1. Una escuela para cada estudiante.
Capítulo 1 y 2.
Alumna: ValdesEcheagarayItzel Guadalupe.6.-D
Argumentos del autor Mi punto de vista.
Trabajamos para nuestros alumnos.
Nuestro fin original se aleja, nos
apartamos de los estudiantes y nos
centramos más en los contenidos
curriculares, las puntuaciones de los
exámenes, las exigencias de los
padres, los problemas económicos, la
comodidad, la competición para ir a la
universidad y los planes que nos
imponen los políticos.
Actualmente se ha dejado a un lado el
preocuparse por cómo deben aprender
los alumnos, hoy en día los maestros en
servicio están más preocupados por
terminar el programa que los rige que
voltear a ver si en verdad sus
estudiantes han adquirido los
aprendizajes esperados.
Los educadores apenas tienen tiempo
de centrar su atención en los
estudiantes en general, no solo
debemos prestar atención a todos los
alumnos, sino también a cada alumna o
alumno de manera muy concentrada,
especifica.
Algunos maestros no les preocupan los
problemas de sus estudiantes o
simplemente no se dan el tiempo de
observar y ver que en sus aula pueden
existir problemas que por no poner la
atención debida pasan desapercibidos.
No solo se debe poner atención a unos
cuantos, ya que no se es maestro de
unos sino de todo el grupo
Una escuela para cada estudiante.
“Todo lo hacemos para ti” describiría a
una escuela en la que los estudiantes
tendrían un curriculum ya escogido
para ellos y pocas o ninguna
oportunidad de aportar algo.
En nuestras prácticas muchos nos
hemos topado con escuelas como esta,
ya que tanto el personal docente como
los alumnos tienen la costumbre tan
arraigadas, puesto que los alumnos se
conforman con que el docente se pare
frente ellos y les diga todo lo que tienen
que hacer, no obstante sonaría
increíble pero hay ocasiones en las que
hasta el maestro realiza en trabajo que
debería hacer el alumno.
“Hazlo a tu modo”, los estudiantes
participarían en diversos programas
personalizados que responderían a sus
cualidades e intereses. Esta es una
escuela para cada estudiante.
Sería maravilloso que todas las
escuelas fueran así , pero esto a los
ojos de los demás suena algo imposible
o complicado puesto que estamos
acostumbrados a trabajar de una
manera tan cómoda que el dejar que el
alumno haga todo implicaría mucho
esfuerzo, puesto que todo debería ser
2. Una escuela para cada estudiante.
Capítulo 1 y 2.
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diseñado a que el alumno aprenda de
manera autónoma.
Yo no veo a los estudiantes como
espectadores que dejen que la
educación les llegue a ellos. Como la
escuela es para los estudiantes, su
participación no es negociable.
Actualmente en mi formación, nos dicen
que el aprendizaje debe ser centrado en
el alumno, el dejar que el aprenda por si
solo es lo esencial en su proceso de
aprendizaje, pero en ocasiones intentar
trabajar con un grupo de esta manera
te resulta muy difícil puesto que están
acostumbrados a que el maestro los
lleve de la mano en el camino del
aprendizaje cuando deberían
comprender que el soltarse seria el
camino correcto para aprender y llegar
a que sus conocimientos sean
significativos.
La magia esta en ellos
Tenemos que utilizar nuestras
competencias docentes para ayudar a
los estudiantes a comprender que la
magia esta en ellos.
En muchas ocasiones llegue a pensar
que el maestro era el que tenía esa
magia que el texto menciona, pero al
leer el artículo te das cuenta que los
verdaderos maestros son aquellos que
te encaminan a descubrir que esa
magia no está en ellos si no en las
estrategias que utilizan para que como
estudiante te des cuenta que pueden
aprender solo.
El problema es que para mantener su
ingenua motivación inicial para hacer
grandes cosas para los estudiantes, los
maestros, a veces, consideran
incapaces a los estudiantes, aunque
sus intenciones sean buenas.
El limitar a los estudiantes en ocasiones
llega afectar tanto que algunos alumnos
se creen incapaces de realizar tareas
sencillas y es cuando se generan
problemas ya que el alumno no puede
trabajar solo y necesita que alguien este
a un lado de él apoyándolo.
Deben abandonar la idea de que los
estudiantes son incapaces.
No solo los maestros deben tener esta
idea sino también los padres de familia
puesto que consideran a los niños
incapaces de realizar ciertas y cuales
tareas quintándoles la oportunidad de
ir desarrollando nuevas habilidades.
Aprender haciendo.
Los maestros y profesores se acercan
también al desastre si consideran que
Un error muy común y se ve reflejado
en la asignatura de matemáticas, es
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su trabajo consiste en hacer que sus
alumnos sepan lo que ellos saben y
sigan su mismo camino de aprendizaje.
que el maestro quiere que sus alumnos
aprendan su técnica para resolver
problemas, porque no darle la
oportunidad de que cada alumnos
resuelva el problema como quiera
siempre y cuando le funcione y se
llegue al resultado desead. El imponer
un método de resolución puede llegar a
confundir a los alumnos puesto que
puede y no entenderle o llegar a otro
nivel y que ese método se lo cambien
por otro.
Aprender debe ser una expedición en la
que se embarquen los estudiantes por
su cuenta y en la que los maestros
actúen como guía.
Como lo he venido comentando, el
aprendizaje debe ser autónomo esto
quiere decir que cada estudiante
deberá aprender por si solo y el papel
del maestro será orientarlo y ayudarlo a
que construya su conocimiento pero sin
imponerle el propio.
En las escuelas, los estudiantes no
tienen que llevar a acabo hazañas
monumentales para tener la sensación
de que son importantes.
El maestro debería buscar que todos
los alumnos se sientan en un clima
agradable y de confianza. Además
porque solo festejar las grandes cosas
que algunos hagan, porque no empezar
a celebrar esas pequeñas cosas que
hacen aquellos alumnos que por alguna
razón no tenían mejoría.
Cada aportación que permitimos hacer
a los estudiantes supone un impacto
positivo y se convierte en la base de
aportaciones a un mayores.
El tomar en cuenta las opiniones de los
niños es muy importante puesto que les
das a saber que su opinión es relevante
para ti y eso los hará sentir más
confiados en los que hacen. Es
importante nunca despreciar la
participación de un niño puesto que
desde ahí generas inseguridad.
La aportación del estudiante.
Las escuelas están llenas de niños y
niñas, jóvenes estudiantes a los que les
entusiasma hacer aportaciones a su
comunidad o a su mundo. Nosotros
como educadores, debemos encontrar
formas de aprovechar esta pasión y
encauzar esa energía.
Muchos niños les interesa el ayudar a a
su comunidad, por ellos es importante
que los conocimientos adquiridos en la
escuela sean sacados a su contexto
con el fin de que les apasione el ayudar
y su motivación por aprender sea
mayor.
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Capítulo 1 y 2.
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He oído muchas críticas acerca de que
la escuela es con frecuencia demasiado
teórica y no suficientemente práctica.
Los profesores podemos hacer más
para llevar el mundo a la escuela y
viceversa.
Antes se podía decir que los alumnos
aprendían todo para la vida dentro de 4
paredes, hoy en día esto ha mejorado
puesto que muchas escuelas llevan los
conocimientos del aula al contexto que
los rodea. Se ha dejado atrás solo lo
teórico para pasar a teórico- práctico.
Capítulo 2 oportunidades para que los estudiantes
“tengan voz”.
Se dice que la enseñanza centrada en
el alumno consiste en dar voz a los
estudiantes acerca de cómo estructurar
sus clases.
El permitir que el alumno tenga voz y
voto en situaciones que respectan a su
alumna, alienta al alumno a tener
confianza en sí y con ello una mayor
motivación por aprender.