Cuando se habla de amor patológico nos referimos al que ocasiona sufrimiento consciente
1. Cuando se habla de amor patológico nos referimos al que ocasiona sufrimiento
consciente, donde los motivos para estar juntos se sustentan en razones secundarias
tales como: satisfacción sexual recíproca, refugio de la soledad, "trabajar en equipo"
y otras . En este tipo de amor se observa inmadurez emocional.
A continuación les presentaré una descripción y análisis de amores llamados
neuróticos, para ello me apoyaré en la obra de Erick Fromm: El arte de amar, cuya
lectura les recomiendo ampliamente.
El amor idolátrico:
Es una forma de pseudoamor que suele experimentarse como "el gran amor" se da
cuando la persona aún no ha alcanzado una sensación de identidad propia, de sentir
su yoidad, su poder productivo como persona, entonces tiende a "idolizar" tener como
ídolo a la persona amada; proyecta en ella y la hace portadora de todo amor, luz,
dicha y poder, mientras ella se priva de toda fuerza y se pierde en el otro en vez de
encontrarse, adora al otro y pone todas sus expectativas en este . A la larga ningún
ser humano es capaz de responder a las expectativas de su adorador por ello
sobrevendrá la desilusión, para remediarlo la persona suele buscar un nuevo ídolo
repitiéndose la historia, a veces de forma interminable. Esta experiencia de amor se
caracteriza por un inicio intenso y precipitado. En ocasiones esta idolatría es mutua,
pudiendo llegarse a decisiones extremas por respuestas irracionales. Este tipo de
amor suele describirse erróneamente como "el verdadero amor".
El amor sentimental:
Esencialmente se experimenta en la fantasía, no en el aquí y el ahora de la relación
con otra persona real. Se presentan como consumistas de películas, novelas,
canciones románticas que les producen una gratificación amorosa sustitutiva, se
conmueven hasta las lágrimas con estas fantasías, todos sus deseos de amor, unión
e intimidad insatisfechos hallan salida a través de estas experiencias. Parejas que en
su vida real no saben como salvar el muro que los separa se conmueven al compartir
la dicha o la desventura de una pareja en pantalla, experimentan sensaciones de
2. amor como expectadores del amor de otros, sin lograr descender a su realidad para
confrontar y buscar vías para propiciar el acercamiento de ellos mismos en la vida
real. Estas parejas fantasean por un estado amoroso pasado (cierto o falso) o tal vez
una posibilidad en el futuro, que anhelan y que no tiene basamento en el actual
estado de cosas, sobre el que permanecen congelados. Es una forma de aliviar la
soledad y la separación o distancia emocional que sienten.
El amor proyectivo:
Consiste en el uso de mecanismo proyectivos a fin de evadirse de los problemas
propios y concentrarse en las flaquezas, debilidades, vulnerabilidades de la persona
amada. Estos individuos son muy sutiles para captar los aspectos débiles de otras
personas y son felices ignorando los propios. Viven ocupados tratando de acusar o
reformar a otras personas. Si esto se presenta en dos personas que están en vínculo,
lo cual es muy frecuente, se convierte en proyección recíproca: si soy dominante,
indeciso, frío etc, acuso de ello a mi pareja y, según mi carácter, trato de corregirla o
de castigarla; la otra persona por su parte hace lo mismo y así dejan a un lado sus
propios problemas, por lo tanto no dan los pasos o acciones necesarias para su
propio progreso y evolución como personas, que a la larga podrá redundar en una
mejora de la relación y el surgimiento de un amor sano.
El amor proyectivo hacia los hijos:
Aquí se trata de proyectar los propios problemas en los hijos. Puede aparecer con el
deseo de tener hijos. Deseos y sueños del padre o madre son proyectados en la
existencia de este hijo: él sería el realizador de estos anhelos ajenos. Esta actitud
conducirá al fracaso consigo mismo y en relación con los hijos. Primero, porque los
problemas de existencia los resuelve cada quien y no se pueden resolver por poder o
delegación y en segundo lugar porque como es evidente este padre o madre carece
de cualidades para guiar a sus hijos hacia la búsqueda de dar sentido a su existencia.
Por otra parte, los hijos también sirven como finalidad proyectiva cuando de disolver
un matrimonio desdichado se trata. El argumento más usado es que no pueden
separarse para no privar a los hijos de un hogar unido. Los estudios científicos
demuestran que la atmósfera de tensión en una "familia unida" causa más daño a los
niños que una ruptura franca que les transmite, por lo menos, que el hombre es
capaz de poner fin a una situación intolerable por medio de una decisión que sin duda
requiere valentía, y a mi juicio previo a ello haber agotado los recursos de ayuda
profesional.
La ilusión de que el amor significa, necesariamente, la ausencia de conflicto:
Esto se presenta como un error muy frecuente, igual que la creencia de que el dolor y
la tristeza deben evitarse en todas las circunstancias. Los que así lo creen
argumentan, con razón, que las disputas que observan a diario son sólo intercambio
destructivo, que no producen bienestar alguno. El asunto es el trasfondo de estas
disputas o "conflictos", de la mayoría de la gente, a los cuales hace referencia ese
3. argumento, las cuales constituyen intentos de evitar u ocultar los verdaderos conflictos
subyacentes. Generalmente se discute por desacuerdos sobre asuntos triviales,
superficiales o secundarios que no contribuyen a aclarar ni solucionar nada, ya que
no tocan el meollo, la esencia del asunto. Pero hay un enfoque distinto: los conflictos
reales entre personas, y su manejo, que no ocultan o proyectan, se experimentan en
el nivel profundo de su naturaleza y no son destructivos, contribuyen a aclarar,
producen catarsis, construyen sobre discrepancias , desavenencias, desacuerdos,
resueltos de forma funcional, Producto de esto ambas personas emergen con más
conocimiento y fortaleza como consecuencia de una interacción íntima clara, honesta,
directa, focalizada, con reciprocidad y objetivos.
Lo anterior lleva a destacar, enfatizar, que el amor sólo es posible cuando dos
personas se comunican entre sí desde el centro de su existencia, esto es
cuando cada una de ellas se experimenta a sí misma desde el centro de su
propia existencia.
Es en esa experiencia central que está la realidad humana, la base del amor. Se
vive el amor como un desafío constante, no en reposo, sino en un moverse,
crecer, trabajar juntos: que haya armonía o conflicto, alegría o tristeza, es
secundario con respecto al hecho básico de que dos seres se experimentan
desde la esencia de su existencia, de que son el uno con el otro al ser uno
consigo mismo y no al huir de sí mismo.
Únicamente hay una prueba de la presencia de amor : la hondura de la relación
y la vitalidad y la fuerza de cada una de las personas implicadas: es por tales
frutos por los que éste se reconoce.
El amor es una capacidad de carácter maduro, productivo, el amar es algo consciente,
no un hábito inconsciente. Involucra entre otras cosas: el autorespeto, el respeto; la
autoaceptación, la aceptación; la unicidad, la diversidad; igualdad, diferencia; el
disentir, convergir; libertad para disponer de sí mismo, compartir ; autoobservarse y
observar; un adentro y un afuera.
Bibliografía de referencia: E. Fromm. El arte de amar Editorial Paidos.