1. Instituto Bíblico Evangelio Completo
San Pedro Sula, Honduras.
Dios El Espíritu Santo: Su personalidad
A. La importancia de su personalidad
En la enseñanza de las verdades fundamentales relativas al Espíritu Santo
debería hacerse un énfasis especial sobre el hecho de su personalidad. Esto es
porque el Espíritu no habla ahora de sí mismo; más bien, El habla lo que El oye
(Jn. 16:13; Hch. 13:2), y Él dice que ha venido al mundo para glorificar a Cristo
(Jn. 16:14). En contraste a esto, la Escritura representa a ambos, el Padre y el
Hijo, como hablando de sí mismos; y esto, no sólo con autoridad final y por medio
del uso del pronombre personal Yo, sino que también presentándoles como en
una inmediata comunión, cooperación, conversión, el uno con el otro. Todo esto
tiende a hacer menos real la personalidad del Espíritu Santo, quien no habla
desde sí o de sí. Como consecuencia, en la historia de la iglesia, la personalidad
del Espíritu fue descuidada por algunos siglos; sólo cuando la doctrina del Padre y
del Hijo fue definida, como sucedió en el Credo de Nicea (325 d.C.), el Espíritu fue
reconocido como una personalidad en los credos de la iglesia.
La forma como fue definida más tarde la doctrina ortodoxa, la verdad escritural de
que Dios el Padre subsiste o existe en tres Personas -el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo-, fue generalmente reconocida. La Escritura es completamente clara cuando
dice que el Espíritu Santo es una Persona tanto como Dios el Padre y Dios el Hijo,
y aun así, como se ve en el estudio de la doctrina de la Trinidad, las tres Personas
forman un Dios y no tres.
B. La personalidad del espíritu santo en las escrituras
1. El Espíritu hace aquello que sólo una persona puede hacer.
a) El convence al mundo: «Y cuando El venga, convencerá al mundo de pecado,
de justicia y de juicio» (Jn. 16:8).
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b) El enseña: «Él os enseñará todas las cosas» (Jn. 14:26; ver también Neh. 9:20;
Jn. 16:13-15; 1 Jn. 2:27).
c) El Espíritu habla: «Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones al
Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!» (Gá. 4:6).
d) El Espíritu intercede: «Pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con
gemidos indecibles» (Ro. 8:26).
e) El Espíritu guía: «Guiados por el Espíritu» (Gá. 5:18; cf. Hch. 8:29; 10:19; 13:2;
16:6-7; 20:23; Ro. 8:14).
f) El Espíritu señala a los hombres para el servicio específico: «dijo el Espíritu
Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado» (Hch.
13:2; cf. Hch.20:28).
g) El Espíritu está El mismo sujeto a un plan (Jn. 15:26).
h) El Espíritu ministra: El regenera (Jn. 3:6), El sella (Ef. 4:30), El bautiza (1 Co.
12:13), El llena (Ef. 5:18).
2. Él, como una persona, es afectado por otros seres.
a) El Padre le envía al mundo (Jn. 14:16, 26), y el Hijo le envía al mundo (Jn.
16:7).
b) Los hombres pueden hacer enojar al Espíritu (Is. 63:10), pueden contristarle (Ef.
4:30), pueden resistirle (1 Ts.5:19), pueden blasfemarle. (Mt. 12:31), pueden
mentirle (Hch.5:3), pueden hacerle afrenta (He. 10:29), pueden hablar en contra
de Él (Mt. 12:32).
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3. Todos los términos bíblicos relativos al Espíritu implican su personalidad.
a) Él es llamado «otro Consolador» (Abogado), lo cual indica que Él es una
persona tanto como lo es Cristo (Jn. 14:16-17; 26; 16:7; 1 Jn. 2:1-2).
b) A Él se le llama Espíritu en el mismo sentido personal que Dios es llamado
Espíritu (Jn. 4:24).
c) Los pronombres usados para el Espíritu implican su personalidad. En el idioma
griego la palabra «espíritu» es un nombre neutro, el cual, naturalmente, requiere
un pronombre neutro, y en unas pocas oportunidades es usado (Ro. 8:16, 26);
pero a menudo se usa la forma masculina del pronombre, enfatizando el hecho de
la personalidad del Espíritu (Jn. 14:16-17; 16:7-15).
C.- Como una persona de la trinidad, el Espíritu Santo es co-igual con el
Padre y el Hijo.
1. Él es llamado Dios.
Este hecho se verá comparando Isaías 6:8-9 con Hechos 28:25-26; Jeremías
31:31-34 con Hebreos 10:15-17.
(Notar también 2 Co. 3:18 y Hch. 5:3, 4. « ¿Por qué llenó Satanás tu corazón para
que mintieses al Espíritu Santo?... No has mentido a los hombres sino a Dios».) A
pesar de que los juicios de Dios han caído tan drásticamente sobre algunos que
han mentido contra el Espíritu (Hch. 5:3), y aunque a los hombres evidentemente
no se les permite jurar en el nombre del Espíritu Santo, y aunque El es llamado el
Espíritu Santo, es cierto que El no es más santo que el Padre o el Hijo; la absoluta
santidad es el primer atributo del Trino Dios.
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2. Él tiene los atributos de Dios
(Gn. 1:2; Job 26:13; 1 Co. 2:9-11; He. 9:14).
3. Él Espíritu Santo ejecuta las obras de Dios
(Job 33:4; Sal. 104:30; Lc. 12:11-12; Hch. 1:5; 20:28; 1 Co. 6:11; 2:8-11; 2 P.
1:21).
4. Como se indica arriba, el uso de los pronombres personales afirma su
personalidad.
5. Se presenta al Espíritu Santo en la Escritura como un objeto personal de
fe
(Sal. 51:11; Mt. 28:19; Hch. 10:19-21).
Como un objeto de fe, Él es también Alguien a quien se le debe de obedecer. El
creyente en Cristo, caminando en compañerismo con el Espíritu, experimenta su
poder, su guía, su instrucción y su suficiencia, y confirma experimentalmente las
grandes doctrinas concernientes a la personalidad del Espíritu, la cual es revelada
en la Escritura.
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