3. Hechos 20:17
“Enviando, pues, desde Mileto a
Éfeso, hizo llamar a los ancianos
de la iglesia.”
Pablo llamó a los ancianos porque quería
recordarles algunas cosas importantes que
debían estar haciendo y enseñando en la
iglesia de Éfeso.
4. B. Pablo recordó a los ancianos
su vida y ministerio en Éfeso.
El testimonio de Pablo siempre fue
su “carta de presentación” – su
conducta y vida práctica
respaldaba sus palabras y
mensajes.
5. Hechos 20:18, 19
“Cuando vinieron a él, les dijo:
Vosotros sabéis cómo me he
comportado entre vosotros todo el
tiempo, desde el primer día que
entré en Asia, sirviendo al Señor con
toda humildad, y con muchas
lágrimas, y pruebas que me han
venido por las asechanzas de los
judíos;”
6. Hechos 20:20
“y cómo nada que fuese útil he
rehuido de anunciaros y enseñaros,
públicamente y por las casas,"
“Hiriendo con amor”
7. Hechos 20:21
“testificando a judíos y a gentiles
acerca del arrepentimiento para con
Dios, y de la fe en nuestro Señor
Jesucristo.”
8. C. Pablo “predijo” su futuro.
Hechos 20:22-25
“Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin
saber lo que allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu
Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que
me esperan prisiones y tribulaciones. Pero de ninguna cosa
hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal
que acabe mi carrera(A) con gozo, y el ministerio que recibí del
Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de
Dios. Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros,
entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más
mi rostro.”
9. D. Pablo advirtió y exhortó a los
ancianos efesios.
Hechos 20:26, 27
“Por tanto, yo os protesto en el día de hoy,
que estoy limpio de la sangre de todos; porque
no he rehuido anunciaros todo el consejo de
Dios.”
10. D. Pablo advirtió y exhortó a los
ancianos efesios.
Hechos 20:28
“Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el
rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto
por obispos, para apacentar la iglesia del Señor,
la cual él ganó por su propia sangre.”
11. ¿Cuál es la obra
de un anciano?
Vigilar y proteger cuidadosamente el
rebaño de Dios, esto es, la asamblea de
creyentes.
12. D. Pablo advirtió y exhortó a los
ancianos efesios.
Hechos 20:29-31
“Porque yo sé que después de mi partida entrarán
en medio de vosotros lobos rapaces, que no
perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se
levantarán hombres que hablen cosas perversas para
arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad,
acordándoos que por tres años, de noche y de día, no
he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.”
13. E. La despedida de Pablo
Hechos 20:32
“Y ahora, hermanos, os encomiendo a
Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene
poder para sobreedificaros y daros
herencia con todos los santificados.”
14. E. La despedida de Pablo
Hechos 20:33-35
“Ni plata ni oro ni vestido de nadie he
codiciado. Antes vosotros sabéis que para lo
que me ha sido necesario a mí y a los que están
conmigo, estas manos me han servido. En todo
os he enseñado que, trabajando así, se debe
ayudar a los necesitados, y recordar las
palabras del Señor Jesús, que dijo: Más
bienaventurado es dar que recibir.”
15. No es más que un “hasta luego”...
Hechos 20:36-38
“Cuando hubo dicho estas cosas, se puso
de rodillas, y oró con todos ellos.
Entonces hubo gran llanto de todos; y
echándose al cuello de Pablo, le besaban,
doliéndose en gran manera por la palabra
que dijo, de que no verían más su rostro.
Y le acompañaron al barco.”
Notas do Editor
Pienso que esta es una nueva etapa en el ministerio de Pablo. Él no se conformó a solo llevar el evangelio a los que nunca habían sino que se encargó de animar a aquellos que estaban a cargo de las congregaciones que ya se habían establecido. Esto fue lo que Pablo está haciendo en esta lección.
Pablo salió de Troas y bajó por la costa a Mileto, que era el puerto más cercano a Éfeso.
Maestro: Marque la ruta en el mapa. (ESTA EN SEÑALADA EN ROJO).
Lea 20:17
Lea 20:17. Estos hombres debían haber sido nombrados como ancianos en la iglesia de Éfeso durante el tiempo que Pablo estuvo allí. El trabajo de ellos era enseñar, guiar, animar y proteger a la iglesia contra la enseñanza falsa.
También quería prevenirlos acerca de cosas que podían ocurrir en la iglesia cuando él los dejara. Era parte de la obra de Pablo como apóstol entrenar y nombrar ancianos en todas las iglesias que él fundara.
Cuando vayamos a nuevos lugares a dar el mensaje de la Biblia y las personas lleguen a ser creyentes, nuestro trabajo no estará completo hasta que entrenemos algunos de sus hombres para que sean ancianos en las nuevas iglesias que se formen a través del ministerio.
Cuando los ancianos efesios se reunieron con Pablo, él primero les recordó como había vivido y trabajado en Éfeso desde el primer día que llegó. Lea 20:18,19.
Las palabras y acciones de Pablo fueron correctas y amorosas para todos aquéllos con quienes entró en contacto en Éfeso. Los judíos lo persiguieron, Satanás trató de herirlo y obstaculizar su trabajo, pero Pablo fue humilde y obediente al Señor en todo lo que hizo. Nadie podía acusarlo de haber sido hiriente en nada de lo que dijo o hizo.
Cuando vayamos a otros lugares a dar a las personas el mensaje de la Biblia, debemos estar seguros que nos conducimos en una manera que haga que ellos quieran oír lo que tenemos que decir y que no hagamos nada que pueda hacerlos alejar y no escuchar la Palabra de Dios.
Pablo sufrió muchas cosas por causa del odio de los judíos que no creían que el Señor Jesús era el Salvador enviado por Dios. Pero, aunque fue perseguido, Pablo sirvió fielmente al Señor y confió en Él.
Lea 20:20. Habiéndoles recordado como vivió cuidadosamente entre ellos, Pablo les recordó la clase de ministerio de enseñanza que tuvo en Éfeso.
A veces es difícil y penoso enfrentar a las personas con la verdad. Quizás tememos herir sus sentimientos o que se disgusten, pero debemos siempre decirles lo que Dios dice.
Pablo recordó a los ancianos efesios que “nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros”. Pablo les dijo todo lo que Dios quería que supieran porque sabía que necesitaban escuchar la verdad, aunque les hiriera.
Es lo mismo que cuando ustedes están enfermos y necesitan una inyección o medicina. La aguja puede herir o la medicina puede ser amarga, pero es para su bienestar. Sin ellas, no estarían bien ni fuertes.
Pablo no enseñaba a los efesios sólo cuando se reunían. También iba a sus hogares a responder sus preguntas, razonar con ellos y hablarles las palabras de Dios.
Lea 20:21. Pablo dijo a los judíos y a los gentiles que hay un solo camino para que los pecadores vengan a Dios. Deben ponerse de acuerdo con Dios en que son pecadores, que su pecado es maligno y contra Dios, y deben poner su fe y confianza en el Señor Jesús como su Salvador quien murió por ellos.
Después que Pablo había recordado a los ancianos efesios su manera de vivir y su ministerio, les habló de su futuro. Esto es lo que les dijo. Lea 20:22-25.
Pablo estaba dispuesto a morir por la enseñanza de la Palabra de Dios si eran los planes que el Señor tenía para él. Pablo sabía que el Señor nunca lo dejaría ni lo desampararía.
Todos los hijos de Dios deben estar decididos a hacer la voluntad de Dios a pesar de las dificultades que tengan que enfrentar. El Señor siempre da fortaleza a los que confían en Él y le obedecen.
Como Pablo sabía que nunca volvería a Éfeso, le recordó a los ancianos, una vez más, que él siempre le dijo a todos los hijos de Dios en Éfeso lo que Su Padre decía a pesar de lo difícil o penoso que fuera.
Dijo que nadie en Éfeso podría culparlo si iban al castigo eterno. No podían acusarlo si morían y eran separados de Dios eternamente, porque él fielmente había advertido y enseñado a cada persona con quien había tenido contacto. Lea 20:26,27.
Como Pablo iba a partir y no regresaría, estaba dando la responsabilidad de la obra del Señor en Éfeso a estos ancianos. Por lo tanto, los advierte para que personalmente obedezcan la Palabra de Dios y tomen su responsabilidad de guiar y alimentar la iglesia que el Señor Jesús había librado de Satanás, el pecado y la muerte dando Su propia sangre como pago. Lea 20:28.
Pablo le dijo a estos ancianos, “Por tanto, mirad por vosotros”. Ellos debían vigilarse cuidadosamente a sí mismos en cada parte de sus vidas. La primera responsabilidad de todos aquellos que enseñan la Palabra de Dios es obedecerla. Las personas no pondrán atención a nuestra enseñanza si personalmente no la obedecemos.
Pablo también mandó a estos ancianos a hacer la obra que Dios les había confiado.
En el tiempo cuando Pablo estaba hablando a los ancianos de Éfeso habían muchos pastores. Continuamente ellos guiaban sus ovejas a diferentes áreas para asegurarse que siempre tuvieran agua y comida suficientes.
A los ancianos se les llama pastores y a los cristianos se les dice las ovejas del Señor Jesús. Así como los buenos pastores se aseguraban que sus ovejas tuvieran suficiente agua y comida, los ancianos deben asegurarse que las ovejas de Dios estén bien alimentadas. La Palabra de Dios es el alimento de las ovejas de Dios. Si un hombre ha de ser un anciano, debe ser capaz de enseñar claramente la Palabra a las ovejas de Dios.
Pablo llamó a estos hombres ancianos o pastores y también obispos (supervisor, vigilante) . La responsabilidad del obispo es guiar y dirigir la iglesia en todas sus actividades. Los ancianos deben no solamente alimentar las ovejas, sino que también deben guiarlas y dirigirlas como supervisores.
Los ancianos deben proteger a las ovejas de Dios de cualquier persona o cosa que pueda herirlas. Pablo advirtió a los ancianos efesios que las personas que enseñan cosas que no están de acuerdo con las enseñanzas de Dios son como lobos salvajes. Las cosas que enseñan hieren a los hijos de Dios de tal manera que creen las mentiras de Satanás y ya no logran poder vivir en la forma que Dios quiere.
Pablo sabía que, una vez que él dejara la iglesia en Éfeso, Satanás enviaría sus seguidores a atacar y tratar de destruir el rebaño de Dios. Lea 20:29-31. Pablo le dijo a los ancianos que estuvieran en guardia por si alguien, de fuera o dentro de la asamblea de creyentes, como un lobo salvaje quisiera herir las ovejas de Dios enseñándoles cosas diferentes a las que él les había enseñado.
Debemos estar orando para que el Espíritu Santo escoja y equipe hombres para ser ancianos en las iglesia que estamos fundando; hombres que continúen enseñando a las ovejas de Dios toda Su Palabra, que guíen y dirijan la iglesia y vigilen que no hayan lobos salvajes dentro o fuera de ella que enseñen algo que sea contrario a la verdad que nosotros les hemos enseñado.
Pablo les dijo a los ancianos efesios que no olvidaran que, cuando él fue su pastor, sobrellevó cuidadosamente a cada cristiano, advirtiéndoles acerca de cualquier cosa o persona que iba a herirles y a estorbarles de tal modo de no agradar al Señor.
Aunque Pablo ya no estaría con la iglesia de Éfeso, les recordó que tenían la Palabra de Dios para guiarlos, protegerlos y consolarlos. Tenían las Escrituras completas del Antiguo Testamento por escrito. El Nuevo Testamento que nosotros tenemos, todavía no estaba escrito todo, pero Pablo les había dicho muchas de las cosas que ahora están escritas en el Nuevo Testamento.
Por último Pablo les recordó a los ancianos su estilo de vida mientras estuvo con ellos en Éfeso, y los animó a seguir su ejemplo. Lea 20:33-35.
Pablo no era perezoso. No solamente enseñó la Palabra de Dios, sino que también trabajó duro para suplir sus propias necesidades y las de sus compañeros quienes estaban ocupados haciendo la obra del Señor.
No es la voluntad de Dios que Sus hijos sean perezosos o que codicien lo que otras personas tienen. Todos los hijos de Dios deben esmerarse en el trabajo, no solamente para suplir sus propias necesidades y las de su familia, sino que también puedan dar al enfermo, huérfanos, indigentes, viudas y ayudar a los que están dedicando todo su tiempo trabajando para el Señor.
Es así, quizás sería la última vez que esos hermanos verían la cara de Pablo de este lado del cielo. Pero sería entonces solo un “hasta luego”. Es un privilegio morir sirviendo al Señor. Debe ser nuestro enfoque el eterno. Viviendo como extranjeros y forasteros en este mundo. La eternidad nos espera. Aleluya.