El documento resume la posición cristiana de que la moralidad viene de la revelación divina de Dios. Argumenta que Dios, como creador soberano, estableció las leyes morales que debemos seguir y determinó lo que es bueno y malo. Señala varios ejemplos bíblicos como Adán y Eva en el Jardín del Edén, los Diez Mandamientos y las enseñanzas de Jesús para mostrar que la voluntad de Dios es la base absoluta de la conducta ética. También aborda la función de la ley mosaica y