El documento discute el rol de las universidades en la formación de recursos humanos para la gestión pública. Señala que las universidades deben atender las demandas de los agentes públicos y de la ciudadanía. Explica que los agentes públicos tienen roles diversos y perfiles variados, mientras que la sociedad tiene demandas heterogéneas. Recomienda que los programas universitarios estén anclados a estas realidades y promuevan la apertura y comunicación entre los sectores.