2. PREMIOS
FUERA DE SERIE
2014
9
JUAN
VIDAL
s el diseñador de moda, el
niño mimado de la crítica y la
prensa especializada, la savia
nueva que la industria españo-la
necesita para reverdecer.
Criado entre la sastrería de su
padre y la refinada boutique de
su madre; a medio camino en-tre
E
la corrección de un buen traje inglés y la fantasía
de un vestido de cóctel, Juan Vidal (Elda, Alicante,
30 de diciembre de 1980) mamó el oficio desde niño.
A los 15 años ya había diseñado su primer vestido de
novia. Su mamá siempre fue su musa. El miedo a no
cumplir las expectativas familiares le llevó a estudiar
Bellas Artes en Barcelona. Al poco comprobó que le
emocionaba más un vestido de Balenciaga que un cua-dro
de Dalí. Por suerte para su futura clientela, escu-chó
a su instinto y se especializó en moda en la Es-cuela
Superior Felicidad Duce de la ciudad condal.
Y llegaron los premios. Antes de acabar sus es-tudios
recibió el ModaFad, que le abrió las puertas
para participar en Bread & Butter, Pasarela Barce-lona
o Ego Cibeles. En 2009 decidió profesionali-zar
su firma al tiempo que iba presentando sus colec-ciones
en la pasarela valenciana, donde obtuvo varios
reconocimientos. Pero lo mejor estaba por llegar: en
2013 debutó en la Mercedes Benz Fashion Week ma-drileña
y se llevó el Who’s On Next, premio al dise-ñador
revelación otorgado por la revista Vogue e In-ditex,
con sus 100.000 euros correspondientes. “Buff,
desaparecieron rapidísimo. Ya los he reinvertido
en la empresa”, resopla el también vencedor en las
dos últimas ediciones del premio L’Oréal.
En estos cinco último años ha dado el salto a
París, ha vendido en la tienda Spiga2 de Dolce &
Gabbana y ha desfilado en Moscú. No obstante, su
fulgurante éxito implica cierta dosis de sacrificio. Le-jos
de ser independiente, comparte piso en Elda con
su hermano menor y asegura que no llega a mileu-rista.
“El pueblo me asfixia un poco”, reconoce este
creativo apasionado y honesto, que a pesar del
triunfo confiesa sentirse como un trapecista en la
ENTRE TELAS
El diseñador,
33 años, en su taller
de Elda (Alicante),
con modelos de su
última colección.
MODA
Favorito de la crítica, es la savia nueva que
necesita la industria. Dolce & Gabbana se
ha interesado por él. Vive y trabaja como un
mileurista en un pueblo de Alicante, desde
donde se ha fijado el próximo reto: EEUU.
Por JUAN CARLOS RODRÍGUEZ
Fotografía de ÁLVARO FELGUEROSO
49
3. P PREMIOS R EMIOS F S 2
0 1 4 J u a n V i d a l
cuerda floja. Vidal,
un tipo cool con toda su barba
y su flequillazo de joven maduro, aficionado a ha-cer
en Instagram, a nadar y a series
norteamericanas como The Knick, nos recibe en su ta-ller
de Elda con motivo del premio FUERA DE SERIE
2014 al Mejor Diseñador. Tras cruzar un viejo portón
descascarillado, sin timbre ni letrero, nos adentramos
en su pequeño universo. De aquí salen sus coleccio-nes
–todas con nombre de mujer– a las que llama “mis
novias”. La última, Álex, llega pisando fuerte.
PREGUNTA. ¿Qué cree que le ha aportado conocer el
oficio desde dentro?
RESPUESTA. Muchas tablas y una amplia noción del sec-tor.
Pertenezco a la cuarta generación familiar de sas-tres,
y aunque yo no lo soy, he roto con la tradición,
desde niño me fijaba en cómo mi padre mimaba
los detalles: que la caída de la manga no fuera delan-tera
ni trasera, que estuviera en su sitio; que la es-palda
no solo quedara entallada en los laterales… En
la boutique de mi madre he jugado con la ropa, ves-tido
a las maniquíes, tratado con las clientas…
P. Creo que la influencia de su madre, Gracia, ha sido más
determinante que la de su padre. ¿En qué aspectos?
R. Ha sido una fuente de inspiración en todos los
sentidos. Cada vez que se vestía para una ocasión es-pecial,
me mostraba lo que llevaba puesto. “Mira
qué guapa se ha puesto mamá esta noche”, me de-cía.
Yo me quedaba hipnotizado al ver cómo se inven-taba
nuevos estilismos o arriesgaba con un look. Ha sa-bido
crear su propio estilo, siempre a la vanguardia.
P. Además, era muy ecléctica en sus gustos, ¿no?
R. Sí, al estar su boutique en una localidad pequeña
como Elda [54.056 habitantes según el padrón de
2013], su clientela no era de paso, sino fija. Eso le
obligaba a renovar constantemente el producto. Ar-mani
es genial, pero si llevas vendiéndolo 10 años, la
clienta se puede aburrir.
P. Podía haber tirado por los trajes, pero a los 15 años
ya estaba haciendo su primer vestido de novia...
R. Sí, por la magia del mundo femenino. Mi madre
representaba para mí el sueño de la moda, mientras
que mi padre personificaba lo clásico, la rectitud
de la sastrería londinense. Su ámbito era más te-dioso;
el de ella era más libre y divertido.
P. ¿Cómo lleva trabajar en el taller con su familia?
R. De hecho es lo que peor llevo. Acabo llevándo-me
el trabajo a casa y es difícil desconectar. A veces,
un punto de confianza permite ciertos excesos, como
mostrarse excesivamente nervioso o enfadado. Cuan-do
se trata de resolver asuntos de dinero, cada cual
tiene su opinión, y el hecho de que nadie sepa cómo
rectificar me produce abatimiento y tristeza.
P. Vaya. ¿Y sigue viviendo bajo el techo familiar?
R. No, comparto un piso en Elda con mi hermano
pequeño. Vivir en el pueblo es uno de los mayores
sacrificios que estoy haciendo para sacar adelante el ta-ller.
Es un negocio familiar y al final el que se tiene que
sacrificar eres tú. No tengo nada en contra de Elda,
pero después de haber vivido nueve años en Barce-lona
y uno en Londres, el pueblo se te queda un poco
pequeño. La verdad es que me asfixia bastante.
P. ¿Es cierto que empezó estudiando Bellas Artes antes
que Diseño y Moda porque tenía miedo a defraudar?
R. Me generaba cierta ansiedad decir que quería
ser diseñador de moda porque tenía que cumplir
una serie de expectativas. Para que mi madre se
sintiera orgullosa tenía que ser muy bueno, o al
menos intentarlo.
P. Será una juez implacable, pero su mejor crítica.
R. Exacto. Aunque le guste mucho lo que hago, siem-
CON NOMBRE DE MUJER
Juan Vidal acostumbra a bautizar sus colecciones con nom-bre
de mujer. “Así me es más fácil hablar de cada una, como
si hablara de amigas o amantes. No sabría decir cuántas no-vias
tengo ya: Eva, Kitty, Cristine, Odile, Diana…”, expli-ca.
La línea Primavera-Verano 2015 responde al nombre
de Álex, “una mujer con mucha personalidad y espíritu rocke-ro”.
Mezcla de cóctel y sport wear, el objetivo es “mascu-linizar
lo femenino, pero sin buscar la androginia”, con ca-misas
que juegan a ser vestidos o trajes sastre.
PRIMAVERA VERANO. Dos modelos de su última colección.
A la izqda., vestido de punto blanco de viscosa
de poliéster y elastano (770 euros aprox.); a la dcha.,
vestido de lino y poliéster (565 euros aprox.).
pre tengo que escuchar algún pero. Yo mismo soy de-masiado
autocrítico, y a veces cansa. Me pregunto por
qué no puedo ser feliz con el trabajo realizado.
P. ¿De dónde procede esa insatisfacción?
R. Cuando veo las pasarelas internacionales, la pre-sentación
de cada colección, cómo se cuida cada de-talle,
desde la maniquí a la iluminación, pasando por
los complementos, me siento muy pequeño.
P. ¿Cuáles son las señas de identidad de Juan Vidal?
R. ¡Todavía estoy trabajando en ellas
[risas]! Creo que mi producto es de ca-pricho
y, por tanto, va dirigido a una
mujer caprichosa.
P. ¿Qué vio en usted el jurado de Vogue
para darle el Who’s On Next?
R. Aparte de pasión, creo que vio hones-tidad.
A partir de ahí, conocieron a la
persona y tocaron mi trabajo, que gana
cuando lo tienes en las manos.
P. Leí que su nombre sonó para sustituir
al director creativo de Loewe. ¿El can-grejo
ha llamado a su puerta?
R. Nunca me han propuesto nada se-mejante.
Ni Loewe ni ninguna otra
firma. Si sucediese lo aceptaría para ha-cer
una línea más joven.
P. ¿Adónde han ido a parar los 100.000 eu-ros
del galardón?
R. Buff, desaparecieron rapidísimo [ri-sas].
PERSONAJES
DEL AÑO
Hombres y mujeres que
han llegado a lo más alto
en sus carreras y son un
ejemplo para la sociedad.
FUERA DE SERIE premia la
excelencia en Arte, Arqui-tectura,
Danza, Labor edi-torial,
Interiorismo, Moda,
Gastronomía, Enología,
Deporte y Filantropía. Se-mana
a semana hemos co-nocido
sus nombres y los
detalles de sus trayectorias.
En esta novena y última en-trega,
Juan Vidal, Premio
Los reinvertí en la empresa. Sacar una nueva co-lección
es carísimo, unos 30.000 o 40.000 euros, aun-que
cada una requiere un presupuesto distinto.
P. Entonces dijo que solo tenía miedo “a morir de éxi-to”.
¿Lo mantiene?
R. Totalmente. A veces se proyecta una imagen que no
tiene que ver con la realidad. Me sigo sintiendo como
un funambulista: siempre en la cuerda floja. Una mala
campaña me puede desequilibrar. Aparte del apoyo
mediático, no tengo demasiado apoyo financiero.
P. Poco antes de conseguir las tercera estrella Mi-chelin,
el chef David Muñoz, de DiverXO afirmaba
que a pesar del éxito seguía siendo mileurista. ¿A
usted le ocurre algo parecido?
R. ¡Ojalá fuera yo mileurista! Yo no tengo un suel-do,
empecemos por ahí. Vivo de lo que deja el nego-cio
familiar, por eso no me queda más remedio que
compartir piso con mi hermano en mi pueblo. El gla-mour
se queda para la pasarela y las revistas. Detrás
de todo esto hay un sacrificio y un esfuerzo terribles.
P. Creo que a pesar de los premios, le resulta complica-do
introducirse en Madrid o Barcelona. ¿Tan cerrados son
los circuitos de la moda española?
R. Totalmente. No sabría darle una razón, pero mu-chas
tiendas son reacias a defender el producto na-cional.
Algún propietario ha llegado a decirme: “No
compramos moda española, pero lo que haces es
muy bonito. A ver si desfilas en el extranjero y des-pués
hacemos una tentativa”.
P. ¿El crecimiento de la marca pasa por salir al exterior?
R. Sí, el gran punto de inflexión en mi carrera se pro-dujo
cuando decidí ir a París. Allí el comprador de
Dolce & Gabbana se interesó por mí y empecé a ven-der
en Spiga2, la tienda que abrieron en Milán para
apoyar a nuevos diseñadores. Desafortunadamente,
la acaban de cerrar por un cambio de estrategia. Aho-ra
tenemos Estados Unidos entre ceja y ceja. Que-remos
intentar el sueño americano, participar en
una feria…, y a ver qué pasa.
P. ¿Sueña con desfilar en Nueva York?
R. De momento no lo veo viable, porque requiere
una gran inversión. Se dice mucho que Juan Vidal
vende en París, en Kuwait, en Moscú… Pero en rea-lidad
tengo un punto de venta en cada sitio.
P. Uno de sus mayores referentes es Balenciaga. ¿Qué
consejo le pediría si lo tuviera delante?
R. Ninguno. Le pediría trabajar gratis, servirle el café
si hiciera falta. Me gusta por su atemporalidad, es de
los pocos que me hacen vibrar. Él y otras figuras
como Dior fueron genios, revolucionarios que rom-pieron
con lo establecido.
P. De los españoles actuales, ¿con quién
se quedaría?
R. Con Josep Font y lo que está hacien-do
para Delpozo. Al final son prendas
muy mimadas, muy bien trabajadas. Ese
deseo es admirable.
P. ¿Qué clientas conocidas visten sus pren-das,
a quién le gustaría vestir?
R. No tengo predilección por las cele-bridades,
me gusta vestir a mujeres rea-les,
amigas, personas que conozco.
Aunque a veces surge la oportunidad
de vestir a alguna actriz, como Aura Ga-rrido
o Meta Golding, o a modelos
como Nieves Álvarez. Defienden tu
ropa de cara a los medios y lo disfru-tas
del mismo modo.
P. ¿Ve cerca el momento de seguir con la
tradición familiar sacando una colec-ción
masculina?
R. No, de momento. Seguro que intentaría cubrir mis
necesidades [risas]... No, no me lo he planteado.
P. Si Dior le dice ven…, ¿lo deja todo?
R. Sería muy difícil no dejarlo todo [risas].
Más información sobre el diseñador alicantino y sus
colecciones en www.juanvidal.net Vídeo de este
reportaje en Orbyt y en www.fueradeserie.com
FS de Moda 2014.
Premios copatrocinados por Iberdrola y CaixaBank
jo
cer fotos y colgarlas e
com
ll d Eld
LUJO
50