Desafíos del docente en función directiva en tiempos de pandemia - Dr. Manuel Izaguirre - Ponencia del VI Congreso Pedagógico Circuital 11 y 12 de Diciembre del 2020. Parroquia Los Tacariguas, Municipio Girardot, Estado Aragua - Venezuela

1. VI CONGRESO PEDAGÓGICO CIRCUITAL (I CPC VIRTUAL) DIC. 2020. Manuel Izaguirre. Desafíos del docente en función directiva en
tiempos de pandemia.
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Resumen
Para vislumbrar los retos de la educación actual frente a la realidad de una pandemia mundial, es
preciso entender que la educación, se concibe como la formación dirigida a potenciar en los
individuos la capacidad intelectual, moral y afectiva, dentro de una sana convivencia que norma
la sociedad en donde estos se desenvuelven; a su vez, se encarga de promover una educación en
valores. El COVID-19 es la principal razón de transformación de la educación mundial, pasando
de una educación presencial, a un escenario de enseñanza y aprendizaje a distancia. Es por ello,
dentro de la experiencia vivida muestro los desafíos y oportunidades del docente en función
directiva (director) en la Unidad Educativa Nacional Antonio García Rojo como una figura
administrativa, con obligaciones directivas, académicas, en marco del proceso de gestión
educativa en tiempos de pandemia (COVID-19). Es necesario contextualizar los desafíos que se
presentan, reflexionar sobre el contexto de la educación a distancia (Plan Cada familia una
escuela), para dar cuerpo y movimiento a la función de dirección a fin de producir cambios y
acciones orientadas al logro de la atención escolar, construir nuevos escenarios de gestión escolar
en media general; frente a este problema se desarrolló una metodología critica-reflexiva de dicha
situación, que precisen que el docente con función directiva deberá adquirir como formación en
gestión educativa, conocimientos y experiencias prácticas de dirección que se orienten a cambiar,
proponer retos y compromisos de dirección que se dirijan a transformar el trabajo. El desafío de
ejercer la autoridad ayuda a reconstruir la identidad profesional, involucrando a las familias
ayudan a aprender la función y desarrollar habilidades necesarias para la función. El proceso
encontrado tiene componentes favorecedores, como el aprendizaje in situ que la práctica
proporciona; sin embargo, aparece limitado, reducido a un ejercicio empírico de ensayo-error.
Palabras Claves: desafíos, dirección, docente, gestión, educación a distancia, pandemia.
CONTEXTUALIZACIÓN
La globalización, la tecnología y las tendencias internacionales han permeado todas las
variables del desarrollo social, la política, el comercio y la educación. Ante esta nueva realidad
Manuel de Jesús Izaguirre Matute.
Profesor en Educación Musical.
Magister en Gerencia Educacional.
Doctor en Innovaciones Educativas.
Actualmente Director (e) en la UEN Antonio García Rojo,
Asesor-Participante en PNFA Especialización en Dirección
y Supervisión Educativa.
Maracay-Venezuela

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tiempos de pandemia.
mundial generada por las consecuencias del COVID-19, la educación se ha visto en la necesidad
de ajustarse a un nuevo escenario formativo. Las instituciones educativas han quedado vacías y
los hogares se han convertido no solo en los espacios en donde se aprenden valores, va más allá,
se han convertido en los nuevos escenarios de aprendizaje formal y, también, informal.
Principalmente, la educación se percibe como la formación y preparación del individuo para su
accionar en la sociedad. Ante esta nueva realidad, la importancia de la educación en el siglo XXI
se debe caracterizar, no solo por el producción y compartir conocimientos, saberes, debe aportar
en el fomento de valores que ayuden a construir la sociedad, eso puede ser posible a través de
recursos tecnológicos. En esta nueva realidad de enseñanza y aprendizaje el Estado, a través de
las instituciones educativas y principalmente el docente, debe tener en cuenta que es imposible
trasladar la estructura presencial a un sistema en línea o virtual; si eso se pretende, se corre el
riesgo de que el proceso no sea significativo para el estudiante y, por ende, fracase. En este
contexto, corresponde considerar que los recursos tecnológicos no reemplazarán la labor
educativa, pero sí se pueden convertir en una herramienta fundamental para generar un
significativo proceso de enseñanza y aprendizaje; estos recursos promoverán un escenario
adecuado y servirán de conexión entre los docentes y sus estudiantes. La preocupación siempre
existirá en aquellos casos de estudiantes vulnerables, que no cuentan con conectividad y equipos
tecnológicos. Por más que no se desee, existirá una desventaja entre aquellos estudiantes con
familias con posibilidad económica y entre aquellos estudiantes que no cuentan con recursos y
los medios necesarios; esto se convierte en uno de los grandes desafíos: la equidad educativa.
Dirigir una institución educativa pareciera ser un tema muy interpretable, polémico o una
cuestión de perspectiva. No solamente se habla de estilos directivos, competencias, ámbitos de
acción, manuales de funciones o paradigmas de la gestión, administración y dirección escolar,
también se puede disponer de una amplia gama de posibilidades para coordinar, organizar,
distribuir o guiar los procesos educativos al interior de una institución educativa y buscar
diversos fines que a la institución convengan. Sin embargo, algo difícil de refutar es el hecho de
que la dirección de un liceo depende en gran medida de la naturaleza escolar de la institución y
de su estructura organizacional; tanto el nivel educativo, el tipo de sostenimiento y la orientación
curricular. A esto también puedo anexar, sin temor a errar, las tendencias políticas que marcan las
grandes líneas a seguir en los sistemas y subsistemas de un país y un estado, en términos de
educación en general, y desde luego, las características culturales de cada comunidad estudiantil.
No obstante lo anterior, dirigir una institución educativa tiene, por supuesto, mucho que ver
también con la formación, visión e intención de quien esté sentado en la silla de la dirección,
como bien lo reconocen diversos autores: “La investigación y la experiencia han evidenciado que
el comportamiento y la actitud de la persona que asume las funciones de dirección en la escuela
son un elemento fundamental que determina la existencia, la calidad y el éxito de procesos de
cambio en la escuela (Murillo, 2004)” (Murillo, 2006: 11). En esencia, el director “(…) es
considerado uno de los personajes esenciales para el buen funcionamiento de la institución
educativa” (Carrasco, Carro y Hernández, 2017: 73). Así pues, dirigir una escuela es la suma de
las condiciones y circunstancias contextuales de esta y la forma en que el personaje directivo las
digiere, conduce y finalmente materializa.
Es por ello, que la Unidad Educativa Nacional Antonio García Rojo ubicada en la
comunidad de San Vicente de Maracay estado Aragua, inserto en una población con dificultades
tecnológicas más aun en medio de una inescrupulosa e inhumana guerra y bloqueo económico
impuesta por el gobierno de los EEUU, el esfuerzo del gobierno venezolano en aras de atender

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nuestros estudiantes oportunamente implementa el Plan Cada familia una escuela en el mes de
Marzo del 2020 y luego con una adecuación en el formato de flexibilización de 7x7 a partir de
Septiembre como inicio del año escolar 2020-2021, adaptando a la realidades de cada institución
una atención a distancia en unión, acompañamiento con las familias como un todo. En
consecuencia, la dirección del plantel plantea las siguientes tareas bajo las orientaciones del ente
rector:
Acompañar a sus docentes en la planificación, evaluación y las opciones para la atención
estudiantil, buscando que se efectúen de forma coordinada y eficiente.
Monitorear las estrategias sugeridas por los docentes que tengan una vialidad cónsona a
las realidades de los estudiantes, su contexto social y emocional.
Propiciar la sensibilidad y conciencia docente, estudiantil y de las familias a través del
contacto continuo por medio de las redes sociales.
Canalizar a los estudiantes que presenten algún tipo de situación especial para que puedan
gozar de una atención apropiada.
Buscar los medios para atender las necesidades educativas especiales que pudiesen
presentarse, al menos de manera elemental.
Supervisar el fiel cumplimientos de las normas de bioseguridad.
Bajo esta premisa, la dirección enfrenta los siguientes desafíos o retos:
Planificar en contexto de emergencia:
La emergencia sanitaria genera una acción con una mirada territorial, donde el equipo de
dirección se ha visto empujado a reorganizar la institución; identificar las líneas prioritarias que
permiten que el plantel se sostenga aunque la actividad pedagógica se traslade a los hogares. Por
eso, en este escenario, la mirada desde la dirección es identificar fortalezas y obstáculos para que
el docente planifique y satisfaga las orientaciones del Ministerio del Poder Popular para la
Educación sin desestimar la realidad de muchas familias que no poseen los equipos tecnológicos
y conexión en internet para el desarrollo e investigación dentro del proceso de enseñanza y
aprendizaje. De igual modo la realidad muy parecida al docente y sobre todo a los docentes en las
funciones de coordinadores pedagógicos, evaluación y control de estudio para satisfacer los
compromisos administrativos inherentes al hecho educativo.
Ocupar la ausencia y dar respuesta académica a los estudiantes y a las familias:
La mirada general del equipo directivo hacia la institución, es importante para poder
generar las condiciones necesarias que permitan que la educación se sostenga. Unos de los
grandes desafíos ha sido qué hacer con los docentes que desde que se decretó la “Cuarentena
Social y Voluntaria” por el Ejecutivo Nacional algunos docentes no se han incorporado,
comunicado por ningún medio o persona, la cual con convicción y responsabilidad los docentes
que han manifestado su compromiso a distancia, coordinadores pedagógicos, subdirectores y
director asuman áreas de formación de estos “docentes ausentes” y satisfacer la necesidad de
atender académicamente secciones de estudiantes, sin dejar de atender los procesos
administrativos propios de las funciones directivas.

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Mantener una comunicación amorosa con el equipo docente y las familias:
El rol de la dirección es vital en generar las condiciones necesarias para que los lazos de
afectividad pedagógica compensen la lejanía propia del aislamiento social obligatorio.
La escucha es un elemento central como canal para abrir espacios alternativos donde poder
expresar sentimientos, deseos y generar propuestas para darles el tratamiento adecuado. La
emergencia sanitaria ha afectado profundamente a nuestras familias en lo académico, social y
emocional. La sensación de angustia, incertidumbre y ansiedad en estudiantes y representantes se
ha profundizado. De igual manera los docentes han vivido un cambio en sus rutinas, han debido
reestructurar su trabajo, desarrollar nuevas habilidades y aprender a utilizar herramientas
tecnológicas para la enseñanza a distancia y los que no lo poseen buscar nuevas alternativas para
la atención pedagógica. Todo esto lidiando al mismo tiempo con la realidad de la guerra y
bloqueo económico que ha agudizado la angustia, estrés e incertidumbre. Es por ello, que la
dirección ha tenido que mostrar una postura comprensiva, tolerante con los docentes para que sin
sentirse ellos presionados se genere un canal de confianza y puedan sugerir alternativas viables
tanto para el acercamiento en la institución para las asesorías pedagógicas como opciones viables
para planificar las estrategias pedagógicas a realizar.
Brindar una retroalimentación de las actividades pedagógicas:
Uno de los desafíos pedagógicos centrales es evidenciar oportunamente avances y
logros que permitan dar cuenta de todo lo que los estudiantes están aprendiendo en este contexto
en sus hogares: generar acercamientos paulatinos donde el estudiante o su representante obtenga
a través de redes sociales (whatsaap o facebook) la retroalimentación del docente dentro del
proceso pedagógico. De igual manera, el arduo trabajo en condiciones adversas de la
coordinación de Control y Estudio al publicar digitalmente las calificaciones de los momentos
académicos del año escolar. Sabiendo que muchas veces se ha tenido que asumir el trabajo
administrativo del docente coordinador (Control y Estudio) desde su hogar.
Favorecer el impulso innovador de nuevas prácticas de enseñanza:
Las complejas condiciones en que enseñamos hoy pueden ser una oportunidad para
construir prácticas de la enseñanza relevantes, memorables y transformadoras; reconocer las
condiciones para transformar las prácticas de la enseñanza en un sentido más inclusivo. ¿Cómo
enseñar? Ha sido un desafío sobre todo las áreas de formación prácticas como: matemáticas,
química, física e inglés que requiere de una atención especial y de verificación constante del
proceso pedagógico. Ahora bien, esto ha sido una oportunidad para muchos docentes viniendo de
la experiencia del 3er momento académico del año escolar 2019-2020 de transformar a nuevas
vías y estrategias que generen conocimiento y aprendizaje significativos a través de guías
especializadas, videos explicativos la cual se han llamado “cápsulas pedagógicas”
Acondicionar el futuro regreso a clases presenciales:
Hacer de la institución educativa un lugar seguro involucra un trabajo articulado de todos
los actores del hecho educativo. Las experiencias vividas por nuestros estudiantes y sus familias
durante el tiempo de suspensión de clases presenciales son un punto de partida esencial para darle
nueva forma de hacer escuela. El reencontrarnos, socializar, son nuevos retos en esta nueva etapa
de adaptación como son los nuevos ingresos (Primer año), que comienzan a experimentar
cambios propios de la modalidad de Media General.

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tiempos de pandemia.
COMPROMISOS
La función directiva es fundamental para la vida escolar, porque de ella depende la
organización de la escuela, la planificación, el seguimiento, la evaluación, la implementación de
las reformas, la gestión de recursos y un sinnúmero de actividades que permiten generar las
condiciones propicias para que tenga lugar la función educadora de la escuela y los estudiantes
obtengan los resultados académicos esperados.
Es indispensable que la dirección en el liderazgo del director tenga la voluntad de
mantener una capacidad reflexiva constante para adaptar los desafíos constantes en esta etapa de
atención a distancia. Comprender desde las individualidades las realidades que viven los
docentes, los estudiantes, las familias, la comunidad.
Evitar las improvisaciones que ponen en riesgo la credibilidad creando confusión en la
planificación y la organización.
Poner en práctica la formación recibida para la toma de decisiones desde el colectivo,
involucrando el equipo de dirección como el apoyo de gestión educativa.
Generar confianza a todos los actores del hecho educativo durante la dinámica del que
hacer educativo dentro la modalidad de distancia y flexibilización supervisada.
Mantener una comunicación respetuosa, afectiva, motivadora, venciendo obstáculos de
ansiedad, incertidumbre ante los embates de la guerra y el bloqueo económico. Sobrellevando
autocontrol para la toma de decisiones asertivas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Carrasco, María Elza Eugenia, Adriana Carro y Felipe Hernández. “La función directiva y el
fortalecimiento de la autonomía de la gestión. Un estudio en escuelas primarias del estado de
Tlaxcala, México” en Indivisa. Boletín de estudios e investigación. Núm. 17. Madrid, España. pp.
69-92. Disponible en https://www.redalyc.org/pdf/771/77149969003.pdf
Murillo, Francisco Javier “Una Dirección Escolar para el Cambio: del Liderazgo
Transformacional al Liderazgo Distribuido” en Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y
Cambio en Educación, Vol. 4, Núm. 4e, 2006. pp. 11-24. Disponible en
https://www.redalyc.org/pdf/551/55140403.pdf