1. La teoría de Karen Horney es
quizás la mejor de las teorías
sobre las neurosis que tenemos.
En primer lugar, ofreció una
perspectiva bastante distinta de
entender la neurosis,
considerándola como algo
bastante más continuo en la vida
normal que los teóricos previos.
2. Karen Horney
Concretamente, entendía la neurosis como
un intento de hacer la vida más llevadera,
como una forma de “control interpersonal y
adaptación”. Esto sería, por supuesto,
aquello a lo que estamos dirigidos en
nuestra vida cotidiana, solo que parece que
la mayoría de nosotros lo hacemos bien y los
neuróticos parece que se hunden más
rápidamente.
3. Karen Horney
Ensu experiencia clínica, distinguió 10
patrones particulares de necesidades
neuróticas, los cuales están basados sobre
aquellas cosas que todos necesitamos, pero
que se han vuelto distorsionadas de diversas
formas por las dificultades de las vidas de
algunas personas.
4. Karen Horney
Necesidad neurótica de afecto y aprobación. Necesidad
indiscriminada de complacer a los demás y ser querido por ellos.
Necesidad neurótica de pareja; de alguien que lleve las riendas de
nuestra vida. Esta necesidad incluye la idea de que el amor resolverá
todos nuestros problemas. Una vez más, a todos nos gustaría tener
un compañero con quien compartir nuestra vida, pero el neurótico va
uno o dos pasos más allá.
El neurótico necesita restringir la vida de uno a límites muy
estrechos, a no ser demandantes, a satisfacernos con muy poco.
Incluso esta postura tiene su contrapartida normal. ¿Quién no ha
sentido la necesidad de simplificar la vida cuando se vuelve muy
estresante; de unirse a una orden monacal; a desaparecer de la
rutina; o de volver al útero materno?.
5. Karen Horney
Necesidad neurótica de poder, de control
sobre los demás, de omnipotencia. Todos
buscamos el poder, pero el neurótico se
desespera por lograrlo. Es un dominio de su
propia gesta, usualmente acompañado de un
rechazo por la debilidad y una fuerte
creencia en los propios poderes racionales.
6. Karen Horney
Necesidad neurótica de explotar a los demás y
sacar lo mejor de éstos. En la persona común
podríamos entender esto como la necesidad de
tener un efecto, de provocar impacto, de ser
escuchado. En el neurótico, se convierte en una
manipulación y la creencia de que los demás están
ahí para ser utilizados. Puede comprender también
una idea de miedo a ser manipulado por los demás,
de parecer estúpido. Ustedes se habrán percatado
de esas personas que les encanta las bromas
pesadas, pero no las soportan cuando ellas son el
blanco de tales bromas, ¿no
7. Karen Horney
Necesidad neurótica de reconocimiento o
prestigio social. Somos criaturas sociales,
así como sexuales, y nos gusta ser
apreciados por los demás. Pero estas
personas están sobrepreocupadas por las
apariencias y la popularidad. Temen ser
ignoradas, simples, poco “guay” y “fuera de
lugar”.
8. Karen Horney
Necesidad de admiración personal. Todos
necesitamos ser admirados por nuestras cualidades
tanto internas como externas. Necesitamos
sentirnos importantes y valorados. Pero algunas
personas están más desesperadas y necesitan
recordarnos su importancia (“nadie reconoce los
genios”; “Soy el verdadero artífice detrás de las
escenas, ¿sabes?”, y así sucesivamente. Su miedo
se centra en no ser nadie, falto de importancia y sin
sentido en sus acciones.
9. Karen Horney
Necesidad neurótica de logro personal. Una vez
más diremos que no hay nada malo en aspirar a
logros, ni mucho menos. Pero algunas personas
están obsesionadas con ello. Deben ser los número
uno en todo y dado que esto es, desde luego, una
tarea muy difícil, vemos a estas personas
constantemente devaluando aquello en lo que no
pueden ser los primeros. Si, por ejemplo, son
buenos corredores, el lanzamiento de disco y las
pesas son “deportes secundarios”. Si su fuerte es lo
académico, las habilidades físicas no son de
importancia, y demás.
10. Karen Horney
Necesidad neurótica de autosuficiencia e
independencia. Todos nosotros debemos
cultivar cierta autonomía, pero algunas
gentes sienten que no deberían necesitar de
nadie nunca. Tienden a rechazar la ayuda y
muchas veces son reticentes a
comprometerse en una relación afectiva.
11. Karen Horney
Necesidad de perfección e
inexpugnabilidad. Muchas veces para ser
cada vez mejores en nuestra vida, tenemos
un impulso que puede de hecho ser de
consideración neurótica, pero algunas
personas pretenden constantemente ser
perfectas y temen fallar. No resisten que se
les “coja” en un error y necesitan, por tanto,
controlar todo el tiempo.
12. Erich Fromm
La orientación receptiva. Estas son personas que esperan
conseguir lo que necesitan; si no lo consiguen de forma
inmediata, esperan. Creen que todas las cosas buenas y
provisiones provienen del exterior de sí mismos. Este tipo es
más común en las poblaciones campesinas, y también en
culturas que tienen abundantes recursos naturales, de manera
que no es necesario trabajar demasiado fuerte para alcanzar el
sustento propio (¡aún cuando la naturaleza pueda
repentinamente limitar sus fuentes!). También es fácil
encontrarlo en la escala más inferior de cualquier sociedad:
esclavos, siervos, familias de empleados, trabajadores
inmigrantes…todos ellos están a merced de otros.
.
13. Erich Fromm
Esta orientación está asociada a familias
simbióticas, especialmente donde los niños son
“absorbidos” por sus padres y con la forma
masoquista (pasiva) de autoritarismo. Es similar a la
postura oral pasiva de Freud; a la “leaning-getting”
de Adler (acomodada) y a la personalidad
conformista de Horney. En su presentación extrema
puede caracterizarse por adjetivos como sumiso y
anhelante. De forma más moderada, se presenta
con adjetivos como resignada y optimista
14. Erich Fromm
La orientación explotadora. Estas personas esperan
conseguir lo que desean a través de la explotación de otros.
De hecho, las cosas tienen un valor mayor cuanto sean
tomadas de otros: la dicha es preferiblemente robada, las
ideas plagiadas, y el amor se consigue basándose en coerción.
Este tipo es más común en la historia de las aristocracias y en
las clases altas de los imperios coloniales. Piénsese por
ejemplo en los ingleses en la India: su posición estaba basada
completamente en su poder para arrebatar a la población
indígena. Alguna de sus características más notables es la
habilidad de mantenerse muy cómodos ¡dando órdenes!.
También la podemos encontrar en los bárbaros pastores y
pueblos que se apoyan en la invasión (como los Vikingos.
15. Erich Fromm
Laorientación explotadora” esta enquistada
en la familia simbiótica y con el estilo
masoquista del autoritarismo. Es el oral
agresivo de Freud, el dominante de Adler y
los tipos agresivos de Horney. En los
extremos, son sujetos agresivos, seductores
y engreídos. Cuando están mezclados con
cualidades más sanas, son asertivos,
orgullosos y cautivadores.
16. Erich Fromm
La orientación acaparadora. Las personas que
acumulan tienden a mantener consigo esas cosas;
reprimen. Consideran al mundo como posesiones y
como potenciales posesiones. Incluso los amados
son personas para poseer, mantener o comprar.
Fromm, perfilando a Marx, relaciona este tipo de
orientación con la burguesía, la clase media
comerciante, así como los terratenientes ricos y los
artistas. Lo asocia particularmente con la ética
laboral protestante y con grupos puritanos tales
como los nuestros.
17. Erich Fromm
La retención está asociada a las formas más frías de
familias apartadas y con destructividad. Yo añadiría
aquí que existe también una clara relación con el
perfeccionismo. Freud llamaría a este tipo de
orientación el tipo anal retentivo; Adler (hasta cierto
punto), le llamaría el tipo evitativo y Horney (más
claramente) el tipo resignado. En su forma pura,
significa que eres terco, tacaño y poco imaginativo.
Si perteneces a una forma menos extrema, serías
resolutivo, económico y práctico.
18. Erich Fromm
La orientación de venta. Esta orientación espera vender. El
éxito es una cuestión de cuán bien puedo venderme; de darme
a conocer. Mi familia, mi trabajo, mi escuela, mis ropas; todo es
un anuncio, y debe estar “perfecto”. Incluso el amor es
pensado como una transacción. Solo en esta orientación se
piensa en el contrato matrimonial (estamos de acuerdo en que
tú me darás esto y lo otro y yo te daré aquello y demás). Si uno
de nosotros falla en su acuerdo, el matrimonio se anulará o se
evitará (sin malos sentimientos; incluso ¡podríamos ser muy
buenos amigos!. De acuerdo con Fromm, es la orientación de
la sociedad industrial moderna. ¡Esta es nuestra orientación!.
19. Erich Fromm
Este tipo moderno surge de la fría familia apartada, y tiende a
utilizar la conformidad autómata para escapar de la libertad.
Adler y Horney no tienen un equivalente en sus teorías, pero
quizás Freud sí: sería por lo menos algo cercano a la vaga
personalidad fálica, el tipo que vive sobre la base del flirteo. En
un extremo, la persona “que se vende” es oportunista, infantil,
sin tacto. En casos más moderados, se perciben como
resueltos, juveniles y sociales. Nótese que nuestros valores
actuales se nos expresan a través de la propaganda: moda,
salud, juventud eterna, aventura, temeridad, sexualidad,
innovación…estas son las preocupaciones del “yuppie”. ¡Lo
superficial lo es todo!.
20. Erich Fromm
La orientación productiva. Existe, no obstante, una
personalidad más sana, a la que Fromm
ocasionalmente se refiere como la persona que no
lleva máscara. Esta es la persona que sin evitar su
naturaleza social y biológica, no se aparta nunca de
la libertad y la responsabilidad. Proviene de una
familia que ama sin sobresaturar al sujeto; que
prefiere las razones a las reglas y la libertad sobre la
conformidad.
21. Discusión
A primera vista, parecería que Horney robó algunas de las mejores
ideas de Adler. Está claro, por ejemplo, que sus tres estrategias
adaptativas son muy cercanas a los tres tipos adlerianos. Es, de
hecho, bastante lógico pensar que Karen fue muy influida por Adler,
pero si nos acercamos bien a cómo ella derivó sus tres estrategias (a
través de colapsar grupos de necesidades neuróticas), podemos
observar que simplemente llegó a las mismas conclusiones desde un
abordaje distinto. Sin embargo, no hay duda de que tanto Horney
como Adler (y Fromm y Sullivan) constituyen una escuela no oficial de
psicología. Usualmente son llamados neo-freudianos, aunque el
término sea bastante impreciso. Por desgracia, el otro término común
es el de psicólogos sociales, el cual, aún cuando es preciso, es un
término usado más para designar un área de estudio.