El documento describe aspectos de la vida cotidiana en Buenos Aires en 1810, antes de la Revolución de Mayo. La gente se dedicaba a actividades como vender productos ambulantes, lavar ropa, ordeñar vacas, repartir agua y pasteles, y ofrecer velas y escobas. Para divertirse, los habitantes de la ciudad organizaban bailes y tertulias, y entre el pueblo se escuchaba el sonido de tambores.