Este documento describe diferentes métodos de defensa y sostenimiento de excavaciones, incluyendo ataguías o ademes. Explica que las ataguías son elementos que se hincan en el terreno para sostener las paredes de una excavación o disminuir presiones en terrenos colindantes. Luego describe diferentes tipos de ataguías, incluyendo de madera, hierro, concreto y mixtas. También explica cómo se usan los ademes para sostener muros de edificios y durante excavaciones.
Ademes y ataguías para excavaciones y construcciones
1. Ademes definición y uso
METODOS DE DEFENSA Y SOSTENIMIENTO DE EXCAVACIONES
A los métodos de defensa o de sistemas de sostenimientos utilizados para
sostener o detener provisionalmente las paredes de una excavación que a de
alojar una cimentación o bien obras de drenaje, instalaciones de ductos, tuberías,
gasoductos, etc., se les llama ataguías o ademes.
Las ataguías son elementos que se hincan en el terreno como muros de
contención para sostener las terrenos colindantes al hacer una excavación, o bien
para disminuir la transmisión de presiones a los terrenos colindantes.
Generalmente las ataguías se colocan hincándolas por medio de martinetes de
caída libre o de vapor antes de proceder a la excavación del terreno circunscrito.
De acuerdo con el material de que estén hechas, pueden ser de madera, para lo
cual se usan tablones o pilotes; de fierro, ya sea que se usen perfiles laminados
como viguetas, canales, o bien lámina de acero; de concreto, o bien pueden ser
mixtos usando dos o más materiales. Algunas veces son usados para construir
sobre terrenos que tienen tendencia a desalojarse horizontalmente, con lo cual se
logra que las presiones se transmitan a capas inferiores más resistentes o más
profundas. Estas ataguías trabajan como cantilíberes empotrados en el terreno
inferior y deben estar calculadas de tal manera que soporten la flexión producida
por el empuje lateral de las tierras contenidas y que no se desalojen
horizontalmente.
Ataguías de madera. Cuando se usan ataguías de madera, pueden hacerse por
medio de tablones; cualquier solución que se adopte debe reunir el requisito de
que todas las piezas deberán estar ligadas o cuatrapeadas entre sí, para que
ayuden al trabajo de conjunto por una parte, y por otra, para que impidan el paso
de material o agua a través de ranuras o intersticios. Para lograrlo, los tablones
pueden ser machihembrados, o en forma de cuña para longitudes y empujes no
muy fuertes, y para mayores lo general es usar tres tablones unidos con pernos y
colocados en forma de obtener un machimbre entre uno y otro como se indica en
la figura. Un sistema muy usado en la Ciudad de México ha sido el de construirlas
por medio de una serie de pilotes comunes de madera, hincados a profundidades
cortas (no mayores de 12 mts.), de una sola pieza y clavados uno a continuación
de otro por medio de una piloteadora común. Posteriormente a estos pilotes y
conforme se va bajando la excavación, se van clavando tablones, formando así
una pared que es aprovechada como molde para el muro de contención de
concreto armado que formará, por una parte, el muro colindante de los sótanos del
edificio ya terminado, y por otra, servirá para contener el terreno vecino. Estos
muros se apoyan en la estructura del edificio. Los tablones son clavados por la
parte exterior de la ataguía, y dado que el empuje mayor es tomado por los pilotes
en la forma que indica el croquis, es muy pequeña la presión que se ejercerá
sobre los tablones propiamente. Este tipo de ataguía para que funcione
correctamente debe trabajar como cantiliber, para lo cual será necesario que los
pilotes queden empotrados por su parte inferior llegando a ser ella en muchos
casos la mitad de su longitud. Como esto es muy costoso, muchas veces la
estabilidad de estas ataguías se consigue por medio de un atroquelamiento
2. progresivo por medio de piezas que son retiradas posteriormente, y las cuales no
se clavan en el subsuelo sino que van apoyadas por medio de puntales o
estructuras falsas.
Ataguías de fierro. Pueden ser construidas en dos formas: ya sea hincando
perfiles laminados tales como viguetas y canales, las que se van atroquelando una
contra otra, o bien usando piezas laminadas. Este tipo de ataguía tiene el¶
inconveniente de ser muy caro, aunque por otra parte reporta ventajas tales como
las de poder recuperar el material íntegramente y sin deterioro, adaptarse a las
más diversas formas y no presentar mayor dificultad para su extracción.
Ataguía de concreto. Pueden hacerse en dos formas, ya sea a base de pilotes pre-
colados que se hincan en el lugar en la forma normal, o bien colados en el lugar
constituyendo de hecho un muro de contención. Su uso cada día se extiende más
dado el enorme desarrollo y adaptabilidad que ha tenido este material dentro de
nuestro medio.
Ataguías mixtas. La más usada en México es la que está constituida mediante una
combinación de viguetas ³H´ de 6Ǝ y losas de concreto intermedias apoyadas
sobre ellas. El procedimiento que se sigue normalmente es el de clavar las
viguetas antes de iniciar la excavación, y después conforme se va avanzando, se
va colando la losa en tramos generalmente de un metro, con lo que se evita gran
cantidad de obra falsa, siendo mínimo el riesgo de cualquier desprendimiento de
terreno en áreas tan pequeñas. (Colaborado por: Pedro E. Montesco)
El ADEME o sistema de ademado se emplea para sostenimiento de muros en
edificios para evitar el derrumbe de los mismos. También se utilizan para sostener
muros de edificios antiguos, arcos o construcciones entre sí. En caso de que se
trate de excavaciones de poca anchura, el ademe se va retirando conforme se va
efectuando el relleno y la consolidación del terreno.
Ademes y atroquelamientos, para proceder al ademado de una excavación, si las
paredes de la misma están próximas una de otra, se efectúa aquella por partes,
ademando, por medio de tiras horizontales de madera, las paredes de la misma, y
acuñándolas entre sí por medio de travesaños. En esta forma, primero se excava
y luego se adema para poder seguir excavando y evitar derrumbes posteriores.
Si las paredes de la excavación están bastante retiradas una de otra, el ademado
se efectúa por medio de tarimas que se mantienen en su lugar con puntales
apoyados en cuñas, que se van cambiando por otros más largos conforme se va
avanzando en la excavación. Estos ademes son substituidos posteriormente por
muros de contención de piedra o de concreto, que se ligan a la estructura del
edificio en construcciones normales. Si se trata de excavaciones para alojar
tuberías o cualquier elemento similar que requiera excavaciones de poca anchura,
el ademe se va retirando conforme se va efectuando el relleno y la consolidación
del terreno. Usos. El ademe no solamente se usa para sostener los paramentos en
una excavación, sino que también se utiliza para sostener muros antiguos, arcos,
o construcciones entre sí. Es bien sabido que los edificios sufren hundimientos, los
3. cuales en muchos casos producen presiones laterales en las construcciones
colindantes, al apoyarse unas con otras. Al efectuar la demolición de una de ellas,
es necesario apuntalar y a troquelar convenientemente las otras para evitar
derrumbes o daños en las construcciones vecinas. Si la distancia entre las
construcciones colindantes es relativamente pequeña (10 a 15 metros), el
atroquelamiento puede hacerse por medio de estructuras de madera de cuerdas
paralelos que se colocan horizontalmente, apoyadas en vigas de arrastre
verticales, correspondiendo con los muros transversales de ambas construcciones
laterales.
Estas estructuras provisionales de madera son, generalmente, del tipo WARREN
de cuerdas paralelas unidas con pernos y tuercas, y en las cuales ambas cuerdas
trabajan a compresión; por lo tanto, al utilizar varias armaduras de este tipo, deben
contraventearse entre sí por medio de tirantes que impidan su flambeo. Este
sistema de apuntalamiento horizontal es mucho más conveniente que el sistema
de abanicos, o atroquelamientos individuales, ya que quedan generalmente a gran
altura y dejan libre de estorbos el terreno al iniciar la construcción nueva. En el
caso de que las construcciones colindantes se encuentren a una distancia mayor
de la que económicamente es posible cubrir con el tipo de armaduras ya descrito,
se recurre al tipo de atroquelamientos o apuntalamientos parciales por medio de
puntales o estructuras compuestas, que se apoyan en el suelo del predio
demolido. Para esto se acostumbra colocar los pies derechos en forma de
abanico, apoyándose a diferentes alturas sobre vigas verticales que corresponden
a los muros transversales de la construcción por apuntalar, quedando sus
extremos inferiores apoyados en un mismo punto contra una viga de arrastre que
liga varios abanicos, y que a la vez está fija al terreno por medio de estacas
clavadas en él. El uso de cuñas, en este tipo de trabajos, es indispensable, con
objeto de evitar el que puedan aflojarse y perder por lo tanto su efectividad. En
algunos casos se usan tensores que pasan de lado a lado de las construcciones
colindantes, pero tienen el enorme inconveniente de que se destruye en gran parte
la construcción a la cual se aplican, por haber necesidad de perforar los muros a
través de los cuales pasará el tensor, los que deben colocarse sobre el nivel de los
entrepisos. Presenta, además, la desventaja de ser un sistema caro dada la
longitud y número de los tensores que se deben usar y no prestar, por otra parte,
las suficientes garantías.