2. Definir nuestro público
(grupo objetivo):
Considerando que el programa será transmitido en una
radio cristiana, nuestro público está prácticamente
definido. Sin embargo podemos definirlo más
específicamente de acuerdo al segmento de edades, o
sexo.
El grupo objetivo que escojamos determina las
características del programa, los temas, los recursos y el
formato.
3. Objetivos específicos
2. ¿Qué pretendemos lograr?
Toda producción radial debe responder a objetivos o
metas que alcanzar. Los objetivos nacen de necesidades
específicas que pretendemos cubrir:
Necesidades de la audiencia
Informar, formar y crear conciencia en la opinión
pública.
4. Que voy a decir?
¿Qué voy a decir? (Mensaje)
Aunque parezca lógica esta pregunta, algunos piensan
que la radio es solo para improvisar, pero no es así,
nadie quiere escuchar “vaguedades”, es mejor producir
mensajes que impacten, que construyan, que informen y
aporten al desarrollo de los oyentes. Hablar detrás de
un micrófono es un privilegio que demanda preparación
y compromiso social.
Por lo tanto, definir el “qué” dentro de un programa
radial tiene especial importancia.
5. Cómo lo voy a decir?
¿Cómo lo voy a decir? (Formato radial)
Hay muchas formas de comunicar mensajes a través de
la radio, algunas usan la actuación, otras la música, y
otras la voz como recurso principal. Combinando la voz
humana, la música, los efectos sonoros y
organizándolos bajo una estructura determinada,
obtenemos una gran variedad de formatos radiales.
“entrevista”, “reportaje”, “radionovela”, “sketch cómico”,
“top ten”, etc. Ningún formato es inamovible, se lo puede
adaptar, corregir, transformar de acuerdo a las
necesidades de producción y de la audiencia
6. El Nombre del programa
Escoger el nombre del programa:
Debe ser corto y fácil de recordar.
Es un anzuelo no un mensaje.
NO escoja el nombre deje que el nombre lo escoja a
usted.