, ahuyento a los ratones cuido que ningún
extraño se acerque a los niños, es decir, sé ganarme mi alimento, pero tú, amiga mía,
no haces nada por trabajar, y eso no está bien. La pulga se regocijaba al escuchar los
consejos del perro, pero éste no perdía la oportunidad ni la esperanza de guiarla por
el buen camino.
Mira ancianito, dijo la pulga mientras se posaba en la nariz de su amigo. Cuando
quiero buena comida, me voy al dormitorio del dueño de casa y me doy un buen
banquete, y si no me deja comer tranquila, pues, lo pico toda la noche y no lo dejo
dormir. Duermo cómodamente entre las frazadas calientitas, mientras tú, pobre
diablo, debes enroscarte como una culebra y dormir a la intemperie. Y eso no es
nada, pues, sabrás que cuando tu año se va a trabajar yo me doy una siestecita sobre
su blanca almohada, y por último, como a la hora que se me antoja, en cambio tú
tienes que esperar tus sobras a la hora que tus amos crean conveniente...
LAS ESTACIONES
Estaban discutiendo las estaciones sobre la importancia de cada una de ellas y
tratando de ver quién era la más imprescindible.
Sin mis cálidos rayos, decía el verano, las plantas morirían y no habría lluvias,
pues, soy yo quien calienta los mares para que el agua se evapore, se formen las
nubes y éstas produzcan las lluvias. Así que considero que soy la estación más
importante. Te equivocas de cabo a rabo, amigo mío dijo solemne el otoño. Si no
fuera por mí, los árboles no mudarían sus hojas y se imaginan lo feo que se
verían los bosques llenos de árboles cubiertos de hojas chamuscadas y
envejecidas por el tiempo. Está demás decir entonces que mi importancia supera
LOS MINEROS
Dos mineros habían extraído de una mina gran cantidad de oro. Uno de ellos, el más
joven, se encontraba molesto, pues, el otro había logrado obtener, con igual esfuerzo,
casi el doble de oro que lo que él había sacado.
-Ya encontré la forma de deshacerme de él y quedarme con todo el oro, pensó el
joven minero. Camino arriba, el malvado llegó hasta un viejo puente que había sido
construido con la finalidad de salvar un pequeño abismo. En la entrada de aquél,
había un letrero que indicaba el peso, máximo que éste soportaba, sólo quinientos
kilogramos.
Como sólo llevaba trescientos kilos, incluyéndose él, la cateta y el mulo que tiraba de
ella, no se alarmó ante aquella advertencia y pasó el puente. Fue en ese momento en
que se le ocurrió una forma de deshacerse del viejo minero que también pasaría por
allí.A sabiendas que el viejo llevaba una carga superior a los quinientos kilogramos,
cambió el letrero colocando en su lugar otro que decía: HASTA MIL
KILOGRAMOS. De esa manera el viejo caería al abismo y a él le resultaría fácil
hacerse del oro.
LEYENDA SOBRE EL NOMBRE DEL
DEPARTAMENTO DE AREQUIPA
El nombre que obtuvo este departamento proviene del quechua Are Quipay que
significa “si quedaos”, cuando Mayta Cápac bajo con su ejército después de
conquistar a los habitantes de Moquegua y le gustó el lugar además los soldados
estaban cansados y le dijeron señor hemos visto que este lugar es muy hermoso
nos podemos quedar a descansar y después nos da permiso de construir nuestras
viviendas para poder vivir en este lugar tan maravillosos y Mayta Cápac les dijo
Are Quipay, es por eso que se quedó con ese nombre.
Luego pasado el tiempo, los españoles llegaron al Perú y empezaron a conquistar
ciudades y primero pasaron por Camaná donde iban a instalarse pero había
muchos mosquitos pero divisaron a lo lejos un verdor y preguntaron a los
camanejos como se llama ese lugar que está adornado por un cerro
resplandeciente y los incas dijeron Are Quipay. Y los españoles se fueron a
posesionar y además le cambiaron el nombre es por eso que ahora la nombran
Arequipa.
LEYENDA SOBRE LA VIRGEN DE
CHAPI
Trajeron en barco una imagen de España para que sea patrona de la ciudad de
Arequipa, llegaron al puerto Islay? pero por el camino que iba a Arequipa no
pudieron pasar y se fueron por la quebrada de nombre Chapi, y descansaron y al
momento que se iban para la ciudad, no pudieron cargar la imagen estaba muy
pesada y la dejaron. Pero el obispo de la ciudad estaba muy molesto y fue a traer
la imagen con un ejército de hombres y empezó a gritar a los pobladores porque
se habían adueñado de esa imagen si era para la ciudad le dijeron que se puso
pesada y no la podían levantar, el obispo mando a los hombres que lo habían
acompañado que la levantasen intentaron varias veces pero no pudieron y el
obispo resignado la dejo allí

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  • 3. ADANEVA Adaneva creo la humanidad antigua. El hombre antiguo hacía caminar a las piedras con azotes, como los ñawpa de Q’eros. Fueron hombres de fuerza descomunal. El dios Adaneva logró tener relaciones con la Virgen de las Mercedes (Mamacha mercedes) y la abandonó cuando ésta quedó encinta. El hijo de Adaneva y la Virgen fue Téete Mañuco (padre Manuel).Téete Mañuco, cuando llegó a ser mayor, destruyó a la humanidad antigua haciendo caer sobre el mundo una lluvia de fuego. Pero esa humanidad no está completamente muerta, cuando alguien pretende cazar pumas o zorros, que fueron el ganda del hombre antiguo, se oyen en el campo grandes voces protestan. Extinguida la primera humanidad, Téete Mañuco hizo la actual y la dividió en dos clases: indios y mistis (“blancos”, la casta dominante). Los indios para el servicio obligado de los mistis. Creó también el infierno y el cielo. No hay hombre exento de pecado. El cielo es exactamente igual que este mundo, con una sola diferencia: allí los indios se convierten en mistis y hacen trabajar por la fuerza, y hasta azotándolos, a quienes en este mundo fueron mistis. La división de la humanidad en dos clases fue establecida por Dios y será eterna, porque Téete Mañuco es inmortal, puesto que todos lo años muere un día viernes y resucita el sábado. Se renueva año tras año. (Mito de la Comunidad de Vicos, Ancash) “Año de la consolidación del Mar de Grau”
  • 4. UTQHA PAUQAR No se sabe en qué tiempos remotos sucedió esta historia. Unos la cuentan como acaecida dentro del Imperio de los Incas y otros la creen mucho más antigua. En la ladera de una alta montaña tenía su palacio el anciano Awapanti, curaca de vastos dominios y padre de una joven muy hermosa que tenía por nombre Ima Súmaj. Arriba, la montaña se mostraba todo el año coronada de nieve; abajo, corría las aguas revoltosas de un río; al frente, veíase una sucesión de lomas que de ordinario se cubrían de papeles y de maizales. Ima Súmaj era hija única y vivía en medio del orden y el recato, bajo los solícitos cuidados de su madre Chimpa Dalla. Por costumbre, los mozos y las mozas se congregaban las noches de plenilunio a la orilla de las sementeras en épocas en que había que tener vigilancia con los animales dañinos. Allí los jóvenes cantaban y danzaban al son de las quenas y las antaras y el amor solía anidar los corazones. Pero Ima Súmaj nunca se la vio a esas horas a la orilla de las sementeras en los días del aymúray los mozos y las mozas se congregaban para celebrar con danzas y canciones la generosidad de la tierra. Pero Ima Súmaj esos días no abandonaba el palacio paterno. La doncella sólo se dejaba ver en las fiestas de los Wak’as tutelares, cuando ningún habitantes del lugar podía eximirse de sus deberes religiosos. Aún en estas ocasiones ella no se entregaba como las otras a los placeres de la danza y era poco complaciente y sí más bien muy circunspecta en su trato con los jóvenes.
  • 5. INKARRI Inkarri, dicen, tuvo la potencia de hacer y de desear. Fue hijo del padre Sol en una mujer salvaje. Como era el segundo dios podía mandar. El hizo cuanto existe sobre la tierra. Amarró al Sol en la cima del cerro Osgonta y encerró al viento para concluir su obra de creación. Luego decidió fundar la ciudad del Cuzco. Inkarri lanzó una barreta de oro desde la cima de una montaña. Donde cayera la barreta construiría la ciudad por encima de la pampa pasó, ensombreciéndola. No se detuvo. Llegó hasta el Cuzco. Inkarri arrojaba las piedras también. En las piedras hundía los pies como sobre barro. Alas piedras, al viento, él les ordenaba. Tuvok poder sobre toda las cosas. Fue un hombre excelente, un joven admirable Inkarri fue apresado por el rey español fue martirizado y decapitado. ¡Cuánto, cuánto habrá padecido! La cabeza del dios fue llevada al Cuzco. La cabeza de Inkarri está viva y el cuerpo se está reconstituyendo bajo la tierra. Pero como ya no tiene poder, sus leyes no se cumulen ni su voluntad se acata, cuando el cuerpo de Inkarri esté completo, él volverá y en ese día se hará el juicio final.Como prueba de que Inkarri está en el Cuzco, los pájaros de la costa cantan: “En el Cuzco el rey”. “Al Cuzco id”. (Mito de la comunidad de Puquio, Ayacucho)
  • 6. KUNIRAYA WIRAQOCHA Y KAWILLAKA Primitivamente este Kuniraya Wiraqöcha caminaba muy pobremente vestido. Su manto y su túnica se veían llenos de roturas y de remiendos. Los hombres, aquellos que no le conocían, se figuraban que era un infeliz piojoso y le menospreciaban. Pero él era el conductor de todos estos pueblos. Con su sola palabra hacía que fueran abundantes las cosechas, hacía aparecer bien murados los andenes y con sólo arrojar una flor de caña llamada pupuna dejaba abiertos y establecidos los acueductos. Luego anduvo realizando muy útiles trabajos, empequeñeciendo con su sabiduría a los dioses de los otros pueblos. En aquellos mismos tiempos vivía una diosa llamada Kawillaka. Se mantenía siempre virgen y porque era muy hermosa no había dios, fuera mayor, fuera menor, que, deseoso de yacer con ella, no la enamorase. Pero ella nunca admitió a ninguno. De esa manera, sin permitir que nadie la tentase, pasaba los días tejiendo al pie de un lúcumo. Pero Kuniraya, valiéndose de su sabiduría se convirtió en un pájaro y fue a posarse entre el ramaje del árbol. Allí tomó una lúcuma madura e introduciendo en ella su simiente la dejó caer muy cerca de la mujer. Esta se comió muy contenta la fruta. De esa sola manera, sin que varón alguno se le hubiese aproximado, la diosa apareció en cinta. Como sucede con todas las mujeres en tal estado, a los nueve meses Kawillaka tuvo que dar a luz, a pesar de su doncellez. Por espacio de un año alimentó al niño con el pecho, preguntándose continuamente para quién pudo haberlo concebido.
  • 7. VICHAMA En el principio Pachacamac creó un hombre y una mujer. Todo era eriazo, la lumbre del Sol secaba a los campos y parecía que la vida se extinguía. Murió el hombre y quedó sola la mujer. Un día ella salió a buscar raíces entre las espinas para poderse sustentar, alzó los ojos al Sol y entre quejas y lágrimas le dijo así: Amado creador de todas las cosas ¿Para qué me sacaste a la luz del mundo?, ¿Para matarme de hambre?, ¿Porque si nos creaste, nos consumes?; y si tu repartes la vida y la luz en todas la extensión ¿Porque me niegas el sustento?, ¿ Porque no te compadeces de los afligidos y de los desdichados?; permite ¡oh! padre que el cielo me mate de una vez con su rayo o que la tierra me trague. Entonces el sol bajó risueño, la saludó amable y condolido de sus lágrimas oyó sus quejas. Le dijo palabras amorosas. Le pidió que depusiera el miedo y esperase días mejores, le mandó que continuase sacando raíces. Cuando estaba ocupada en esto, le infundió sus rayos y ella concibió un hijo que nació al poco tiempo. El dios Pachacamac indignado de la intervención del Sol y que, sobre todo, no se le diera la adoración que se le debía a él, miró con odio al recién nacido. Sin atender a la clemencias y gritos desesperados de la madre que pedía socorros al Sol lo mató, despedazándolo en menudas partes. Pachacamac, para que nadie se quejase de que no había alimentos y se volviese a pedir ayuda al Sol, sembró los dientes del difunto y nació el maíz, sembró las costillas y los huesos y nacieron las yucas. De la carne nacieron los pepinos, pacaes y demás frutos de los árboles. Desde entonces no hubo hambre ni necesidad alguna. Al dios Pachacamac se le debió la fertilidad de la tierra, el sustento y los dulces frutos.
  • 8.
  • 9. EL PUMA Y LA ZORRA Había helado tanto que un pobre puma yacía tiritando de frío al pie de una loma, cuando acertó a pasar una zorra, describiendo piruetas en el aire para entrar en calor. Detiénese y le dirige la palabra. -¡Oye compadre!, ya, que estamos friolentos vamos a calentarnos azotándonos mutuamente; pero eso sí, antes nos amarraremos los pies a fin de no encolerizarnos y hacernos daño. Dicho y hecho. Le tocó primero al puma, que ató de pies y manos a la zorra y le arrimó unos cuantos zurriagazos hasta hacerla brincar.Llególe su turno a la zorra, la que, a su vez, atrincó al puma y lo flageló despiadadamente. Dejándolo amarrado, huyó sin dar oídos a sus lamentos, pues lo suponía irritadísimo y no sin razón, después de la manera cruel como lo había zurrado. El puma, dolorido y maltratado, logró desasirse como pudo, jurando castigar ejemplarmente a la que había osado burlarse de modo tan inicuo y azotado sin compasión al rey de los animales, caminaba en pos de la desvergonzada zorra, cuando a pocos pasos la apercibe profundamente dormida tras unas matas de paja. Coge un manojo de briznas y se le pone a cosquillar el hocico a la muy taimada, que sacudía su poblada cola, exclamado ufana: “¡Chuspí (mosca) fuera, que estoy durmiendo después de haber azotado al puma!”. Y repetía: “¡Chuspí, fuera que estoy durmiendo después de haber zurrado al feroz puma!”, con esto lo encolerizaba más recordándole su afrenta; así que cogiéndola por el rabo y sin darle tiempo para encomendar su alma, la aventó barranca abajo, donde se hizo polvo.
  • 10. LA JARACHUPA Y EL UTUSHCURO Caminaba distraída una Jarachupa, cuando reparo en un utushcuro que triste y abatido presa de hambre iba jadeante arrastrándose penosamente por entre las malezas de un matorral. Oruguita, ¿a dónde vas?– preguntó la muca. ¿A roer la raíz de las hierbas? -respondió con voz apagada y trémula. Pasó el invierno con sus hielos y sequías, sus inclemencias y rigores. Vino la primavera con sus lluvias y rocíos sus flores y sus frutos. Volviéndose a encontrar nuevamente los camaradas y con la cabeza erguida e inflado en orgullo, el irascible gusano deslizábase infatuado por entre las cañas y mazorcas de un tupido maizal sin dignarse mirar a la Jarachupa, que sorprendida por ese cambio y extrañada de tanta arrogancia le interroga:Señor gusano ¿A dónde está usted yendo? Irguiéndose aún más le enfurecida oruga contesto altanera y con mucho énfasis:¿A comer corazón de choclos negros?Y tanto y tanto se irguió el valiente utushcuro que alcanzo a divisarlo un chiguaco y se lo devoró.
  • 11.
  • 12. EL CONDOR Y EL ZORRO Discutían acaloradamente un zorro y un cóndor sobre sus fuerzas y aptitudes respectivas para desafiar la inclemencia de las punas. -¿Hablas de resistencia - decíale el cóndor al zorro - cuando te veo acurrucado y hecho un ovillo los días lluviosos, encerrado en la cueva, tú y tu prole, royendo huesos y pereciendo de hambre? -¿Y tú, cofrade, a quien ni se ve, sumido en su escondrijo, empollando como una gallina clueca, crees ser más capaz que yo? -A mí - replicó el cóndor – con tener una ala y cubrirme con la otra me basta, en tanto que tú... -¿Yo?... en mi cola llevo abrigo y protección. No pudiendo convencerse con razonamientos, como sucede así siempre que se disputa, acordaron apelar a los hechos. -Pues bien- propuso el zorro- vamos a quedarnos toda una noche al raso, soportando la intemperie con una condición: el que se retira pierde la apuesta y será pasto del que permanezca en pie. -¡Aceptado!, pero tempestuosa ha de ser- agregó el cóndor. -¡Choca! –exclamó el otro-. Y fijaron plazo.
  • 13. EL LEÑADOR Y LAS TERMES Estaba un leñador talando algunos árboles en un frondoso bosque, pues quería construir una cabaña más grande ya que la familia había crecido y aquella donde vivía con su mujer y sus cuatro pequeños hijos, le resultaba sumamente estrecha. Los árboles fueron cayendo pesadamente uno tras otro, hasta que uno de ellos terminó cayendo a pocos metros de un termitero, provocando tal estremecimiento al caer, que éste estuvo a punto de desplomarse. Fue tal la conmoción que se produjo dentro, que algunas termes salieron a ver qué sucedía. Otro árbol amenazaba ya con desplomarse en el mismo termitero. Enteradas de lo que acontecía, las termes decidieron enviar una comisión para que hablara con el leñador. Este vio aquel grupo de malhumorados insectos que se acercaban amenazadores, dejó a un lado su hacha y se sentó sobre un árbol talado a esperar qué sucedía. Mientras se pasaba el pañuelo por el rostro y el cuello sudoroso, el hombre escuchó atentamente las quejas de aquello pequeños seres.
  • 14. EL PERRO Y LA PULGA Discutían un perro y una pulga sobre la inutilidad de esta última. Deberías trabajar y no ser un parásito. Yo cuido la casa, evito que los gatos se metan en las noches para llevarse los alimentos, ahuyento a los ratones cuido que ningún extraño se acerque a los niños, es decir, sé ganarme mi alimento, pero tú, amiga mía, no haces nada por trabajar, y eso no está bien. La pulga se regocijaba al escuchar los consejos del perro, pero éste no perdía la oportunidad ni la esperanza de guiarla por el buen camino. Mira ancianito, dijo la pulga mientras se posaba en la nariz de su amigo. Cuando quiero buena comida, me voy al dormitorio del dueño de casa y me doy un buen banquete, y si no me deja comer tranquila, pues, lo pico toda la noche y no lo dejo dormir. Duermo cómodamente entre las frazadas calientitas, mientras tú, pobre diablo, debes enroscarte como una culebra y dormir a la intemperie. Y eso no es nada, pues, sabrás que cuando tu año se va a trabajar yo me doy una siestecita sobre su blanca almohada, y por último, como a la hora que se me antoja, en cambio tú tienes que esperar tus sobras a la hora que tus amos crean conveniente...
  • 15. LAS ESTACIONES Estaban discutiendo las estaciones sobre la importancia de cada una de ellas y tratando de ver quién era la más imprescindible. Sin mis cálidos rayos, decía el verano, las plantas morirían y no habría lluvias, pues, soy yo quien calienta los mares para que el agua se evapore, se formen las nubes y éstas produzcan las lluvias. Así que considero que soy la estación más importante. Te equivocas de cabo a rabo, amigo mío dijo solemne el otoño. Si no fuera por mí, los árboles no mudarían sus hojas y se imaginan lo feo que se verían los bosques llenos de árboles cubiertos de hojas chamuscadas y envejecidas por el tiempo. Está demás decir entonces que mi importancia supera
  • 16. LOS MINEROS Dos mineros habían extraído de una mina gran cantidad de oro. Uno de ellos, el más joven, se encontraba molesto, pues, el otro había logrado obtener, con igual esfuerzo, casi el doble de oro que lo que él había sacado. -Ya encontré la forma de deshacerme de él y quedarme con todo el oro, pensó el joven minero. Camino arriba, el malvado llegó hasta un viejo puente que había sido construido con la finalidad de salvar un pequeño abismo. En la entrada de aquél, había un letrero que indicaba el peso, máximo que éste soportaba, sólo quinientos kilogramos. Como sólo llevaba trescientos kilos, incluyéndose él, la cateta y el mulo que tiraba de ella, no se alarmó ante aquella advertencia y pasó el puente. Fue en ese momento en que se le ocurrió una forma de deshacerse del viejo minero que también pasaría por allí.A sabiendas que el viejo llevaba una carga superior a los quinientos kilogramos, cambió el letrero colocando en su lugar otro que decía: HASTA MIL KILOGRAMOS. De esa manera el viejo caería al abismo y a él le resultaría fácil hacerse del oro.
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  • 18. LEYENDA SOBRE EL NOMBRE DEL DEPARTAMENTO DE AREQUIPA El nombre que obtuvo este departamento proviene del quechua Are Quipay que significa “si quedaos”, cuando Mayta Cápac bajo con su ejército después de conquistar a los habitantes de Moquegua y le gustó el lugar además los soldados estaban cansados y le dijeron señor hemos visto que este lugar es muy hermoso nos podemos quedar a descansar y después nos da permiso de construir nuestras viviendas para poder vivir en este lugar tan maravillosos y Mayta Cápac les dijo Are Quipay, es por eso que se quedó con ese nombre. Luego pasado el tiempo, los españoles llegaron al Perú y empezaron a conquistar ciudades y primero pasaron por Camaná donde iban a instalarse pero había muchos mosquitos pero divisaron a lo lejos un verdor y preguntaron a los camanejos como se llama ese lugar que está adornado por un cerro resplandeciente y los incas dijeron Are Quipay. Y los españoles se fueron a posesionar y además le cambiaron el nombre es por eso que ahora la nombran Arequipa.
  • 19. LEYENDA SOBRE LA VIRGEN DE CHAPI Trajeron en barco una imagen de España para que sea patrona de la ciudad de Arequipa, llegaron al puerto Islay? pero por el camino que iba a Arequipa no pudieron pasar y se fueron por la quebrada de nombre Chapi, y descansaron y al momento que se iban para la ciudad, no pudieron cargar la imagen estaba muy pesada y la dejaron. Pero el obispo de la ciudad estaba muy molesto y fue a traer la imagen con un ejército de hombres y empezó a gritar a los pobladores porque se habían adueñado de esa imagen si era para la ciudad le dijeron que se puso pesada y no la podían levantar, el obispo mando a los hombres que lo habían acompañado que la levantasen intentaron varias veces pero no pudieron y el obispo resignado la dejo allí