Deber de la materia de Editorial, realizar una revista con temática libre. En este ejemplo realicé con la temática sobre el Autismo y conocimientos del mismo.
Miriam Tello / Interdisciplinariedad en el diseño / tfm uned 2015
Revista Autismo
1.
2. 2
4
¿Qué es autismo?
5
Niveles de autismo
9
Diagnóstico
13
Integra
¿Quiénes son?
18
En mis zapatos
26
Viviendo con un
Ángel
Contenido
EDITORIAL
REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS
DISEÑO GRÁFICO
Jessy Zalme
CARTAS A LA REDACCIÓN
jessymell6@hotmail.com
10
En casa
11
Insights
3. 4
Conocimiento
¿Qué es Autismo?
E
l Trastorno del Es-
pectroAutista(TEA)
es un trastorno neu-
robiológico del desarrollo
que ya se manifiesta duran-
te los tres primeros años de
vida y que perdurará a lo
largo de todo el ciclo vital.
Los síntomas fundamenta-
les del autismo son dos; las
deficiencias persistentes en
la comunicación y en la in-
teracción social y patrones
restrictivos y repetitivos de
comportamiento, intere-
ses o actividades.
¿Cómo saber si mi
hijo/a tiene autis-
mo?
En el parvulario y en la es-
cuela, hay falta de interés
por los otros niños. No co-
marten intereses (no acos-
tumbran a señalar con el
dedo aquello que les llama
la atención para compar-
tirlo con los demás).
Ausencia de juego simbó-
lico (dar de comer a muñe-
cas, hacer cocinitas, jugar a
coches como si fueran de
verdad, etc.).
Establecen poco contac-
to visual y no observan la
expresión de la cara del in-
terlocutor cuando juntos
están viendo alguna cosa
inusual. No acostumbran
a realizar la sonrisa social.
“Su lenguaje, si
existe, es literal
(noentiendenlas
bromas, los chis-
tes, los dobles
sentidos ni las
metáforas)”
Evitan el contacto
físico o les gusta
más bien poco.
Acostumbran
a tener hipersen-
sibilidad táctil, olfativa,
gustativa y auditiva. Fre-
cuentemente existe poca
sensibilidad al dolor.
Reaccionan poco ante la
voz de sus padres, lo que
puede hacer sospechar de
un déficit auditivo.
Además, son repetitivos y
no compartidos.
Pueden mostrar compor-
tamientos extraños, repe-
titivos y auto estimulantes
como el balanceo, el movi-
miento de aleteo de manos
o caminar de puntillas en-
tre otros.
Los que presentan más ni-
vel intelectual, notan que
son diferentes y no entien-
den qué les pasa. Son la
pieza del puzle que no sabe
acoplarse ni encajar en el
tablero social.
Niveles de Autismo
Trastorno autista
o de grado 1
T
ambién es conocido como autis-
mo severo, y constituye el gra-
do más profundo del espectro
autista, siendo este el más reconocido.
Leo Kanner en 1941 fue quien lo llamo
Autismo Infantil Precoz, siendo este el
primer trastorno en englobar caracte-
rísticas de niños con alguno de los tipos
o grados de autismo que hay, sin distin-
guir la gravedad.
Hoy en día, este tipo de autismo es el
que abarca las manifestaciones más
profundas. El trastorno autista se carac-
teriza principalmente por la ausencia
del desarrollo de lenguaje, además estos
niños evitan mirar a los ojos a otros y se
aíslan de su entorno.
Además, manifiestan movimientos es-
tereotipados que pueden resultar ex-
traños, sin objetivo alguno, así como
también la carencia de expresión de
emociones y de intereses o actividades
de manera reducida.
Tener autismo no significa no ser
humano, sino ser diferente.
Jim Sinclair, 1992
5
4. 6
Niveles de Autismo Niveles de Autismo
Autismo regresivo
o de grado 2
E
ste tipo de autismo, también se
conoce como trastorno desinte-
grativo infantil, y es una altera-
ción que a diferencia de los otros tipos
o grados de autismo que hay, tarda un
poco más en aparecer, debido a que en
los primeros años el niño se desarrolla
normalmente, pero en cierto punto co-
mienza a perder paulatinamente las ha-
bilidades que ha adquirido.
Por lo general, el autismo regresivo se
presenta antes de los 10 años de edad
y es a partir de esta regresión, que van
apareciendo lo mismos síntomas del
autismo severo pero con menos inten-
sidad. De esta manera, el niño va per-
diendo sus habilidades de lenguaje, ca-
pacidad para comunicarse e interactuar
con niños y adultos de su propio entor-
no.
Por otra parte, aparecen conductas re-
petitivas, tanto motoras, como manie-
rismos y estereotipias, aunado al aisla-
miento de las personas que le rodean.
Autismo de alto
funcionamiento
E
ntre los tipos o gra-
dos de autismo que
hay, este es el más
leve porque sus síntomas
no son agudos o profundos,
al menos en sus inicios. A
diferencia de los otros tipos
o grados de autismo que
hay, en este caso el desarro-
llo del lenguaje en el niño
es normal, al igual que sus
procesos cognitivos, mante-
niéndose dentro de los pa-
rámetros, además si cuenta
con la atención acorde pue-
de integrarse escolarmente
sin problema.
Finalmente, los niños diag-
nosticados con esta condi-
ción se distinguen, ya que
su capacidad de memoria
es muy buena, sin embar-
go, tienden a tener rigidez
mental e ideas asociadas a
una obsesividad, que puede
acompañarse por torpeza
motora.
Conocimiento
“La mayoría de la
gente observa lo
que es y no lo
puede llegar a ser”
Albert Einstein
7
5. 9
Existen personas que pue-
den tener características au-
tistas pero no autismo como
tal, sino una lesión y como
consecuencia de la lesión
procede a tener autismo.
El pediatra encargado del
niño sabrá valorar que el
problema no es pasajero y se
agudiza, entonces da paso al
profesional adecuado.
Proceso de Diagnóstico
H
ay mucha co-
morbilidad entre
ciertas normas
de autismo con epilepsia,
el 40% de los muchachos
con autismo tiene epilep-
sia. Primero se descarta
lo orgánico, lo que no lo
podemos ver físicamen-
te, esto se descarta me-
diante una neuroimagen.
Una vez ya descartado
ese punto se puede definir
como autismo, se remite a
un especialista sanitario,
en este caso un psicólogo
o un psiquiatra infantil.
La duración de la evalua-
ción depende de la edad
del niño, si bien un pro-
fesional con experiencia
puede detectar el autismo
a simple vista, es necesario
también evaluar el nivel
de las habilidades que po-
see. Existen niños verba-
les y no verbales, cuando
se evalúa a un niño verbal
se alarga el tiempo, ya que
se debe evaluar el nivel de
inteligencia.
Hay niños que tienen au-
tismo pero la inteligencia
está intacta, pero hay otro
caso que el niño tiene défi-
cit intelectual, y esto acor-
ta la cantidad de sesiones
con el profesional, depen-
de mucho de la edad del
niño y habilidades. En el
diagnóstico fianl a entre-
gar al familiar, no se cata-
loga como nivel X de au-
tismo, sino directamente
las especificaciones de las
dificultades de dicho ni-
vel, las necesidades espe-
cíficas que tiene el niño
en cuanto a su desarrollo
normal.
Una vez obtenido el perfil
6. del niño se acude a las profesiones dedi-
cadas. Ejemplo: tenemos el caso de un
niño con necesidades de la comunica-
ción social, no habla, no puedo llevarlo
de primera mano a un terapista de len-
guaje. Primero se necesita manejar con
el psicólog infaltil, antes de llegar al tera-
pista, para que el niño empiece a a pren-
der hábitos previos, como; permanecer
sentado, atender, en seis meses ya tiene
que haberse entablado una base de ele-
mentos en la parte conductual. De este
punto ya vamos derivando a las siguien-
tes áreas.
En casa
E
n caso de madres con el rol de dar-
le terapia en casa y cumplir con el
papel materno, lo recomendable
es crear rutinas en casa, que el niño sepa
lo que tenga que hacer, rutinas saluda-
bles y necesidades, mantener un calen-
dario de sus actividades que puedan ser
moderadas; para controlar el disgusto o
gusto excesivo que tiene el niño en dicha
actividad. Por ejemplo; si en el calen-
dario está bañarse a las 8am el día mar-
tes, debe cumplirse tal cual, así el niño
le guste bañarse tres veces al día, debe
seguir la actividad designada una vez
al día y a esa hora. Entonces realizo un
calendario donde programo actividades
del día y si tengo un evento específico
lo marco. Ejemplo: si el papá va a viajar,
pondo una foto del papá en un avión el
día en que se va y el día que regresa. Es
decir, implantar una estructura visual
que puede favorecer a disminuir proble-
mas de conducta como para enseñarle a
anticiparse.
Para facilitar el aprendi-
zaje del niño es factible
utilizar objetos, cosas abs-
tractas, no una imagen de
televisión o programas,
siempre utilizar objetos
concretos.
Insights
C
uando el niño se da
cuenta de su diferencia
y recurre a preguntar a
la mamá ¿por qué soy así?, es
el momento en que se realiza
esa meta de cognición de dar-
me cuenta de… es el momen-
to adecuado para comentarle
a su hijo que tiene autismo.
10 11
7. Especialistas en
trastornos del espectro
del autismo
E
l centro fue formado por especialistas en el area
del neurodesarrollo, en la ciudad de Quito - Ecua-
dor.
Nuestro objetivo es brindar una atención de calidad a
todas las esferas socio culturales, proporcionándoles he-
rramientas para mejorar la calidad de vida de niños y
niñas, lo que deriva en un buen desarrollo y en un des-
envolvimiento más adaptativo.
Aulas
La primera: donde se en-
cuentran los niños más
pequeños, desde 1 año y
medio hasta los 3 años.
Están manejados con un
método donde se basa
mucho la conducta, se
motiva la socialización, el
aprendizaje.
La segunda: están niños
de 3 a 5 años donde se está
preparando para el proce-
so de inclusión educativa,
donde reciben lo que es
pre-escritura, pre-lectura,
pre-calculo, autonomía, y
siempre el tema conduc-
tual.
Latercera: donde se les en-
seña actividades básicas;
como lavar platos, como
usar un microondas. Ni-
ños de que A o B motivos
han sido retirados de una
unidad educativa.
Son tres aulas o espacios
13
8.
9. Fundador> Darío
Terán M. psicólogo
clínico neurotera-
peuta
Ubicación: Mariana
de Jesus OE2-45 y
Hernando de la cruz
10. Mírame cuando quieras ver-
me, yo te miraré cuando tú lo
permitas, cuando el encuen-
tro de nuestras pupilas pro-
duzca deleite en tu interior.
Entonces ya no nos mirare-
mos con los ojos físicos, sino
con los del alma. Hablaremos
sin palabras y nos diremos
muchas cosas maravillosas.
En mis zapatos En mis zapatos
¿Qué sienten ellos que no podemos percibir? ¿Qué sienten ellos que no podemos percibir?
E
s evidente que las dificultades en
el contacto visual, el desarrollo
atípico o la ausencia de este, cons-
tituye una de las características funda-
mentales presentes en todas las personas
que reciben este diagnóstico, de hecho,
es uno de los signos tempranos, e inclu-
so muy tempranos, de los Trastornos del
Espectro del Autismo (TEA).
La falta de contacto visual o el contacto
visual no adecuado afecta seriamente el
desarrollo social y el aprendizaje de los
niños y adolescentes con TEA, son par-
te de las manifestaciones del trastorno
del procesamiento sensorial que, en ma-
yor o menor grado, subyacen en todas
las personas con autismo. Las personas
con autismo siguen otro paradigma al
momento de realizar el reconocimiento
del rostro; no es que no lo escaneen, lo
hacen de forma diferente. En general el
procesamiento de la información senso-
rial parece ser diferente en las personas
con autismo que en la población típica
(Mottorn et al, 2006) 3, esto explicaría
muchos de los patrones conductuales
que observamos.
L
os aspectos relacionados con la
audición son bastante frecuentes
y normalmente visibles. Quizá el
signo más evidente es el de la hipersen-
sibilidad, donde el niño entra en pánico
ante determinados sonidos (aspirado-
ras, ambulancias, licuadoras, batidoras,
la sirena del colegio,…), a su vez no re-
gula adecuadamente su tono de voz, o se
expresan vocalmente a gritos o en puros
susurros. De hecho uno de los signos del
autismo es el hecho de que el niño no
atienda a su nombre. Tanto es así que
una de las pruebas que les suelen hacer
es la de potenciales evocados, para des-
cartar algún problema de audición en la
niña o el niño. Por norma general, no
suelen haber problemas de audición.
Los investigadores evaluaron la audi-
ción de niños con edades entre los 6 y
17 años, la mitad de los cuales, aproxi-
madamente, habían sido diagnosticados
con TEA, y encontraron que los niños
con TEA tenían dificultad para oír en
una frecuencia específica (1-2 kHz) que
es importante para el procesamiento del
habla.
Suelen tener hipersensibilidad
auditiva. Esto significa que los
ruidos fuertes les afectan más
que a cualquier otra persona.
Por este motivo los ruidos de
petardos y cohetes, tan frecuen-
tes en nuestra sociedad, pueden
causarles un tremendo dolor.
18 19
Siénteme
11. Determinados olores cotidia-
nos les causan un fuerte re-
chazo.
Problemas para reaccionar
adecuadamente ante sabores
cotidianos, o buscar sabores
fuertes o picantes.
En mis zapatos En mis zapatos
¿Qué sienten ellos que no podemos percibir? ¿Qué sienten ellos que no podemos percibir?
L
os niños que tienen una altera-
ción olfativa puede o bien ignorar
olores fuertes, oler todo de forma
compulsiva, llevarse a la boca cosas ex-
trañas (hiporreactivos), o justo lo con-
trario, evitar olores y alimentos, olores
habituales le producen reacciones de
asco, y suelen ser superselectivos con la
comida (hiperreactivos). Y con lo rela-
tivo al gusto sucede algo muy similar.
Desde niveles de hiposensibilidad, que
hacen que se lleven cualquier cosa a la
boca a los niños que sencillamente no
dejan ni que les toquen la zona orofacial,
y ya, del interior de la boca ni hablamos.
Estos dos aspectos suelen complicar
mucho aspectos vitales como al alimen-
tación, que es uno de los problemas
habituales en el TEA. Desde niños con
hiperselectividad alimenticia (lo más
habitual), a niños que desarrollan PICA.
V
emos como en lo referido al ol-
fato, en muchos casos usar una
coloniaseconvierteenunaespe-
cie de tortura. O incluso el baño, donde
los olores del mismo les pueden provo-
car reacciones tremendamente exagera-
das. Esto hace que a la hora de la comida
parezcan un sabueso que lo huele todo.
Aquí también vemos como muchos ni-
ños tocan y huelen los alimentos antes
de llevárselos a la boca. Hay que tener en
cuenta que la boca es muy sensorial, los
labios, la lengua,…, son muy sensibles a
texturas y temperaturas. Y a veces algo
que huele bien no tiene la temperatura
adecuada, o la sensación táctil no me
gusta. Aspectos que combinados com-
plican mucho el momento de la comida.
Quizá huele bien pero la temperatura no
es adecuada, o huele bien y tiene buena
temperatura pero la sensación táctil (de
manos o boca) no me gusta, y todo el
resto de combinaciones posibles.
20 21
Siénteme
12. En mis zapatos En mis zapatos
¿Qué sienten ellos que no podemos percibir? ¿Qué sienten ellos que no podemos percibir?
Táctiles Vestibulares
No se dejan tocar o abrazar o pre-
sentan reacciones exageradas ante
determinadas texturas.
Por ejemplo, realizando un balanceo
para poder mejorar el equilibrio.
L
os estímulos táctiles pueden ser
muy extremos en casos de hiper-
sensibilidad. Niños (o adultos) que
rechazan abrazos, no lo hacen porque
sean insociables, la experiencia sensorial
los desborda, es como si los abrazase un
puercoespín.
Y de la misma forma que hay niños (y
también adultos) a los que un abrazo
les puede resultar doloroso, los hay que
también tienen alterado el umbral del
dolor. Se golpean y no parece que les
duela, pero luego la etiqueta de una sen-
cilla camiseta parece que les corte la piel.
En ocasiones el peinado y/o el corte de
pelo también se convierte en toda una
odisea.
La reacción que suelen presentar ante
determinadas experiencias táctiles pue-
de parecer tremendamente exagerada,
pero esta hipersensibilidad táctil puede
complicar tareas de lo más habituales y
simples.v
U
na alteración en el sistema
vestibular genera situaciones
complejas, desde los niños con
hiperreactividad a los niños con hipo-
rreactividad. Encontraremos a niños
que buscan el estimulo vestibular por
todos medios, los que saltan, se suben a
todo, adoran que los lancen al aire, los
que dan vueltas sin parar, hasta justo
los que hacen lo contrario. A quienes
bajar unas escaleras les da pánico, que
son muy pausados y cautos, los parques
básicamente les aterran. Dos respuestas
opuestas a una alteración vestibular.
Podemos ver que tanto la hipo como
la hiperreactividad vestibular compli-
can el desarrollo del niño, provocan es-
tados de miedo, ansiedad, alerta,.., que
obviamente dificultan su capacidad de
aprendizaje. También vemos que puede
provocar conductas impulsivas, en una
especie de necesidad imperiosa de regu-
lar y obtener la respuesta sensorial que el
niño necesita.
22 23
Siénteme
13.
14. Viviendo con un
Ángel
N
o esperaba conocerlo, y tam-
bién noté que tampoco espe-
raba conocerme. Sentimos
una conexión sin hablar, ni mirarnos,
¡Pero, qué extraña sensación! Recha-
zábamos inconscientemente cualquier
contacto entre nosotros dos. Admito
que no soy buena para tratar con niños,
y si me permiten hablar por él, tampo-
co pillaba el truco de tratar conmigo.
Sin embargo, fue él quien dio el primer
paso. Para mi sorpresa, él se acercó,
y los pocos segundos que pude tener
contacto visual con él, me percaté del
como observaba mi rostro, tal cual una
observa un rompecabezas para poder
ordenar y armar las piezas. Aproveché
el momento y le obsequié unos dulces
que tenía a la mano, tomó uno, lo olió,
regresó la vista a su hermana mayor,
percatándose de que no lo estuvieran
observando, con prisa tomó todos los
dulces de mi mano y se fue corriendo.
En ese instante me di cuenta que caí en
su trampa, se aprovechó de mi igno-
rancia e inocencia, y él lo sabía, sabía
que estaba tratando con una persona
nueva.
Día tras día fue aumentando la confian-
za entre los dos, la primera vez que lo
llamé por su nombre, me miró dudoso
como si se preguntase - ¿Acaso tú fuis-
te quien me llamó? – él no habla, pero
sus gestos lo dicen todo. Un día paseá-
bamos por la calle, él tomaba la mano
de su hermana mayor, y yo caminaba
junto a ellos. Solo sentí una pequeña y
cálida mano buscando la mía mientras
oscilaba al andar, al tornar mi vista ha-
cia él, me fijé que no me estaba miran-
do, solo utilizaba su tacto para el en-
cuentro. Apreté su mano fuerte como
protección, al instante la soltó, aprendí
algo nuevo. La siguiente oportunidad
que me regaló, tomé su mano con un
apretón ligero y seguro. No la soltó en
un buen rato hasta que empecé a sudar.
Como es posible que la aprobación de
un niño de 8 años me ponga nerviosa.
Sin duda alguna, ya empezaba a ser al-
guien importante para mi.
Cada acercamiento hacia él era certero,
era como una anotación en un aro de
básquet sin topar las orillas, le atinaba
a casi todo, de alguna forma lo com-
prendía. Pero, no todos los días está
de buen humor, y también eso aprendí.
Gran susto que me llevé cuando bro-
meaba con él pero no supe percibir bien
su estado anímico, se alteró, y se fue
contra mí con toda su fuerza. Sonará
gracioso, pero nos enojamos, pasamos
ese día enojados. No nos regresábamos
a ver, pero me sacaba una sonrisa saber
que compartíamos el resentimiento.
Compartir la comida con él, no es una
opción, todo quiere probar, y si le gusta,
lo hace de nuevo. Debemos apresurar el
paso al cruzar por una tienda, o quiosco,
o un vendedor ambulante, de lo contra-
rio nos dejará en banca rota. Aunque la
mayoría de veces fallamos, es imposible
pasar por desapercibido su jerga sonora,
y terminamos comprando. Mi expresión
sonora favorita es “acui”, ya no lo hace,
pero era pegajoso escucharlo decir o gri-
tar.
Ahora él me saluda con un beso en la
mejilla, cada vez que vamos a retirar-
lo de Integra y nos dirigimos a casa, él
toma mi mano y no la suelta. Le gusta
sentarse conmigo en el bus, y a veces
pienso que las despedidas no le gustan.
No estaré en su rutina, pero ya estoy en
sus recuerdos.
Fotografía tomada por Jessy Zalme
Lugar: Antisana
26 27
Personal