La tolerancia humana antigua fomentó la innovación y la enfermedad mental
1. Los problemas mentales fueron ventajosos
para los primeros seres humanos
7 de noviembre de 2011 por Kate Ravilious
Ejemplar n° 2837.
Para historias similares, visita Evolución humana [en inglés]
Editorial: "Más allá de la salud y la locura" [en inglés]
Traducido por Juan Antonio Montaño Hirose
2. ¿Fue un inventor autista quien comenzó una revolución tecnológica en la Edad de Piedra?
¿Los primeros líderes espirituales fueron bipolares? Una nueva y atrevida teoría ve la luz del
día.
3. MI PAPÁ escucha voces en su cabeza. "Tiddles" interrumpe sus conversaciones con
interjecciones encantadoras y una blasfemia sin par. "Bloodbeast" es más siniestra, le grita a papá
y le ordena que haga cosas inapropiadas y socialmente inaceptables. Durante la mayor parte de su
vida estas voces han sido una peste para él y le han imposibilitado vivir una vida normal. Yo sé
qué desgastante y estigmatizante puede ser una enfermedad mental, por eso debo declarar un
interés en lo que sigue.
En el mundo industrializado, en términos generales 1 persona de cada 25 tiene un desorden
mental grave, y casi la mitad de nosotros experimentará algún tipo de enfermedad mental durante
nuestras vidas. Muchas condiciones, incluyendo la esquizofrenia y el desorden bipolar, así como
condiciones del desarrollo como el autismo son, al menos en parte, heredadas de nuestros padres.
Si ellas afectaran las probabilidades de supervivencia de las personas, uno esperaría que la
selección natural ya las hubiera eliminado, pero en lugar de eso persisten en niveles elevados.
Algunos argumentan que estos genes traen beneficios – enfermedad mental y genio tienen una
larga relación – pero la arqueóloga Penny Spikins de la Universidad de York, Reino Unido, va
más allá. Ella cree que la enfermedad mental y condiciones como el autismo persisten a niveles
4. tan elevados porque en el pasado fueron ventajosas para la humanidad. "Creo que parte de la
razón por la cual los Homo sapiens fueron tan exitosos es porque quisieron incluir personas con
diferentes maneras de pensar en su sociedad – personas con autismo o esquizofrenia, por
ejemplo."
Según Spikins, la tolerancia humana permitió el florecimiento de genes asociados con diferentes
tipos de desarrollo cerebral y enfermedad mental, dando inicio a una revolución. "En algún
momento nuestros antepasados comenzaron a desarrollar emociones muy complejas como la
compasión, la gratitud y la admiración," dice. "Ellas los ayudaron a aceptar y a tolerar a las
personas con diferentes maneras de pensar." Al abrazar las habilidades y atributos únicos que
vienen con las maneras poco usuales de pensar, los primeros seres humanos se volvieron más
inventivos y adaptables, y eventualmente vencieron a todos los otros homínidos, dice.
La evidencia arqueológica es circunstancial, pero nuevos hallazgos de la Genética están
ayudando a reforzar la idea de Spikins. Resulta que algunos genes asociados con enfermedad
mental proliferaron justo en el momento en que la sociedad humana estaba floreciendo y le
confirieron atributos que otros homínidos probablemente no compartieron. Todo esto levanta la
5. interesante idea de si, en el mundo moderno, deberíamos valorizar más a los individuos como mi
padre.
Entonces, ¿cuándo empezaron nuestros antepasados a valorar las maneras de pensar diferentes?
Spikins ve la respuesta en algunos cambios radicales en el registro arqueológico (Cambridge
Archaeological Journal, vol 19, p 179). Consideremos la tecnología de las herramientas de
piedra. Surgidas hace unos 2,6 millones de años, las primeras herramientas de piedra fueron
rústicas y su desarrollo lento. Durante cientos de miles de años nuestros antepasados hicieron su
vida con un puñado de hachas de mano, raspadores y lanzas. Entonces, hace alrededor de 100 000
años, hubo una revolución tecnológica, con la aparición de muchos implementos nuevos y
sofisticados. "Vemos un cambio repentino en el registro arqueológico hacia herramientas más
estandarizadas que son hechas con mayor precisión y más enfoque tecnológico," dice Spikins. La
invención de lanzadores de lanzas [valga la redundancia], arcos y flechas, arpones de pesca y
trampas, por ejemplo, permitieron a los cazadores distanciarse de sus presas y así cazar animales
más agresivos.
6. Ventajas del autismo
Spikins discute que esta revolución tecnológica de las herramientas pudo haber sido disparada
por una mayor tolerancia a las personas con rasgos en el espectro autista. "No digo que alguien
que no sea autista no hubiera entendido esta tecnología, sino que la innovación es más probable
que venga de alguien que es sistemático y tiene ese foco único en la precisión," dice. Spikins nota
también que otros homínidos, incluyendo a los Neandertales, muestran pocos signos de
innovación de herramientas y nunca alcanzaron el nivel de sofisticación alcanzada por nuestros
antepasados.
Más o menos en la misma época de la revolución de las herramientas, los arqueólogos ven una
explosión de creatividad artística. Ésta comienza con cosas como collares de conchas y granos y
decoraciones de hueso y ocre, y después estatuillas talladas e instrumentos musicales simples.
Hace cerca de 35 000 años los humanos modernos pintaban sorprendentes imágenes de la vida
real de animales y personas en las paredes de las cuevas. La similitud de pulso entre éstos y los
7. dibujos producidos por algunas personas autistas con habilidades de sabios ya fue notada por
Nicholas Humphrey de la Escuela de Economía de Londres (Cambridge Archaeological Journal,
vol 8, p 165). "El surgimiento de este arte tan realista, dibujado con increíble precisión, podría
estar relacionado con la tolerancia a las personas autistas, que tenían estas habilidades
especiales," dice Spikins.
Evidencias de religión y espiritualidad también aparecen durante este
periodo. Se ha alegado que fueron shamanes los responsables por pintar
el arte rupestre, más metafórico y alucinante, y Spikins cree que pudieron
haber tenido un gran impacto en la sociedad. "Creo que ayudaron a unir a
las personas, ayudándolas a encontrar un sentido a su mundo, por medio
de mitos, rituales y la creencia en un mundo espiritual," dice. En las
sociedades modernas del cazador-colector, los shamanes tienden a ser
personas poco usuales y muy creativas, que a veces entran en trance.
Algunos también expresan rasgos asociados con esquizofrenia, como el
oír voces y otros desórdenes mentales. "Con el uso de criterios modernos
para diagnosticar enfermedad mental, creo que deberíamos decir que la
mayoría de los shamanes parecen haber tenido desórdenes del humor –
8. muy probablemente un desorden bipolar," dice David Whitley, autor de Cave Paintings and the
Human Spirit [Pinturas Rupestres y el Espíritu Humano] (Prometheus, 2009).
El antropólogo Henry Harpending de la Universidad de Utah en Salt Lake City dice que la idea
de Spikins es plausible. "Los puntos que ella hace sobre los tipos estandarizados de herramientas
y el detalle en el arte ciertamente suenan verdaderos." ¿Pero los desórdenes mentales aprobaron
la prueba de la "supervivencia del más fuerte"? "Personas con desorden bipolar muy bien
pudieron haber unido comunidades, pero primero tienen que sobrevivir y reproducirse por ellos
mismos," dice. "En el caso de la esquizofrenia, tenemos datos de las sociedades industriales
contemporáneas y sabemos que causa una gran reducción de la aptitud para sobrevivir." Maneras
diferentes de pensar pudieron haber contribuido a nuestro éxito evolutivo, dice Catriona Pickard
de la Universidad de Edimburgo, en el Reino Unido, pero es más probable que la enfermedad
mental sea un desafortunado subproducto en la evolución de un cerebro altamente desarrollado
(Cambridge Archaeological Journal, vol 21, p 357).
Otros alegan que la sociedad moderna no es una buena comparación con el pasado. "La
excentricidad es mucho más aceptada en pequeñas sociedades de cazadores-recolectores, pues
todos tienen un papel que jugar," dice Benjamin Campbell, antropólogo de la Universidad de
9. Wisconsin-Milwaukee. Él apoya la idea de Spikins y concuerda que emociones complejas como
la compasión nos separan de otras especies. "Los humanos modernos entienden que otra persona
tenga pensamientos diferentes, y hemos desarrollado esta habilidad a un grado tremendo," dice.
Lo que es seguro, es que la evidencia arqueológica es circunstancial, pero estudios genéticos
están empezando a poner la teoría sobre suelo más firme. La secuenciación realizada el año
pasado del genoma Neandertal mostró que alrededor de 99,8% de los genes eran los mismos que
los de los humanos modernos (Science, vol 328, p 710). Eso es difícilmente sorprendente, dado
que nosotros compartimos un antepasado común dentro de los últimos 500 000 años. Sin
embargo, David Reich de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston señala algunas
diferencias importantes. "Encontramos que los Neandertales tenían formas sutilmente diferentes
de los genes AUTS2, CADPS2 y NRG3 en relación a los humanos modernos," dice. AUTS2 y
CADPS2 se asocian con autismo y NRG3 con esquizofrenia. Sin embargo, agrega Reich, no está
claro si estas diferencias pudieron influenciar la manera de pensar de nuestros antepasados.
Los Neandertales se extinguieron hace alrededor de 30 000 años, y Spikins no está sola al pensar
que una adaptabilidad superior ayudó a los primeros humanos modernos a vencerlos
evolutivamente. Que nuestros antepasados fueran ayudados por el hecho de tener genes asociados
con enfermedad mental es otro asunto, pero el hecho es que los humanos son el único homínido
10. que sobrevive actualmente. Aún más, en años recientes se ha vuelto más claro que nuestros
antepasados tuvieron más contemporáneos de lo que antes se pensaba. Hace alrededor de 80 000
años, había cuando menos cinco especies de homínidos rondando por el planeta, dice Chris
Stringer del Museo de Historia Natural de Londres. Mientras que H. sapiens predominaba en
África y los Neandertales dominaban en Eurasia occidental, los descendientes de H. erectus
probablemente todavía sobrevivían en Indonesia, H. floresiensis (alias "el Pigmeo") residía en la
isla indonesia de Flores y los recién descubiertos denisovanos parecen haber vagado a través de
una franja de Asia (New Scientist, 2 de agosto, p 34). Todavía no se sabe si los primeros humanos
modernos tenían más genes asociados con enfermedad mental que estas otras especies, pero tal
vez no se tenga que esperar mucho para averiguarlo, dada la velocidad a la cual avanza la
secuenciación del ADN antiguo.
Lo que sí sabemos es que la enfermedad mental heredada es extremadamente rara entre los
primates existentes. Klaus-Peter Lesch de la Universidad de Würzburg, Alemania, y
colaboradores estudiaron el gen responsable por la proteína transportadora de la serotonina,
SERT, que ha sido implicada en varios desórdenes heredados. Responsable por regular el
movimiento de la serotonina – un neurotransmisor crucial al estado de ánimo, entre otras cosas –
el gen viene en una forma “larga” y otra “corta”. Todos los seres humanos tienen una
11. combinación de ambas. Las personas con la combinación larga/larga parecen estar protegidas de
los estados de ánimo muy bajos, mientras que aquéllas con las variantes corta/corta o corta/larga
son más susceptibles a la depresión. Lesch y colaboradores analizaron el gen en 12 especies de
primates y encontraron que la versión corta sólo se encuentra en los seres humanos y en otro
primate, los monos rhesus (Molecular Psychiatry, DOI: 10.1038/sj.mp.4001157). "Ser portador
de las variantes cortas del gen para SERT parece exponer a los seres humanos y a los monos
rhesus a desregulaciones emocionales asociadas comúnmente con desórdenes emocionales, que
no se ven en otras especies," dice Lesch.
12. Espada de doble filo
Pero también puede conferir ventajas. "La variante corta parece estar relacionada con
responsabilidad emocional. En un ambiente de estrés éste parece aumentar la vulnerabilidad a la
depresión, pero en un ambiente bueno y estimulante, las personas con esta variante generalmente
son muy exitosas, con excelentes habilidades de comunicación y sociales." Y los beneficios se
pueden extender aún más. "Un trazo que comparten los seres humanos y los monos rhesus es su
habilidad de vivir casi en cualquier lugar," dice Lesch. Notando que otros primates prosperan
solamente en nichos muy específicos, especula que rasgos conductuales conectados con la
versión corta del gen para SERT pudieron haber ayudado tanto a los seres humanos como a los
monos rhesus a adaptarse a ambientes nuevos y desafiantes.
13. Tal adaptabilidad debió haber sido crucial durante los últimos 50 000 años
conforme nuestros antepasados migraron por el mundo, y resulta que el gen
responsable por SERT está entre los muchos que evolucionaron rápidamente
durante este periodo (ver The 10,000 Year Explosion de Henry Harpending y
Gregory Cochran, Basic Books, 2009). El análisis genético que reveló esta
dramática aceleración en la evolución humana también expuso el surgimiento
de otra variante genética relacionada con desorden mental – esta vez uno que
ayuda a regular la dopamina, el neurotransmisor asociado con el placer y la
recompensa. Harpending y colaboradores encontraron que la frecuencia en los
seres humanos de una variante particular del gen que codifica el receptor D4 de la dopamina ha
aumentado muy rápidamente. Las personas con esta variante, conocida como DRD4-7R, tienden
a tener niveles muy altos de energía y un riesgo aumentado de desorden de hiperactividad –
déficit de atención (ADHD, por sus siglas en inglés). Sin embargo, la prevalencia de la variante
entre ciertos grupos – se encuentra en 80% de los indígenas de las tierras bajas del Amazonas,
por ejemplo – indica que la energía extra tiene sus ventajas. "Previamente estos rasgos han sido
muy apreciados en algunas sociedades," dice Lesch.
14. "Se ve un mayor porcentaje de rasgos asociados a ADHD en los pueblos migratorios, por
ejemplo." Como el gen para SERT, el DRD4-7R puede ser tanto una bendición como una
maldición. Algunos investigadores describen dichos genes como "genes orquídeas": trátalos bien
y su dueño prospera, descuídalos y un rasgo de personalidad inadaptada aparece. Si Spikins tiene
razón, muchos otros genes asociados con condiciones del desarrollo y enfermedad mental
deberían poseer tales características de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Nuestros antepasados pudieron
haberse beneficiado de esto, pero las sociedades modernas tienden a su vez a considerar las
maneras diferentes de pensar como importantes impedimentos. "Hoy en día, estar 'loco' es malo,"
dice Whitley. "En occidente, continuamos a estigmatizar la diferencia, y perdemos su ventaja
adaptativa potencial."
En vez de encerrar a las personas con mentes rebeldes, quizás deberíamos mejor mimarlas (ver
"¿Mentes bellas?"). Mi papá, por ejemplo, siempre ha mantenido que tener esquizofrenia es
benéfico de varias maneras. Si los talentos especiales que poseen personas como él nos han
ayudado a llegar tan lejos, podemos necesitar sus diferentes maneras de pensar para vernos a
través de los próximos miles de años. Si el pasado nos enseña algo, es que la humanidad prospera
siendo adaptable.
15. ¿Mentes bellas?
Con los avances en la selección genética podríamos ser capaces de monitorear la estructura
genética de los embriones y reducir la prevalencia de condiciones como la esquizofrenia y el
autismo. ¿Podría esto ser de hecho un paso atrás? Simon Baron-Cohen, director del Centro de
Investigaciones sobre el Autismo, de la Universidad de Cambridge piensa que sí, y no sólo
porque lo considera una forma de eugenesia. Él cree que también privaría a la humanidad de
algunos atributos cruciales.
Recientemente, Baron-Cohen y sus colegas reportaron que las personas que viven y trabajan en
Eindhoven – importante eje tecnológico e industrial de la información en Holanda – tienen más
del doble de probabilidades de tener hijos con autismo que las que viven en Haarlem y Utrecht,
ciudades holandesas de tamaño similar que carecen del enfoque de las industrias en la tecnología
(New Scientist, 22 de junio).
16. "Nuestro trabajo sugiere que los padres de hijos con autismo – y que por lo tanto son portadores
de los genes del autismo – tienen talentos para sistematizar, que han sido responsables por la
innovación en áreas como la ciencia, las matemáticas, la música, la tecnología, el arte y la
ingeniería," dice.
Del mismo modo, varios estudios han mostrado una aparente relación entre los genes asociados
con la esquizofrenia y la habilidad creativa. Y en 2005, Daniel Nettle, de la Universidad de
Newcastle, Reino Unido, mostró que poetas y artistas profesionales comúnmente poseen varios
de los rasgos utilizados para diagnosticar la esquizofrenia, como desilusiones, alucinaciones,
cambios de humor y dificultad para concentrarse (Journal of Research in Personality, DOI:
10.1016/j.jrp.2005.09.004).
Tales hallazgos ayudan a explicar porqué muchos científicos son ambiguos cuando se trata de la
posibilidad del monitoreo genético. "Si comenzamos a seleccionar contra los márgenes externos
de cualquier juego de atributos, podríamos estar perdiendo algo valioso para nuestra cultura,"
dice Robert Cook-Deegan, director del Centro de Ética Genómica, Derecho y Política, de la
Universidad Duke, de Carolina del Norte. "Y además, las historias de dolor y sufrimiento de
aquéllos que viven fuera de esos extremos también son muy reales."
17. Kate Ravilious es una escritora residente en York, Reino Unido
Del ejemplar n° 2837 de la revista New Scientist, páginas 34-37.
¿Por qué no revisar ejemplares anteriores de la revista New Scientist?