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Contenido
KIEV, UCRANIA
5 Cristianos de verdad, parte I ................................................ 5 de julio
7 Cristianos de verdad, parte II ............................................. 12 de julio
BUCHA, UCRANIA
9 Salvado por el sábado ........................................................ 19 de julio
11 Hambriento por la Palabra, parte I...................................... 26 de julio
13 Hambriento por la Palabra, parte II ................................. 2 de agosto
KAZÁN, TARTARISTÁN, FEDERACIÓN RUSA
15 De mafioso a mensajero, parte I ....................................... 9 de agosto
17 De mafioso a mensajero, parte II ................................... 16 de agosto
19 Amigos que hablan con sus amigos .............................. 23 de agosto
PAÍS NO REVELADO, DIVISIÓN EUROASIÁTICA
21 “Busca el libro” .......................................................... 30 de agosto
VINYTSIA, UCRANIA
23 De cigarrillos a castillos, parte I ........................... 6 de septiembre
25 De cigarrillos a castillos, parte II ........................... 13 de septiembre
LEÓPOLIS, UCRANIA
27 Salvado en el cielo .............................................. 20 de septiembre
RECURSOS
29 Programa del decimotercer sábado ........................ 27 de septiembre
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Este trimestre presentamos los pueblos
de la División Euroasiática (DEA), que
abarca una amplia extensión del mundo,
desde regiones del Círculo Polar Ártico
hasta territorios predominantemente
musulmanes en el sur. Incluye los países de
Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia,
Kazajistán, Kirguistán, la República de
Moldavia, la Federación Rusa, Tayikistán,
Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán.
LOS DESAFÍOS
Estos países formaban parte de la
antigua Unión Soviética, que durante
setenta años restringió las libertades,
especialmente la libertad de religión.
Cuando el Comunismo cayó, los pueblos
de estos países se regocijaron por la
esperanza de nuevas libertades y una mayor
prosperidad individual. Pero, nuevos
desafíos surgieron para reemplazar los
antiguos.
Hoy, los países de la División
Euroasiática son el hogar de más de 316
millones de personas, pero menos de
120 mil adventistas. Eso representa un
adventista por cada dos 2.600 personas.
Nuestra atención este trimestre se
centra en la ciudad de Kazán, Tartaristán,
Rusia, donde tenemos una tremenda
oportunidad de construir una nueva iglesia
y centro de influencia en el corazón de
esta ciudad única. En Minsk, Bielorrusia,
podemos apoyar a nuestros hermanos
proveyendo fondos para una iglesia y centro
de influencia, y ayudando a proveer escuelas
que son muy necesarias en varios lugares
por toda Ucrania. El proyecto especial
de los niños ayudará a construir un muy
necesario parque infantil frente a la nueva
iglesia de Kazán.
UNA FAMILIA
¿No es maravilloso poder pertenecer
a una familia? Independientemente de
lo grande o pequeña que sea tu familia
inmediata, es fantástico saber que tú
y yo formamos parte de una inmensa
familia mundial de más de 18 millones
de miembros, en más de 200 países del
mundo. ¡Esa es una familia enorme!
Cada trimestre del año, me gustaría
presentarte a tus hermanos y hermanas de
ciertas regiones del mundo. Conozcamos
sus alegrías, sus luchas, sus esperanzas y sus
Estimado director
de Escuela Sabática:
OPORTUNIDADES
La ofrenda de decimotercer sábado
de este trimestre ayudará a:
• Construir una iglesia y centro de influencia en
Kazán, Tartaristán, Federación Rusa.
• Establecer una iglesia y centro de influencia
en Minsk, Bielorrusia.
• Construir o expandir escuelas en Cherkasy,
Leópolis, Vinytsia, Ucrania.
• Establecer un complejo educativo en
Dnipropetrovsk, Ucrania.
• Proyecto de niños: Construir un parque infantil
frente a la iglesia en Kazán.
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sueños. Te darás cuenta de que no todas las
historias se relacionarán específicamente
con alguno de los proyectos del trimestre,
pero lo que quiero que logres es conectarte
con la persona de la que estás leyendo y, a
través de esa conexión, que tu corazón se
sienta motivado a hacer todo lo que esté a
tu alcance para ayudar a hacer realidad los
proyectos de su División.
Tu hermana en Cristo,
Gina Wahlen
Editora de Misión
Consejero: Carlyle Bayne. Director: Pablo Marcelo
Claverie. Redactor de la edición castellana: Ekel
Collins. MISIÓN (Informe Misionero Mundial),
edición para Jóvenes y Adultos, es una publicación
trimestral editada por su propietaria, la Asociación
Casa Editora Sudamericana, para el Depto. de
Escuela Sabática de las divisiones Sudamericana e
Interamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo
Día. Impresa mediante el sistema offset, en talleres
propios de Av. San Martín 4555, B1604CDG Florida
Oeste, Buenos Aires, República Argentina. Domici-
lio legal: Uriarte 2429, C1425FNI, Ciudad Autónoma
de Buenos Aires. Tercer trimestre del año 2014
(julio-septiembre de 2014).
Año 105, nº 3
–106688–
REGISTRO NACIONAL DE LA
PROPIEDAD INTELECTUAL
Nº 5070860
CORREO ARGENTINO
Suc. Florida (B) y
Central (B)
IMPRESO EN LA ARGENTINA FRANQUEO A PAGAR
Cuenta Nº 10272
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Kiev, Ucrania 5 de julio
Cristianos de verdad, parte I
Anna sabía que Dios la había llevado a que
estudiara en la Universidad Estatal de Sarátov,
ubicada junto al famoso río Volga, en Rusia. Él había
obrado muchos milagros para llevarla allí, y ahora ya
había terminado su carrera de Biología. Ansiosa de
poner sus conocimientos en práctica, Anna comenzó
a buscar trabajo, pero no consiguió nada.
“Querido Dios –oró–. No encuentro trabajo, y no
sé por qué. Pero sé que tú proveíste esta educación, y
que tienes algo preparado para mí”.
Y en verdad Dios tenía planes para Anna, de
hecho mucho mayores de lo que ella pudo imaginar. Un día, el director de Jóvenes de
la Asociación Volga le preguntó a Anna si a ella le interesaría servir como misionera en
el nuevo programa Un año en misión (UAEM), una iniciativa especial de la Asociación
General para entrenar adultos jóvenes y darles oportunidades para participar en la
iniciativa Misión a las ciudades.
El director de Jóvenes de la Asociación le dijo a Anna que la División Euroasiática
estaba considerando a muchos prospectos, así que no podía garantizarle que la
escogerían. Después de confirmarle su interés, oraron juntos, y luego Anna se olvidó del
asunto.
Un tiempo después, Anna recibió una llamada del director de Jóvenes de la División
preguntándole si ella estaba realmente interesada en participar en el programa Un año
en misión.
“Sí, en verdad quiero hacer algo por Dios”, respondió Anna.
Al poco tiempo se enteró de que había sido escogida para representar a la División
Euroasiática en el programa UAEM, lanzado en la ciudad de Nueva York en el año 2013.
Después de solucionar algunas dificultades con su visa, Anna llegó a Nueva York
el 24 de enero de 2013, e inmediatamente se unió a los otros trece adultos jóvenes que
representaban a todas las divisiones y campos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Todos los jóvenes recibieron capacitación en las áreas de servicio comunitario,
evangelización, obra médica misionera y comunicaciones. Los misioneros llevarían entonces
su experiencia práctica y sus conocimientos a sus divisiones de origen, en donde dirigirían
y adiestrarían a un equipo de diez voluntarios de cada Unión de sus divisiones. De esta
manera, el efecto misionero se multiplicaría como las olas del mar.
“Lo más importante para nosotros era reavivar a la iglesia, así que tratamos de aplicar
únicamente el método de Cristo: relacionarnos con la gente, identificar sus necesidades,
darles estudios bíblicos e invitarlos a seguir a Jesús”, dijo Anna.
Cada día los misioneros UAEM salieron por los vecindarios a tocar puertas. “¡Hola!
Hace poco llegamos a este lugar y queremos saludarlo. Somos sus nuevos vecinos, y
queremos ser sus amigos”. La mayoría de los vecinos en esa área eran de India o Nepal,
y algunos invitaron al misionero a pasar para conversar. “Cuando hablamos, nos hicimos
amigos y nos escucharon –cuenta Anna–. Les preguntamos si les interesaba estudiar la
Río Volga
MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA
6. MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA6
Biblia, y muchos dijeron que sí. A menudo,
orábamos con ellos.
“A veces hacía blinis (unas tortillas rusas
muy delgadas) y se las llevaba a los vecinos,
diciéndoles que solo quería compartir con
ellos unas tortillas, y recordarles que Dios
los ama. Era solo un pedacito del amor
de Dios”.
Además de visitar a los vecinos, a
Anna se le asignó trabajar en una escuela
adventista ubicada en una comunidad
hispana de la ciudad de Nueva York.
Muchos de los residentes del lugar querían
obtener la ciudadanía estadounidense,
pero para ello necesitaban aprender inglés.
Así que, Anna y algunos de los otros
misioneros comenzaron a impartir un curso
gratis de Inglés como segundo idioma en la
Iglesia Adventista.
“Fue maravilloso –recuerda Ana–. La
gente estaba muy feliz de que pudiéramos
ayudarla. Comenzamos cada lección con un
versículo bíblico, explicando la gramática
y el significado del versículo. Después de
las lecciones, los invitamos a asistir a los
programas de evangelización, donde podían
practicar el inglés que habían aprendido.
¡Hicimos muchos contactos de esta
manera!”
Cuando los miembros de las iglesias
adventistas locales vieron a estos entusiastas
misioneros UAEM en acción, se dieron
cuenta de que ellos también podían hacer
algo especial por la comunidad. Entonces,
comenzaron a seguir el ejemplo de buscar a
los vecinos en vez de enfocarse simplemente
en organizar programas y actividades
que aprovechaban más que todo a los de
adentro.
“Con toda sinceridad, te puedo decir
–señala Anna– que yo antes no pensaba
mucho en esto de trabajar en las grandes
ciudades. No veía cuáles eran los problemas
reales y, además, es más fácil ir a un pueblo.
Pero, después de haber participado en este
proyecto, ahora entiendo que realmente
necesitamos estar aquí.
“Aprendí a ver a la iglesia con otros
ojos. Cuando regresé a mi iglesia en Rusia,
la vi de otra manera. Me di cuenta de que
tenemos que trabajar diferente. Debemos
ser cristianos genuinos. Algo había cambiado
en mi mente. Entendí cómo necesitábamos
vivir y cómo debíamos trabajar”.
La semana siguiente seguiremos con Anna
en su experiencia con Un año en misión en la
División Euroasiática.
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CÁPSULA INFORMATIVA
• El programa Un año en misión cuenta ahora
con varios cientos de adultos jóvenes que
alcanzan de manera efectiva las ciudades
más grandes del mundo.
• La División Euroasiática (DEA) fue
organizada oficialmente en 1990.
• La DEA tiene 1.889 iglesias, y cuenta con
117.088 miembros.
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Kiev, Ucrania 12 de julio
Cristianos de verdad,
parte II
En junio de 2013, cientos de líderes, pastores y
evangelistas de todo el mundo aterrizaron en la
ciudad de Nueva York para participar en la Escuela
Internacional de Evangelismo de la Asociación
General. El programa incluía clases diurnas y, en las
noches, experiencias prácticas en reuniones de
evangelización que se realizaron en la zona metropolitana de Nueva York.
Leonid Rutkovsky, un pastor de la División Euroasiática (DEA), dio varias charlas en
las iglesias ucranianas y rusas de Nueva York. Cuando no estaba en clases o en alguna
charla, Leonid y Victor Kozakov, el director de Misión Adventista de la DEA,
conversaban sobre cómo hacer algo similar en su División.
“Concluimos que si la gente estaba predicando en Nueva York con muy buenos
resultados, ¿por qué nosotros no podríamos hacerlo en nuestro territorio? –dijo Leonid–.
Si puede ocurrir en Nueva York, una ciudad difícil, entonces puede ocurrir en Moscú, o
en Kiev.
“La escuela nos mostró un camino claro en cuanto a cómo alcanzar las grandes
ciudades. Ahora estábamos enfocados, con un propósito en mente y un objetivo bien
específico que debíamos alcanzar”.
Cuando Anna conoció a Leonid, se emocionó al escuchar los planes que estaban
desarrollando. “Tenemos el desafío de tocar cada puerta en Kiev –le dijo Leonid–. Hay
setecientas mil puertas en Kiev, y queremos tocarlas todas. Contaremos con mapas que
muestren todas las calles, cuadras y casas”.
Anna estaba maravillada. “Era claro que Dios estaba dirigiendo todo, y sabía que yo
tenía que ir a Kiev. Dios tenía un plan extraordinario, y lo único que teníamos que hacer
era seguirlo”.
Al final de las reuniones en Nueva York, los misioneros de UAEM regresaron a sus
divisiones originarias para comenzar la segunda fase de su trabajo. Anna fue a Kiev,
Ucrania, donde trabajó con Leonid.
Como director de Misión a las ciudades en Kiev, Leonid brinda adiestramiento a los
miembros de la iglesia sobre cómo predicar; supervisa el trabajo de los obreros bíblicos y
los obreros médicos que proveen remedios sencillos para la comunidad, y ofrecen
educación en temas de salud, incluyendo 16 clases sobre: cómo dejar de fumar, cocina y
salud, recuperación del vicio del alcohol, salud materna e infantil, y más.
“Aquí hemos hecho incluso más de lo que se hizo en la ciudad de Nueva York
–afirma Leonid–. Ciento cincuenta misioneros vinieron a Kiev; todos escogidos
especialmente por sus uniones y asociaciones. Además, se formó un equipo de jóvenes
con 18 miembros de la División Euroasiática. Durante el programa de adiestramiento,
Invierno en Ucrania
MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA
8. MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA8
que duró casi seis meses, los misioneros
trabajaron junto a obreros bíblicos y
médicos misioneros, y ayudaron en las
tiendas de salud. También cuatrocientos
pastores asistieron durante jornadas de dos
semanas con el fin de prepararse para
programas similares que serían
desarrollados en otras ciudades a través de
la División.
Anna, quien dirigió el grupo de jóvenes,
participó en varias facetas del programa.
Describiendo su primer día en Kiev, nos
cuenta: “Salimos en caminatas de oración, y
caminábamos cerca de las puertas de las
casas a las que regresaríamos. En cada casa
orábamos: ‘Señor, por favor, entréganos este
hogar. Entréganos a esta gente. Prepáralos
para nosotros’ ”.
Al día siguiente, los miembros del
equipo salieron de dos en dos; uno hablaba
mientras el otro oraba. “Primero
hablábamos con las personas sobre los
acontecimientos que están ocurriendo en el
mundo –señala Anna–, y luego les
preguntábamos si alguna vez habían leído
la Biblia, y si pensaban que había una
conexión entre la vida espiritual y la salud.
Tratábamos de continuar la conversación y
conocer a las personas”.
Lo que funciona en este método
–añade Leonid– no son nuestras caras o las
preguntas que hacemos. Es el hecho de
que Dios prepara a una persona especial
para nosotros. Creo que Dios prepara a esa
persona para que escuche lo que tenemos
para compartir con ella. Esto es muy
importante”.
Después de dos semanas de andar de
puerta en puerta, el equipo celebraba que
26 nuevas personas se unieron a la iglesia.
Adicionalmente, los participantes del
programa de salud se mostraron felices de
saber cómo vivir más y mejor, y
disfrutaron mucho de la compañía de los
misioneros. “Ustedes tienen un equipo
maravilloso –les decían a Leonid y a
Anna–. Queremos estar con ustedes. Nos
gusta lo que hacen”.
Anna se siente muy complacida con el
efecto que el proyecto ha tenido en los
jóvenes. “Me encanta cuando los escucho
decir: ‘¿Sabes? Nos sentimos como si
estuviéramos en el cielo. Sentimos como si
en realidad estuviéramos viviendo allá’. En
sus casas tienen otras preocupaciones,
pero aquí sienten el amor de Jesús. Trabajar
con Jesús y para Jesús es vivir realmente”.
“Nuestro programa de jóvenes forma
parte del proyecto Misión a las ciudades
–dice Leonid–. Aquí todos estamos unidos
en mente y espíritu en algún proyecto. Es
realmente maravilloso. Todos podemos
actuar en conjunto”.
“Este proyecto es el resultado de
muchas oraciones –añade Anna–. Nuestra
iglesia mundial ha estado pensando cómo
alcanzar a los habitantes de las ciudades. Si
todos estamos juntos, podemos hacer cosas
maravillosas, ¡y Jesús regresará!”
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CÁPSULA INFORMATIVA
• En el programa Misión a las ciudades, todas
las divisiones del mundo escogieron a una
o más ciudades de su territorio a fin de
ser alcanzadas para Cristo. En la División
Euroasiática, en la que aproximadamente
el ochenta por ciento de la población vive
en ciudades, Moscú, en Rusia, y Kiev, en
Ucrania, fueron las escogidas.
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Bucha, Ucrania 19 de julio
Salvado por el sábado
Andre creció en la ciudad ucraniana de Lutsk,
al occidente del país. En la escuela conoció a Pavel,
un compañero de clases que asistía a una Iglesia
Adventista cada sábado. Como Andre no era
creyente, no pensaba mucho sobre cuándo o dónde
la gente iba a la iglesia, pues en realidad no le
importaba.
Cuando terminó su educación secundaria, Andre
y Pavel planificaron estudiar en la Academia
Nacional de Artes de Leópolis, así que se trasladaron a esa ciudad para tomar el examen
de admisión de esta institución. Cuando terminaron el examen, los dos decidieron
caminar alrededor de las instalaciones de la academia.
UNA DECISIÓN TRANSFORMADORA
De repente, algo que estaba publicado en una cartelera informativa llamó su
atención. Se iba a realizar una exhibición aérea para conmemorar el sexagésimo
aniversario del Decimocuarto Cuerpo Aéreo de la Fuerza Aérea Ucraniana. La exhibición
se realizaría en el Aeródromo Sknyliv, a solo seis kilómetros del centro de Leópolis.
Emocionados, Andre y Pavel leyeron atentamente el anuncio para conocer los
detalles. Pavel se fijó entonces en la fecha de la actividad: 27 de julio de 2002. Al darse
cuenta de que caía en sábado, decidió que no asistiría a la exhibición aérea.
–Andre, el 27 de julio voy a la iglesia; ¿te gustaría acompañarme? –preguntó Pavel.
Ahora era el turno de Andre de considerar cuidadosamente la situación. Él realmente
quería ir a la exhibición aérea, pero la invitación de Pavel lucía tan sincera que Andre la
aceptó. Se preguntaba qué podía ser tan especial en esta iglesia, que Pavel prefería ir a
ella en vez de a la exhibición aérea.
Reflexionando sobre esa primera visita a una Iglesia Adventista del Séptimo Día,
Andre luego afirmaba: “Pasamos todo el día allí, y en verdad me gustó la iglesia”.
UN TERRIBLE DESASTRE
Lo que Pavel y Andre no sabían era que, mientras estaban en la iglesia, el peor
desastre aéreo en la historia ocurría en el Aeródromo Skynliv. Con más de diez mil
espectadores, a las 12:52 pm un avión de caza Su-27, tripulado por dos experimentados
pilotos, se estrelló contra el público y explotó. Setenta y siete personas murieron,
incluyendo 19 niños. Otros cien espectadores fueron hospitalizados con heridas en la
cabeza, quemaduras, y fracturas; y 443 otros tuvieron heridas pero no fueron
hospitalizados.
Cuando Andre escuchó las noticias al día siguiente, se quedó pasmado. “Este
acontecimiento me hizo darme cuenta de que pude haber muerto, o pude haber quedado
gravemente herido. Me hice amigo de muchas personas de la Iglesia Adventista y,
después de asistir de manera habitual durante un año, decidí que quería ser bautizado”.
Castillo Lubert en Lutsk
MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA
10. MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA10
Más tarde, Andre también decidió
cambiar la carrera que estudiaría.
Actualmente, estudia en el Centro
Ucraniano Adventista de Educación
Superior, en Bucha, donde se prepara para
ser pastor.
En el año 2004, parte de la ofrenda del
decimotercer sábado se utilizó para
construir un dormitorio en el Centro
Adventista en Bucha. Gracias por el apoyo
continuo de esta importante ofrenda.
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CÁPSULA INFORMATIVA
Ofrendas de decimotercer sábado anteriores
han ayudado a nuestros hermanos y hermanas
en la División Euroasiática con lo siguiente:
• Un centro de evangelización, una clínica
dental y de terapia física, y una escuela
primaria en Chisináu, Moldavia.
• Un centro médico en Kiev, Ucrania.
• Centros de evangelización en Almatý,
Kazajistán; Vítebsk, Bielorrusia; Tiflis,
Georgia; y Jabárovsk, Rusia.
• Centros para jóvenes en Podolsk y
Krasnoyarsk, Rusia.
• Un edificio para propósitos múltiples en
las instalaciones del Seminario Teológico
de Zaoksky, en Zaoksky, Rusia.
• Iglesias en Moscú, San Petersburgo, Irkutsk,
Krasnodar, y Petropávlovsk-Kamchatski,
Rusia; Lugansk y Sumy, Ucrania; Brest,
Belorrusia; y Chisináu, Moldavia.
• Materiales de Escuela Sabática para niños
en Armenia, Azerbaiyán, y Georgia.
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Bucha, Ucrania 26 de julio
Hambriento
por la Palabra, parte I
Cuando nací, el cordón umbilical estaba
fuertemente enrollado en mi cuello y me estaba
ahorcando. Afortunadamente, fui liberado a tiempo
para realizar mi primera respiración.
Cuando tenía tres años, mis padres se divorciaron
y nunca más volví a ver a mi padre.
La vida se tornó muy difícil para mi madre y para
mí, y ella a menudo consideró quitarse la vida, pero
le preocupaba quién se encargaría de mí. Finalmente, hizo planes para enviarme a un
orfanato y luego suicidarse, pero cuando todo estuvo listo, no pudo decirme lo que había
planificado sino que se puso a llorar y me abrazó.
Unos días después nos cortaron la electricidad de nuestro pequeño departamento,
porque no pudimos pagarla. Estaba haciendo mucho frío, pero sin electricidad no
podíamos ni hervir agua para tomar té. Muchas veces fui a la escuela hambriento.
Vivimos en esta situación durante varios años, pero a mis doce años mi madre
una vez más quería suicidarse.
Durante este tiempo, un amigo de mi madre la invitó a un concierto que celebraba
el nacimiento de Cristo. Este se realizó en una Iglesia Adventista del Séptimo Día y, a pesar
de que mi madre no sabía nada sobre Cristo, decidió asistir. En el concierto escuchó por
primera vez la historia del nacimiento y el sacrificio de Jesús. Cuando regresó a casa, mi
madre me dijo que había un Dios que nos amaba, que quería que viviéramos y que
fuéramos felices. Mientras hablaba, su rostro se iluminó como una antorcha, y pude ver
que deseaba vivir.
Queríamos aprender más de este Dios, y especialmente tener nuestra propia Biblia.
Pero ¿dónde podíamos conseguir una? A pesar de que esto fue en 1998, varios años
después de la caída del Comunismo, aún no era fácil conseguir una Biblia.
Entonces, un día mi madre se enteró de un lugar donde podríamos comprar una
Biblia, pero nos costaría casi el equivalente a dos salarios. En ese momento, mi mamá
trabajaba en un café, donde ganaba más o menos dos dólares estadounidenses a la
semana. Esto apenas alcanzaba para comer.
–Hijo –me preguntó mirando fijamente a mis ojos–, ¿estarías dispuesto a pasar
un poco de hambre durante dos semanas para tener una Biblia?
Sin titubeos, le dije que sí.
Ella compró la Biblia y comenzó a leerla, y me di cuenta de algunos cambios en el
comportamiento de mi madre. Lucía ahora más feliz. Comenzó a castigarme menos,
y a conversar más conmigo, ¡lo cual obviamente me hizo más feliz!
Durante meses, mi mamá asistió a la Iglesia Adventista. Los vecinos comenzaron
a regar la noticia de que nos habíamos unido a una secta, y de repente mis amigos se
pusieron en mi contra. Ya no querían jugar fútbol conmigo. Cuando salía, se iban a
Calle en Ucrania
MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA
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sus casas. Intenté comenzar a fumar, para
ver si mis amigos regresaban, pero nada
funcionó. No sabía qué hacer.
Un día, el pastor adventista nos invitó a
quedarnos un tiempo con su familia. Durante
la adoración, el pastor oraba por mí, pero en
mi corazón se estaba escenificando una guerra
entre aceptar a Jesús como mi Salvador o ser
aceptado por mis viejos amigos. Pero esta
guerra era tan fuerte que cuando oraba por
mí yo me iba.
Mientras mi mamá estudiaba para ser
bautizada, a menudo compartía conmigo
las cosas que aprendía sobre el séptimo día
sábado, sobre la vida cristiana, y otras; y
muchas veces oraba por mí. Ver el cambio
en mi madre, aprender las verdades de la
Biblia que ella compartía conmigo, y
escuchar sus oraciones y las del pastor
tuvieron un gran efecto en mí. El siguiente
año fui bautizado en la ciudad de
Kirovogrado, Ucrania.
Pero entonces aparecieron nuevos
problemas. Yo estaba en la escuela
secundaria, y cuando el director descubrió
que yo me había unido a lo que él
denominaba como “una secta”, me llamó a
su oficina, me entregó mis papeles y me
pidió que me fuera.
Continuará la semana que viene.
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CÁPSULA INFORMATIVA
• El noventa por ciento de las comunidades
religiosas registradas actualmente en Ucrania
son cristianas. Cerca de la mitad de estas
comunidades son de la tradición ortodoxa.
La otra mitad se divide entre católicos y
protestantes [Fuente: RISU–
http://risu.org.ua/en/index/reference/
major_religions/~Major+Religions]
• Ucrania tiene una población de casi 45
millones de habitantes. A los ucranianos les
encanta leer, y el país exhibe una tasa de
alfabetización de casi el cien por ciento.
• La moneda ucraniana es la “grivna”.
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Bucha, Ucrania 2 de agosto
Hambriento por la Palabra,
parte II
Vladimir creció con su madre. A los trece años estuvo
dispuesto a vivir durante dos semanas sin alimentos para a
fin de ahorrar para comprar una Biblia. Al año siguiente
fue bautizado como adventista del séptimo día, pero se le
pidió que abandonara la escuela secundaria porque, según
el director de la escuela, Vladimir se había unido a una
“secta”.
Después de verse obligado a abandonar su
escuela, Vladimir finalmente encontró otro lugar en el que pudo completar su educación
secundaria. Esperando poder estudiar en el Centro Adventista de Educación Superior en
Bucha (cerca de Kiev), Vladimir presentó el examen de admisión, pero no lo aprobó.
Con su fe aún fuerte, decidió irse a trabajar en servicios de seguridad en la ciudad
ucraniana de Kirovogrado. Pronto Vladimir se dio a conocer por su excelente trabajo,
y al poco tiempo fue transferido a Kiev, la capital, donde fue ascendido al cargo de
gerente asociado de una de las compañías de frutas más grandes de Ucrania.
Pero Vladimir aún sentía que le faltaba algo. Pensando que ese dinero lo haría feliz,
comenzó a trabajar 16 horas al día. “Tenía dinero en el bolsillo, pero aún seguía infeliz”,
recuerda. Se le ofreció otro ascenso, pero este implicaba estar de servicio las 24 horas del
día. Vladimir decidió que, aunque la nueva posición le daría más dinero, no quería
trabajar de esa manera.
“Pasé diez años de mi vida trabajando arduamente para tener mucho dinero, pero no
estaba feliz –dijo–. Entonces, le pregunté a Dios: ‘Si no hay felicidad en el dinero, ¿qué
puede producir felicidad?’ Finalmente, le pregunté: ‘Señor, ¿qué quieres que haga?’”
Determinado a conocer la voluntad del Señor para su vida, Vladimir escudriñó la
Biblia en busca de respuestas. Un día se encontró con un pasaje en Isaías 54: “Todos tus
hijos serán enseñados por Jehová, y se multiplicará la paz de tus hijos. Con justicia serás
adornada; estarás lejos de la opresión, porque no temerás, y lejos del temor, porque no se
acercará a ti. […] Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y tú condenarás toda
lengua que se levante contra ti en el juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová:
su salvación de mí vendrá, dice Jehová” (Isa. 54:13, 14, 17).
“Yo estaba asombrado de que todos los hijos de Dios serían enseñados por él”, afirmó
Vladimir. Se preguntaba si esto significaba regresar a la escuela. “Señor, tengo 27 años y
no quiero regresar a la escuela”, oró. Pero quería ser el tipo de hombre contra el cual
ninguna arma prosperaría.
Poco tiempo después, la madre de Vladimir murió. Buscando distraerlo de su dolor,
un pastor adventista lo invitó a visitar su distrito para que hiciera obra misionera como
colportor, y trabajara con varios instructores dando estudios bíblicos.
A Vladimir le gustaba tanto lo que hacía que un día el pastor le preguntó si le
Vestimenta típica de Ucrania
MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA
14. MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA14 M
gustaría prepararse en el Centro Adventista
de Bucha. En ese momento, recordó las
palabras de Isaías 54:13: “Todos tus hijos
serán enseñados por Jehová”. Vladimir
decidió entonces tomar el examen de
admisión nuevamente. “Dios mío,
–oró–, es tu decisión si yo debo estudiar
aquí o no. Pero, si quieres que yo esté
aquí, por favor ayúdame a ayudar a otros a
conocerte mejor”.
¡Esta vez Vladimir aprobó el examen!
Actualmente estudia en el programa de
teología y muy pronto será un pastor.
“Cuando recibes una respuesta tan
específica de Dios, ya no tienes que pedir
nada más. Es algo que cambia tu vida”,
dice. Su clase favorita es griego koiné, pues
en ella está aprendiendo a leer el Nuevo
Testamento en su idioma original.
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CÁPSULA INFORMATIVA
• El Centro Ucraniano Adventista de Educación
Superior, establecido en 1999, está ubicado
en un campo arbolado que alguna vez fue
un campo de jóvenes soviético.
• De los ciento cuarenta mil adventistas de la
División Euroasiática, más del 45 por ciento
vive en Ucrania.
• La Iglesia Adventista en Ucrania fue la
primera institución protestante en recibir una
licencia de transmisión en ese país.
15. MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA 15
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Kazán, Tartaristán, Federación Rusa 9 de agosto
De mafioso a mensajero,
parte I
Auque su abuelo era un imán, y muchos otros
familiares eran devotos en su fe, Igor tuvo una infancia
muy secularizada. Como era destacado en los deportes,
pronto se convirtió en un líder respetado,
y también temido, por los otros chicos de la calle.
Esos liderazgo, respeto y temor siguieron a Igor
hasta la adultez, cuando se involucró de lleno en la
mafia. Poderosas armas, grandes cantidades de dinero
y muchos negocios se convirtieron en una parte integral de su vida. Pero, a pesar de las
emociones de la rápida vida que llevaba, Igor sentía que le faltaba algo. Había un vacio
en su vida que no podía llenar con nada, así que comenzó a buscar respuestas.
EN BUSCA DE ALGO
A los primeros que visitó fue a los hare krishna, por pura curiosidad. Luego fue a una
iglesia ortodoxa rusa, y de allí a la mezquita, pero Igor seguía sin llenar ese elusivo “algo”.
Un día, un amigo le dijo a Igor que conocía a alguien que tenía una Biblia. Intrigado,
Igor quiso saber más, así que el amigo los puso a los dos en contacto.
–¿Sabías –le preguntó el dueño de la Biblia a Igor– que en la Biblia puedes leer sobre
los alimentos impuros, y que se supone que no deberíamos comer cerdo?
Para Igor esto era algo nuevo, pues él pensaba que solo el Corán enseñaba estas cosas.
Durante los siguientes meses, Igor llamó muchas veces a este creyente por teléfono,
quien siempre le explicaba pacientemente a cosas de la Biblia. Finalmente, el creyente
invitó a Igor a asistir a la iglesia con él.
–Nunca voy a visitar tu iglesia –respondió descortésmente.
Pero el creyente de la Biblia no se desesperanzó, y continuó manteniendo contacto con
el mafioso. Seis meses después, invitó nuevamente a Igor a visitar su iglesia, y esta vez Igor
aceptó.
LA VISITA
El día señalado, Igor se subió a su vehículo (después de seguir su rutina habitual de
revisar que no hubiera algún explosivo en él), y se preparó para dirigirse a la iglesia. Al
encender el vehículo y arrancar, este, en vez de moverse hacia adelante salió hacia atrás y
chocó el vehículo del vecino. No le voy a decir nada al vecino ahora, pensó Igor, pero le avisaré
cuando regrese.
La congregación se reunía en un pequeño local alquilado no muy atractivo, pero a pesar
de eso Igor se sintió muy a gusto allí, y siguió asistiendo. Algunos miembros miraban al
hombre de la mafia con precaución, preguntándose quién sería realmente. Pero, a medida
que Igor aprendía más de la Biblia y sus enseñanzas, iba comparando con el libro sagrado
Artesanía rusa
16. MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA16
de la otra tradición religiosa con la que
estaba familiarizado.
“Yo conocía bastante bien la historia
–recuerda Igor–, y pude comparar las
enseñanzas de los dos libros. Con el
tiempo, fue la verdad de la Biblia la que
me ganó”.
Antes de su bautismo, Igor estudió la
Biblia con el pastor adventista,
ametrallándolo con una serie de preguntas
durante cada reunión. Entonces, un
reconocido evangelista visitó Kazán, y al
final de sus reuniones Igor fue bautizado, a
los 35 años.
¿DIOS O ARMAS?
“Cuando me bauticé, entendí que ya no
podía seguir participando de las cosas que
ocurrían en las calles. Pero, a pesar de que
ya no hacía ese tipo de cosas, continué
siendo un callejero”, admitió Igor.
Cada sábado Igor llevaba su pistola a la
iglesia, manteniéndola de manera segura en
su regazo. Un sábado, un miembro de la
iglesia le dijo que él no debería llevar esa
arma a la iglesia. “Aférrese a Dios, no a las
armas”, lo reprendió.
La siguiente semana, Igor decidió dejar
su arma en casa, pero se sentía temeroso y se
le hizo difícil aceptar el hecho de que ya no
debía cargar un arma. Mientras regresaba a
casa, vio una silueta oscura que lo seguía. Se
armó de valor y volteó hacia la silueta, ¡solo
para encontrar que era un hombre que
cargaba un saco de papas!
COMPARTIENDO SU FE
De allí en adelante, su fe creció cada vez
más, y comenzó a hablarles a otros de la
verdad que había encontrado. La esposa y la
hermana de Igor comenzaron a visitar la
Iglesia Adventista, y después de un año
también se bautizaron. Lo mismo ocurrió
con sus sobrinos y muchos otros con
quienes compartió su fe.
Un día Igor le estaba hablando a un
amigo sobre la verdad que había aprendido
de la Biblia, pero el amigo no se mostró
muy interesado en lo que Igor le estaba
contando. Sin embargo, un hombre que
estaba cerca y escuchó la conversación quiso
saber más.
Vasily, el hombre que escuchó lo que
Igor estaba diciendo, había tenido una muy
mala vida. Él también había estado
involucrado con la mafia, y el crimen le
había cobrado su cuota.
Cicatrices y desfiguramiento marcaban
los lugares donde sus enemigos habían
usado vidrios rotos para cortarlo en su
cabeza, su cara, sus ojos y un oído. Otras
cicatrices mostraban donde las balas lo
habían rozado sin provocarle heridas fatales.
Dios envió a Igor a la vida de Vasily por
una razón.
Continuará la semana que viene.
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Kazán, Tartaristán, Federación Rusa 16 de agosto
De mafioso a mensajero,
parte II
Igor siempre fue un líder. Aunque tuvo mucho éxito
en la mafia rusa, sentía que le faltaba algo en la vida,
y comenzó a buscarlo. Su búsqueda lo llevó a una serie de
religiones, hasta que finalmente encontró “la verdad tal como
es en Jesús”, y se convirtió en un miembro bautizado de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día. Al compartir su nueva
fe, muchos otros también se unieron a la iglesia.
Sin embargo, algunos no estaban tan interesados
en lo que Igor estaba compartiendo. Aun así, otros estaban escuchando.
Vasily manejaba mucho dinero. Trabajaba en una compañía que creaba contratos
de millones de rublos rusos. Entrenado como guardaespaldas, Vasily se comunicaba en
código con los líderes de la compañía. Tenía equipos costosos que le permitían escuchar
lo que se hablaba en habitaciones cerradas. Quienes deseaban arruinar a esta compañía
reconocían que Vasily era un elemento clave en la ganancia de grandes contratos, y como
era un obstáculo para lograr sus objetivos, habían tratado de matarlo dos veces.
La primera vez fue un día en que salió con su hija al mercado al aire libre para
comprar comida. A pesar de que fue salvajemente atacado, sobrevivió.
La segunda vez le dispararon múltiples veces, pero de alguna manera fue capaz
de levantarse y correr a su departamento. En la huida, Vasily colapsó y cayó al suelo.
Temiendo morir, le pidió a su madre que lo perdonara, pero su madre le aseguró que
viviría. Con la esperanza renovada, Vasily comenzó a luchar por su vida, y llamó a la
policía. Rápidamente fue llevado al hospital, donde fue colocado en una camilla con
ruedas y llevado hacia el elevador. Cuando iban a salir del elevador, Vasily exclamó:
–¡Esperen! Dejen que mi cabeza salga primero. Solo los muertos salen con los pies
hacia adelante a través de la puerta, ¡y yo estoy vivo!
PERDÓNALOS
Más tarde, Vasily conoció a un bautista que le preguntó:
–¿Quieres matar a los que te hicieron esto?
–¡Por supuesto! –respondió Vasily.
–No lo hagas –le replicó el bautista–. Si los matas, jamás podrás vivir en paz. Solo
perdónalos.
Un tiempo después, Vasily salió a caminar por el bosque. De repente, vio a uno de los
hombres que habían tratado de matarlo sentado en el bosque con su novia. Mirando al que
pudo haberle quitado la vida, Vasily silenciosamente susurró: “Está bien, lo perdono”.
Seis meses después, se enteró de que el individuo murió de una sobredosis de drogas. El
otro individuo que trató de matarlo quedó paralizado de por vida; y al tercero le dispararon
y lo mataron.
MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA
18. MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA18
HORA DE CELEBRAR
Al acercarse el fin de año, Vasily se
preparó para las grandes celebraciones
que se llevan a cabo durante esa fecha. Él
tenía muchos amigos cuyos cumpleaños
se celebraban a finales de diciembre y
comienzos de enero, así que con todas esas
fiestas por venir, además de la celebración
del fin de año, serían dos semanas para
fumar y tomar vodka sin parar.
Pero, de alguna manera, esta vez no
fue lo mismo. Vasily ya no disfrutaba de
las fiestas como antes, y al final de las dos
semanas tuvo suficiente. ¿Nací para llevar
una vida tan sucia?, se preguntó.
La respuesta fue un decidido: ¡No!
¡Necesito una nueva vida!
UNA NUEVA VIDA
Vasily cayó de rodillas y le pidió a
Dios que lo ayudara. Se las arregló para
obtener una Biblia, y con esta en la mano
salió a donde cada uno de sus amigos,
invitándolos a acompañarlo al bosque
durante tres días. Dos de sus amigos
decidieron ir con él.
“Fuimos al bosque y allí permanecimos
callados durante tres días, únicamente
leyendo la Biblia”, dijo Vasily. “En medio
de la soledad de la naturaleza, de repente
llegó un niño con unos esquís, y nos gritó;
‘¡Feliz Navidad para todos!’ ” Como las
probabilidades de encontrarse con alguien
en ese lugar tan aislado son muy pocas,
Vasily tomó esto como una señal de Dios.
Oró y le pidió a Dios: “Dame un mes
para vivir esta nueva vida”; y Dios se lo
dio. Luego Vasily le pidió a Dios que le
diera otro mes de vida limpia, y Dios
también se lo concedió. Le pidió perdón a
su esposa, y aún sigue viviendo una vida
limpia.
DIVULGANDO LA VERDAD
Cuando Vasily e Igor se conocieron, se
dieron cuenta de que tenían muchas cosas
en común. “En todas partes hay personas a
quienes les gusta la verdad –dijo Vasily–,
y a mí me gustan esas personas”.
Vasily e Igor son ahora muy buenos
amigos, y trabajan juntos para repartir
literatura a través de un periódico especial
que se distribuye por la región de Kazán.
El periódico está lleno de información
sobre cómo tener una mejor salud, así
como de consejos espirituales. Es uno de
los periódicos más populares de Rusia. Los
dos ex mafiosos también trabajan juntos
buscando patrocinadores para que miles de
libros adventistas puedan ser distribuidos
por toda la región de Kazán.
Vasily e Igor desean ansiosamente
poder contar con la nueva iglesia, ya
que esta será un centro de influencia en
el centro de Kazán. Este proyecto será
posible gracias a tu generosa ofrenda de
decimotercer sábado de este trimestre.
“Nuestras historias parecen terribles
–dice Vasily–, pero de hecho nuestro
mundo lo es, así que realmente no son tan
terribles”. Él e Igor solo quieren ayudar a
otros a encontrar un mejor camino.
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Kazán, Tartaristán, Federación Rusa 23 de agosto
Amigos que hablan
con sus amigos
La Universidad Federal de Kazán es una de las más
antiguas y respetadas de Rusia. Establecida en 1804,
la universidad es bien conocida por su excelencia en
ciencias y matemáticas, y alardea de haber contado con
muchos alumnos famosos, incluyendo A Ilya Ulyanov,
el padre de Vladimir Ulyanov (más tarde Lenin),
quien también asistió
a la universidad, pero fue expulsado por su activismo político. Sin embargo, su padre,
Ilya, se graduó en el departamento de Física y Matemáticas en 1854, y tenía un interés
especial en meteorología. Escribió dos trabajos científicos: Sobre los beneficios de las
observaciones científicas, y Sobre las tormentas eléctricas y los pararrayos.
Actualmente, los alumnos de la internacionalmente conocida Universidad Federal de
Kazán aún visitan el observatorio meteorológico usado por Ilya, el padre de Lenin.
COMPARTIENDO SU FE
Dos de esos alumnos son Timor, de 18 años; y Albina, de 19. Ambos estudian
Meteorología en la universidad. Jóvenes, inteligentes y motivados, Timor y Albina
disfrutan de los desafíos de desenvolverse en un medio académico tan exigente. Pero,
además de lo académico, Timor ha aceptado un desafío aún mayor: compartir su fe en la
atmósfera de una universidad científica.
“Todos mis amigos saben de mi fe –nos dice–, pero a veces es difícil compartirla
porque algunos no quieren escuchar. Y aquí en Tartaristán puede ser especialmente
difícil hablarle a la gente de Jesús, pues muchos tienen otra clase de creencias”.
Sin embargo, a pesar de las dificultades, Timor no se ha dado por vencido. Un día,
mientras hablaba con Albina, le habló de su fe en Dios. Le explicó que en la Biblia se
encontraba la manera de conocer a Dios y su voluntad para nuestra vida.
“Después de hablar con Timor, me interesé en estudiar la Biblia, porque me dijo que
todo lo que yo me preguntaba estaba respondido allí”, recuerda Albina. Pronto pudo
conseguir una Biblia propia y comenzó a estudiar.
“Realmente me gustó estudiar la Biblia, y cuando tenía preguntas se las hacía a
Timor. A veces me las contestaba directamente, y otras me refería a otro pasaje de la
Biblia que respondía mi pregunta. Después de un tiempo, me dijo: ‘¿Sabes? Hay un
pastor que te puede explicar muchas cosas’ ”.
LA INVITACIÓN
Timor invitó a Albina a visitar el salón alquilado donde se reunían los adventistas del
séptimo día en Kazán los sábados, y se maravilló con lo que encontró. “Me encantó la
Escuela Sabática –dijo–. Es muy interesante. Es un lugar en el que todos pueden estudiar
la Biblia juntos y discutirla. También disfruto de la bella música durante el servicio. Estoy
Noches en Kazán
MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA
20. MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA20
muy feliz”. Albina ha estado asistiendo al
salón alquilado que usa la congregación en
Kazán durante un año, y tiene planificado
bautizarse pronto.
“Yo le hablé de mi fe –cuenta Timor–,
y entonces Dios influyó en su corazón. Por
eso ella está aquí”.
Timor y Albina, junto con los muchos
otros creyentes que se reúnen en el
pequeño local en Kazán, están esperando
ansiosamente poder construir la nueva
Iglesia Adventista del Séptimo Día en
el centro de la ciudad.
LA UBICACIÓN ES IMPORTANTE
“Alquilar un lugar en vez de contar
con un local propio conlleva muchos
desafíos –cuenta el pastor Anvar
Gindullin–. Teniendo nuestro propio
local, las autoridades [del Gobierno] nos
respetarían más, pero como no tenemos
uno tenemos que ir a las autoridades
constantemente para mostrarles
documentos que muestran que estamos
alquilando este lugar. Nos toca asegurarles
que las reuniones no tienen intenciones
políticas y que no estamos conectados con
el terrorismo”.
“Y es importante tener un lugar en el
centro de la ciudad –añade el pastor–,
porque eso añade credibilidad y brinda
accesibilidad”.
Por el momento solo hay una iglesia
adventista con sede propia en esta ciudad
de más de un millón cien mil habitantes,
ubicada en las afueras de Kazán. En
contraste, la nueva iglesia estará ubicada
en el corazón de la ciudad, a solo setenta
metros de una importante estación de
metro y autobuses.
“Tenemos planificado que esta iglesia
sea un verdadero centro de influencia que
satisfaga las necesidades de la comunidad
todos los días de la semana”.
Los planes incluyen la construcción de
un auditorio grande para los servicios de
adoración, un salón de música, un salón
para deportes y ejercicios, un lugar para
los jóvenes, y tal vez una pequeña fuente
de soda. Además, en el área frontal de la
iglesia está planificada la construcción de
un área de juegos para los niños.
“En esta área de la ciudad hay muy
pocos lugares donde los niños pueden
jugar –nos dice el pastor Gindullin–.
Queremos que tengan un bello lugar para
jugar, un lugar donde los padres puedan
descansar y escuchar bella música mientras
sus hijos juegan. Queremos que la gente se
acostumbre a estar en un Centro
Adventista del Séptimo Día. Ese es
nuestro sueño”.
Esta nueva iglesia/centro de influencia
es uno de los proyectos misioneros de la
ofrenda de decimotercer sábado de este
trimestre. Por favor, planifique dar
generosamente a fin de ayudar a hacer
realidad este sueño para nuestros hermanos
y hermanas en Kazán.
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CÁPSULA INFORMATIVA
• Kazán es una ciudad multiétnica famosa
por la convivencia pacífica entre musulmanes
y cristianos.
• Kazán está considerada como la “capital
deportiva” de Rusia. Del 16 al 23 de julio
de 2014 se llevará a cabo, en Kazán, el
Campeonato Mundial de Esgrima; y en
2015, el Campeonato Mundial de Natación.
En 2018, la ciudad será sede de partidos de
la Copa Mundial de Fútbol.
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País no revelado, División Euroasiática 30 de agosto
“Busca el libro”
(Esta historia nos llega desde un país no revelado de la División Euroasiática.)
Gahida nació en el marco de una familia que no era cristiana, pero sí muy religiosa.
Las oraciones, los sacrificios y la lectura de varios libros religiosos eran cosas muy
importantes en la experiencia espiritual de Gahida. Durante décadas siguió la
religión de su familia, y observó con devoción todo lo que se le había enseñado,
especialmente en la oración.
Entonces, un día mientras oraba, Gahida vio a un ángel. Este ángel le dijo: “Busca
el libro”, y luego repitió la orden: “Busca el libro”. Preguntándose qué significaría esto,
Gahida abrió su propio libro religioso y se fue hasta la sección de Moisés y su ley, David
y su hijo, y Jesucristo y su evangelio. Sin embargo, aún se preguntaba qué era “el libro”.
Cinco años después, recibió la respuesta cuando un adventista del séptimo día vino a
su ciudad y ofreció unas charlas sobre la Biblia. Gahida decidió asistir a las charlas, y fue
allí donde vio la Biblia por primera vez y tuvo la oportunidad de comprar una.
“Cuando compré la Biblia y comencé a leerla, entonces entendí que este era “el libro”
que el ángel me pidió que buscara. Escudriñando la Biblia, Gahida encontró muchas
similitudes entre ella y el libro religioso con el que estaba familiarizada.
Aunque disfrutó de las charlas bíblicas, Gahida no se convirtió inmediatamente
en adventista del séptimo día. Temía que Dios la castigara si comenzaba a asistir a la
Iglesia Adventista. Sin embargo, sin saberlo, el predicador adventista había estado
orando por ella, y finalmente Gahida decidió visitar la Iglesia Adventista “solo una vez”.
“Durante mi primera visita a una Iglesia Adventista –recuerda Gahida–, el sermón
trató sobre la mujer samaritana en Juan 4. Sabía que esa era yo. Yo era como la mujer
samaritana que andaba en busca de algo mejor. Ella encontró esto ‘mejor’ en Jesucristo.
Y, cuando me enamoré de Jesús, entendí que él es el mejor. ¡No necesito más que a
Cristo en este mundo!”
Gahida sabía que la Iglesia Adventista era el lugar para ella. Después de más estudios
bíblicos, fue bautizada y se convirtió en miembro de la iglesia.
Unos años después, Gahida quería encontrar una manera de compartir su nueva fe
con aquellos que aún estaban en la comunidad religiosa en la que había crecido.
“Siempre me ha gustado escribir –cuenta Gahida–, así que decidí escribir un libro
sobre mi propio recorrido espiritual, y luego examinar con más detalle algunos
elementos de mi fe previa, y comparar eso con las enseñanzas de la Biblia”.
Gahida y su hijo, ya grande, oraron mucho por la publicación de este libro, y pronto
comenzaron a recibir donaciones. “Una hermana dio una donación generosa que nos
permitió publicar mil libros. Luego, un hermano también donó una cantidad que nos
permitió publicar quinientos libros”, cuenta Gahida.
Sin miedo, les entregó su libro personalmente a cientos de líderes religiosos de su
antigua fe, diciéndoles: “Ustedes necesitan pensar en lo que creen, y estoy segura de que
este libro los ayudará”. Gahida, junto con su hijo, organizó varias iglesias adventistas en
diferentes ciudades y pueblos en diferentes regiones.
MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA
22. MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA22
Aparte de escribir varios libros y otro
material religioso, Gahida también tradujo
varios libros de Elena de White, del ruso a
su idioma natal. Ella recuerda un libro en
particular: Patriarcas y profetas. Este estuvo
a punto de no ser publicado a causa de la
agitación política.
“Cuando la imprenta central de la
capital recibió el documento digital de mi
traducción, estábamos en medio de una
gran agitación política. Alguien había
tratado de matar al presidente de la
Nación, y las editoriales fueron
inmediatamente cerradas. Agentes
gubernamentales revisaron todas las
editoriales en el país, buscando material
controvertido. Cuando los agentes llegaron
a la imprenta central, el jefe editorial se
puso blanco del terror porque no pudo
encender una de las computadoras de la
imprenta. Esta era la única computadora
donde estaba el documento con la
traducción de Patriarcas y profetas. Cuando
los funcionarios del Gobierno se fueron, la
computadora encendió fácilmente y
pudieron imprimir el libro en el idioma
local.
“Publicarlo nos salía muy costoso
–recuerda Gahida–, pero no tuvimos que
pagar nada. El director editorial nos dijo:
‘Esto que estás haciendo es una gran obra.
No vamos a aceptarte ningún pago’ ”.
Gahida está agradecida por el
ministerio especial que Dios ha abierto
para ella a través de la escritura y la
traducción de libros. “Muchos están muy
agradecidos de haber recibido estos
materiales, y de poder leerlos y
compartirlos –dice ella–, y Elena de White
es mi mejor amiga”.
*Se le ha cambiado su nombre para proteger
su identidad.
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Vinytsia, Ucrania 6 de septiembre
De cigarrillos a castillos,
parte I
Yo crecí en un hogar no religioso en Ucrania.
Mi padre me dijo que el mundo se iba a acabar
en el año 2000. Como era un niño, le creí, y sentí
que no teníamos esperanza para el futuro.
Yo tengo dos hermanas, y como mis padres
parecían darles siempre más atención a ellas,
me sentía libre de hacer lo que quisiera. Desde
joven me la pasaba fumando, tomando y probando
diferentes drogas. La vida para mis padres se hizo muy difícil cuando comencé a robar
a mi familia, y también a robar afuera de mi casa. Mis padres estaban muy preocupados.
Cuando estuve lejos para cumplir con el servicio militar, se realizó una serie de
evangelización por parte de unos adventistas que vinieron a Krasyliv, Ucrania. Mi padre
fue bautizado en 1994.
Cuando regresé a mi casa, comencé a vivir locamente, incluso más que antes. A mi
madre la afectó tanto su artritis reumatoide que quedó inválida. Además de esto, la vida
de mis padres se convirtió en una pesadilla por mi culpa.
Mi padre le pidió a la iglesia que orara, y los miembros acordaron también ayunar
además de las oraciones. Incluso a mi madre, que no pertenecía a la iglesia, podía
escucharla orando por mí en su habitación. Como la iglesia no tenía una sede propia,
a veces se reunían en mi casa, pero cuando hacían los servicios yo me iba.
Sin embargo, poco a poco mi interés se fue despertando, y después de un tiempo estas
personas dejaron de tenerme miedo y comenzaron a hablarme. Entonces, un grupo de
jóvenes colpoltores fueron invitados a mi ciudad para que distribuyeran literatura
cristiana. Mi padre me invitó a conocer a estos jóvenes visitantes. Y es que en la iglesia
de mi padre había muy pocos jóvenes.
Yo tenía la idea de que solo la gente vieja o discapacitada sin ningún propósito en la
vida era la que asistía a la iglesia. Además, se acercaba la celebración del año nuevo, así
que durante casi un mes estuve borracho. Pero, después de eso, sentí una especie de vacío
en mi corazón.
Así que, aproveché la invitación de mi padre para conocer a estos jóvenes. Yo me
imaginaba que serían unos lisiados, o discapacitados mentales, o algo por el estilo.
Pero, cuando los vi, lo que encontré fue jóvenes agradables, fuertes y sanos, que sonreían
y lucían felices. Vi felicidad en sus ojos. Vi limpieza en su habla. No decían malas
palabras. De repente, me di cuenta de que no eran ellos los que no encajaban. Era yo.
Claramente, pude ver dos grupos de jóvenes en mi mente. En uno estaban mis viejos
amigos, que siempre estaban maldiciendo, tomando y fumando. Y ahora veía a otro
grupo, que eran puros y honestos, que no maldecían ni decían malas palabras, que no
tomaban. Solo podía decir cosas positivas de ellos.
Los chicos me invitaron a distribuir literatura con ellos, ¡a pesar de que yo cargaba
Arquitectura moderna de Ucrania
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MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA24
una cajetilla de cigarrillos en el bolsillo!
Me asignaron que acompañara a uno de
ellos, y comenzamos a hacer el recorrido
puerta a puerta. A veces me alejaba para
fumar, y no podía abrir mi boca porque no
quería que la gente sintiera el olor a
cigarrillo. Pero, aunque no decía nada, aún
podía ser un socio silencioso.
Comencé a asistir a la iglesia cada
sábado. A veces, mis nuevos amigos me
invitaban a reuniones de jóvenes en otras
ciudades, y a medida que mi visión se
ampliaba, la imagen distorsionada que
tenía en mi mente se iba desvaneciendo.
Un día en la iglesia, recibí una
invitación para el bautismo. A los que
deseaban ser bautizados les entregaban unas
hojas que debían llenar, y también un papel
con las doctrinas fundamentales de la
iglesia.
Todo esto ocurrió rápidamente, en
menos de dos meses. Con el cigarrillo en la
mano, comencé a llenar el formulario
bautismal. Mientras leía, llegué a un
punto en el que se hablaba de la
abstinencia de alcohol, tabaco y drogas
ilegales. Yo no tenía idea de cómo iba a
hacer para renunciar a estas cosas. Aunque
había dejado a mi antiguo grupo de
amigos, ellos aún venían y me invitaban a
salir con ellos. Pero, yo estaba firmemente
decidido a no continuar juntándome con
ellos.
Entonces, en febrero de 1997, fui
bautizado. Aunque pude dejar de tomar
inmediatamente, seguía luchando con
el tabaco. Intenté de todo para dejar de
fumar. Un día oré y le pedí a Dios desde el
corazón: “Señor, por favor, quítame esto”,
y él milagrosamente lo hizo.
Una tía que vive en otro pueblo me
invitó a visitarla para que la ayudara
durante una semana en su casa. En el
pueblo donde vivía mi tía, solo había una
tienda en la que vendían cigarrillos, y no
quedaba cerca. Cuando llegué, le dije a mi
tía que ahora era cristiano y que ya no era
la misma persona de antes. Pero ella no
sabía que yo aún estaba luchando con el
cigarrillo. Cada día me daba cosas que
debía hacer, y logré pasar cuatro días sin
fumar. El quinto día regresé a mi casa con
el éxito de haber pasado cinco días sin
fumar. Ahora, cuando miro atrás, pienso
que esa estadía en la casa de mi tía fue
como estar en un centro de rehabilitación.
Me asombra la sabiduría de Dios, y la
manera en que él encontró un camino para
que yo pudiera dejar de fumar.
Continuará la próxima semana.
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25. Mientras yo planificaba mi bautismo, mis
hermanas me aconsejaron que debía pedirles
perdón a mis padres. Ellos estaban llorando
de alegría, y en ese momento me di cuenta de
que con Dios se puede tener toda clase de victorias.
Una cosa que me sorprendió fue que cuando comenzamos a construir la iglesia,
la gente trajo ofrendas como oro y joyas; y me escogieron, aun conociendo mi pasado,
para que las vendiera. Yo estaba asombrado y conmovido por la enorme confianza.
La responsabilidad era grande, y traté de vender todo a los mejores precios, haciendo
lo posible por obtener cada centavo de los artículos donados.
Más tarde me convertí en colpoltor y líder de jóvenes. ¡Y fue en una reunión de
jóvenes que conocí a mi futura esposa, Bogdona!
Ahora tenemos tres hermosas hijas, y yo he sido electo anciano en mi iglesia. Me
asombra la manera en que Dios fue capaz de convertirme y darme esta vida que jamás
soñé tener. De alguna manera, mi papá tenía razón al decir que el fin llegaría en 1999.
Ese fue el año del fin de mi antigua vida.
UN MENSAJE PARA LOS JÓVENES DE HOY
Hay una cosa de la cual me arrepiento, y son los años de mi juventud. Me arrepiento
porque fue un tiempo que desperdicié. Fueron años de mi vida completamente vacíos,
sin propósito, significado, satisfacción, ni dirección. Ahora entiendo que es mejor vivir
con Dios. Cuando uno está con Dios y le pide sinceramente, puede tener toda clase de
victorias en la vida.
Cada vez que tengo un problema o dificultad en mi negocio, o con la crianza de mis
hijas, Dios me recuerda mis primeros días en la fe. Luego recuerdo que cuando uno ora
no es uno, sino Dios el que lo hace. Pero esto, primero, tienes que decidirlo y pedirlo.
EL NEGOCIO DE LOS CASTILLOS INFLABLES
Ahora soy dueño de un pequeño negocio. Vendo juguetes y tengo varios castillos
inflables que coloco en varios lugares de Vinytsia. A todos los clientes que recibimos les
regalamos un periódico adventista gratuito lleno de información espiritual y de salud.
Los días más populares en que la gente sale al parque son los sábados y los domingos.
El parque central de la ciudad es administrado por la municipalidad, así que cuando me va
bien, ellos reciben un buen porcentaje. Pero el desafío se presenta porque yo no trabajo los
sábados. Al principio tuvimos un poco de presiones de la municipalidad por eso, porque
trataron de forzarme a estar allí. Pero permanecí firme: “O no trabajo los sábados o no
trabajo en ningún día”. Ellos pudieron ver mi determinación, y también la manera correcta
en la que trabajaba. Sabían que éramos personas de principios.
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Vinytsia, Ucrania 13 de septiembre
De cigarrillos
a castillos, parte II
Atardecer en Ucrania
MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA
26. MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA26 MISI
EN EL CEMENTERIO
A veces visito el cementerio donde está
sepultada mi mamá. Cuando camino por
los sepulcros, puedo ver los nombres de
algunos de mis amigos que allí yacen. Me
entristece especialmente ver tres nombres
específicos, porque cuando me hice
cristiano yo hablé con ellos. Los invité a
venir a la iglesia y seguir el camino que yo
había tomado, pero ahora sus nombres
están en lápidas.
La última vez que estuvo en mi casa
paterna, mi esposa tuvo la oportunidad de
ver lo horrenda que fue mi vida pasada.
Mientras caminábamos por el cementerio,
vi a algunos de mis amigos sentados en
una banca. Bogdona y las niñas iban
delante y, por alguna razón me rezagué.
Cuando uno de ellos me vio, corrió hacia
mí, cayó de rodillas y comenzó a llorar.
“Estoy cansado de esta vida que tengo”,
me dijo.
Le dije que no hace mucho, en ese
mismo lugar, yo le había pedido a uno de
los que ahora estaban en el sepulcro que
fuera a la iglesia. Y ahora le decía a él: “¡Ve
a la iglesia!” Pero él tampoco escuchó. Me
dijo:
–Voy a tener la misma suerte que
nuestro amigo en el sepulcro.
–Es mucho más fácil ir a la iglesia que
ir al cementerio –le insistí–. Mírame. Allí
están mi esposa y mis hijas. Tú puedes
comenzar una nueva vida. Puedes tener
todas las cosas que yo tengo –le aseguré
mientras miraba a mi esposa y mis hijas.
Pero él simplemente se dio media
vuelta y regresó a sus viejos amigos, a la
bebida. Él no tenía familia. No tenía nada.
Solo pasaba el día esperando la siguiente
botella.
Al alejarnos, mi esposa dijo en
voz baja:
–Ahora veo lo que eras en el pasado.
–Sí –le respondí–, y yo era el peor de
todos.
Sofía, Nadya, y Polina, las hijas de
Ruslan y Bogdona, esperan ansiosas poder
estudiar en la nueva escuela adventista de
Vinytsia. Gracias por ayudar a hacer este
proyecto realidad dando generosamente en
la ofrenda de este decimotercer sábado.
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27. MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA 27
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Leópolis, Ucrania 20 de septiembre
Salvado en el cielo
Nota del editor: El pastor Nikolai
Zhukaljuk ha servido a la iglesia durante
más de cuarenta años como pastor, escritor,
editor y presidente de la Unión Ucraniana.
En la siguiente historia, comparte con
nosotros un momento crucial de su vida
como militar soviético.
Mi tiempo en el servicio militar obligatorio en el Ejército Soviético estaba por
terminar. Una de mis responsabilidades era servir como periodista para el periódico
militar. Mis superiores estaban complacidos con mi trabajo, y querían que continuara
como director editorial. Me ofrecieron un departamento en Leningrado, lo cual en ese
entonces era algo muy difícil de obtener. Solo había una condición: debía convertirme en
comunista. Durante la era soviética, nadie podía ocupar posiciones de ese tipo sin ser
comunista.
A los pocos días fui invitado a reunirme con el general, y este me dijo: “Si quiere,
puede continuar con el servicio militar. Le daremos el rango de oficial, y podrá quedarse
con nosotros. Tendrá viajes de negocios, viajes a diferentes lugares, y trabajará con el
distrito militar. Puede quedarse en el ejército y trabajar aquí”.
Ahora tenía dos propuestas: convertirme en jefe editorial o en un oficial militar. Era
una gran tentación. Pensaba en lo que significaría convertirme en un oficial, y en todo lo
que obtendría. Por otra parte, ¡tener un departamento en Leningrado era un sueño para
mí! Consideré seriamente ambas ofertas y estaba decidido a aceptar una de ellas, aunque
esto implicara rechazar mi fe en Dios y convertirme en comunista.
EL ÚLTIMO SALTO
En ese momento, también servía como paracaidista militar y había realizado más de
ochenta saltos. Un día, mientras me preparaba para otro salto, el comandante me dijo:
“Yo iré primero, y usted será el último en saltar. Habrá quince soldados entre ambos”.
Los paracaídas de todos los soldados delante de mí abrirían automáticamente, pero el
mío tendría que abrirlo manualmente. Yo no tenía problemas con eso. Soy valiente, y
tengo experiencia. Había hecho eso muchas veces.
Salté en último lugar. Después de una breve caída libre, halé de la cuerda. Pero nada
ocurrió. Tratando de no entrar en pánico, busqué la cuerda de emergencia y la halé, pero
nuevamente no abrió ningún paracaídas. Arriba mío solo estaba el cielo azul, y abajo el
suelo se acercaba velozmente. Entendí que este era el fin. Lo que sentí en ese momento es
algo que solo el que haya pasado por eso puede entenderlo.
Abrí mi pesado saco y traté de usarlo para frenar mi caída libre. Luego comencé a
elevar la oración más sentida que he hecho en mi vida, pensando que sería la última.
“Dios mío, no hay nada que pueda hacer para salvarme, pero realmente quiero ver tu
mano en este momento”.
Calle en Leópolis
28. MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA28
Me di cuenta de que lo peor que había
hecho era decidir abandonar a Dios. ¿Qué
me ocurriría ahora? Un departamento en
Leningrado y todos los honores militares
del mundo no significaban ya nada.
Miré hacia abajo y pude ver el
paracaídas de mi comandante abierto.
¡De repente, vino una ráfaga de viento
y me lanzó sobre el paracaídas!
Pero no se puede estar arriba de un
paracaídas durante mucho tiempo.
¡Cuando comencé a deslizarme, mi
comandante me atrapó con sus fuertes
manos, y me sostuvo con un agarre de
hierro! Caíamos rápido y me explicó cómo
debía poner mis pies para que pudiéramos
caer de la manera más segura posible.
Después de aterrizar, nos llevaron al
hospital solo con heridas menores.
Al día siguiente, el relato de esta
extraordinaria experiencia apareció
en el periódico. Todos reconocieron
que este tipo de cosas simplemente no
ocurren. ¡Fue un milagro!
LA DECISIÓN
Desde ese momento, mis oraciones
comenzaron a ser diferentes. Dos semanas
después, cuando tuve mi cita con el
general, llevaba lista mi respuesta.Cuando
entré a su oficina, me miró y sonrió.
Estaba seguro de que yo aceptaría su
propuesta.
–Señor –le dije–. He estado pensando
en su generosa oferta, y he decidido que no
voy a quedarme en el ejército.
–Y ¿qué piensa hacer entonces?
–me respondió sorprendido.
–Bien, señor, voy a aceptar el
llamado del partido. Voy a ir a nuevos
lugares y cultivar nuevos territorios
–le dije.
En ese momento, los comunistas
deseaban desarrollar el territorio de
Siberia, e incentivaban a la gente a
establecerse allí. El general me miró
fijamente y me dijo:
–Muy bien, soldado. He conocido
gente loca, ¡pero usted es el más loco de
todos!
Después de su servicio como militar, el
pastor Zhukaljuk trabajó secretamente como
pastor, y organizó la obra clandestina de
publicar libros y material religioso para los
creyentes adventistas en la Unión Soviética. Él
y su esposa, Yevgenia, fueron apresados por su
trabajo y luego liberados. Han estado casados
durante sesenta años.
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27 de septiembre
Programa del decimotercer sábado
Cinco oradores: Un narrador (hombre
o mujer), una mujer, y tres hombres.
[Aclaración: Los participantes no necesitan
memorizar sus partes, pero deberían estar lo
suficientemente familiarizados con el material
para presentarlo sin titubear y sin leer palabra
por palabra. Practiquen lo suficiente, de
manera que los participantes se sientan cómodos
al añadir inflexiones donde resulte apropiado.]
Colocar un mapa de la División
Euroasiática (escanee el mapa en la tapa
posterior del folleto de la Escuela Sabática
o descárguelo de la página www.
AdventistMission.org y proyéctelo en una
pantalla). Realizar una presentación de
Power Point que muestre detalles de los
proyectos ayudará a los presentes a
visualizar mejor en qué se utilizarán sus
ofrendas de decimotercer sábado.
Narrador: Hoy es decimotercer
sábado. Este trimestre, a través de sus
historias, hemos conocido a algunos de
nuestros hermanos y hermanas de Ucrania
y Rusia. Hoy conoceremos a líderes de esos
países que están relacionados directamente
con nuestros proyectos misioneros.
La División Euroasiática se extiende a
lo largo de once husos horarios, e incluye
un total de doce países. Rusia es el país
más grande, no solo de la División, sino
del mundo. Este cubre nueve husos
horarios. Cuando en Moscú son las nueve
de la mañana, en la costa oriental del país
son las seis de la tarde.
La mayoría de la gente en Rusia vive
al oeste de los montes Urales, en la parte
europea del país. En el país hay más de 46
mil cristianos adventistas. Esta cifra
representa un adventista por casi cada 3
mil personas. Hay mucho trabajo por
hacer con el fin de alcanzar a millones de
personas con el mensaje adventista.
Uno de los proyectos de decimotercer
sábado de este trimestre consiste en
construir una iglesia y centro de influencia
en el centro de Kazán. La ciudad de Kazán
es la capital de Tartaristán, una república
que forma parte de la Federación Rusa.
Kazán es una ciudad muy próspera.
Escuchemos lo que el pastor Igor
Krasilnikov, presidente de la Unión del
Oeste de Rusia, y el pastor Anwar
Gindullin, de Kazán, tienen que decirnos
sobre este proyecto.
Pr. Krasilnikov: Nos gustaría
construir iglesias en muchas ciudades,
pero no tenemos terrenos propios. Adentro
de la ciudad es difícil conseguir terrenos
disponibles, pero si construimos afuera de
la ciudad entonces el transporte se
convierte en un problema.
Primer himno Nº 4
Bienvenida Director o maestro de Escuela Sabática
Oración
Programa “Ahora es el momento”
Ofrenda Mientras se recogen las ofrendas, pida a los niños que canten uno de los coritos
en ruso que aprendieron en su Escuela Sabática.
Último himno Nº 141
Última oración
MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA
30. MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA30
Por eso queríamos conseguir un terreno
que estuviera dentro de la ciudad de Kazán.
Buscamos por todo el centro de la ciudad,
pero los terrenos que conseguimos eran
o muy pequeños, o demasiado alejados
del metro. Oramos y le pedimos a Dios que
nos ayudara a conseguir un buen lugar, ¡y él
respondió nuestras oraciones! Encontramos
un lugar perfecto, a solo setenta metros de
una importante estación del metro y de
autobuses. Con la ayuda de la Unión del
Oeste de Rusia, la Asociación pudo
comprarlo el año pasado (2013).
Pr. Gindullin: Kazán es una ciudad
única, en la que cristianos y musulmanes
conviven juntos en paz. Es muy
importante que, como iglesia, tengamos
una presencia atractiva en este lugar. No
sabemos qué podría ocurrir en el futuro.
Tal vez no nos permitan construir una
iglesia en este territorio. Así que, mientras
exista la oportunidad, queremos construir
ahora.
También queremos tener un lugar
hermoso al frente de la iglesia, en el que
los niños de la iglesia puedan jugar, y para
que los padres y los visitantes puedan
descansar. Por ello, estamos planeando
construir una especie de parque infantil.
En el área hay muchos edificios altos, y
no hay lugares para que los niños jueguen.
La gente que vive en estos edificios se
sentiría ofendida si compráramos este
terreno y los privamos de la oportunidad de
tener un parque infantil. Entonces, cuando
los niños tengan la oportunidad de jugar en
el patio de nuestra iglesia, los padres
podrán venir también a visitarnos. Nuestra
iglesia será un centro de influencia que
ofrecerá muchos servicios. No solo será un
lugar de adoración una vez a la semana, sino
un lugar en el que los niños podrán jugar.
Pr. Krasilnikov: Queremos
aprovechar la oportunidad mientras Dios
tenga abierta la puerta, porque mañana
todo podría cambiar.
Narrador: Gracias, pastores
Krasilnikov y Gindullin. Enfoquemos
ahora nuestra atención en Ucrania, donde
están planificando construir o expandir
cuatro escuelas adventistas con las ofrendas
de decimotercer sábado. Dejemos que nos
los cuente Elena Milnenko, la directora de
la escuela en Vinytsia, y Alexander
Koberniyk, el director de la escuela en
Leópolis. Señor Koberniyk, por favor,
cuéntenos cómo comenzó la escuela en
Leópolis.
Sr. Koberniyk: Yo estudié docencia,
y daba clases en una escuela pública.
Después de hacerme adventista, me di
cuenta de la manera en que la escuela
ejerce una enorme influencia en la forma
en que los niños ven el mundo; en su
visión del mundo. Entonces, un día supe
que la Iglesia Adventista tiene un sistema
educativo, pero que en Ucrania solo había
dos escuelas adventistas de iglesia.
Hablé al respecto con nuestro pastor,
y con el presidente de la Asociación
Occidental, y decidimos fundar una escuela
en Leópolis. Comenzamos con una escuelita
de apenas tres alumnos, pero esta creció y
actualmente tenemos 27 alumnos.
Narrador: ¿Dónde está ubicada la
escuela?
Sr. Koberniyk: Al principio funcionó
en un salón de la iglesia, pero cuando
crecimos, la Asociación gentilmente nos
ofreció usar sus oficinas para la escuela, y
ellos se mudaron a otro edificio. Pero
estamos creciendo rápido, y hemos
recibido muchas solicitudes de que
ofrezcamos educación más allá del quinto
grado. Pero, para poder hacerlo,
necesitamos expandir el edificio.
Narrador: ¿Por qué cree que la
escuela está creciendo tan rápido?
Sr. Koberniyk: Me he dado cuenta de
que la educación adventista, especialmente
en cuanto a lo bíblico, tiene una buena
influencia en los niños. En nuestra escuela,
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los niños aprenden a orar, a confiar en Dios
y a creer en él.
Narrador: Muchas gracias, Sr.
Koberniyk. Sra. Milnenko, ¿ha tenido
usted resultados similares en su escuela en
Vinytsia?
Sra. Milnenko: Sí. Y vemos los
resultados tanto en los niños como en los
padres. Los niños son muy felices en
nuestra escuela. En las escuelas públicas
hay muchos maestros buenos y calificados,
pero no les enseñan valores religiosos a los
niños, y a menudo los obligan a creer en
otras cosas. Incluso los niños pequeños a
veces se ven obligados a decirles a sus
maestros que ellos no asisten a la escuela
en sábado, y deben mostrarse firmes en su
posición. Estos niños comienzan a sentirse
aislados desde una muy temprana edad.
No se sienten a gusto con los demás, y esto
les produce estrés y perjudica su confianza.
Narrador: Sra. Milnenko, háblenos
un poco más de la escuela adventista en
Vinytsia.
Sra. Milnenko: Nuestra escuela
comenzó hace poco, y ya tenemos 24
alumnos en cuatro grados, y 15 alumnos
más en preescolar. Actualmente,
funcionamos en salones de la iglesia, y hay
muchos niños más que quisieran venir,
pero no tenemos espacio donde estamos.
Narrador: ¿Por eso es que están
construyendo una escuela?
Sra. Milnenko: Sí. Y además, para
poder ofrecer más grados, hasta la
secundaria. Los padres están muy
emocionados con esto, al igual que nuestra
Asociación. Tenemos un hermoso terreno en
un lugar boscoso, en el que los niños
pueden jugar al aire libre. Ya comenzamos a
construir, y muchos padres y líderes de la
Asociación han venido al lugar para
ayudarnos con la construcción.
Narrador: ¿De qué manera la ofrenda
del decimotercer sábado ayudará con este
proyecto?
Sra. Milnenko: ¡Ayudará
enormemente! Sin ella, no podríamos ofrecer
la expansión de los grados de secundaria, y ni
siquiera la primaria completa. Esto es muy
importante para que nuestros jóvenes puedan
continuar con la educación adventista. Aquí
tienen la oportunidad de fortalecer su fe.
Aquí adoramos a Dios, y en los momentos de
dificultades lo primero que hacemos es orar.
En cada clase los maestros enseñan que Dios
es el Creador, que es el Dios que los ama, y
que los hizo.
Narrador: Si usted le pudiera pedir a la
iglesia mundial que orara por algo, ¿qué sería?
Sra. Milnenko: Me gustaría que
oraran por Ucrania y por nuestro sistema
educativo, para que podamos tener más
escuelas adventistas, y que este pueda ser un
proyecto misionero que ejerza una gran
influencia en nuestros niños y sus padres.
Narrador: Queremos agradecer hoy a
nuestros invitados por compartir con nosotros
un poco más de estos maravillosos proyectos
de la ofrenda de decimotercer sábado.
Lamentablemente, solo hemos tenido tiempo
para escuchar sobre algunos de ellos. Por
favor, recuerde los otros proyectos especiales
en la División Euroasiática de este trimestre,
que incluyen dos escuelas más en Ucrania, y
una iglesia y centro de influencia en Minsk,
Bielorrusia. Hagamos todo lo que podamos
para ayudar a levantar los brazos de nuestros
hermanos y hermanas de Rusia y Ucrania en
su esfuerzo por ministrar a los millones de
habitantes de sus territorios. Por favor, den
generosamente en esta ofrenda del
decimotercer sábado para la División
Euroasiática. Muchas gracias.
[Ofrenda.]
MISIÓNADVENTISTA:JÓVENESYADULTOSDIVISIÓNEUROASIÁTICA