Lección 10 | Infantes | Las columnas de nube y fuego | Escuela Sabática Menores
1.
2. Queridos padres: Recuerden que los maestros de Escuela Sabática enseñarán esta
lección en la fecha señalada. Los alumnos deberán estudiarla y hacer las actividades
prácticas después, durante toda la semana, a partir de la fecha indicada.
Sábado 05 Septiembre
Las columnas
de nube y fuego
Referencias: Éxodo
13:21, 22; 14:19, 20;
Patriarcas y profetas,
pp. 287-291.
¿Te has perdido alguna vez? Los israelitas no se perdieron porque tenían dos señales
que los guiaban.
abían pasado muchos años desde que la
hija de Faraón había encontrado a Moisés
en la cesta, junto a la orilla del río. Mientras
Moisés vivía con su familia, sus padres le ense
ñaron a conocer y a amar a Dios. Cuando tenía
alrededor de doce años, fue a vivir con la hija de
Faraón, en el Palacio Real.
Moisés había crecido y ya era un hombre
sabio, y Dios lo había elegido para guiar a los
israelitas lejos del cruel faraón de Egipto, a una
tierra mejor.
Cuando los israelitas abandonaron Egipto, cru
zaron el Mar Rojo y pronto se encontraron en el
desierto. ¿Cómo es un desierto? Sí, es caliente,
seco y lleno de arena; muy caliente durante el día
y muy frío por la noche. Allí viven animales salva
jes. Incluso Moisés no estaba seguro de
qué camino debían tomar.
Pero Dios tenía un plan especial para mante
nerlos a salvo y asegurarse de que no se perdieran. Dios los guió de una forma maravillosa.
V E R S Í C U L O
P A R A M E M O R I Z A R
“Yo estoy contigo, y te guardaré por
dondequiera que fueres” (Génesis
28:15).
M E N S A J E
Agradecemos a Dios
porque nos cuida.
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3. Durante el día, los israelitas podían ver una inmensa nube, que se elevaba sobre el pue
blo como una columna en el cielo. La nube avanzaba lentamente, y ellos avanzaban con la
nube, porque Dios estaba en la nube, guiándolos. Pero la nube hacía más que solo mos
trarles dónde ir¡ durante el terrible calor del día, la nube les hacía sombra para refrescar
los. Los protegía del ardiente sol.
Pero, por la noche, cuando hacía frío y estaba muy oscuro, una nube no era muy útil;
los israelitas necesitaban luz y calor. Y, entonces, la inmensa nube se transformaba en una
luminosa columna de fuego. El fuego los alumbraba de noche y los ayudaba a mantenerse
calentitos en las frías noches del desierto; también espantaba a los animales salvajes que
podrían intentar hacerles daño.
Dios había inventado la manera perfecta de proteger y guiar a su pueblo. De día o
de noche, los israelitas siempre podían comprobar que Dios los estaba guiando y prote
giendo; sabían que él los protegía, y lo alababan por su tierno cuidado.
Nosotros también podemos agradecer a Dios por cuidar de nosotros. Él vela por noso
tros y nos guía cada día. No vemos una nube o una columna de fuego, pero sabemos que
Dios aun así nos protege. Recordemos agradecerle por cuidar de nosotros.
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4. S A B A D O
Lean la historia de la lección cada día de esta se
mana y repasen el versículo para memorizar:
Yo estoy . . .
contigo,. . .
y te guardaré.........................
por dondequiera que fueres
Génesis 28:15
(Señalar hacia arriba)
(Señalarse uno mis
mo)
(Mano sobre ojos)
(Simular que caminan)
(Palmas juntas, luego
abiertas)
Anima a tu hijo a compartir con alguien las columnas
de nube y fuego que hicieron en la Escuela Sabática, y
que le cuente la historia de la columna de nube y fuego
que guiaba a los israelitas.
Que tu hijo te ayude a pre
parar pan sin levadura, o
compren un poco de pan
chato y cómanlo en el al
muerzo.
Cuando oren, agradéz
canle a Dios por cuidar de
tu familia como lo hizo con
los israelitas.
. r
Examinen un mapa con tu hijo. Analicen su propó
sito y cómo usarlo. Muéstrale, en el mapa, un viaje que
haya hecho o hará próximamente tu familia. Pregúntale:
Los israelitas ¿tenían un mapa? (No, ellos tenían algo
mejor: Dios mismo los guiaba.)
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Lean Éxodo 13:21 y 22; y 14:19 y 20. Pregunta a tu
niño: ¿Cómo guiaba Dios a los israelitas durante el día?
¿Y por la noche? ¿Quién te guía en los diferentes luga
res? (Mamá, papá, la maestra, etc.). Dios ¿te puede guiar
a algún lugar seguro, para que estés a salvo cuando se
avecina una tormenta? ¡Gracias, Dios, por guiarnos!
Miren juntos un libro sobre el desierto. Pregúntale:
¿Qué clase de plantas crecen en el desierto? ¿Cómo
es la temperatura? Si es posible, que tu hijo juegue con
arena. Pregúntale: ¿Qué sientes al caminar sobre arena?
Teatralicen la historia con tu familia en el culto ves
pertino. Utilicen una linterna, como columna de fuego,
cuando “viajen” alrededor de la casa o el patio.
Que cada familiar narre una manera en la que Dios lo
ha cuidado durante esta semana. Entonen cantos sobre el
cuidado de Dios; luego, agradézcanle por esto.
Jueguen a seguir al dirigente con tu hijo. Túrnense
para ser el líder y el seguidor. Reflexionen sobre cómo
Dios guió a Moisés, y de qué manera guía a tu familia.