El tener la razón e insistir en ella, al igual que la justicia, se han convertido en el mayor factor que ha destruído asociaciones, compañías, amistades, familias, hogares, e incluso ha impulsado al hombre a ejecutar las cruentas guerras que nuestro planeta ha sufrido. No estamos diciendo que no se castigue o se corrija un error, pero ¿Quién es aquel que no comete errores?, entonces tenemos que escoger entre: señalar y atacar o ceder y amar. La misericordia es una palabra asociada, frecuentemente, con la gente pobre, con los que no tienen y necesitan, con fundaciones de beneficencia, con mendigos, enfermos, niños abandonados y ancianos. El mundo está acostumbrado a organizar eventos para recolectar dinero y ayudar de alguna forma a todos aquellos que están desamparados, y eso es bueno y debería seguirse haciendo. Pero la misericordia va más allá de todo eso. ¿Qué es la misericordia? , la misericordia es simplemente recibir lo que no merecemos. La misericordia es reconciliación y perdón, la misericordia es Dios mismo. La misericordia es tolerar y comprender antes de corregir, es ser pacientes y entender a los demás aún cuando a nosotros no nos entiendan La justicia no conoce el perdón ni la misericordia. Se limita a determinar si algo está bien o está mal, nada más. Pero el amor y la misericordia, aún cuando saben que alguien ha actuado mal, perdonan. A propósito, se cuenta una anécdota sobre Napoleón muy ilustrativa de lo que acabamos de decir. “ En cierta ocasión, se le presentó una atribulada madre solicitando perdón para su hijo. El Emperador le respondió, secamente, que se trataba de una reincidencia y que la justicia ordenaba su muerte. ¡ Pero Señor, yo no le pido justicia ! – dijo la mujer - ¡ Le imploro misericordia !. El Emperador replicó: Es que no merece misericordia . ¡ Ay Señor ! – clamó la madre - ¡ No sería misericordia si la mereciera, pero es misericordia lo que yo le imploro ! . Está bien – dijo El Emperador – tendré misericordia de él .Y así el joven salvó su vida.” El día en que Napoleón Bonaparte Tuvo Misericordia
Si nos esforzamos por amar, no habrá dificultad que no pueda vencerse, ni mal que no pueda remediarse. Si no ponemos límite a nuestro amor, no habrá puerta que no pueda abrirse, ni distancia que no se pueda salvar. Si nuestro amor es amplio, no habrá muro que no pueda derribarse, pues no existe pecado que el amor sea incapaz de perdonar. Atrévete a amar y a ser amado Atrévete a perdonar y a ser perdonado Sé valiente y usa la misericordia y otros tendrán misericordia de tí; y sólo de esta forma experimentarás el regocijo de la reconciliación, la alegría de un nuevo comenzar, y te sentirás seguro, pues estarás actuando como el Dios que hizo los cielos y la tierra, quien nos dá una nueva oportunidad cada día, porque “...sus misericordias son nuevas cada mañana...” Acepta este desafío y Usa la Misericordia con los que te rodean