1. ¡Dios te acepta!
Antes de formarte en el vientre, ya te
había elegido; antes de que
nacieras, ya te había aceptado.
Jeremías 1:5
Nadie te conoce tan bien como Dios. No
obstante, aunque sabe todo sobre ti,
incluyendo todas tus faltas, aun así te
acepta. Dios ve tu corazón, no solo tu
caparazón exterior (la carne) que en
tantos problemas parece meterte. Ël no
aprueba tu mal comportamiento, pero
está comprometido contigo como
individuo. Dios puede odiar lo que haces y aun así amarte. A Él no le cuesta separar las dos cosas.
Dios nunca quiso que te sintieras mal contigo mismo. Quiere que te conozcas bien y te aceptes.
Tienes que ser capaz de decir: << Puedo amar lo que Dios puede amar. No me gusta todo lo que
hago, pero me acepto porque Dios me acepta>>. Dios te está cambiando diariamente. Pídele que
te ayude a aceptarte y amarte a pesar de tus imperfecciones.
Termina bien tu día, Joyce Meyer .