Una policía italiana logró calmar la tensión en una manifestación de trabajadores quitándose el casco y estrechando la mano de uno de los manifestantes. La policía María Teresa Canessa, madre de trillizos de 7 años, dialogó cara a cara con los trabajadores, escuchando sus preocupaciones sobre sus empleos y recibos. Su gesto contagió a los demás y rompió los esquemas de violencia habituales en manifestaciones, mostrando que policías y trabajadores pueden convivir civilmente.
1. Internacional
Una policía italiana se quita el
casco y aplaca la tensión en una
manifestación
Estrechó la mano a trabajadores enfrentados a las fuerzas del orden en
Génova; es madre de trillizos de 7 años
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La policía antidisturbios Maria Teresa Canessa estrecha la mano de un
manifestante en Génova - ABC- 29/01/2016 a las 01:59:22h. - Act. a las 01:59:25h.Guardado
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Quitándose el casco y estrechando la mano de los trabajadores, una policía ha
logrado aplacar la enorme tensión que se registraba en una manifestación entre
fuerzas del orden y manifestantes, que han aplaudido el gesto de la policía. La
manifestación se desarrollaba en Génova, con trabajadores del grupo
Ilva -dedicado a los productos de acero- en huelga por temor a perder sus
puestos de trabajo. Algunos manifestantes habían disparado petardos y el
cortejo, que se dirigía hacia la delegación del gobierno, fue bloqueado durante
horas por las fuerzas antidisturbios.
Para calmar la tensión, la policía Maria Teresa Canessa, de 41 años, madre
de trillizos de 7 años, se quitó el casco y estrechó la mano al trabajador que
tenía enfrente y dialogando cara a cara con los manifestantes. El efecto fue
contagioso. Sorprendido por el gesto de la policía, el primer trabajador que le
estrechó la mano, Fabiano Sterone, 40 años, declaró: “Era la única mujer en
medio de tantos hombres, policías y trabajadores. Es toda una señora.
Correcta desde el inicio hasta el final de la manifestación”.
2. La policía y los trabajadores hablaron de cosas comunes: hijos, facturas y
recibos que se deben pagar. “Le he explicado a la policía que tengo mujer y una
hija de 15 años, recibos que pagar como todos mis colegas y que nuestro
objetivo no era llegar al enfrentamiento, sino tener una respuesta a nuestros
problemas. Y ella me ha escuchado”. La policía Martía Teresa agradeció el
gesto de los manifestantes y explicó así su gesto: “Quitarme el caso fue
instintivo, para acercarme y hablar cara a cara con los trabajadores, que están
sufriendo una dura prueba. Fue un gesto de humanidad. Somos todos
trabajadores. He apreciado que los trabajadores se me acercaran para
estrecharme la mano. He querido dar una señal de distensión en un momento
difícil”. Poco después se hizo pública la noticia de que el gobierno aceptaba
mediar en el conflicto del grupo Ilva.
La imagen de la policía estrechando la mano a un trabajador se convirtió
en viral en la red, con elogios generalizados. Fue una imagen que rompe
esquemas vistos en otras manifestaciones con violencia, petardos, molotov,
bombas lacrimógenas y máscaras antigás. Fue solo una imagen, porque los
problemas para los trabajadores siguen. Pero queda también un gesto
simbólico de partes diversas o contrapuestas pero en convivencia civil, gracias
a una mujer sola entre muchos hombres.