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Hermano lobo agosto 2021

27 de Jul de 2021
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Hermano lobo agosto 2021

  1. Como nos recuerda nuestra Ministra, Hermana Valentina: durante este mes de agosto tenemos tres festividades muy importantes para toda la Orden Franciscana en general y de forma más particular para nuestra Orden OFS. El día 2 celebramos la Fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles (La Porciúncula, o el Perdón de Asís), Podremos ganar la Indulgencia Plenaria en el Santuario a las 19:30 horas, donde celebraremos Vísperas y Euca- ristía, como de costumbre. El día 11 es Santa Clara de Asís, ya sabéis que lo celebramos también todos los años en el Santuario, toda la Familia Franciscana. Al igual que el día 2 también ese día tendre- mos Vísperas y Eucaristía a la misma hora: 19:30 Por fin el día 25 honramos a nuestro Patrón, San Luís, Rey de Francia.. Es una festividad más propia nuestra, Es el patrón de nuestra Orden la OFS. Los Padres Franciscanos no saben aún a qué hora será la misa, pero lo más probable es que se celebre a la 20:00 h. Sería una alegría y felicidad encontrarnos los más posibles en estos actos, que sirven, y mucho, para recordar- nos que somos hermanos y pertenecemos a una misma Familia: la Fami- lia Franciscana. La Familia de Francisco. La Familia de Dios PAZ y BIEN, hermanos/as. Una vez más me dirijo a vosotros/as a través de nuestro querido Hermano Lobo; en esta ocasión con un motivo diferente; son unas senci- llas palabras en las que deseo agradecer todo el cariño que me habéis demostrado dándome palabras de ánimo, que han llegado a mi por me- diación de vuestros mensajes, teléfono y mi familia. Me he sentido acompañada por ello en todo momento; y por algo muy especial, saber y sentir que estaba en vuestras oraciones. Que el Señor en su infinita mise- ricordia os proteja y cuide de todo mal; yo os mando mi eterno agradeci- miento y mi sincero cariño de hermana. De momento todo parece que va bien, con algunas secuelas que tendré que superar, si Dios quiere, yo estoy en sus manos. El está cerca de los que le invocan con fe . Tengo la esperanza de poder reunirnos y abrazarnos y compartir esas reuniones fraternas que tanto bien nos hacen, mucho más en este momento que nos ha tocado vivir, en algunos casos en solitario. Tenga- mos esperanza, y seguiremos pidiendo para que esto termine y todo vuelva a la normalidad. También sé que habéis rezado por la hermana Milagros; ha pasado una dura prueba pero siempre con la confianza de estar en las manos de Dios y aceptar su voluntad. Sé que tenemos cerca algunas celebraciones. No podre estar pre- sente, pero sí estaré, con mi corazón, unida en la oración. Muchas gracias por todo; somos una familia y tenemos que estar unidos. La Santísima Virgen y El hermano Francisco están a nuestro lado. Os quiere vuestra hermana. Valentina Flores o. f. s.
  2. CELEBRACIÓN 800 ANIVERSARIO DEL MEMORIALE PROPOSITI El pasado día 20 de Junio, a propuesta de la Junta de Zona de San Gregorio Magno fuimos convocados a un Encuentro junto al Cris- to de Urda (Toledo), para celebrar el 800 aniversario de la entrega del Memotiale Propositi; es decir, de la fundación de la Orden Franciscana seglar por San Francisco de Asís en 1221. Fue un día muy hermoso, aunque vivimos en tiempos de pande- mia y no podemos celebrar fiestas sin restricciones. A este Encuen- tro asistieron dos miembros de nuestro Consejo: la Viceministra, Sagrario Blázquez y la Secretaria, Pepa Vinuesa, quienes nos han transmitido su experiencia vivida ese día entre los hermanos. Fueron muy interesantes y alentadoras las palabras de bien- venida de nuestra Ministra de Zo- na, María José Píriz, quien conta- gió a los asistentes de la alegría que supone celebrar los 800 años de nuestra Orden, para seguir con entusiasmo y entrega nuestra vo- cación, siendo fieles seguidores de Francisco de Asís. Presidió la Eucaristía Fr. Carlos Bermejo O.F.M. y se presenta- ron en ella las ofrendas de la Regla, recordando nuestro compromiso adquirido en nuestra profesión. de vivir el Santo Evangelio a la manera de Francisco de Asís El Mundo, como imagen de nuestra vida de mi- sión, oración y penitencia. Un Rosario como señal de nuestra vida de oración comunitaria y personal y un Escapulario, representando nuestro sentido de pertenencia a la OFS. Todo terminó con una comida de hermandad, donde reinó la alegría y todos se sintieron más que nunca hermanos y siervos del Se- ñor Jesús, que caminan, unidos en este mundo, tras las huellas de Fran- cisco de Asís. Hermano Lucidio ORAR CON LOS SALMOS -Salmo 22- CONFIANZA EN DIOS HASTA EL FIN “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? v.1 Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? ¿Qué ha pasado? o ¿qué va a pasar, Señor? La angustia me oprime y voy a explotar de dolor. A pesar de mis gritos, no me oyes y callas. Te grito de día y mi voz se pierde en el tumulto de la vida y de noche mi voz se pierde en el eco del silencio. ¡Cómo es posible que digan que quien confía en ti se salva, que quien confía en ti nunca queda defraudado! De- ben ser distintos a mí, porque yo no he sentido nunca eso. Yo grito mi lamento, protesto y me quedo a solas con mi grito. En mi locura y desesperación creí tener motivos para quejarme de ti. Pero tú me sacaste a la vida, desde el seno pasé a tus manos; Tú eres mi Dios, aunque nada sienta. No te vayas lejos, Señor, te ne- cesito. ¡Mi dolor es tan insoportable! El peligro está cerca y me siento tan so- lo… Nadie me socorre. Apresúrate a socorrerme tú. Mi alma es una continua tormenta. Se me desgarran las entrañas. Todo so n dudas y sospechas en mi corazón. Mi garganta está seca como u n desier- to y mi lengua se me pega al paladar. Me siento apretado contra el polvo de la muerte. No me quejo sin razón y tú lo sabes, Señor. Mi corazón está herido y tengo miedo de olvidarme de ti. Necesito de- rramar mi corazón confiadamente en ti. Solo tú podrás seguir siendo mi Dios, en quien confío. Te grito y te alabo, aunque no veo tu rostro. En medio del silencio y del dolor acudí al Señor y él me libró. Le, pedí auxilio y él me aten- dió. Miró mi vida, mi única vida y me salvó. Por siempre y para siempre, Señor, podré proclamar que “esto hizo el Señor” ¡ Cómo pesaba mi equipaje…! M. F.
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