La autoestima se construye a través del autoconcepto, autoconocimiento, autoaceptación y autorespeto. Existen dos tipos de autoestima: alta y baja, siendo la alta la que fortalece el bienestar, la eficiencia y la confianza, mientras que la baja puede ocasionar problemas en la personalidad y comportamiento. Aunque el autoestima no determina por sí solo el éxito o fracaso en la vida, sí puede condicionar las relaciones laborales, por lo que tener una autoestima sana es necesario para valorarse a uno mismo