A medida que el hijo envejece, su percepción sobre la sabiduría de su padre cambia con la edad y la experiencia. Al principio ve a su padre como sabio, pero luego cree que está equivocado o desactualizado. Más tarde reconoce que su padre tenía ideas y clarividencia notables, aunque lamenta haberlo comprendido tan tarde. Las escrituras enfatizan la importancia de honrar a los padres.